LOS VEINTICUATRO ANCIANOS QUIENES SON. 20/04/20
En la palabra de Dios, aparentemente hay
leyes o eventos que no tienen mucha importancia, como por ejemplo: la ley de las primicias, en Levíticos
3. Como también en Apocalipsis la
descripción de esos veinticuatro
ancianos que están alrededor del trono, vestidos de ropa blanca que tampoco parece ser de mucha importancia. Sin embargo todo lo que
está escrito, aunque al momento no lo entendamos, tiene un significado, y una enseñanza en el plan de Dios para este mundo y el
venidero.
La
ley de las primicias.
De esta ley de las primicias, y de esos veinticuatro
ancianos nombrados en la palabra de Dios, es que se disertará en este escrito con la ayuda
de Aquel que nos guía a toda verdad. Para que podamos ver como cosas que
aparentemente no son muy relevantes, tienen una extraordinaria importancia.
Como ejemplo tenemos el caso de las primicias, donde se puede apreciar como ese acto simbólico, de presentar
un manojo del primer fruto que se obtenía antes de la cosecha final; era un
requisito de la ley, que tenía que ser presentado a Dios. Ese acto de las
primicias, tiene su real cumplimiento cuando Jesús le presenta al Padre, una ofrenda
de la primicia del fruto de su obra redentora, que le fue encomendada, antes de
la cosecha final.
Por supuesto que todo lo que estaba
ordenado en la ley, eran símbolos o tipos de cosas que se realizarían en el
futuro. Como dice en Colos 2:17 todo lo cual es sombra de lo que había de venir; Así
como el sacrificio del cordero era un tipo
de la muerte de Jesucristo, la presentación de la gavilla o primeros
frutos en la ley de las primicias, era un tipo de lo que Jesús presentaría al
Padre como el fruto de su trabajo redentor.
Esa ley que se encuentra en Levíticos 3:10 dice lo
siguiente: Habla
a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os
doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los
primeros frutos de vuestra siega. Por supuesto si alguien cosechaba
higos llevaba una cesta de ese fruto.
Esta ley de las primicias,
o de los primeros frutos que se tenía
que presentar a Dios, es ratificada
en Deuteronomio 26:10, agregando otro detalle acerca de la forma, como
el que llevaba las primicias tenía que presentarlas delante de Dios Diciendo:
Y ahora, he aquí he traído
las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y LO DEJARÁS DELANTE DE JEHOVÁ TÚ DIOS, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
Aunque pueda
parecer una redundancia, lo que ordenaba la ley al decir que la primicia tenía que ser dejada delante de
Dios, ya que lógicamente no se traía
para luego volvérsela a llevar. Esta parte es muy importante y tenía su razón de
ser, como veremos más adelante.
En resumen esa ley consistía en presentar a Dios, el
primer fruto obtenido del trabajo efectuado. Esta ordenanza de la ley, tuvo su cumplimiento real con los primeros
frutos que Jesús presentó al subir al Padre, como primicias de su trabajo
redentor. Que se explicará con detalles más adelante. Ahora veamos este otro
tema de los ancianos.
Los
veinticuatro ancianos.
Como ya se explicó, estos ancianos alrededor
del trono, que únicamente se mencionan en este libro de la Biblia, puede parecer como un detalle más de lo que
se le muestra a Juan acerca del trono de Dios el Padre. Sin embargo se tiene
que notar que ellos no aparecen en ninguna de las visiones que fueron dadas a
los profetas del antiguo pacto; y sólo se
mencionan en Apocalipsis, y no podía ser de otra manera por varias
razones que vamos a ver.
De modo que ellos son nombrados por primera vez, cuando
se le muestra a Juan la gloria del trono
de Dios en Apocalipsis 4:4 que dice: Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro
ancianos, vestidos de ropas blancas,
con coronas de oro en sus cabezas.
La presentación de estos 24 ancianos, es un tema que únicamente se menciona en ese libro,
y de los cuales muy poco se comenta; sin
embargo es algo realmente maravilloso. Ellos son el real cumplimiento de algo,
que en la ley era un acto simbólico, como la sombra del porvenir, un ritual ordenado por
Dios. El cual fue llevado a cabo y cumplido por Jesucristo al terminar su
misión salvadora y resucitar de entre los muertos. Después de estos breves
comentarios deberíamos de
formularnos algunas preguntas tales
como:
¿Que representan: esas ropas blancas que visten los 24
ancianos?
¿Que representan: esas coronas
de oro que tenían en sus cabezas?
¿Quiénes son o de: donde surgen esos veinticuatro ancianos?
¿Cómo es que se: encuentran
allí alrededor del trono?
¿Que
representa el estar vestido de ropa blanca?
Para esto dejemos que sea la misma palabra, la que nos
lo diga con un ejemplo, aunque la explicación sea la de un evento diferente, el
significado que se nos revela es el mismo y no cambia, siendo aplicable también
para otros casos.
Al apóstol Juan estando en espíritu en el cielo, se le
presentó una visión en Apo 7:9 que dice:
Después de esto
miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, DE TODAS NACIONES Y TRIBUS Y PUEBLOS Y LENGUAS,
que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropa
blanca y con palmas en las manos.
Luego se le hace una pregunta diciendo: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes
son, y de dónde han venido? Yo le dije:
Señor, tú lo sabes. Al no saber la respuesta, uno de los ancianos le
explica quiénes son, diciéndole el significado de estar vestido de ropa blanca.
Y él me dijo:
Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del
Cordero.
De la última
frase aprendemos que: son seres humanos que han lavado y emblanquecido sus
ropas en la sangre del cordero por creer en Él. Es decir que, el estar vestido
de ropa blanca, es sinónimo de seres humanos redimidos y vestidos de ropas
blancas, que los justifica delante de Dios el Padre, ya que Jesús
resucitó para nuestra Justificación.
Esto
es suficiente para darnos a entender que esos veinticuatro ancianos, que están alrededor del trono, y vestidos de ropas blancas, son seres humanos
redimidos por el sacrificio de Jesucristo. Ellos como veremos más adelante resucitaron con cuerpos de gloria semejante
al de Jesús por haber creído y depositado su fe y toda su confianza en el Cordero de Dios.
Ahora
solamente falta saber, cómo y por qué están allí, cómo pudieron llegar hasta ese lugar santo y
estar alrededor del trono de ese Dios tres veces santo.
Las
coronas de oro.
Ahora veamos
cual es el significado que la palabra nos enseña acerca de las coronas de oro
que tienen en sus cabezas. En Zac 6:11-14 dice
Tomarás, pues,
plata y oro, y harás
coronas, y las pondrás en la cabeza del
sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac.
Las coronas servirán como memoria en el templo de Jehová. No es que a Dios se le pueda olvidar, sino para enaltecer en ese lugar de honor el fruto del trabajo redentor de su hijo.
Quienes
son esos veinticuatro ancianos.
Por lo que hemos podido aprender hasta ahora, y por lo
que nos enseña la palabra de Dios, esos
24 ancianos son seres humanos que vivieron en este mundo, y murieron en épocas anteriores, a la de
Jesucristo.
La palabra de Dios no menciona quienes son, pero me
atrevería a mencionar que entre ellos se encuentran Adán, Abel, Noé como testigos de esas épocas, antes del diluvio. Como
Abraham, Isaac,
Jacob antes de la ley. Y Moisés, Aarón y Josué después
de la ley etc. (siendo esa una opinión personal)
Como
es que están allí alrededor del trono y
porqué.
Seguramente podrá venir a nuestra mente la pregunta: ¿Si
todavía el arrebatamiento no se ha efectuado, ni la resurrección de los
creyentes, como es que están en ese lugar santo, y con qué cuerpo están allí si
la palabra nos enseña que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios?
Es aquí donde con ese acto que en la ley era un tipo
de los primeros frutos; se cumple de una manera real con Jesucristo al
presentarse al Padre con unas primicias, como el fruto de su trabajo redentor
convirtiendo lo que era un tipo, o la sombra de las cosas del porvenir en una
realidad; como dice en 1Co 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
EL RELATO DE LOS ACONTECIMIENTOS PASO A PASO.
Donde inicia todo es, en ese primer día de la semana después de la
resurrección de Jesús, donde hubo otras
resurrecciones que únicamente se
menciona en Mateo 27:52 luego extrañamente no se sabe más nada de esos muchos
que resucitaron. El verso que lo
revela dice, que en ese día: se abrieron los sepulcros,
y muchos cuerpos
de santos que habían dormido, se
levantaron; y saliendo de los sepulcros,
DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN DE
ÉL, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
De modo que como se explicó en el estudio anterior al terminar
el día de reposo en ese primer día de la semana, después de Jesús resucitar, se abrieron los
sepulcros, y muchos cuerpos de santos
que habían dormido, se levantaron. Los eventos se desarrollaron de
la siguiente manera:
En ese primer día de la semana de la resurrección de
Jesús, muy temprano siendo aún oscuro, donde María Magdalena se
encontraba llorando cerca del sepulcro, por haberlo encontrado vacío
como lo relata en Juan 20: notase que la
palabra resalta sabiamente para nuestra
enseñanza la frase “siendo aún oscuro” con un propósito.
Es en ese momento cuando Jesús, con su nuevo cuerpo de gloria, se le presenta
a ella le dice: Mujer, ¿por
qué lloras? ¿A quién buscas? Ella pensando
que era el hortelano le explica el
motivo de su angustia. Luego Jesús al llamarla por su nombre, exclama: ¡María! Volviéndose
ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere
decir, Maestro). Ella al
reconocerlo, seguramente intentó abrazar sus pies, Jesús retiene su impulso diciéndole “(No me toques,
porque aún no he subido a mi Padre) Juan 20:17
Otras
resurrecciones
En ese mismo día, después de la resurrección de Jesús,
antes de la primera aparición a María, como ya vimos tuvo lugar ese otro glorioso acontecimiento que muy poco es
comentado. Ese importante evento es
tomado en cuenta como una más de esas varias
resurrecciones mencionadas en la palabra de Dios.
Sin embargo
esta era muy diferente a todas las demás, porque eran los primeros frutos reales,
del sacrificio de Jesús después de la resurrección. Ya que ellos resucitaron con cuerpos glorificados como el
de Jesús. Estos que resucitaron eran la gavilla, los primeros frutos, de una
gran cosecha que todavía está pendiente. Era el primer fruto de la aflicción de
su alma como lo profetizo Isaías al decir en el 53:11
Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y
quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y
llevará las iniquidades de ellos.
Lo que hay que notar en ese escrito son tres cosas importantes a considerar, 1)
que los que se
levantaron fueron muchos.
2)
se levantaron después
de la resurrección de Jesús, como primicias, siendo ellos los primeros frutos de una resurrección permanentes igual
al de la raíz que es Jesucristo. Como dice en Romanos 11:16 Si las primicias son santas,
también lo es la masa restante; y
si la raíz es santa, también lo son las
ramas. 3) vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos, o sea que hubo testigos de ese hecho.
Ahora que se ha explicado los varios aspectos y las circunstancias
que reinaban en ese histórico día de
resurrección, se dirá que había llegado el
momento preciso para dar un cumplimiento real a la presentación de las
primicias. Esta sería efectuada por Jesús llevando al Padre una gavilla (un
manojo un grupo). Que consistiría de 24 de
esos ancianos que murieron en diferentes épocas del antiguo pacto. Los cuales
resucitaron en ese mismo día después de la resurrección de Jesús, y así poder dar cumplimiento a ese acto
de las primicias, cumpliendo todo de acuerdo
a lo que la ley ordenaba.
Es preciso volver a leer lo que mandaba la ley para traerla
a nuestra mente y poder entender mejor su contenido profético. En Lev 23:10 que dice: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando
hayáis entrado en la tierra que yo os doy,
y seguéis su mies, traeréis al
sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Luego en Deuter: 26:10 agrega añadiendo los detalles para nuestra
enseñanza y apreciar su fiel cumplimiento, enseñando como se tenía que efectuar
ese ritual: Y
ahora, he aquí he traído las primicias
del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y LO DEJARÁS DELANTE DE JEHOVÁ TÚ DIOS, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
Pudiera parecer extraño que Jesús siendo Dios adorara
a Dios. Pero tenemos que tener presente, que
ese sacrificio y esa presentación de los primeros frutos no lo hizo
aferrándose a que era Dios, sino como un hombre cualquiera y se presentó al
Padre como el Emanuel, llevando esa primicia como el hombre que sin haber pecado
se hizo maldición al morir colgado en el madero como lo afirma la ley. Deuteronomio 21:23
Resumen
de como acontecieron todas las cosas.
De modo que Jesús en su primera aparición a María
Magdalena, después de su resurrección, siendo aún oscuro, donde en ese momento le dice “que no lo tocara porque no había subido todavía al padre;
se aparta de ella, reúne a los 24 ancianos que resucitaron y sube al Padre.
Al estar en ese lugar del trono de gloria en la
presencia del Padre, presenta esa gavilla humana como primer fruto de su
trabajo redentor en cumplimiento de la ley. Donde en el futuro le seguiría la
gran cosecha. (que todavía no ha ocurrido cuando todos los redimidos estaremos
allí). Cumpliendo así con esa
gavilla o manojo de redimidos, que mandaba la ley. La cual dice: Y ahora, he aquí he
traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, el fruto de la aflicción de mi alma.
Es importante notar que en la ley se le ordenara que
esos primeros frutos como primicia tuvieran que permanecer allí, diciendo: Y LO DEJARÁS DELANTE DE JEHOVÁ TÚ DIOS, y
adorarás delante de Jehová tu Dios.
Esa es la razón por la cual no se supo más nada de ellos ya que fueron dejados en ese lugar del trono delante de Dios.
Y para honrar ese
glorioso trabajo de su Hijo, se dispuso
para ellos de 24 tronos y se le colocaron coronas de oro para memoria de su
trabajo Redentor. Y Jesús después de haber cumplido con lo establecido
en la ley de las primicias regresa a la tierra.
Reanudando el relato bíblico de esa misma mañana,
desde el momento que Jesús se apartó de María, Y llevaba al Padre su primicia, un
poco más tarde otro grupo de mujeres fueron al sepulcro, y no por casualidad
sino para nuestra enseñanza la palabra indica que ya había salido el sol.
Marcos 16:2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
Cuando ellas
llegaron al sepulcro, se le aparece un ángel y les informa que
Jesús había resucitado diciéndole en
Mat 28:7: id
pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a
Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran
gozo, fueron corriendo a dar las nuevas
a sus discípulos.
Y mientras iban a dar las nuevas a los
discípulos, he aquí, Jesús les salió al
encuentro, diciendo: ¡Salve!
Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
¿Nos hemos preguntado por qué la palabra menciona
tanto en el relato de María, como en el de las otras mujeres, en que momento
del día ocurrieron esas cosas? Pudiera
parecer algo insignificante para un relato bíblico, que aparezca: la frase “siendo aún oscuro,” y luego más adelante la otra frase “ya había salido el sol.” sin embargo todo eso es muy importante, para nuestra
instrucción.
La razón de todo eso posiblemente es: para darnos a entender que en
ese lapso de dos o tres horas entre el encuentro con María Magdalena, “siendo aún oscuro” donde le dijo “No me toques, porque aún no he subido a mi Padre”.
Y el encuentro con las mujeres esa misma mañana unas
pocas horas después “de haber salido el sol”, donde les sale al encuentro y les
permite que ellas lo abracen. Todo eso es para enseñarnos que en esas dos o tres
horas, él fue al Padre, hubo ese ceremonial de las primicias, se colocaron 24
tronos para ellos; y al terminar ese ritual Él regresa a la tierra.
Para el que lea
todos esos hechos superficialmente, le podrá parecer algo sin mucha importancia,
el hecho de Jesús subir al cielo, ir a ese lugar más allá del sol y regresar en
ese lapso de tiempo entre: siendo aún oscuro y luego
de unas tres horas regresar al haber salido el sol.
Solamente nos daremos cuenta de lo extraordinario que
eso significa, cuando nos informamos que un viaje de ida y vuelta a Marte, que
es un planeta relativamente cercano a la tierra, a la velocidad que puede
alcanzar una nave espacial en este siglo XXI; un viaje tripulado desde la Tierra
hasta Marte de ida y vuelta en las mejores condiciones de
distancia y gravedad, se estima que
llevaría entre unos 400 y 450 días terrestres.
En ese tiempo Jesús con esa gavilla humana (manojo de
las primicias) había subido al Padre para presentarle esa ofrenda como primicia
de los muchos que como ellos muy pronto resucitaremos y visitaremos ese lugar.
Luego de haberlos dejado allí de acuerdo
a la ley, Jesús descendió nuevamente para terminar su tarea en esta tierra para
presentarse a sus discípulos y todos los
que creyeron en es decir a los suyos, y no a los incrédulos.
Otra enseñanza la tenemos en la rapidez de ese
traslado, para que conozcamos la relatividad del tiempo en esa dimensión, donde
la palabra nos enseña que mil años son como un día y un día como mil años.
Aplicando esa misma regla tendremos que
una hora podrían ser como mil días. De modo que no se puede pensar que esas dos
o tres horas terrenales eran muy pocas para todo lo que hizo.
A.P. revisado 04/20
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