lunes, 14 de junio de 2010

DOCTRINAS Y NORMASDEL CENTRO CRISTIANO

DOCTRINA DE FE CRISTIANA Y NORMAS


AÑO 2002
La presente Doctrina de Fe Cristiana y Normas fueron recopiladas, ordenadas y aceptadas por los miembros de la Junta Directiva para la fecha de su elaboración y la participación de algunos hermanos y hermanas.


Aggeo Palumbi, Esperanza Prieto, Dominga Garci-Aguilar
Pastor Tesorera Vocal

Ennio Palumbi, Amelia Acero, Priscila Acero
Vocal Vocal Secretaria

Jonathán Bravo Daniel Palumbi César Garci-Aguilar

Ligia de Guzmán Rosa Palumbi
INDICE
pp.
CAPITULO I DOCTRINA DE FE CRISTIANA 6

Sección 1 El Dios Verdadero 6
1.1 Dios El Padre 6

1.2 Dios El Hijo – Jesucristo 6
1.2.1 Nacimiento 6
1.2.2 Persona 6
1.2.3 Resurrección 7

1.3 Dios El Espíritu Santo 7
1.3.1 De Su Persona 7
1.3.2 De Su Ministerio 7
1.3.3 De Sus Dones 7

Sección 2 Las Escrituras 8
2.1 Inspiradas y Sin Error 8
2.2 Preservación 8
2.3 Autoridad 8

Sección 3 La Creación 8
3.1 Ángeles 8
3.2 Satanás 9
3.3 Hombre 9

Sección 4 La Caída del Hombre 9
Sección 5 La Salvación 9
5.1 Apropiación 9

5.2 La Gracia y El Nuevo Nacimiento 10

5.3 Resurrección 10

5.4 Justificación 10

5.5 La Seguridad de los Santos 10

5.6 Santificación 10

5.6.1 Santificación Judicial 11
5.6.2 Santificación Actual 11
5.6.3 Santificación Completa 11
pp.

5.7 Elección Divina 11

Sección 6 La Iglesia Verdadera 12

Sección 7 El Arrebatamiento y Eventos Futuros 12

Sección 8 Israel 12

Sección 9 Los Justos y Los Impíos 13

Sección 10 Rechazamos 13

1. La Posesión Demoníaca de los Cristianos 13
2. Doctrina de la Prosperidad y Confesión Positiva 13
3. De las Profecías Humanas 13
4. De las Modalidades 13
5. De la Santa Cena 14

RECOMENDACIONES 14

CAPITULO II NORMAS 15

1. De la Autonomía de la Iglesia Local 15

2. Del Gobierno Civil 15

3. De la Separación Política 15

4. De la Vinculación 15

5. De la Separación Personal 15

6. De las Ordenanzas de la Iglesia Local 16

6.1 El Bautismo Cristiano 16
6.2 La Cena del Señor 16

7. De los Oficios de la Iglesia 16

8. De las Autoridades de la Iglesia 17

8.1 De sus Atribuciones 17

8.1.1 Del Pastor u Obispo 17
8.1.2 De la Junta de Ancianos 17
8.1.3 Del Co-Pastor 17
pp.

8.2 De los Requisitos 17

9. De los Otros Cargos 18

9.1 De sus Funciones 18
9.1.1 De los Diáconos 18
9.1.2 De los Maestros 19
9.1.3 De los Directores de Adoración 19
9.1.4 De los Directores de Grupos 19

9.2 Requisitos 19

10. De sus Miembros 20

10.1 Membresía 20

10.2 Del Comportamiento de sus Miembros 20
10.2.1 De las Disciplinas 20
10.2.1.1 Autodisciplina 20
10.2.1.2 Otras Disciplinas 21
10.2.1.3 De los Miembros Inactivos 21

10.3 De las Actitudes 21

11. De las Necesidades 22

12. Del Requerimiento y Uso del Templo 22

13. De las Actividades Especiales 23

14. De las Actividades Sociales 23

RECOMENDACIONES 24


DOCTRINA DE FE CRISTIANA


Sección 1 El Dios Verdadero

Creemos, en un sólo Dios Verdadero, infinitamente perfecto, creador de todo lo existente. En la Unidad de Dios hay una Trinidad de Personas operando la Redención. Dios el Padre es el Creador y Gobernante del hombre y el Proveedor de la Redención a través de Su amor (Juan 3:16). Dios el Hijo es el Redentor, quien se hizo hombre para el propósito de nuestra redención. Dios el Espíritu Santo es el “Ejecutivo de la Deidad”, el “Vicario de Cristo”, quien aplica a cada alma creyente los beneficios de la Redención. Esto lo vemos bien claro en Hebreos 10:7.17, en donde el Padre quiere, el Hijo opera y el Espíritu testifica. (Deuteronomios 6:4; Mateo 3:16-17; Mateo 28:19; II Corintios 13:14; I Pedro 1:2; I Juan 5:6-7)

1.1 Dios el Padre

Creemos que Dios el Padre es la primera persona de la trinidad, siendo los tres un sólo Dios, afirmando luego Jesucristo en su encarnación que el Padre es mayor que El en gloria, ya que en naturaleza son iguales en cada particular de su esencia Divina. (Juan 14:28; 17:5)

La sujeción del Hijo al Padre en el plan de la redención fue por su propia voluntad y fue el Padre quien le entregó y consintió que viniera a este mundo para morir en la cruz y el Hijo cumple el deseo o placer del Padre. (Juan 3:16; Juan 10:17-18)

El Padre dio al Hijo toda potestad en el cielo y tierra (Mateo 28:18; Juan 5:22) de juzgar y le sujetó todas las cosas. Luego que el Hijo haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies y suprimido todo dominio, autoridad y potencia en el cielo, tierra y aún la muerte, entregará todo lo sujetado a Dios el Padre para que sea Dios todo en todos. (Marcos 12:36; I Corintios 15:24-28)

1.2 Dios El Hijo – Jesucristo

1.2.1 Nacimiento

Creemos que Jesucristo vino a este mundo así como fue provisto y propuesto por Dios y anunciado en las profecías de las escrituras, para manifestarle Dios a los hombres, que fue concebido por el Espíritu Santo en forma milagrosa y nació de María, una virgen, como ningún otro ser humano ha nacido, ni jamás nacerá de mujer. (Génesis 3:15; Isaías 7:14; Mateo 1:18-25; Lucas 1:35; Juan 1:14)

1.2.2 Persona

Creemos en Jesucristo, hijo de Dios, completamente Dios y completamente humano, deidad eterna, absoluta y esencial; la segunda persona de la Trinidad, siendo co-igual, co-eterno y de la misma esencia como Dios Padre, vino a este mundo a cumplir las profecías referente a este plan y ser el Redentor sustituto. (Mateo 2:5-6; 3:3; Lucas 4:16-21; Juan 1:1-5; Juan 8:48-58; Colosenses 1:15-20; Filipenses 2:1-11)
1.2.3 Resurrección

Creemos en la resurrección corporal de Cristo por medio del poder del Espíritu Santo y en Su ascensión al Cielo donde está sentado a la diestra del Padre como nuestro Sumo Sacerdote que intercede por nosotros (Mateo 28:6-7; Marcos 16:6-19; Lucas 24-2-6, 51; Lucas 24:39; Juan 20:27; Hechos 1:9-11; I Corintios 15:4; I Timoteo 2:5; Hebreos 2:17; 5:9-10; 8:6; I Juan 2:1; Apocalipsis 3:21).

1.3 Dios El Espíritu Santo

1.3.1 De Su Persona

Creemos que el Espíritu Santo es Dios en su tercera Persona, siendo co-igual, co-eterno y de la misma esencia como Dios Padre. (Génesis 1:1-3; Juan 4:24; Hechos 5:3-4; I Corintios 2:10-11; Efesios 2:22; I Tesalonicenses 4:8)

1.3.2 De Su Ministerio

Creemos que el Espíritu Santo es el vicario de Jesucristo, el sustituto enviado al mundo por el Padre al subir Jesucristo al cielo; que la relación del Espíritu Santo con el creyente es que El mora dentro de él, le sella, le da poder, le guía, y enseña; en su relación con el mundo incrédulo es el que convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio; comunica al hombre la vida de Cristo, su santidad, poder, amor y es el agente del nuevo nacimiento; es el que detiene al maligno hasta que el propósito de Dios sea cumplido.

Creemos que el verdadero creyente al ser convencido por El y creer, es sellado (bautizado) con el Espíritu Santo, el cual testifica, santifica, y ayuda al creyente. Todo creyente verdadero recibe el Espíritu Santo morando en él desde el momento de su salvación (Mateo 28:19; Marcos 1:8; Lucas 1:35; 24:49, Juan 1:33; 14:16-17, 26; 16:7-11; Hechos 11:16; Romanos 8:14,16, 26-27; I Corintios 12:13; Efesios 1:13-14; Hebreos 9:14; I Juan 2:20-27)

1.3.3 De Sus Dones

Creemos que el Espíritu Santo prepara a los creyentes para servir, dándoles dones espirituales de acuerdo a su voluntad y estos dones mencionados en las escrituras, son aceptados si el creyente al recibir alguno de ellos los usa dentro de los parámetros escriturales. Como creyentes debemos desear los mejores dones, buscando ejercitarlos en amor con el fin de que pueda ser edificada la iglesia. Creemos que el amor es lo más importante y que sin él la práctica de los dones no tiene valor alguno. (Romanos 12:1-8; I Corintios capítulos 12-14)



Sección 2 Las Escrituras

2.1 Inspiradas y Sin Error

Creemos que los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento fueron inspirados por Dios tal como fueron escritos originalmente; que la inspiración es verbal y plenaria, con esto queremos decir que las mismas palabras y aún letras fueron dadas por el soplo del Espíritu de Dios en su totalidad. Creemos que Dios, que es Verdad, comunicó lo que está en su mente a través de hombres dirigidos por el Espíritu Santo, de manera que las Escrituras no tienen error alguno.

2.2 Preservación

Creemos que la Biblia ha sido y será preservada sobrenaturalmente en todas las épocas por la protección divina. Creemos que Dios prometió, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, preservar Sus Palabras como las entregó en los textos originales Hebreos, Arameos y Griegos. Por Su cuidado providencial, creemos que Dios ha guardado pura Sus Palabras a través de los siglos como prometió y reafirmamos nuestra fe en lo que nuestros antepasados escribieron.

2.3 Autoridad

Creemos que la Biblia es la revelación suprema de la voluntad de Dios para el hombre y constituye la única regla infalible en todo asunto de que habla y en todo asunto al que se dirige. Creemos que la Biblia es autoritativa, suficiente, y confiable y que por la providencia de Dios será siempre el centro verdadero de unidad cristiana y la regla suprema, por la cual toda conducta humana, creencia y opinión será probada. (Salmos 119:105,130; Isaías 40:8; Mateo 24:35; Juan 10:34-35; Romanos 3:1-4; Gálatas 3:16; II Timoteo 3:15-17; Tito 2:11-12; Hebreos 4:12; I Pedro 1:24-25; II Pedro 1:19-21; Apocalipsis 22:18-19)


Sección 3 La Creación

Creemos en la versión bíblica de la creación del universo físico, ángeles, y el hombre; que esta historia no es alegoría, ni mito, sino una historia literal y veraz de los acontecimientos creativos directos e inmediatos de Dios sin proceso evolutivo alguno. (Juan 1:3, Colosenses 1:16; Apocalipsis 4:11; 10:5-6)

3.1 Ángeles

Creemos que existe un orden de seres celestiales (arcángeles, ángeles, querubines, serafines) muy distinto de los seres humanos y de la deidad y que ellos ocupan un estado superior al actual del hombre caído. Estos seres son mensajeros del Creador y ejecutan las órdenes de Dios, a quien sirven; los cuales no adoramos ni aceptamos mensajes de ellos en este período de la gracia, por cuanto somos enseñados por medio del Espíritu Santo y Su Palabra (Juan 16:13-14; I Corintios 2:9-16; Gálatas 1:8; I Juan 2:27; Apocalipsis 22:8)



3.2 Satanás

Creemos en la realidad y personalidad de Satanás, el diablo; que fue creado por Dios como un ángel diferente a todos los demás, mas por su orgullo y rebelión vino a ser el enemigo de su Creador; constituyéndose en el dios inmundo de este siglo, el príncipe de todos los poderes de las tinieblas y está destinado al juicio de un castigo eterno en el lago de fuego. (Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:11-19; Mateo 4:1-11; II Corintios 4:4; II Tesalonicenses 2:8-10; Apocalipsis 20:10)

3.3 Hombre

Creemos que el hombre fue creado como obra directa de Dios y no procedió de otras formas de vida que existían antes y que todo hombre es descendiente de Adán y Eva, un hombre y una mujer literalmente existentes, que son los primeros padres de la raza humana desde hace aproximadamente siete mil años. (Génesis capítulos 1-2; Marcos 10:16; Efesios 2:10)


Sección 4 La Caída del Hombre

Creemos que el hombre fue creado inocente (a la imagen y semejanza de Dios), pero por la trasgresión Adán cayó de su estado de inocencia y sin pecado a un estado de total depravación y degeneración, por lo que todo hombre heredó la naturaleza pecaminosa introducida con la caída en el jardín del Edén.

Creemos que como pecador sin arrepentimiento está irremediablemente perdido y que es totalmente inhábil para salvarse a sí mismo aún haciendo todo el bien que pueda, sacrificio o justicia personal. (Romanos 3:23; II Corintios 4:3-4; Efesios 2:2-11)


Sección 5 La Salvación

Creemos que la salvación de los pecadores es iniciada divinamente y dada completamente por gracia (regalo) por medio del oficio de Jesucristo, quien por determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, tomó forma humana y sin pecado honró la ley divina por su obediencia, satisfaciendo las demandas justas de Dios en cuanto al pecado; que su sacrificio no fue hecho para ponernos un ejemplo de su muerte como mártir sino como una sustitución voluntaria de Sí mismo en el lugar del pecador, el Justo muriendo por el injusto, Cristo el Señor llevando nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero; habiendo sido resucitado de los muertos. En todo, El reúne los requisitos para ser un digno Salvador y Redentor. (Isaías 53:4-7; Hechos 2:22-24; Romanos 3:24-25;I Corintios 15:3-4; II Corintios 5:21; Hebreos 9:14, 10:7; I Pedro 8:24)

5.1 Apropiación

Creemos que la salvación es totalmente una obra de Dios, hecha del principio al fin por El y que el hombre nada puede hacer para salvarse a sí mismo, o hacerse más aceptable con Dios para merecer que El le salve. Dios, por lo tanto, manda que el hombre crea en el Señor Jesucristo como la única manera de alcanzar arrepentimiento para salvación.
El arrepentimiento es un sentimiento de pesar producido por el Espíritu Santo como paso previo al conocimiento de la verdad. (Isaías 53:4-7; Juan 3:16; Juan 4:10; Hechos 15:11, 16:30-31; Romanos 3:24-25; I Corintios 15:3; II Corintios 5:21; II Corintios 7:9-10; Efesios 2:8-9; Filipenses 2:7-8; II Timoteo 2:24-26; Hebreos 2:14-17; I Pedro 2:24)

5.2 La Gracia y el Nuevo Nacimiento

Creemos que para ser salvos, los pecadores necesitan nacer de nuevo (ser hecho hijo de Dios) como Jesucristo le dijo a Nicodemo en Juan 3:3. Creemos que en el nuevo nacimiento el que era muerto en delitos y pecados recibe vida eterna y es hecho partícipe de la naturaleza divina, el regalo gratuito de Dios; que sólo Dios obra la nueva creación por el poder del Espíritu Santo por medio de fe en la verdad del evangelio. (Juan 3:3, 8; 5:1,24; Hechos 16:30-31; Romanos 6:23; I Corintios 15:1-14; II Corintios 5:17; Efesios 2:1-9; Colosenses 2:13; II Pedro 1:4; I Juan 5: 10-12)

5.3 Resurrección

Creemos que resucitar es el acto de adquirir la imagen del cuerpo celestial, que es la redención de nuestro cuerpo, según Romanos 8:23, el cual será semejante al cuerpo de Cristo resucitado y es el premio de la fe que una vez nos fue dada. En cuanto a los impíos, desde el primero que inauguró el hades hasta el último rebelde al final del milenio, no resucitarán, se levantarán de sus sitios única y exclusivamente para comparecer delante del gran trono blanco. (Isaías 26:14; I Corintios 15:13-14, 22-25; I Corintios 15:48-49; II Corintios 5:1-4)

5.4 Justificación

Creemos que la justificación es un acto judicial de Dios por lo cual El declara justo al creyente por la base de la justicia imputada de Cristo; que se da, no en consideración de obras de justicia que hayamos hecho, sino justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús. (Romanos 3:21-26, 28, 30; Romanos 4:4-5; 5:1, 9; I Corintios 1:30; II Corintios 5:21; Gálatas 2:16; Filipenses 3:9)

5.5 La Seguridad de los Santos

Creemos que todos los que han nacido de nuevo son guardados eternamente por Dios el Padre para Jesucristo y ninguna cosa creada podrá separarnos del amor de Dios. (Juan 10:28-29; Romanos 8:35-39; Efesios 2:4-6; Filipenses 1:6; Colosenses 1:13-14; I Pedro 1:3-5;Judas 1:1)

5.6 Santificación

Creemos que la obra santificadora de Dios en relación al creyente es de apartarlo del pecado y acercarlo más a El. Santificación incluye lo siguiente: primero, santificación judicial; segundo, santificación actual; y tercero, santificación completa. (Efesios 1:4, 18; I Tesalonicenses 5:23-24)


5.6.1 Santificación Judicial

Santificación Judicial es la obra de Dios el Padre, por la cual el creyente posicionalmente ha sido declarado santo y sin culpa. Esta declaración está basada en los méritos y la obra redentora de Cristo por el derramamiento de Su sangre. Como un acto eterno de Dios, la santificación judicial ha sido efectuada completamente por Cristo en su muerte, sepultura, y resurrección; y nada en la vida actual del creyente puede cambiar este estado posicional. Cada creyente, por lo tanto, es un santo (apartado), y nunca podrá haber contra él ninguna condenación pasada, presente o futura, según Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. (Juan 17:1-3, 16-20; Romanos 6:5-6; I Corintios 1:30; Efesios 1:18; 2: 11-14)

5.6.2 Santificación Actual

Santificación Actual es la obra de Dios el Espíritu Santo, por el cual en la práctica el creyente está siendo conformado a la imagen de Cristo. Este es un proceso continuo en el cual el creyente es personalmente responsable de aplicar la Palabra de Dios a su vida diaria. Mientras la santificación actual es progresiva en su naturaleza, su progreso puede ser retardado por desobediencia, por cuanto el creyente retiene su naturaleza pecaminosa, la cual no puede ser borrada en esta vida. La naturaleza pecaminosa opera todavía en el estado actual del creyente aunque ha sido declarado muerto al pecado. A pesar que ha sido exhortado a ser santo como Dios es santo, es imposible llegar a un estado de perfección impecable hasta que esté presente al Señor. La Santificación Actual en la vida del creyente es reforzada por la obediencia a la Palabra de Dios, oración, congregación fraternal, esperanza y disciplina. (Romanos 6:2, 6-13; 8:4; I Corintios 6:9-11; I Pedro 1:2; I Juan 1:7-9)

5.6.3 Santificación Completa

Santificación Completa es la obra del Hijo de Dios por el cual el creyente es transformado perfectamente a la imagen de Jesucristo. Aunque la santificación completa no ocurre hasta que el creyente está presente al Señor, sea en la muerte o en el rapto, para los que estén presentes en Su venida, será una transformación instantánea a ser como Cristo cuando le veamos tal como El es. Un entendimiento correcto de la santificación completa niega la posibilidad de cualquier idea de un purgatorio, siendo que Cristo ya efectuó la purificación del pecado del creyente por Su obra de Santificación. (Romanos 6:5-6; 14:7-9; Efesios 1:13-14; 5:26-27; Filipenses 1:6; I Tesalonicenses 5:23-24; Hebreos 2:9-13; 10:9-14)

5.7 Elección Divina

Así como creemos que la salvación de los pecadores es iniciada divinamente y dada completamente por gracia por medio del oficio de Jesucristo como mediador, así mismo, creemos que la elección divina es un acto soberano de Dios teniendo en cuenta que Dios ha diseñado, creado y ejecutado todo cuanto existe y que todo ello marcha hacia la consumación que El ha predeterminado. Los hombres creen escoger su destino mediante a lo que a ellos les parece libre albedrío y se glorían de ser suficientemente hábiles para acomodarse a las circunstancias, pero Dios es el autor de las circunstancias. (Romanos 8:29-30; Romanos 9:19-21; Efesios 1:4-6)

Entendemos como libertad (libre albedrío) la que Dios le concede a sus hijos para escoger dentro del ámbito de su diario vivir, durante su estadía en este mundo, “Siempre procurando que esta libertad no venga a ser tropezadero para los débiles”. (Juan 8:36; I Corintios 8:9)


Sección 6 La Iglesia Verdadera

Creemos que todos los que han nacido de Dios y han sido bautizados por el Espíritu Santo, que es el bautismo real según I Corintios 12:13, forman parte del cuerpo de Cristo que es la Iglesia Verdadera, producto de haber recibido al Señor Jesucristo por fe, siendo sellados desde el momento de la conversión hasta el día de la Redención. (Romanos 8:9-11; Efesios 1:13-14; Filipenses 1:18)

Creemos que el bautismo ritual (por inmersión) es un acto público de testimonio por Cristo en obediencia a los preceptos bíblicos. (Hechos 8:36-38)


Sección 7 El Arrebatamiento y Eventos Futuros

Creemos que el Arrebatamiento (rapto) de la iglesia por Jesucristo será pre-tribulacional y pre-milenial; un evento inminente (puede ocurrir en cualquier momento) en el que los muertos en Cristo resucitarán en cuerpos glorificados, luego nosotros los que vivimos seremos transformados con cuerpos incorruptibles a la imagen de Cristo, sin pasar por la muerte, para encontrarnos con el Señor en el aire y esto será en forma instantánea en un abrir y cerrar de ojos según se nos enseña en II Corintios 15:51,52. (I Corintios 15:42-44; Filipenses 3:20-21; I Tesalonicenses 4:13-18)

Creemos según I Pedro 1:4 que hay una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable reservada para nosotros (la iglesia) en los cielos.

Creemos que la segunda venida de Cristo con sus santos para gobernar la tierra será personal, pre-milenial y visible. (Mateo 24:19-31; Marcos 26:64; Hechos 1:10-11; Apocalipsis 1:7; Apocalipsis 19:11-16)


Sección 8 Israel

Creemos en la elección soberana de Israel como el pueblo de un pacto eterno de Dios, que ahora está aún en gran parte disperso por su desobediencia y rechazo de Cristo, que va a ser reunido en la Tierra Santa y después del cumplimiento de la plenitud de los gentiles, será salvo como nación en la segunda venida de Cristo.

Creemos según las escrituras, de acuerdo a promesa hecha a Abraham, que ellos serán los únicos herederos de la tierra. (Génesis 13:14-17, Deuteronomios 30:1-10; Isaías 43:1; Ezequiel 37; Romanos 11:1-32)

Sección 9 Los Justos y Los Impíos

Creemos que hay una diferencia radical y esencial entre el justo y el impío; que sólo aquellos que son justificados por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo y santificados por el Espíritu de nuestro Dios, son verdaderamente justos ante Sus ojos, mientras que todos aquellos que continúen en incredulidad, son ante Sus ojos, impíos y bajo maldición; y esta diferencia se mantiene, tanto en esta vida como después de la muerte, en el consuelo eterno de los salvos y en el tormento consciente y eterno de los perdidos en el lago de fuego. Creemos que los impíos muertos no resucitarán y no serán redimidos. (Génesis 18:23; Proverbios 14:32; Isaías 26:13-14; Malaquías 3:18, Mateo 25:34-41; Lucas 16:25; Juan 8:21; Romanos 6:17-18, 23; I Juan 5:19; Apocalipsis 20:14-15)


Sección 10 Rechazamos

1. La Posesión Demoníaca de los Creyentes

Rechazamos la creencia que tienen algunos cristianos de que los creyentes pueden ser poseídos por demonios. La Biblia dice que “más grande es el que está en nosotros que el que está en el mundo” (I Juan 4:4), en consecuencia, un creyente no puede ser poseído simultáneamente por el Espíritu Santo y espíritus malignos, los cristianos pueden ser atacados, estorbados y tentados por demonios, pero no poseídos o controlados por ellos. (Números 23:23; II Corintios 3:17; I Juan 5:19)

2. Doctrina de la Prosperidad y Confesión Positiva

Rechazamos la creencia del movimiento de fe que Dios puede ser inducido a sanar u obrar milagros en acuerdo con la voluntad del hombre. Estas personas enseñan que si alguien confiesa salud y riqueza consistentemente, se le convertirá en una realidad y que los cristianos que viven en pobreza o enfermedad, se están conformando con menos de su herencia completa en Cristo. Creemos que muchos creyentes en la vida cotidiana a menudo son afligidos porque vivimos como extranjeros y peregrinos en un mundo de constante y progresiva decadencia a causa del pecado. Creemos que la doctrina de salud y prosperidad tal como la enseñan estos maestros, es una distorsión de las escrituras y que frecuentemente es usada para trasquilar el rebaño de Jesucristo. (Juan 16:33; Romanos 8:18; Hebreos 11:13; I Pedro 2:11)

3. De las Profecías Humanas

Rechazamos la profecía humana que sobrepasa las Escrituras, aquellas revelaciones “nuevas” que van más allá de la fe una vez dada a los santos. Creemos que la Biblia es la autoridad final y la completa Palabra de Dios para su Iglesia hoy y que ninguna profecía o enseñanza puede en ningún momento sustituir lo que ya está escrito. (Deuteronomios 13:1-3;II Pedro 1:20-21)

4. De las Modalidades

Rechazamos toda modalidad que no se ajuste al orden que debe imperar en los cultos y reuniones, como la llamada risa santa o manifestaciones extrañas donde se observan ruidos de animales, silbidos, gritos y todo aquello que haga parecer al hombre un ser irracional, incoherente e irreverente ante la presencia de un Dios vivo, olvidando que debemos revestirnos del nuevo hombre el cual es conforme a la imagen de Cristo. (Judas 10; II Pedro 2:12; Colosenses 3:10)

5. De la Santa Cena

Rechazamos la creencia que los elementos de la Santa Cena: el pan y el vino, sufren la llamada transustanciación (transformación al real cuerpo y sangre de Jesucristo) o consustanciación (presencia literal de Cristo en los elementos) al ser ingerido por el creyente, ya que éstos son sólo un símbolo para conmemorar la muerte de Jesucristo por nuestros pecados.

Asimismo, rechazamos la creencia que tienen algunos hermanos de no querer participar de la Santa Cena por sentirse indignos, sin justificación bíblica, teniendo sólo argumentos sentimentales o emocionales.


RECOMENDACIONES

Estas enseñanzas deben ser leídas en la congregación por lo menos dos veces al año y en toda oportunidad que hubiese alguna falta de comprensión en cualquiera de estos fundamentos doctrinales.
































NORMAS


1. DE LA AUTONOMÍA DE LA IGLESIA LOCAL

La iglesia local es una congregación de creyentes inmersionados, asociados por un pacto de fe y confraternidad en el evangelio, observando las ordenanzas de Cristo, gobernada por sus leyes, ejercitando los dones, derechos, y privilegios que le son dados por su palabra. La misión verdadera de la iglesia es la evangelización de todos los hombres. La iglesia local tiene el derecho absoluto de autogobernarse, libre de la interferencia de cualquier jerarquía de individuos u organizaciones, su único superintendente es Cristo por medio del espíritu santo; es bíblico que las iglesias verdaderas cooperen entre sí por la fe y por la promulgación del evangelio. Cada iglesia local es el único juez de la medida y método de su cooperación, y en todo asunto de membresía, reglas, gobierno, disciplina, y caridad.


2. DEL GOBIERNO CIVIL

Toda autoridad y gobierno civil está puesto por Dios para los intereses y buen funcionamiento de la sociedad humana y se debe respetar, honrar conscientemente, obedecer sus leyes y orar por los que están en eminencia, excepto en casos donde nos obliguen a negar nuestra fe y desvirtuar nuestras creencias y principios cristianos.


3. DE LA SEPARACIÓN POLÍTICA

La iglesia local por ser apolítica se desvincula de toda participación, colaboración, cooperación con fines políticos.


4. DE LA VINCULACION

La iglesia local se mantendrá desvinculada de afiliación alguna y cualquier cooperación con los que niegan la fe cristiana.

La iglesia debe rehusar entrar en alianzas donde cede terreno doctrinal, moral, etc., aún con gente evangélica que tienen “motivos buenos”, pero donde nuestro testimonio pudiera ser dañado y nuestra posición confundida. Específicamente se rechaza el concepto de que nuestra iglesia debe cooperar con incrédulos e iglesias apóstatas aunque los resultados propuestos pudieran “parecer buenos” con nuestra cooperación.


5. DE LA SEPARACIÓN PERSONAL

El creyente está en el mundo, sin participar ni teniendo amistad, afiliación ni identificación con las cosas que le contaminan del mundo.

El creyente estará desvinculado de toda práctica mundana que deshonre a la iglesia, su testimonio y la fe cristiana, contristando de esta manera al Espíritu Santo.


6. DE LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA LOCAL

6.1 EL BAUTISMO CRISTIANO: Es la inmersión del creyente en agua una sola vez para mostrar en una forma solemne nuestra identificación con el Salvador crucificado, sepultado, y resucitado, como un acto ritual de figura hermosa de muerte al pecado y resurrección a una vida nueva. El bautismo se realiza bajo la autoridad de la iglesia local; y es requisito para la membresía de la iglesia.

Es requisito indispensable para ser bautizado:

a.) Haber creído en Jesucristo como único y suficiente salvador y en su resurrección (Romanos 10:9)

b.) Haber dado testimonio en la iglesia de aceptación de la Doctrina de Fe Cristiana y Normas de la iglesia.

c.) Haber asistido por un tiempo prudencial y recibido enseñanzas de catecúmenos (doctrina)

d.) No ser menor de 16 años y sujeto a la opinión de los ancianos.

e.) Demostrar su compromiso y fidelidad a la iglesia.

6.2 LA CENA DEL SEÑOR: Es el acto ritual de conmemoración de la muerte de Jesucristo hasta que él venga. Los participantes en la cena del Señor deben ser creyentes bautizados en agua.


7. DE LOS OFICIOS DE LA IGLESIA

Cristo ha ordenado los oficios de la iglesia local, tales como: pastor u obispo, ancianos, profetas, evangelistas y maestros.

El oficio del apostolado fue solamente para aquellos que tuvieron la oportunidad de estar con el señor desde el comienzo de su ministerio, que fueron testigos de su muerte y resurrección. (Hechos 1:21) a excepción del apóstol Pablo quien tuvo su apostolado por un llamamiento personal del Señor. (Gálatas 1:1, 15-17; 2:9)

“Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”. Hechos 20:28

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. Efesios 4:11

“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;” Tito 1:5
“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”. Hechos 6:3

“ Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen done de lenguas” I Corintios 12:28


8. DE LAS AUTORIDADES DE LA IGLESIA

Son autoridades de la iglesia: el Pastor u Obispo, la Junta de Ancianos y el Co-Pastor.

8.1 DE SUS ATRIBUCIONES

8.1.1 DEL PASTOR U OBISPO: Tiene autoridad de escoger sus propios líderes, disciplinar y dar baja a sus miembros, nombrar mensajeros, comisionar misioneros, escoger el tiempo y lugar de las reuniones, iniciar su presupuesto y contabilidad financiera, y juzgar las diferencias entre sus miembros. Las áreas de autoridad del pastor u obispo deben ser ejercidas en armonía con la iglesia.

8.1.2 DE LA JUNTA DE ANCIANOS:
a.) Cooperarán estrechamente con el pastor u obispo apacentando la grey, fungirán como asesores y consejeros del pastor u obispo cuando éste lo requiera.

b.) Elegirán junto con el Pastor u Obispo al grupo de Diáconos de acuerdo a las necesidades de la iglesia.

8.1.3 DEL CO-PASTOR: Cooperará en todo en la conducción y labores de la iglesia, observando siempre un espíritu de obediencia y sujeción; sólo asumirá la dirección de la obra cuando el pastor u obispo este ausente, sin poder tomar decisión alguna, previa consulta del pastor u obispo.

8.2 DE LOS REQUISITOS:

“PALABRA fiel: si alguno anhela obispado, buena obra desea.
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
No dado al Vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús” I Timoteo 3:1-13

“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. I Timoteo 5:17

“PABLO, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,
en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,
y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador,
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo,
retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” Tito 1:1-9


9. DE LOS OTROS CARGOS

9.1 DE SUS FUNCIONES

9.1.1 DE LOS DIACONOS

a.) Procurar por todos los medios posibles la armonía, cordialidad y entendimiento de los miembros.

b.) Ayudar en la ministración de los bautismos en agua, servicios de santa cena, recolección de ofrendas y administración de donaciones para los necesitados.

c.) Velar por el orden de los asistentes durante el servicio.
9.1.2 DE LOS MAESTROS

a.) Impartir las enseñanzas bíblicas en conformidad con los fundamentos doctrinales de la iglesia, previa preparación y estudio.

9.1.3 DE LOS DIRECTORES DE ADORACION

a.) Organizar, coordinar y dirigir la ministración de adoración en los servicios de la iglesia.

9.1.4 DE LOS DIRECTORES DE GRUPOS

a.) Organizar, coordinar y dirigir la actividad específica encomendada para el beneficio espiritual del grupo y de la iglesia.

9.2 REQUISITOS:

Todo creyente que tenga alguna actividad, tales como: diáconos, dirección, adoración, meditación, cantos, poesías, lecturas, directivas de grupos, etc.; deberá estar en plena comunión con dios y la iglesia, miembro bautizado que cuide, tanto su condición espiritual, como su presentación personal.

“Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias,, fieles en todo.
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
Porque los que ejerzan bien el diaconado, gana para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús” I Timoteo 3:8-13

“Así que, ofrezcamos siempre a dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Hebreos 13:15-16

“Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese” I Pedro 4:3, 7, 10-12

9.3 TIEMPO DE SERVICIO:

Durarán en sus funciones un (01) año y podrán ser ratificados o removidos de acuerdo a las necesidades de la iglesia y cumplimiento de sus funciones.

10. DE SUS MIEMBROS

10.1 MEMBRESIA

Serán aceptados como miembros de esta iglesia:


a.) Aquellos hermanos que hayan sido bautizados dentro de la iglesia.

b.) Aquellos hermanos procedentes de otras iglesias que previa aceptación de la Doctrina de Fe Cristiana y Normas, presenten carta de membresía para su posterior evaluación por parte de la Junta de Ancianos.

c.) Aquellos hermanos procedentes de otras iglesias que no presenten su respectiva carta de membresía pero que previa aceptación de la Doctrina de Fe Cristiana y Normas, manifiesten su deseo de incorporarse como miembro a la iglesia, estando sujetos a evaluación por un período de tres meses por parte de la Junta de Ancianos.

d.) Aquellos hermanos que vienen de otras iglesias y asistieren regularmente a los servicios, no teniendo residencia fija ni seguridad de su estadía en la zona, se les podrá conceder una membresía provisional, tomando así participación en las actividades como miembros


10.2 DEL COMPORTAMIENTO DE SUS MIEMBROS

10.2.1 DE LAS DISCIPLINAS

10.2.1.1 AUTODISCIPLINA

Debe abstenerse de actividad alguna aquellos creyentes que como resultado de algún problema personal hayan incurrido en alguna falta o pecado que sea o no del conocimiento de las autoridades de la iglesia, causando problemas y comprometiendo a los líderes que le asignaron la actividad.

Los que están en la anterior condición y toman actividades, irrespetan a dios y a la congregación. Dios ve con mejor agrado al que reconoce su condición y se autodisciplina.

“Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;” 1ra. de Juan 3:20-21


10.2.1.2 OTRAS DISCIPLINAS

a.) Los miembros que mostraren un ausentismo de seis meses, se les considerará como miembros inactivos hasta que manifiesten por escrito su reincorporación al libro de membresía.

b.) Aquellos miembros que bajo el conocimiento de las autoridades de la iglesia persisten en pecar, serán reprendidos públicamente por el pastor u obispo, en cumplimiento a sus obligaciones y en obediencia a la verdad.

A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. I Timoteo 5:20


10.2.1.3 DE LOS MIEMBROS INACTIVOS

a.) Los miembros inactivos tendrán las siguientes limitaciones: dirección de servicios, cantos especiales, poesías, predicaciones y voto en las asambleas.


10.3 DE LAS ACTITUDES

El hacer todo decentemente y con orden implica también la vestimenta o presentación.

“Pero hágase todo decentemente y con orden” I de Corintios 14:40

A tal efecto, los creyentes miembros cuidarán en lo posible de presentarse en la casa de Dios adecuadamente, no usando en las reuniones formales de adoración:

- LOS CABALLEROS CREYENTES:

- Zarcillos
- Pelo largo (colitas)
- Solamente franelillas
- Shores
- Camisas abiertas
- Zapatos sin medias
- Chancletas
- Gorras
- Y otros

- LAS DAMAS CREYENTES:

- Vestidos transparentes
- Escotes
- Minifalda
- Pantalones ajustados y cortos
- Licras
- Y otros


11. DE LAS NECESIDADES

Es deber de la iglesia vigilar por cada uno de sus miembros, huérfanos, viudas, enfermos, etc.; por lo tanto, toda ayuda deberá ser solicitada por escrito ante la Junta Directiva para su debida evaluación y aprobación.


12. DEL REQUERIMIENTO Y USO DEL TEMPLO

Toda solicitud para uso del templo, deberá ser presentada por escrito al pastor u obispo del “Centro Cristiano de Guayana” para su aprobación con un período de 20 días de anticipación y avalada por el pastor de la iglesia solicitante, como persona que se hará responsable.

Una vez aprobada la solicitud se le consignará al solicitante las normas ya establecidas que deben regir para el uso del templo; las cuales son:

- Se le dará la llave a la persona responsable, la cual cuidará celosamente de la misma, debido a que la pérdida o extravío, ocasionará por razones de seguridad el cambio total de las cerraduras o candados, cuyo costo será a cargo de la iglesia solicitante.

- Queda entendido que el uso del templo no implica el préstamo y/o uso de los equipos de sonido.

- Aunque el templo “Centro Cristiano de Guayana” está situado en una zonificación AC (Asociaciones y Clubes), a fin de evitar molestias a los vecinos circundantes, es preciso que la música no se prolongue más de las 11:00 p.m., inclusive, en caso de vigilia se eliminará completamente el sonido electrónico, pudiéndose acompañar los cantos con guitarra acústica, cuatro, acordeón, y violín, que son instrumentos que no necesitan de amplificador.

- Cada iglesia tiene su forma de actuar y adorar en los servicios, los cuales no juzgamos, ni nos conviene hacerlo; sin embargo, queriendo preservar la imagen de nuestro templo, se agradece:

a.) Debe abstenerse de realizar ruidos excesivos (silbidos y gritos) en un servicio en el cual se adora a Dios.

b.) Vestirse apropiadamente, en especial los que tienen actividades, tales como: dirección, meditación, cantos, poesías, lecturas, etc., tanto damas como caballeros.

Tomando como base que en ningún momento David danzó en el templo, ni se tiene conocimiento bíblico de que otros lo hayan hecho; contenerse de promover la realización de danzas dentro del templo.

Tomando en cuenta que en una iglesia hay diversos grados de conocimiento y débiles conciencias, es necesario que las actuaciones y apariencia personal en todo tiempo, estén enmarcadas dentro de las normas bíblicas:

“Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina. Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. Porque si alguno te ve a ti, que tiene conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano”. 1ra. Corintios 8:7-13

Lo antes leído nos invita a que no seamos de tropiezo para los débiles.


13. DE LAS ACTIVIDADES ESPECIALES

Entendemos que las actividades cristianas tales como: matrimonios, bautizos y presentaciones (obras de teatro, cine-foro, etc.) requieren de ornamentación, modificación y organización del mobiliario, actividades que en su mayoría se efectúan o terminan el día sábado, a tal efecto, los responsables de las mismas deberán delegar o encargarse personalmente de reorganizar y limpiar interior y exteriormente las instalaciones del templo. Siendo lo anterior extensivo para cultos y otras actividades.


14. DE LAS ACTIVIDADES SOCIALES

A futuro se tendrá un local especial adyacente para las actividades, tales como: cumpleaños, recepciones matrimoniales, aniversarios y días especiales, queriendo con esto puntualizar que el templo no es para estas actividades.

De efectuarse alguna venta de productos con el propósito de levantar fondos para algún ministerio y no con fines de comercio, estos se harán en la parte exterior del templo.


RECOMENDACIONES

1. Se aconseja no caminar durante el servicio, especialmente en el tiempo de oración, lectura de la Biblia y predicación, recordando una vez más, que estamos en la casa y presencia de Dios.

2. A los que les gusta hablar durante el servicio, le recordamos que la Biblia nos insta a escuchar su palabra; al hablar o conversar se pierde la atención. La Biblia cataloga esta actitud como la ofrenda de los necios.

“Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal” Eclesiastés 5:1

3. Se sugiere a los hermanos que llegan antes de iniciar el servicio, mantener una actitud de reverencia (meditación, oración, etc.)

4. Los padres o representantes de niños pequeños, deben cuidar de sus hijos durante el servicio, en especial, en la enseñanza, para que no jueguen, ni corran en el templo, quedando entendido que el parque estará disponible solamente antes y después del servicio.

5. Referente a los bienes de la iglesia, tales como: instrumentos, equipos de sonido, sillas, bancos, mesas, etc., nadie podrá disponer de ellos para actividades fuera de las áreas del templo sin la previa autorización del pastor u obispo o anciano autorizado.

Los instrumentos y equipos de la iglesia que hayan sido dedicados al servicio del Señor, no podrán ser utilizados para ningún otro tipo de fin, sólo para el anteriormente señalado.

Al tener la aprobación para el uso de algunos de los bienes antes mencionados, la persona que los solicita se hará responsable de su traslado y regreso a las instalaciones del templo, cuidando que sean devueltos en las mismas condiciones en que fueron prestados, tanto en buen estado como en cantidad, o en caso contrario, la reposición de ellos.


ESTAS NORMAS ESTARAN SUJETAS A REVISION Y MODIFICACIÓN DE ACUERDO A LAS NECESIDA QUE PUEDAN PRESENTARSE.