martes, 2 de marzo de 2010

JESÚS EL REFUGIO SEGURO DEL ALMA +

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Jehová de los ejécitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Salmo 46

Al oír, ver, o leer las noticias de los acontecimientos mundiales, entendemos que la situación está exactamente como la describió el apóstol Pablo en su carta a los Romanos en 8:22 que dice: Porque sabemos que toda la creación gime a una y está con dolores de parto hasta ahora. Porque al enterarnos por las noticias  de lo que está pasando en diversas naciones azotadas  por los desastres naturales, guerras y rebeliones en otras, y lasituación economica en toda europa y estados unidos, Vienen a nuestra mente las palabras del Señor en Mateo 24.8 cuando dijo: Y todo esto será principio de dolores, dando a entender que todavía se esperan cosas peores.

El hombre por el instinto de conservación que tiene siempre ha tratado de proteger su vida de una u otra manera. En el principio vivían en cavernas, luego en ciudades amuralladas, en el tiempo de guerras modernas hacen refugios antiaéreos, cuando por los  radares estos  avistar aviones enemigos, se activan las sirenas para que la población vaya a esos refugios. Por supuesto que el acudir o no es optativo.

Durante el tiempo de la guerra fría 1945-1991 por el temor a una posible guerra nuclear, los más pudientes a fin de proteger sus vidas fabricaron refugios anti atómicos bajo tierra. Uno de estos, que construyo un refugio a  prueba de radiación atómica, recientemente 2012,  fue encontrado muerto dentro del refugio. Pero ¿cómo puede alguien protegerse de un terremoto, o de un silencioso deslave, cuando un cerro se viene abajo, arrastrando todo lo que encuentre en su camino, o de una inundación repentina que no le permite huir, y que arrastra e invade todo lugar?

Aunque para proteger nuestros cuerpos, hay algunos medios para  protegerse, también es cierto que estamos expuestos a muchas clases de peligros y por ese instinto de conservación que tenemos queremos protegernos de todas aquellas cosas que ponen en peligro nuestra existencia física; y esto por supuesto es completamente natural y correcto.

Sin embargo ¿hemos pensado alguna vez que aparte del cuerpo que tenemos, hay algo más de nuestra naturaleza humana que necesita ser protegida, y esta es nuestra alma? El alma no se puede proteger con un refugio material, ni con ser prudente o respetar leyes y avisos de peligro. El alma queda libre cuando el cuerpo perece, y ella también necesita de un refugio seguro.

Querramos o no, entendámoslo o no, llegará el día cuando todas las almas tendrán que presentarse delante de Dios nuestro creador, para rendir cuenta de que hicimos nosotros con  el medio de salvación que él puso a nuestra disposición su hijo Jesucristo, que murió por nosotros para salvarnos. Todos somos responsables de haber acudidos o no a  Él para ser salvos.

Este encuentro con Dios de todas las almas se efectuará después de la muerte, y tendrán únicamente dos diferentes destinos, un grupo estará delante del tribunal de Cristo, para ser recibidos como fieles servidores, de los que creyeron y confiaron en él, como único medio de salvación en este mundo. Así lo revela la palabra de Diosn, en  2 Cor 5.10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. El otro grupo será juzgado, en el juicio del gran trono blanco, para todos aquellos que rechazaron la salvación por la fe en Jesucristo. Ap.20:11,12

A los que estén en ese lugar para ser juzgados, no se les preguntará, porque eran unos borrachos, o porque fumaban, o porque eran adoradores de ídolos de yeso o madera, o porque eran unos mujeriegos o sodomitas, lo único por lo cual se le pedirá razón será: que hicieron con el ofrecimiento de salvación que Dios le proporcionó a la humanidad  para ser salvo, su hijo Jesucristo. Ya que Él murió para salvarnos. En Juan 3.19 dice claramente: y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz. (y esta luz es Cristo)

Dios en su amor hacia la humanidad, de una u otra manera avisa al hombre y a la mujer, acerca de la salvación en la persona de Jesucristo, que se ofreció para morir en lugar de la humanidad en la cruz. ahora Él ofrece esta salvación como refugio seguro para cada alma de este mundo. En Juan 3:16 dice: De tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. 18 El que en Él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado.

Este ofrecimiento de parte de Dios hacia el hombre, es igual al llamado de los refugios antiaéreos, es optativo acudir o no acudir al llamado; la sirena avisa a todos el acudir depende de uno. La palabra de Dios es la "sirena" que avisa a la humanidad, está ahora de parte nuestra tomar algo de nuestro tiempo para oír y acudir al llamado de Dios.

Cuando Dios avisó a Noé que iba a poner fin al mundo de ese entonces, debido a que los hombres se habían corrompido en gran manera, le instruyó para que hiciera un arca suficientemente grande, tanto que con los escasos recursos de ese tiempo para trabajar la madera, tardó como cien años en terminarla. Durante ese tiempo de construcción Noé daba razón a los que preguntaban acerca de esa obra que Dios le había encomendado y del juicio que vendría sobre los que vivían en ese tiempo.

Al llegar el día fijado por Dios para juzgar a esa generación, solamente las 8 personas que componían la familia de Noé entraron en el arca, porque los demás no hicieron caso al mensaje de la predicación de Noé, estaban muy ocupados en los quehaceres de esta vida y no tenían tiempo para atender las cosas de Dios, y todos perecieron; porque no le hicieron caso a la "sirena" o a las palabras de Noé. Bien lo anticipó el Señor diciendo que al regresar a este mundo sería igual a esos días de Noé, en Mateo 24.13 dice: Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio, estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé entro en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será al regresar Jesús a este mundo.

Otro caso similar, fue cuando Dios iba a destruir a Sodoma y Gomorra por sus maldades, los dos ángeles que se presentaron en forma de hombre, y le dijeron a Lot en Génesis 19:12 tienes aquí alguno más? Yernos, hijos, hijas, y todo lo que tenga sácalo de este lugar porque lo vamos a destruir.

Rápidamente Lot fue y avisó a los futuros yernos de la destrucción que se aproximaba sobre la ciudad, mas pareció a sus yernos como que Noé se burlaba de ellos, y no le creyeron, no aceptaron su mensaje. Me imagino que pocas horas después cuando comenzó a llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra se dieron cuenta del error por no haber escuchado a Lot, pero ya era demasiado tarde, no acudieron a tiempo al llamado de la “sirena de aviso” para escapar del juicio y murieron como todos los demás.

Hay una propaganda de un seguro que dice: "es mejor tener un seguro y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo." Hay algunos que alegan que no entienden muchas cosas de la biblia o del evangelio, razón por la cual se les dificulta creer así de simple en Jesucristo. Pues sepa esto: Es mejor tener a Jesús como refugio, aunque no entienda muchas cosas, que tratar de entender muchas cosas y no tener a Jesucristo como refugio.

Jesús no nos dice: Entiéndalo todo y luego acude a mi, sino venid a mí todos los que estáis trabajados (agobiados) y cargados (de dudas y falsas enseñanzas) y Yo os haré descansar. Él es, que se encargará de enseñarnos, cuando confiamos y creemos,  que es el único camino, la única verdad, y la vida eterna del hombre.

Es bueno protejer el cuerpo de las asechanzas de nuestro común enemigo (Satanás), de los peligros de esta vida que son muchos, pero a su vez es sabio, poner nuestra alma en las manos seguras de Jesucristo, para que al partir de este mundo el alma se encuentre en el lugar del perfecto descanso y en el refugio eterno.


Puerto Ordaz 28/02/10 revisado 2012