jueves, 14 de diciembre de 2017

DE LA HIGUERA APRENDED LA PARÁBOLA

DE LA HIGUERA APRENDED LA PARÁBOLA.    Puerto. Ordaz 12/17 
Introducción:
El siguiente tema, es una exposición de las enseñanzas que dejó Jesús referente  a esas cosas que habrían de suceder en el futuro,  ya que todos los acontecimientos, de la actualidad apuntan a lo que  Él enseñó, que se encuentran  en la Biblia,  que es la palabra de  Dios.  Estos escritos  anuncian que muy  pronto,  tendrán  lugar tres importantes eventos en el siguiente orden: A)- el arrebatamiento de la iglesia, B)- un período de siete años de gran tribulación, y  C)- el glorioso regreso de Jesús a este mundo donde todos lo podrán contemplar al venir en las nubes con sus santos millares.

Como se puede notar, antes de su regreso en forma visible, tendrá lugar el evento más esperado por todos los creyentes en Jesucristo, este es: el arrebatamiento de la iglesia. Al venir Jesús traerá  ya resucitados a los que  partieron de este mundo,  y los que estén en vida  para ese momento,  serán  transformados reuniéndose con aquellos  que vienen con el Señor. Así lo relata en 1Tesalonicences 4:16.  Que veremos más adelante.

En 1Corint. 15:51 se nos  enseña, acerca de ese evento que se  efectuará  en una fracción de segundo, como también de esa transformación al decir: “He aquí,  os digo un misterio: No todos dormiremos;  pero todos seremos transformados, en un momento,  en un abrir y cerrar de ojos,  a la final trompeta;  porque se tocará la trompeta,  y los muertos serán resucitados incorruptibles,  y nosotros seremos transformados.”
Debido a que este acto, como lo explica el apóstol  Pablo  será en un abrir y cerrar de ojos,  es lógico que nadie podrá presenciarlo;  exceptuando por supuesto los que serán arrebatados. Esta rapidez  con la cual se efectúa, es un detalle muy importante que marca las diferencias entre  el arrebatamiento, y su regreso físico a este mundo, después de  los siete años de la tribulación;  evento ese  donde todos  lo podrán ver al presentarse con gran gloria y esplendor al venir en las nubes.

Comencemos leyendo lo que Jesús les enseñó a sus discípulos como a los más allegados de su pueblo, acerca de algunas de las señales que  acontecerían  al acercarse los días de su regreso. En Marcos 13:22 les dice: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas,  y harán señales y prodigios,  para engañar,  si fuese posible,  aun a los escogidos. Mas vosotros mirad;  os lo he dicho todo antes. Pero en aquellos días,  después de aquella tribulación,  el sol se oscurecerá,  y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,  y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.

Mar 13:27  Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna,  y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  conoced que está cerca,  a las puertas. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre. Mirad,  velad y orad;  porque no sabéis cuándo será el tiempo.”

De la higuera aprended la parábola: “Cuando ya su rama está tierna,  y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca.  Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  conoced que está cerca,  a las puertas. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán.  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre.

 En el anterior texto bíblico es importante notar, que  el Señor sólo está enseñando a su pueblo,  acerca de los tiempos  como de las señales que anunciarían su regreso a  este mundo, donde todos lo podrían ver; no mencionando nada acerca del arrebatamiento de la iglesia. Primero porque  para ese momento la iglesia no se había formado aun, y el segundo, porque ese evento no estaba relacionado con el pueblo de Israel, sino a un grupo que creerían en Él. Este se formaría después de su partida de este mundo, de todas las naciones, que es la iglesia.

Acerca del tema que le correspondía a su pueblo de Israel, era únicamente su regreso a este mundo,  cuando las futuras generaciones lo verían venir en las nubes después de ese período de angustia; de la misma manera  como algunos de ellos lo vieron cuando Él se iba al cielo; como se relata en  Hechos 1:10 que dice:
 “Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,  entre tanto que él se iba,  he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones  galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús,  que ha sido tomado de vosotros al cielo,  así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”

De modo que Jesús no les menciona nada acerca del arrebatamiento, explicándoles únicamente el orden  que tendrían  esos  acontecimientos en el futuro,  que sería para las generaciones de ese tiempo antes de su regreso. Ya que  el arrebatamiento era para  los que  por fe creerían en Él,  tanto por el mensaje de su legado, como por el fundamento dejado a los apóstoles.

En la enseñanza  que Jesús les estaba dando, llama la atención  el tema central y esperanzador para las futuras generaciones, el de su regreso físico a este mundo.  Estas cosas servirían  tanto para confortar a sus discípulos, como para las futuras generaciones  que contemplarían ese glorioso  evento.  Aunque  entre los que  estaban siendo enseñados, se encontraban  Pedro, Jacobo y Juan,  que ya habían presenciado la gloria de Jesús  en el monte de la transfiguración.


Dos importantes características del arrebatamiento                                                    Cuando el Señor  venga por su Iglesia, se destacan dos cosas muy importantes, que lo diferencian de ese regreso que será  visible para todos.  El  primero es: que en ese acto Jesús vendrá personalmente a buscar a la esposa; trayendo consigo ya resucitados, a los creyentes que murieron en el período de la gracia; los cuales  depositaron  su fe en Él como el Hijo de Dios; sí  lo afirma en 1Tesalonicences 4:16 que dice: “porque el señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,  seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el SeñorPor tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” 

El segundo es, que los que estén en vida en ese momento serán arrebatados y transformados en una  fracción de segundo, “en un abrir y cerrar de ojos”. Dando esto a entender que  nadie podrá ver, o presenciar ese  magno acontecimiento.  Así lo enseña el apóstol Pablo,  En 1Co 15:51, resaltando la rapidez  en la cual se efectuará al decir: “He aquí,  os digo un misterio: No todos dormiremos;  pero todos seremos transformados, en un momento,  en un abrir y cerrar de ojos,  a la final trompeta;  porque se tocará la trompeta,  y los muertos serán resucitados incorruptibles,  y nosotros seremos transformados.”

El regreso de Jesús después de ser arrebatada la iglesia.                                              Una vez que la iglesia es quitada de esta tierra, iniciarán los eventos que Jesús predijo, como también la aparición del anticristo; este  será el inicio de ese anunciado  período de tribulación para este mundo. Con  el fin de no emprender  una  explicación detallada de este tema,  se resumirá  leyendo un solo versículo que nos habla de esos nombrados cuatro  caballos del Apocalipsis, donde uno de ellos nos da una idea de la  magnitud de esa destrucción al decir en el 6:8: Miré,  y he aquí un caballo amarillo,  y el que lo montaba tenía por nombre Muerte,  y el Hades le seguía;  y le fue dada potestad sobre la CUARTA PARTE DE LA TIERRA,  (cerca de 2000 millones) para matar con espada,  con hambre,  con mortandad,  y con las fieras de la tierra.

Dos importantes características de su regreso.                                                              Al finalizar ese período de gran  angustia, de casi siete años, es que regresa Jesús a esta tierra  después de unos 2000 años, con sus santos millares, de  la misma manera, de  cómo lo vieron cuando se fue al cielo; según lo declararon  los ángeles,  en  el relato  del libro de los Hechos 1:10  que dice: “Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,  entre tanto que él se iba,  he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos,  ¿por qué estáis mirando al cielo?  Este mismo Jesús,  que ha sido tomado de vosotros al cielo,  así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Esto en lo que concierne a lo visible no en gloria).  

La primera particularidad,  que se resalta en  ese momento histórico  de su regreso, es que todos podrán contemplar  ese espectáculo. Cumpliéndose así lo que  Jesús les estaba enseñando a sus discípulos al decirle: “entonces verán al hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria

 De acuerdo con  el  anterior  relato  claramente se puede notar  la diferencia, entre  el evento cuando Jesús viene por la iglesia; que será en  “un abrir y cerrar de ojos”, y esa aparición  realmente impresionante, sea de su figura como de sus acompañantes,  bajando del cielo para su pueblo de Israel.  Donde todos los habitantes de este mundo tendrán la oportunidad de verlo. 

Muchos ese día lo verán como una nueva esperanza de vida, mientras otros  con temor y temblor. Como lo relata en Isaías 2: 19 diciendo:  “Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra,  por la presencia temible de Jehová,  y por el resplandor de su majestad,  cuando él se levante para castigar la tierra. ” Dándonos   una idea de cómo se esconderán, al ver su gloriosa majestad,  al  descender sobre el monte de los olivos,  donde toda  altivez  humana  en ese momento será abatida.  

La segunda característica de esa venida será,  el de reunir a todos los esparcido  de su pueblo Israel de entre  todas las naciones,  como ya leímos en Marco 13:27  que  les dijo: Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” Como se puede observar  hay una  gran diferencia  con el arrebatamiento, donde Jesús  viene personalmente, a recoger a la Iglesia.  Mientras en su regreso a este mundo   para recoger a los escogidos de su pueblo de Israel, claramente explica, que enviará a sus ángeles para recogerlos desde el extremo de la tierra, hasta el extremo del cielo.  

Esta última frase contiene algo que nos hace meditar sobre ella, ya que, está claro que mande a sus ángeles para reunir a su pueblo, de los 4 extremos de la tierra, para que participen en el reino que les fue prometido en tiempos pasados. Pero lo que llama la atención es la última parte  del  versículo que dice: hasta el extremo del cielo.

Esto podría dar entender, que en su venida,  Él reunirá a todos los escogidos de su pueblo,  tanto de  los que están en vida esparcidos por todo  el mundo en ese tiempo, como de  los que ya murieron.  Esto da pie, para asociarlo al evento de la primera resurrección, tanto de los que estaban debajo del altar,  en Apocalipsis en el 6:9 que dice: “Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios y por haber sido fieles en su testimonio.” 

 Como también  los que morirían por causa de la palabra de Dios y fe en Jesucristo durante la tribulación; Para que reinen con Él, cumpliendo así lo que les fue prometido en otro tiempo por los profetas del antiguo pacto.  
 
Los que morirán en ese tiempo, lo explica  claramente lo que le fue revelado al apóstol Juan,  en  Apo 20:4 que dice:   “Y vi tronos, y se sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar. Vi también las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir (resucitaron) para reinar con el Mesías mil años: esta es  la primera resurrección.

En esta resurrección se levantarán todos los del pueblo de Israel, como los  gentiles que se unieron a Israel, depositando  su confianza en Dios.  Como los que dieron su vida por causa de la palabra de Dios y su testimonio, y los mártires de la gran tribulación.
Esto  concuerda con lo que la palabra aclara, en la carta dirigida a los hebreos  con el fin que participen todos juntos en ese reinado con su Salvador. 

 Así  lo da a entender en  Hebreos 11:39 al decir: Y todos éstos, (refiriéndose a los que fueron fieles en las varias edades) aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron la promesa;  habiendo Dios provisto para nosotros  (refiriéndose a los Hebreos)  alguna cosa mejor, para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros.
Es decir, para que todos juntos,  sean los que murieron depositando  su confianza en el sacrificio del cordero,  en diferentes épocas como está escrito  en Hebreos 11,  y los mártires  por el testimonio de la palabra de Dios y su fidelidad de Apocalipsis  6:9, como  los que fueron decapitados por causa del testimonio de Jesús por negarse a recibir la marca de la bestia en la frente y en su mano, en el 20:4.  

A todos ellos el Señor  los reunirá para participar en  ese reino que les fue prometido. En ese tiempo Jesús el dador de la vida, les repartirá los cargos  según  lo establecido a cada uno; desde  antes de la fundación del mundo como  reyes, sacerdotes, maestros, administradores etc.

Algunos se preguntaran: ¿y nosotros la esposa? Muchas veces de los creyentes se oye decir “nosotros somos parte del cuerpo de Cristo”, pero no se llega a entender su real significado. ¿Acaso es difícil poder  entender que donde está el esposo estará la esposa,  y donde está el Rey de reyes allí estará la reina? De modo que si Jesucristo es el que dirigirá y guiará tanto a los reyes como a los sacerdotes,  en el desempeño de sus labores en ese reinado de paz; eso mismo será nuestro trabajo ya que somos realmente una sola cosa con Cristo, con su misma mente y pensamientos. 

Resumen.                                                                                                                   Todos los que no pertenecen a la esposa del Cordero, pero fueron escogidos por Dios para salvación, tanto de Israel como de los gentiles que se unieron a Israel, y resistieron los embates de Satanás, que no adoraron al anticristo ni recibieron su  marca; hasta el punto de dar  sus vidas, todos ellos resucitarán  para reinar con Cristo en el milenio. Esto es lo que posiblemente nos quiere enseñar  la frase que dice: para recogerlos desde el extremo de la tierra, hasta el extremo del cielo.  

De la higuera aprended la parábola.
De lo expuesto hasta ahora, el tema principal como ya se dijo, eran las de la enseñanza de Jesús acerca de las señales y advertencias que habrían antes de su regreso, al decirle en Marcos 13:28: “de la higuera aprended la parábola Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca.”

En Venezuela sólo  habrán algunos  árboles de higos en los andes, ya que el clima no  es propicio para ese fruto. En cambio  en Europa en el invierno, a la higuera se le caen las hojas;  y en los meses de marzo y abril, reverdece con tiernas ramas y en el verano da su sabroso fruto.   

Pero lo importante  no es eso,  ya que Jesús únicamente menciona la higuera  para captar la atención  de los oyentes, y dejar en sus mentes una enseñanza por medio  de esa parábola.  En efecto,  la parábola es una narración breve y simbólica de la que se extrae una enseñanza sobre un tema más importante.

Lo que Jesús les quiere enseñar es: que así como sabían reconocer cuando el verano se acercaba,  al ver las tiernas ramas de la higuera; que aplicaran esa misma metodología al ver, u oír  de “guerras, rumores de guerras, de naciones contra naciones,  reino contra reino,  terremotos en muchas países, como destrucción, hambre y alborotos en varias partes.   Que todas esas señales le sirvieran para saber  que su regreso estaría cerca, a las puertas. (Es importante tomar en cuenta, que esas advertencias no eran tanto para ellos, como para las futuras generaciones, es decir nosotros).

No creo que sea necesario mencionar con detalles todo  lo que está aconteciendo actualmente en el mundo, aparte de las actuales guerras en países como Siria, Afganistán, Irak, como las amenazas de guerras  para varios países. Sabemos de los desastre ocasionados por los huracanes,  Irma, María, y Nate,  en Nicaragua;  que provocaron  muerte y enormes daños al alcanzar vientos de 300 a 500 kilómetro por hora.  Afectando de esta manera  varias  islas caribeñas como Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, barbuda y Estados Unidos.

De enero a septiembre 2017 han habido 25 terremotos en el mundo, siendo  los más destructivos los de  Filipinas, China, Italia y los dos de México.
Ni hablar de los desastrosos  ataques  terroristas de Londres, Alemania,  Francia, y Somalia donde  hubo otro atentado, muriendo  como 250 personas. Otra fue en las vegas donde murieron 59  y 517 fueron heridos; así  como en otros estados  de esa nación. Hace  solo unos días  un  ataque terrorista a una iglesia bautista en Texas mataron a 26 y decenas fueron heridos. Es a estas cosas, que se refería Jesús, con las ramas tiernas de la higuera como una señal de su pronto regreso.   

Breve resumen dela primera parte.
Ya  hemos visto el significado de la enseñanza de Jesús a sus discípulos,  cuando les dijo que aprendieran la parábola de la higuera. Como también pudimos constatar que el tema principal de  esa enseñanza era, el de su regreso a este mundo de una manera visible para toda la humanidad. Enseñándoles que estaría  precedido por unas señales que él les dio, para que supieran cuando su regreso estaría cerca.

Al leer  en marcos 13:25,  los creyentes bien entrenados que  meditan en la palabra, de Dios,  se darán  cuenta que Jesús en ese pasaje, no hace ninguna referencia  al tema del arrebatamiento de la iglesia.

Ya que cuando Él venga para tomar a la esposa, Jesús  vendrá  personalmente   con los que murieron confiando en Él, los cuales resucitarán primero. También  pudimos ver  que en ese evento nadie podrá  verlo, por ser  en un abrir y cerrar de ojos.
Como también en esa enseñanza, Jesús les advierte que antes de su regreso a este mundo, habría una gran conmoción de parte de la misma naturaleza. (Causado por ese período de gran tribulación que lo precedería).  Por su misericordia, ese período  será acortado, por amor a los escogido de su pueblo; ya que de no hacerlo nadie se salvaría.

SEGUNDA PARTE.
En  Marcos 13:25 Jesús les revela algunos de los fenómenos, sean estos  naturales o provocados por el hombre, que acontecerían en ese tiempo antes de su regreso, al decir: “y las estrellas caerán del cielo,  y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.  y entonces enviará sus ángeles. Y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” 

Por lo que aquí afirma, es importante tomar en cuenta la frase: “y entonces enviará sus ángeles para juntar a sus escogidos”. Esto nos da a entender claramente  por las razones que ya vimos, que no se está refiriendo a  nosotros los creyentes, sino los de su pueblo de  Israel.

Ya que, en el pasaje que relata el arrebatamiento, en 1Ts 4:16, dice claramente que es el mismo Jesús que vendrá por  su iglesia diciendo: “Porque el Señor mismo con voz de mando,  con voz de arcángel,  y con trompeta de Dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,  los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,  alentaos los unos a los otros con estas palabras.”

El Señor continúa instruyendo a sus discípulos con todas las cosas que ya hemos visto. Luego resume la enseñanza diciendo algo, que conviene meditar sobre ellas, y  darle una  explicación lógica a esa frase de Marcos 13:30 donde les dice: 

“De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.  el cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre.  Mirad,  velad y orad;  porque no sabéis cuándo será el tiempo.  Es como el hombre que yéndose lejos,  dejó su casa,  y dio autoridad a sus siervos,  y a cada uno su obra,  y al portero mandó que velase. Velad,  pues,  porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa;  si al anochecer,  o a la medianoche,  o al canto del gallo,  o a la mañana; para que cuando venga de repente,  no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, velad."  

Llama la atención y nos hace meditar la frase: “de cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.” Esta afirmación de Jesús, llama mucho la atención, por el énfasis que le da a esa frase,  y a la firmeza de lo que acababa de revelarles.

Enfatizando  que estuvieran seguros  de ese cumplimiento, rematando luego con esa frase  “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe.”

Antes de continuar  es oportuno  aclarar que en esta exposición, no hay ninguna intención de dar fecha, o de cometer el mismo  error  de otros, que desde el año 1914 los denominados  ” testigos” anunciaron que  el Señor regresaría en ese año; como otros que  han estado poniendo fechas.

Hace solamente unos pocos años, un tal José Luis Miranda, predijo  que tanto él como sus seguidores el 30 de junio de 2012 se transformarían, posiblemente aludiendo  el arrebatamiento. Por supuesto en ese día no pasó nada. Él murió  el 16 de noviembre del 2013 sin ver cumplida su profecía.   
         
Para sustentar esta enseñanza, voy a referirme específicamente a lo que Jesús les enseñó a sus discípulos, que esa generación no pasaría, hasta que todas esas cosas acontecerían.  Lo  primero que viene a la mente son dos preguntas, una de ella es:         ¿a cuál  generación  se estaba refiriendo Jesús?  Y la otra, ¿cuantos años se necesitan  para  establecer  una generación?

Referente a la primera pregunta, ¿a cuál generación se estaba refiriendo Jesús? Es absurdo pensar que se refería a la que  los discípulos estaban viviendo en ese momento.
Debido al hecho,  que después de la muerte y resurrección de Jesús;  en el año 66 de nuestra era, Israel se rebeló en contra del imperio romano. Esa revuelta culminó con la destrucción de  la ciudad de Jerusalén en el año 70, al mando del general Tito. En ese tiempo, los romanos destruyeron el segundo Templo y la mayor parte de Jerusalén, marcando así el inicio del exilio o diáspora.    
  
Donde los Líderes y la élites judías fueron desterrados, asesinados o vendidos como esclavos. Luego más tarde Adriano,  convirtió a Jerusalén en una ciudad pagana y prohibió a los judíos de vivir allí.  Fue así que Judea y Samaria pasó a llamarse Siria Palestina. Esa es la tierra que hoy día los palestinos reclaman, no tomando en cuenta para nada  que esa tierra, le fue dada por el Dueño del mundo  a los israelitas.

De manera que es imposible que Jesús, se  refiriera  a esa generación  en la cual vivían los discípulos, ya que esa generación se extinguió sin que acontecieran las cosas que Jesús les había anunciado. Pasarían luego muchas generaciones desde ese tiempo, sin que Israel existiera como nación para este mundo por casi 1880 años.

Pero no para Dios, ya  que Él  se reservó un remanente, para un nuevo inicio, y el 14 de mayo del año 1948; David Ben Gurión, leyó el en las Naciones Unidas, el acta de  la declaración de la Independencia del Estado de Israel. Volviendo a ser nuevamente una nación.

Lo que permitió que, después  de varia generaciones y siglos de espera, Israel volviera a ser una nación independiente, cumpliéndose muchas  profecías bíblicas, que muestran el amor de Dios hacia su pueblo; es decir la  promesa del regreso de los judíos a la  tierra que Dios les dio.  

 En Nehemía 1:8 relata esa promesa al decir: ”Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo,  diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí,  y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré,  y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.”

Es evidente que en ese año 1948, se cumplió esa promesa, con un nuevo inicio para la nación de Israel. Este hecho histórico da lugar para contestar la pregunta: ¿a cuál generación  se estaba refiriendo  Jesús al decir: “que esa no pasaría hasta que todo eso aconteciera?”

 Una  respuesta coherente a esa pregunta podría ser: desde que Israel se restableció como nación en ese año. Pudiendo así iniciar el conteo, para que  esa profecía de Jesús tenga una relación lógica con lo que Él afirmó. Por cierto el 26 de mayo del 2018 cumple los setenta años desde su nuevo establecimiento como nación.

Contestando ahora la otra pregunta,  ¿aproximadamente de cuantos años está formada una generación? Aunque nos pudiéramos basar en lo que afirma el Salmo 90:10  que dice:  “Los días de nuestra edad son setenta años;  Y en los más robustos son ochenta años, Con todo,  su fortaleza es molestia y trabajo,  Porque pronto pasan, y volamos.”

Aunque esa profecía, fue dada primeramente para ese pueblo,  lo fue también para las demás  generaciones en el futuro. Porque  aunque la  advertencia le fue dada a  los discípulos,  al decir: “Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.” Es decir que ese “a todos lo digo”, incluiría tanto a Israel, como a nosotros en este tiempo a fin de que  veláramos.

Debido a que esa profecía, era puntualmente para  el pueblo de Israel, despertó  esa  curiosidad de averiguar  cuál era el promedio de vida de una generación en Israel. Fue así que  el año pasado  investigando en  Internet  para ver cuál era el promedio de vida de ellos. La sorpresa  fue, que no distaba mucho de lo que dice el Salmo 90:10  ya que allí decía que  el promedio de vida en Israel era de 78-80 años.

Ahora bien, si tomamos  en cuenta que Jesús con su profecía  se estaría  refiriendo a esa nueva  generación de Israel, después de su restauración en el año 1948, y a esa fecha le agregamos 78 años nos lleva al  2026, año aproximado donde se cumpliría esa profecía que dice: Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.  Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.”

Y sabiendo que el regreso de Jesucristo será después de los siete años que la iglesia ha sido arrebatada;  ya que seguramente el señor no permitirá que su esposa pase por esa tribulación, la arrebató siete años antes.

Ahora bien si le quitamos  a 2026 - 7 años,  tendremos  un posible arrebatamiento en el año 2019 de la iglesia. Como no sabemos con exactitud el número de años que Dios ha establecido para esa generación, solo  es necesario velar  estar alerta y no desmayar.

Tomando también en cuenta, que el Señor dijo que de aquel día y de la hora nadie sabe; pero es posible que haya podido dejar un espacio abierto para el mes y el año.  No por casualidad Dios le dejó  al pueblo Hebreo la fiesta de las trompetas que corresponde a nuestro calendario  a los meses de septiembre y octubre, como el mes de su  posible regreso.  
A.Palumbi  revisado  el 04/ 2018.




jueves, 15 de junio de 2017

LOS HIJOS REBELDES DE DAVID

Proverbios 27:5 Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto. -

Es interesante analizar la vida de tres de los varios hijos de David, rey de Israel, de los cuales Amnón fue su primer hijo, Absalón el tercero, y Adonía el cuarto. Los cuales perecieron en ese mismo orden; antes de su padre el rey. Según lo relata la Biblia eran jóvenes muy atractivos en lo físico. Y seguramente eran también el orgullo de su padre, cosa que ciertamente permitió que ellos tuvieran un trato especial de parte del rey.

En un anterior escrito titulado “Absalón figura del lucero hijo de la mañana”, se quiso resaltar la figura de este príncipe de  imponente belleza y presencia, ya que así lo describe la Biblia en 2 de Samuel. Debido a su  intento, de destronar a su padre, ese hecho se tomó como un tipo de  lo que aconteció en el cielo, con esa rebelión de ángeles liderada por Satanás. hecho ocasionó que Dios re ordenara la tierra actual; que se encontraba en un estado de desorden y sin vida como lo afirma el inicio del libro de  Genesis, y luego  creara al hombre.

En este escrito se tratará  de enfocar, los motivos que indujeron a estos jóvenes, a comportarse  de  esa manera rebelde como lo hicieron. Y como  las consecuencias de esos comportamientos son una advertencia, tanto para los padres,  para tomar muy en cuenta la enseñanza y la corrección en la adolescencia; como para los hijos en estar sujetos a las enseñanzas, en el diario vivir de la familia como tal. Por tal motivo, a continuación se expondrá acerca de la historia de estos tres jóvenes.

 Esto es con el fin de aprender,  y  aplicar  una  adecuada enseñanza para nuestros hijos, como también para proporcionarle un sano y ejemplar modelo de vida, de parte de los padres. Esto evitará en el futuro, problemas como los que acontecieron con esos tres jóvenes;  debido tanto al trato complaciente que tuvieron en el hogar, como  la falta de corrección a tiempo de parte de sus padres.

Es de esperar que todo lo que se exponga, sea un ejemplo que nos sirva de enseñanza, a fin de no incurrir en los mismos errores. Con el fin de que  los padres puedan impartir una adecuada y firme educación para sus hijos; sea en el temor de Dios, como en darle  un adecuado y sano ambiente familiar, en estos tiempos difíciles en que vivimos.

Antes de continuar con este tema, es necesario ubicarnos tanto en el tiempo, como los motivos  y consecuencias de todos los hechos que se relatan a continuación, que  ocurrieron en la familia de David; siendo Él un escogido de Dios como rey  de Israel.

Se podría asegurar, que las razones que motivaron esos hechos, están expuestos  de una manera muy  clara en la palabra de Dios; donde resaltan actitudes, muy leves y sin reprensiones ni reclamos de parte del rey hacia sus hijos.  Según lo que relata la palabra en 1Reyes 1:6  esos jóvenes fueron levantados sin una educación apropiada, en el temor de Dios, como firme y adecuada  corrección en el tiempo oportuno.

Esos errores se pueden entender  por lo que nos revela la palabra de Dios, al referirse a uno de sus hijos, (Adonía)  diciendo: Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle:  ¿Por qué haces así?  Además,  éste era de muy hermoso parecer;  y había nacido después de Absalón.

No hay que descartar,  que  en todo eso también contribuyó el bochornoso ejemplo del caso de David, y su mal testimonio con lo ocurrido en el caso de Betsabé y su esposo Uría; causando que el nombre de Dios fuera blasfemado. Después que el profeta Natán reprendió al rey, por lo Uria y Betsabé,  le informó de parte de Dios, que ahora la espada, (es decir la muerte) no se apartaría de su casa.

De modo que  el profeta Natán en 2Sa 12:9 le dijo a David: ¿Por qué,  pues,  tuviste en poco la palabra de Jehová,  haciendo lo malo delante de sus ojos?  A Urías heteo heriste a espada,  y tomaste por mujer a su mujer,  y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada,  por cuanto me menospreciaste,  y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer.”

Actualizando esa  sentencia a las enseñanzas del Nuevo  Testamento, sería lo que dice en Gálatas 6:7: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Había sembrado muerte y adulterio eso también segaría. Habiendo aclarado, esa ley bíblica de compensación, que  todo lo que el hombre siembra, eso también segará; se continúa con el desarrollo de este tema de los hijos rebeldes de David.    

El relato de los hechos y sus consecuencias.                                                                   La historia comienza en la localidad de Hebrón, antigua ciudad de Palestina,  donde David fue ungido como rey de Judá. En los siete años que reinó en ese lugar, le nacieron seis de sus siete hijos, el primero de ellos fue Amnón de su mujer Ahinoam, el segundo fue Quileab de su mujer Abigail, y el tercero fue Absalón, hijo de Maaca una extranjera hija del rey de Gesur de Siria. Y el cuarto, Adonía hijo de Haguit. No se mencionan los otros hijos por no formar parte del presente tema.

Maaca madre de Absalón tuvo también una hija llamada Tamar, y ella era muy hermosa, razón por la cual Amnón primer hijo de David, de su mujer Ahinoam, se enamoró de ella perdidamente  al punto de enflaquecer en su apariencia física. Fue  así que  un amigo viéndolo en es condición, lo aconsejó diciéndole: que  fingiera de estar enfermo, con el propósito, de que su padre el rey fuera a visitarle, y le pidiera que enviara a la joven Tamar, para que ella le preparara algo de comer y se lo diera. 2 Sam 13:6 

Fue así que se acostó en su cama fingiendo estar enfermo. Al ser notificado David de su enfermedad, este  fue a visitarle, y Amnón le pidió que le enviara a su hermana Tamar para que le preparara un bocadillo. Inocentemente el rey mordió  el anzuelo, así que le dijo a  su hija Tamar, que fuera y atendiera a su hermano enfermo para  que le preparara algo de comer.

Tamar ignorando la trama, preparó una comida al gusto de su hermano, y cuando ella se la llevó,  estando solos en el cuarto, la forzó para acostarse con él. La joven sorprendida,  le rogó que no actuara de esa manera, que le pidiera legalmente, al rey, que él no se la negaría; pero  Amnón no quiso oírla y la violó. Después de cometer ese agravio,  aborreció  a la joven de tal manera que mandó a sus sirvientes que la echaran de su presencia y de su casa.

Absalón su hermano al enterarse de lo acaecido, le dijo a Tamar que no se angustiara ya que Amnón era su hermano, y ella se quedó desconsolada en casa de Absalón. Cuando el rey oyó el relato “se enojó mucho”;  esa fue su reacción. (no actuó ni consultó a Dios) Absalón aunque aborrecía Amnón por lo que había hecho, calló y no dijo nada ni bueno ni malo, y sin otros comentarios dejó que pasaran dos años. 

Como Absalón tenía un rebaño de ovejas, al momento de trasquilarlas, como se  acostumbraba,  él preparó una gran fiesta invitando al rey su padre, (el cual no asistió) como también a todos sus hermanos y por supuesto entre ellos a Ammón. Al verlo allí, instruyó a sus siervos de confianza, que al estar su hermano alegre por el efecto del vino, y al dar él la orden lo mataran;  y los criados hicieron como se les había ordenado. (Primera visita de la espada que no se apartaría de su casa) De esta forma Absalón vengó a Tamar su hermana, después de este hecho, siendo el autor intelectual, huyó a Gesur en Siria de donde era su madre, y estuvo allí por tres años.

Como el rey en ese tiempo era a su vez el juez de Israel, él sabía que por la ley Absalón tenía que pagar con la muerte, el homicidio premeditado de su hermano Amnón. Por esa razón él no podía promover o sugerir el regreso de su hijo a Israel.  Desde ese tiempo hasta hoy día, en muchos casos se utiliza el tiempo "como medio para borrar las culpas" de los que cometen alguna falta grave; y siendo Absalón el pupilo del rey, después de tres años ya nadie se acordaba del hecho.

 Fue así que Joab,  general del ejército de David, intuyendo el deseo del rey de ver a su hijo, instruye a  una mujer y preparan  una treta a fin de  convencer al rey para hacer regresar a su hijo Absalón.

La  mujer, usada por Joab se presentó a David, presentándole un supuesto caso de una riña entre dos hijos que ella tenía,  donde ese pleito causó la muerte de uno de ellos. Luego  le informa que ahora  los demás familiares, le reclamaban que  “entregara al que mató a su hermano para darle muerte, para hacer justicia  por la vida del difunto”, cosa que le quitaría también el otro hijo ya que eso era lo que exigía la ley.

Aunque el caso expuesto por la mujer no era real, y se  trataba de una artimaña entre Joab y ella; con el fin de que el rey permitiera el regreso de su hijo desde Siria. Lo  que dijo la mujer acerca de que reclamaban a su hijo para que muriera, estaba ajustado a la ley, y el rey lo sabía. Pero él se ablandó compadeciéndose de la mujer, y  le dijo, que se fuera su casa y le agregó:  “y yo daré órdenes con respecto a ti.  Asegurándola de esta manera,  que nada le pasaría a su hijo. Esta postura dio lugar a que luego diera la orden  para que también su hijo regresara.

El relato bíblico.
En 2 Sam.14:4 dice: “Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey!  El rey le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Yo a la verdad soy una mujer viuda y mi marido ha muerto. Tu sierva tenía dos hijos, y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató. Y he aquí toda la familia se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató a su hermano, para que le hagamos morir por la vida de su hermano a quien él mató, y matemos también al heredero. Así apagarán el ascua que me ha quedado, no dejando a mi marido nombre ni reliquia sobre la tierra.
Entonces el rey dijo a la mujer: Vete a tu casa, y yo daré órdenes con respecto a ti. Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa. Y el rey dijo: Al que hablare contra ti, tráelo a mí, y no te tocará más. Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tú Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño, y no destruya a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.”

Después que el rey descubrió que todo eso fue un plan de Joab y de la mujer, dio la orden para que regresara Absalón. Seguramente David  para tapar un poco su posición de juez y rey, ya que tenía que dar el ejemplo,  por no castigar a su hijo, debido a que Absalón por la ley, merecía la muerte. Al  regresar de Siria donde se había refugiado, optó por dar la orden de confinarlo  en su casa. Escudándose con su conciencia y delante de Dios al decir: ¡“y que no vea mi rostro”!  Evadiendo así  la ley de Dios no aplicando  el castigo que merecía.

Después de su regreso, pasaron como dos años, seguramente aprovechándose de la edad de su padre, y su carácter blandengue hacia la familia al encubrir sus faltas. Absalón aprovechó  esa coyuntura para conspirar contra  su padre  para destronarlo, y con la intención de matarlo. Por supuesto que la conspiración hubiera prosperado si Dios no hubiera intervenido para trastornar los planes que el sabio Ahitofel le había propuesto a Absalón.

Por lo que concierne a David  al ser informado de la conspiración, entendió que  eso lo estaba  permitiendo Dios, y por no derramar sangre, opta por  humillarse y abandonar el  palacio.  Dios por amor a su siervo, hizo que el acertado consejo de Ahitofel fuera rechazado por Absalón, ya que ese consejo no lo incluía a él en la persecución de su padre. Mientras  el consejo de Husai,  estimulaba su ego al decirle que tenía que ser él mismo que persiguiera a su padre,  para que luego el pueblo lo reconociera como Rey.
  
Acatando el consejo de Husai, que era otro de los sabios de Israel y amigo de David, el mismo Absalón se pone al mando de sus hombres; para ir en contra de los diestros  hombres de guerra de David y de su general Joab. Al llegar al sitio todo estaba listo para iniciar la batalla. Al salir el ejército de David para enfrentar a los hombres  del hijo rebelde;  el rey imparte la orden de no matar a su hijo, ordenando así que le preservaran la vida. 

Al enfrentarse los dos grupos de hermanos  en esa  batalla, era lógico que el ejército de Absalón estaba en desventaja, frente a los experimentados guerreros  de David , en ese enfrentamiento. De modo que  tuvo una pérdida de veinte mil hombres, donde muere  también  Absalón; al quedar suspendido por su abundante  pelo a la maleza al tratar de pasar debajo de un arbusto,  ya que  su mula avanzó dejándolo a él suspendido, al enredarse su pelo en esa maleza. Al encontrarlo en esa condición  le dan muerte, trasgrediendo la orden del rey. (La segunda visita  de esa espada que no se apartaría de   su casa

Este hijo rebelde, ademas de mandar a a matar a su hermano, fue el promotor de esa gran  mortandad, entre hermanos de un mismo pueblo, por estar actuando  fuera de la voluntad de Dios. Como también esa mortandad también se hubiese podido evitar, si David  hubiera castigado a Absalón, tal y como lo exigía la ley,  por ser el autor intelectual de la muerte de su hermano Amnón.

Al enterarse David que su hijo había muerto, lloró abiertamente, con profundo dolor. Diciendo: ¡hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! quien me diera que muriera yo en lugar de ti!

Realmente David estaba ofuscado por el amor que le tenía por su hijo, no se daba cuenta del desastre que  habían  provocado tanto él por no aplicar la ley, como por la rebelión de  "su hijo amado ", enlutando de esa manera a esas veinte mil familias. 

Este relato es una muestra, que no se puede ser complaciente con el pecado, ya que, al no  reprender y castigar a su hijo adecuadamente; fue también la causa  de todo ese dolor causado al pueblo. 

Esa inútil guerra perjudico, tanto a Absalón por su muerte, y  el dolor que le causo a su padre,  como el sufrimiento de esas 20 mil familias. Tolerar el pecado es un arma de doble filo, que se revierte en contra de uno mismo,  perjudicando  también a otros.

Cuando Joab su general,  vio la desmesurada actitud de lloro del rey  por su hijo, reprendió al Rey diciéndole: “Hoy has avergonzado a todos tus siervos que han librado tu vida, pues hoy me has hecho ver claramente que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento.” Al oír estas palabras, David reaccionó y se levantó para felicitar a su ejército.
                                                                                                                                           
Muchas veces el amor hacia un ser querido, impide ver la realidad de las cosas, cuantas madres al saber que a su hijo lo pusieron preso por algún delito cometido, salen en su defensa diciendo que él es un dedicado estudiante, que no se mete con nadie  y lo que están haciendo con él es una injusticia.

Podemos entender el dolor de un padre o una madre, cuando a su hijo le acontece algo, pero no se puede ir en contra de la ley, y menos cuando sabemos de algún mal comportamiento tempranero, y no se toman  medidas a tiempo. Dejando de actuar por amor, y encubriendo posturas fuera de la ley sin estorbarlos. Con actitudes pasivas hacia nuestros hijos por cosas mal hecha, estaremos cooperando para futuros problemas. Actitudes como las de David  nos producirán  amargas consecuencias.

Recuerdo que tenía como unos diez o doce  años, cuando mi madre me pidió que fuera al mercado a comprar algunas frutas para el almuerzo. Caminando  en la calle del mercado,  veo que a una señora se le cae un billete (como de 50 Euros) enseguida lo recogí, como águila a su presa, y compré más fruta de la que me habían encargado.

 Al regresar a mi casa, y ver mi madre la abundancia de las frutas, extrañada me preguntó, como había hecho para comprar todas esas frutas con el dinero que ella me había dado; pues aclarando que no la había robado, orgullosamente dije: fue que a una señora  se le cayó un billete,  y zas lo recogí y compré más frutas. Realmente estaba orgulloso de lo acontecido y de haber provisto más frutas para la mesa, no entendía todavía  que en eso había algo malo, y lo retenía como un hecho normal.

Al relatar el hecho, estaba presente mi hermano mayor, el cual llamándome aparte  quiso que le relatara minuciosamente lo que había acontecido, para constatar si me había encontrado el billete sin saber de quién era, o si realmente había visto que se le había caído a la señora.

Pues como yo no veía nada malo en lo que había hecho, le dije que yo iba caminando a unos tres metros detrás de la señora, cuando vi que se le cayó el billete y yo lo recogí del suelo, (dando a entender que no lo había robado). Él repitió una vez más ¿tu viste cuando a la señora se le cayó el billete cierto? Al responder afirmativamente con un sí, y recibir una bofetada que casi me tumba fue una sola cosa.

Con furia me defendí llorando y diciendo que yo  no lo había robado, que eso cualquiera lo hubiera hecho igual que yo. Luego de pasar la tormenta de la bofetada, mi hermano me dijo, lo que consideré en mi opinión lo más absurdo que había oído hasta ese momento: “Al ver que a la señora se le había caído el billete, tu tenía que haberle devuelto el dinero”. Esa actitud de devolverle el dinero, que ella no había cuidado, no cabía en mi mente en ese momento de mi adolescencia, sin embargo doy gracias a Dios por esa bofetada que más tarde me ayudó a entender, que al ver a quien se le había caído, no me daba derecho a que me adueñara de él como yo pensaba al principio. 

¿Qué hubiera pasado si en familia todos se hubieran quedados  callados, haciéndose la vista gorda, y mi hermano no me hubiera estorbado? Este es solo un relato de las muchas cosas que acontecen a veces en la familia. En muchos de los casos no se toman correctivos a tiempo, aludiendo que son niños, o jóvenes. Pues las cosas se corrigen en su temprana edad porque llegará el día cuando ya no harán caso, y todo el trabajo de corregir se habrá perdido.

Aunque la palabra de Dios nos enseña que insistamos en corregir, donde  en 2 Tim. 4:2 dice: “Que enseñe la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; exhorta con toda paciencia.”  Se entiende “a tiempo” en el hogar, cuando los hijos están en sujeción; y “fuera de tiempo” cuando ya no se sujetan, sin embargo no debemos de abandonar nuestra tarea de exigir respecto y rectitud tanto a los padres como a las autoridades y al prójimo.

 Luego de la amarga experiencia que David tuvo con Absalón, le esperaba otro problema de parte de su cuarto hijo Adonía. Para ese momento la espada, que le dijo  Natán que no se apartaría de su casa, lo había visitado por segunda vez, y sus  mujeres fueron usadas por Absalón a la vista de todos; tal como  Natán le había dicho.

Pero ¿Por qué a este rey amado de Dios, tan respetado, sagaz e inteligente le pasarían  todas estas cosas? Y por añadidura de males,  estas acontecían en su  propia familia. El primer problema lo tuvo con su hijo primogénito, Amnón que violó a su hermana Tamar,  y  por esa causa lo mataron.  El  segundo con la rebelión de Absalón, y  también lo mataron, ahora se le presenta  el tercer problema con su hijo Adonía.

La respuesta del  porqué le pasaron  esta cosas a  David, la tenemos en I Reyes 1:5,6 donde se nos aclara, cuál era la actitud del rey hacia sus hijos, que dice: “Entonces Adonía hijo de Haguit se rebeló diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballos, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre (David) nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además que este era de hermoso parecer; y había nacido después de Absalón.” 

Este último versículo, nos revela que los problemas que le sobrevinieron a David, a parte de lo que Natán le había dicho, "que ahora la espada no se apartaría de su casa"  era el fruto que estaba cosechando de ellos, por el trato que les dispensó a sus hijos en sus días. Además de no haberlos molestados en reprenderlos  es posible que los idolatraba, al estar orgulloso de ellos por ser de muy hermoso parecer. Seguramente en su opinión, no merecían  ser estorbados, y mucho menos  castigados, David era débil en ese aspecto con sus hijos, como muchos padres hoy día hacen lo mismo, a pasar por alto muchas cosas.

También hay que agregar,  que todos esos problemas que le sobrevinieron  a David eran el fruto que estaba cosechando por sus propios  errores;  como consecuencias de su actitud hacia Betsabé y ordenar la muerte de Uría su esposo. Ya que el profeta Natán claramente le había profetizado: “que ahora la espada no se apartaría de su casa.”

Según lo que nos aclara la palabra de Dios, David fue muy blandengue con sus hijos, al no reclamarle nada, posiblemente tenía el mismo pensamiento de muchos padres hoy día que dan rienda suelta a sus hijos, escudándose con decir:  son jóvenes, sin entender que con la tecnología de hoy día un joven de 15 años, conoce más cosas de la vida, que un padre de 50 años.

Padres que no saben dónde  están sus hijos  la mayor parte del tiempo, lo que hacen, ni con quienes se están reuniendo. Es normal luego oírle decir: “déjalos que son jóvenes”,  o  la otra frase: “yo sé lo que tengo por hijos y quienes son ellos," con esas palabras silencian a los que tratan de abrirle el entendimiento.

Luego  cuando  la joven  le trae un "nuevo miembro" a la familia, o el arresto de uno de ellos, quedan sorprendido, o mejor dicho: “comienzan a despertar, a la realidad.”
 Amar a los hijos no es malo, pero el verdadero amor hacia ellos se complementa con una buena educación cristiana, con disciplina y corrección, cuando se les nota algo que no marcha adecuadamente, y no dejando esto para cuando sean más grandes, sino desde su temprana edad. En Pro.27:5 dice Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.”

Cuando en algunos hogares los hijos, al igual que Absalón y Adonías, al llegar a la edad de, (18,19) años,  quieren tomar el control del hogar,  y cuando  los padres se atreven a decirles algo, hasta son capaces de amenazar  con levantar les las manos. Quieren que los dejen tranquilos, independiente, y en otros casos cuando los padres les dicen  algo, utilizan la expresión: “hay papá yo sé lo que hago déjame tranquilo.”

Pero esa independencia que quieren, por supuesto no incluye desligarse de la utilidad del hogar donde se formaron;  para así  tener el “hotel paterno”, teniendo donde dormir, comer, tener ropa limpia, y disponer de algo de plata.  Ya  que lo concerniente al sexo, eso lo consiguen fácilmente fuera del hogar entre sus amistades. Razón por la cual, no se preocupan para formar su propio hogar.

Hasta que llega el momento que estos “angelitos y angelitas” llegan a ser una pesada carga para sus padres, que los trajeron al mundo. Cuando no han recibido una educación adecuada, el respeto hacia los padres a algunos de ellos, no les interesa en absoluto, como tampoco los consejos ni los sentimientos de sus padres. Cuando esto acontece nos damos cuenta que se ha perdido el dominio, y la autoridad en el hogar.

Es en ese momento cuando aflora  el espíritu de  Adonías que dijo: “yo reinare”,  no le interesaba la opinión de su padre y de todos los demás; su pensamiento y decisión eran ley. Muchos de esos hijos rebeldes, como Adonías, no toman  en cuenta que hay  un ser superior al de sus padres que vigila todo lo que está debajo del cielo.

 Así que, él  pudo convencer a Joab general  del ejército de su padre, que lo defendió  de la rebelión de su hijo Absalón, pero ahora se une al plan de Adonías; que convenció también al sacerdote Abiatar, para que lo ungiera como rey de Israel, y le diera  la bendición;  armando  así toda la  conspiración en contra de su padre. Pero no contaba con  la voluntad de Aquel, que quita y pone reyes, y Dios tenía en sus planes como nuevo  rey de Israel, en lugar de David su padre a Salomón y no a él.

De manera que, cuando se lucha en contra de la voluntad de Dios, el enemigo entorpece la mente del ser humano, y Adonías no escapó de esta torpeza,  ya que mientras estaba armando la conspiración, le avisaron que su padre había ordenado que se ungiera a Salomón sentándolo en su trono. Asustado se refugió en el templo, agarrándose de los cuernos del altar, para que no lo mataran por estar conspirando. Pero Salomón le perdonó la vida no tomando en cuenta su conspiración.

Pero la torpeza del enemigo se hizo presente nuevamente apoderándose de su mente,  y ahora  trama de pedir a Betsabé madre de Salomón, que intercediera con su hijo para que  se le diera por esposa a Abisag Sunamita; la joven  esposa de David su padre, que nunca la conoció debido a su avanzada edad.

Esta nueva treta, saco a Salomón de sus casillas, ya que su hermano  ya tenía a su favor al  general Joab y al sacerdote Abiatar, solo  le faltaba la sunamita para formar un gobierno paralelo para volver a conspirar.

Claro, su padre nunca lo había entristecido o amonestado cuando hacía algo malo, es posible que se había acostumbrado a tomar decisiones  propias.  Esto dio lugar a que tuviera suficiente valor para intentar destronarlo; considerando también la edad avanzada de su padre. Pensando que sentarse en el trono  era un hecho. 

No sabemos si él sabía que el rey  ya le  había prometido el trono a Salomón, ni pensó, o tomó en cuenta que para reinar sobre el pueblo de Israel tenía que tener la aprobación de Dios.  Este detalle seguramente no pasó por su mente para nada; ni por la mente de Absalón que ya había perecido en el intento  de destronarlo.

Por esta razón su deseo de Adonías no llegó a realizarse, y por orden de David fue ungido Salomón como sucesor del reino. Pero lo que se trata de resaltar en este escrito, es la falta de corrección a tiempo, hacia los hijos por parte de David, su amor hacia ellos ofuscó su mente para no corregir a tiempo, y corregir los errores comunes de cada hijo en ese período tan importante de formación. Porque de aprovechar bien ese lapso de tiempo en corregir a los hijos, dependerá el respeto de ellos para la familia y la sociedad en el futuro. 

Pero ahora, Adonías ya no contaba con su complaciente padre,  que “nunca en todos sus días lo había entristecido o dicho  ¿Por qué haces así?.  Posiblemente  pensó que su hermano era igual a su padre, ya Salomón le había perdonado una vez,  y esta vez su atrevimiento recibiría su castigo. En efecto en  1Re 2:23  lo relata al decir: Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo:  Así me haga Dios y aun me añada,  que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras.
Ahora,  pues,  vive Jehová,  quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre,  y quien me ha hecho casa,  como me había dicho, que Adonías morirá hoy. Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada,  el cual arremetió contra él,  y murió.” Aunque David ya no estaba en vida la espada visitó su casa por tercera vez.

Tanto el descuido de los padres por no corregir  a sus hijos a tiempo,  como el de los hijos, de no acatar los consejos de la palabra de Dios,;  tienen consecuencias muy desagradables,  con  esta exposición del relato bíblico de la vida de este re y como educó a sus hijos tenemos un ejemplo: de “LOS HIJOS REBELDES DE DAVID”.   

Aggeo Palumbi noviembre 2009 revisado marzo 2018