jueves, 14 de diciembre de 2017

DE LA HIGUERA APRENDED LA PARÁBOLA

DE LA HIGUERA APRENDED LA PARÁBOLA.    Puerto. Ordaz 12/17 
Introducción:
El siguiente tema, es una exposición de las enseñanzas que dejó Jesús referente  a esas cosas que habrían de suceder en el futuro,  ya que todos los acontecimientos, de la actualidad apuntan a lo que  Él enseñó, que se encuentran  en la Biblia,  que es la palabra de  Dios.  Estos escritos  anuncian que muy  pronto,  tendrán  lugar tres importantes eventos en el siguiente orden: A)- el arrebatamiento de la iglesia, B)- un período de siete años de gran tribulación, y  C)- el glorioso regreso de Jesús a este mundo donde todos lo podrán contemplar al venir en las nubes con sus santos millares.

Como se puede notar, antes de su regreso en forma visible, tendrá lugar el evento más esperado por todos los creyentes en Jesucristo, este es: el arrebatamiento de la iglesia. Al venir Jesús traerá  ya resucitados a los que  partieron de este mundo,  y los que estén en vida  para ese momento,  serán  transformados reuniéndose con aquellos  que vienen con el Señor. Así lo relata en 1Tesalonicences 4:16.  Que veremos más adelante.

En 1Corint. 15:51 se nos  enseña, acerca de ese evento que se  efectuará  en una fracción de segundo, como también de esa transformación al decir: “He aquí,  os digo un misterio: No todos dormiremos;  pero todos seremos transformados, en un momento,  en un abrir y cerrar de ojos,  a la final trompeta;  porque se tocará la trompeta,  y los muertos serán resucitados incorruptibles,  y nosotros seremos transformados.”
Debido a que este acto, como lo explica el apóstol  Pablo  será en un abrir y cerrar de ojos,  es lógico que nadie podrá presenciarlo;  exceptuando por supuesto los que serán arrebatados. Esta rapidez  con la cual se efectúa, es un detalle muy importante que marca las diferencias entre  el arrebatamiento, y su regreso físico a este mundo, después de  los siete años de la tribulación;  evento ese  donde todos  lo podrán ver al presentarse con gran gloria y esplendor al venir en las nubes.

Comencemos leyendo lo que Jesús les enseñó a sus discípulos como a los más allegados de su pueblo, acerca de algunas de las señales que  acontecerían  al acercarse los días de su regreso. En Marcos 13:22 les dice: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas,  y harán señales y prodigios,  para engañar,  si fuese posible,  aun a los escogidos. Mas vosotros mirad;  os lo he dicho todo antes. Pero en aquellos días,  después de aquella tribulación,  el sol se oscurecerá,  y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,  y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.

Mar 13:27  Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna,  y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  conoced que está cerca,  a las puertas. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre. Mirad,  velad y orad;  porque no sabéis cuándo será el tiempo.”

De la higuera aprended la parábola: “Cuando ya su rama está tierna,  y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca.  Así también vosotros,  cuando veáis que suceden estas cosas,  conoced que está cerca,  a las puertas. De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán.  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre.

 En el anterior texto bíblico es importante notar, que  el Señor sólo está enseñando a su pueblo,  acerca de los tiempos  como de las señales que anunciarían su regreso a  este mundo, donde todos lo podrían ver; no mencionando nada acerca del arrebatamiento de la iglesia. Primero porque  para ese momento la iglesia no se había formado aun, y el segundo, porque ese evento no estaba relacionado con el pueblo de Israel, sino a un grupo que creerían en Él. Este se formaría después de su partida de este mundo, de todas las naciones, que es la iglesia.

Acerca del tema que le correspondía a su pueblo de Israel, era únicamente su regreso a este mundo,  cuando las futuras generaciones lo verían venir en las nubes después de ese período de angustia; de la misma manera  como algunos de ellos lo vieron cuando Él se iba al cielo; como se relata en  Hechos 1:10 que dice:
 “Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,  entre tanto que él se iba,  he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones  galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús,  que ha sido tomado de vosotros al cielo,  así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”

De modo que Jesús no les menciona nada acerca del arrebatamiento, explicándoles únicamente el orden  que tendrían  esos  acontecimientos en el futuro,  que sería para las generaciones de ese tiempo antes de su regreso. Ya que  el arrebatamiento era para  los que  por fe creerían en Él,  tanto por el mensaje de su legado, como por el fundamento dejado a los apóstoles.

En la enseñanza  que Jesús les estaba dando, llama la atención  el tema central y esperanzador para las futuras generaciones, el de su regreso físico a este mundo.  Estas cosas servirían  tanto para confortar a sus discípulos, como para las futuras generaciones  que contemplarían ese glorioso  evento.  Aunque  entre los que  estaban siendo enseñados, se encontraban  Pedro, Jacobo y Juan,  que ya habían presenciado la gloria de Jesús  en el monte de la transfiguración.


Dos importantes características del arrebatamiento                                                    Cuando el Señor  venga por su Iglesia, se destacan dos cosas muy importantes, que lo diferencian de ese regreso que será  visible para todos.  El  primero es: que en ese acto Jesús vendrá personalmente a buscar a la esposa; trayendo consigo ya resucitados, a los creyentes que murieron en el período de la gracia; los cuales  depositaron  su fe en Él como el Hijo de Dios; sí  lo afirma en 1Tesalonicences 4:16 que dice: “porque el señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,  seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el SeñorPor tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” 

El segundo es, que los que estén en vida en ese momento serán arrebatados y transformados en una  fracción de segundo, “en un abrir y cerrar de ojos”. Dando esto a entender que  nadie podrá ver, o presenciar ese  magno acontecimiento.  Así lo enseña el apóstol Pablo,  En 1Co 15:51, resaltando la rapidez  en la cual se efectuará al decir: “He aquí,  os digo un misterio: No todos dormiremos;  pero todos seremos transformados, en un momento,  en un abrir y cerrar de ojos,  a la final trompeta;  porque se tocará la trompeta,  y los muertos serán resucitados incorruptibles,  y nosotros seremos transformados.”

El regreso de Jesús después de ser arrebatada la iglesia.                                              Una vez que la iglesia es quitada de esta tierra, iniciarán los eventos que Jesús predijo, como también la aparición del anticristo; este  será el inicio de ese anunciado  período de tribulación para este mundo. Con  el fin de no emprender  una  explicación detallada de este tema,  se resumirá  leyendo un solo versículo que nos habla de esos nombrados cuatro  caballos del Apocalipsis, donde uno de ellos nos da una idea de la  magnitud de esa destrucción al decir en el 6:8: Miré,  y he aquí un caballo amarillo,  y el que lo montaba tenía por nombre Muerte,  y el Hades le seguía;  y le fue dada potestad sobre la CUARTA PARTE DE LA TIERRA,  (cerca de 2000 millones) para matar con espada,  con hambre,  con mortandad,  y con las fieras de la tierra.

Dos importantes características de su regreso.                                                              Al finalizar ese período de gran  angustia, de casi siete años, es que regresa Jesús a esta tierra  después de unos 2000 años, con sus santos millares, de  la misma manera, de  cómo lo vieron cuando se fue al cielo; según lo declararon  los ángeles,  en  el relato  del libro de los Hechos 1:10  que dice: “Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,  entre tanto que él se iba,  he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos,  ¿por qué estáis mirando al cielo?  Este mismo Jesús,  que ha sido tomado de vosotros al cielo,  así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Esto en lo que concierne a lo visible no en gloria).  

La primera particularidad,  que se resalta en  ese momento histórico  de su regreso, es que todos podrán contemplar  ese espectáculo. Cumpliéndose así lo que  Jesús les estaba enseñando a sus discípulos al decirle: “entonces verán al hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria

 De acuerdo con  el  anterior  relato  claramente se puede notar  la diferencia, entre  el evento cuando Jesús viene por la iglesia; que será en  “un abrir y cerrar de ojos”, y esa aparición  realmente impresionante, sea de su figura como de sus acompañantes,  bajando del cielo para su pueblo de Israel.  Donde todos los habitantes de este mundo tendrán la oportunidad de verlo. 

Muchos ese día lo verán como una nueva esperanza de vida, mientras otros  con temor y temblor. Como lo relata en Isaías 2: 19 diciendo:  “Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra,  por la presencia temible de Jehová,  y por el resplandor de su majestad,  cuando él se levante para castigar la tierra. ” Dándonos   una idea de cómo se esconderán, al ver su gloriosa majestad,  al  descender sobre el monte de los olivos,  donde toda  altivez  humana  en ese momento será abatida.  

La segunda característica de esa venida será,  el de reunir a todos los esparcido  de su pueblo Israel de entre  todas las naciones,  como ya leímos en Marco 13:27  que  les dijo: Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” Como se puede observar  hay una  gran diferencia  con el arrebatamiento, donde Jesús  viene personalmente, a recoger a la Iglesia.  Mientras en su regreso a este mundo   para recoger a los escogidos de su pueblo de Israel, claramente explica, que enviará a sus ángeles para recogerlos desde el extremo de la tierra, hasta el extremo del cielo.  

Esta última frase contiene algo que nos hace meditar sobre ella, ya que, está claro que mande a sus ángeles para reunir a su pueblo, de los 4 extremos de la tierra, para que participen en el reino que les fue prometido en tiempos pasados. Pero lo que llama la atención es la última parte  del  versículo que dice: hasta el extremo del cielo.

Esto podría dar entender, que en su venida,  Él reunirá a todos los escogidos de su pueblo,  tanto de  los que están en vida esparcidos por todo  el mundo en ese tiempo, como de  los que ya murieron.  Esto da pie, para asociarlo al evento de la primera resurrección, tanto de los que estaban debajo del altar,  en Apocalipsis en el 6:9 que dice: “Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios y por haber sido fieles en su testimonio.” 

 Como también  los que morirían por causa de la palabra de Dios y fe en Jesucristo durante la tribulación; Para que reinen con Él, cumpliendo así lo que les fue prometido en otro tiempo por los profetas del antiguo pacto.  
 
Los que morirán en ese tiempo, lo explica  claramente lo que le fue revelado al apóstol Juan,  en  Apo 20:4 que dice:   “Y vi tronos, y se sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar. Vi también las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir (resucitaron) para reinar con el Mesías mil años: esta es  la primera resurrección.

En esta resurrección se levantarán todos los del pueblo de Israel, como los  gentiles que se unieron a Israel, depositando  su confianza en Dios.  Como los que dieron su vida por causa de la palabra de Dios y su testimonio, y los mártires de la gran tribulación.
Esto  concuerda con lo que la palabra aclara, en la carta dirigida a los hebreos  con el fin que participen todos juntos en ese reinado con su Salvador. 

 Así  lo da a entender en  Hebreos 11:39 al decir: Y todos éstos, (refiriéndose a los que fueron fieles en las varias edades) aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron la promesa;  habiendo Dios provisto para nosotros  (refiriéndose a los Hebreos)  alguna cosa mejor, para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros.
Es decir, para que todos juntos,  sean los que murieron depositando  su confianza en el sacrificio del cordero,  en diferentes épocas como está escrito  en Hebreos 11,  y los mártires  por el testimonio de la palabra de Dios y su fidelidad de Apocalipsis  6:9, como  los que fueron decapitados por causa del testimonio de Jesús por negarse a recibir la marca de la bestia en la frente y en su mano, en el 20:4.  

A todos ellos el Señor  los reunirá para participar en  ese reino que les fue prometido. En ese tiempo Jesús el dador de la vida, les repartirá los cargos  según  lo establecido a cada uno; desde  antes de la fundación del mundo como  reyes, sacerdotes, maestros, administradores etc.

Algunos se preguntaran: ¿y nosotros la esposa? Muchas veces de los creyentes se oye decir “nosotros somos parte del cuerpo de Cristo”, pero no se llega a entender su real significado. ¿Acaso es difícil poder  entender que donde está el esposo estará la esposa,  y donde está el Rey de reyes allí estará la reina? De modo que si Jesucristo es el que dirigirá y guiará tanto a los reyes como a los sacerdotes,  en el desempeño de sus labores en ese reinado de paz; eso mismo será nuestro trabajo ya que somos realmente una sola cosa con Cristo, con su misma mente y pensamientos. 

Resumen.                                                                                                                   Todos los que no pertenecen a la esposa del Cordero, pero fueron escogidos por Dios para salvación, tanto de Israel como de los gentiles que se unieron a Israel, y resistieron los embates de Satanás, que no adoraron al anticristo ni recibieron su  marca; hasta el punto de dar  sus vidas, todos ellos resucitarán  para reinar con Cristo en el milenio. Esto es lo que posiblemente nos quiere enseñar  la frase que dice: para recogerlos desde el extremo de la tierra, hasta el extremo del cielo.  

De la higuera aprended la parábola.
De lo expuesto hasta ahora, el tema principal como ya se dijo, eran las de la enseñanza de Jesús acerca de las señales y advertencias que habrían antes de su regreso, al decirle en Marcos 13:28: “de la higuera aprended la parábola Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas,  sabéis que el verano está cerca.”

En Venezuela sólo  habrán algunos  árboles de higos en los andes, ya que el clima no  es propicio para ese fruto. En cambio  en Europa en el invierno, a la higuera se le caen las hojas;  y en los meses de marzo y abril, reverdece con tiernas ramas y en el verano da su sabroso fruto.   

Pero lo importante  no es eso,  ya que Jesús únicamente menciona la higuera  para captar la atención  de los oyentes, y dejar en sus mentes una enseñanza por medio  de esa parábola.  En efecto,  la parábola es una narración breve y simbólica de la que se extrae una enseñanza sobre un tema más importante.

Lo que Jesús les quiere enseñar es: que así como sabían reconocer cuando el verano se acercaba,  al ver las tiernas ramas de la higuera; que aplicaran esa misma metodología al ver, u oír  de “guerras, rumores de guerras, de naciones contra naciones,  reino contra reino,  terremotos en muchas países, como destrucción, hambre y alborotos en varias partes.   Que todas esas señales le sirvieran para saber  que su regreso estaría cerca, a las puertas. (Es importante tomar en cuenta, que esas advertencias no eran tanto para ellos, como para las futuras generaciones, es decir nosotros).

No creo que sea necesario mencionar con detalles todo  lo que está aconteciendo actualmente en el mundo, aparte de las actuales guerras en países como Siria, Afganistán, Irak, como las amenazas de guerras  para varios países. Sabemos de los desastre ocasionados por los huracanes,  Irma, María, y Nate,  en Nicaragua;  que provocaron  muerte y enormes daños al alcanzar vientos de 300 a 500 kilómetro por hora.  Afectando de esta manera  varias  islas caribeñas como Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, barbuda y Estados Unidos.

De enero a septiembre 2017 han habido 25 terremotos en el mundo, siendo  los más destructivos los de  Filipinas, China, Italia y los dos de México.
Ni hablar de los desastrosos  ataques  terroristas de Londres, Alemania,  Francia, y Somalia donde  hubo otro atentado, muriendo  como 250 personas. Otra fue en las vegas donde murieron 59  y 517 fueron heridos; así  como en otros estados  de esa nación. Hace  solo unos días  un  ataque terrorista a una iglesia bautista en Texas mataron a 26 y decenas fueron heridos. Es a estas cosas, que se refería Jesús, con las ramas tiernas de la higuera como una señal de su pronto regreso.   

Breve resumen dela primera parte.
Ya  hemos visto el significado de la enseñanza de Jesús a sus discípulos,  cuando les dijo que aprendieran la parábola de la higuera. Como también pudimos constatar que el tema principal de  esa enseñanza era, el de su regreso a este mundo de una manera visible para toda la humanidad. Enseñándoles que estaría  precedido por unas señales que él les dio, para que supieran cuando su regreso estaría cerca.

Al leer  en marcos 13:25,  los creyentes bien entrenados que  meditan en la palabra, de Dios,  se darán  cuenta que Jesús en ese pasaje, no hace ninguna referencia  al tema del arrebatamiento de la iglesia.

Ya que cuando Él venga para tomar a la esposa, Jesús  vendrá  personalmente   con los que murieron confiando en Él, los cuales resucitarán primero. También  pudimos ver  que en ese evento nadie podrá  verlo, por ser  en un abrir y cerrar de ojos.
Como también en esa enseñanza, Jesús les advierte que antes de su regreso a este mundo, habría una gran conmoción de parte de la misma naturaleza. (Causado por ese período de gran tribulación que lo precedería).  Por su misericordia, ese período  será acortado, por amor a los escogido de su pueblo; ya que de no hacerlo nadie se salvaría.

SEGUNDA PARTE.
En  Marcos 13:25 Jesús les revela algunos de los fenómenos, sean estos  naturales o provocados por el hombre, que acontecerían en ese tiempo antes de su regreso, al decir: “y las estrellas caerán del cielo,  y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.  y entonces enviará sus ángeles. Y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” 

Por lo que aquí afirma, es importante tomar en cuenta la frase: “y entonces enviará sus ángeles para juntar a sus escogidos”. Esto nos da a entender claramente  por las razones que ya vimos, que no se está refiriendo a  nosotros los creyentes, sino los de su pueblo de  Israel.

Ya que, en el pasaje que relata el arrebatamiento, en 1Ts 4:16, dice claramente que es el mismo Jesús que vendrá por  su iglesia diciendo: “Porque el Señor mismo con voz de mando,  con voz de arcángel,  y con trompeta de Dios,  descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,  los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,  y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,  alentaos los unos a los otros con estas palabras.”

El Señor continúa instruyendo a sus discípulos con todas las cosas que ya hemos visto. Luego resume la enseñanza diciendo algo, que conviene meditar sobre ellas, y  darle una  explicación lógica a esa frase de Marcos 13:30 donde les dice: 

“De cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.  el cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre.  Mirad,  velad y orad;  porque no sabéis cuándo será el tiempo.  Es como el hombre que yéndose lejos,  dejó su casa,  y dio autoridad a sus siervos,  y a cada uno su obra,  y al portero mandó que velase. Velad,  pues,  porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa;  si al anochecer,  o a la medianoche,  o al canto del gallo,  o a la mañana; para que cuando venga de repente,  no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, velad."  

Llama la atención y nos hace meditar la frase: “de cierto os digo,  que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.” Esta afirmación de Jesús, llama mucho la atención, por el énfasis que le da a esa frase,  y a la firmeza de lo que acababa de revelarles.

Enfatizando  que estuvieran seguros  de ese cumplimiento, rematando luego con esa frase  “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe.”

Antes de continuar  es oportuno  aclarar que en esta exposición, no hay ninguna intención de dar fecha, o de cometer el mismo  error  de otros, que desde el año 1914 los denominados  ” testigos” anunciaron que  el Señor regresaría en ese año; como otros que  han estado poniendo fechas.

Hace solamente unos pocos años, un tal José Luis Miranda, predijo  que tanto él como sus seguidores el 30 de junio de 2012 se transformarían, posiblemente aludiendo  el arrebatamiento. Por supuesto en ese día no pasó nada. Él murió  el 16 de noviembre del 2013 sin ver cumplida su profecía.   
         
Para sustentar esta enseñanza, voy a referirme específicamente a lo que Jesús les enseñó a sus discípulos, que esa generación no pasaría, hasta que todas esas cosas acontecerían.  Lo  primero que viene a la mente son dos preguntas, una de ella es:         ¿a cuál  generación  se estaba refiriendo Jesús?  Y la otra, ¿cuantos años se necesitan  para  establecer  una generación?

Referente a la primera pregunta, ¿a cuál generación se estaba refiriendo Jesús? Es absurdo pensar que se refería a la que  los discípulos estaban viviendo en ese momento.
Debido al hecho,  que después de la muerte y resurrección de Jesús;  en el año 66 de nuestra era, Israel se rebeló en contra del imperio romano. Esa revuelta culminó con la destrucción de  la ciudad de Jerusalén en el año 70, al mando del general Tito. En ese tiempo, los romanos destruyeron el segundo Templo y la mayor parte de Jerusalén, marcando así el inicio del exilio o diáspora.    
  
Donde los Líderes y la élites judías fueron desterrados, asesinados o vendidos como esclavos. Luego más tarde Adriano,  convirtió a Jerusalén en una ciudad pagana y prohibió a los judíos de vivir allí.  Fue así que Judea y Samaria pasó a llamarse Siria Palestina. Esa es la tierra que hoy día los palestinos reclaman, no tomando en cuenta para nada  que esa tierra, le fue dada por el Dueño del mundo  a los israelitas.

De manera que es imposible que Jesús, se  refiriera  a esa generación  en la cual vivían los discípulos, ya que esa generación se extinguió sin que acontecieran las cosas que Jesús les había anunciado. Pasarían luego muchas generaciones desde ese tiempo, sin que Israel existiera como nación para este mundo por casi 1880 años.

Pero no para Dios, ya  que Él  se reservó un remanente, para un nuevo inicio, y el 14 de mayo del año 1948; David Ben Gurión, leyó el en las Naciones Unidas, el acta de  la declaración de la Independencia del Estado de Israel. Volviendo a ser nuevamente una nación.

Lo que permitió que, después  de varia generaciones y siglos de espera, Israel volviera a ser una nación independiente, cumpliéndose muchas  profecías bíblicas, que muestran el amor de Dios hacia su pueblo; es decir la  promesa del regreso de los judíos a la  tierra que Dios les dio.  

 En Nehemía 1:8 relata esa promesa al decir: ”Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo,  diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí,  y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré,  y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.”

Es evidente que en ese año 1948, se cumplió esa promesa, con un nuevo inicio para la nación de Israel. Este hecho histórico da lugar para contestar la pregunta: ¿a cuál generación  se estaba refiriendo  Jesús al decir: “que esa no pasaría hasta que todo eso aconteciera?”

 Una  respuesta coherente a esa pregunta podría ser: desde que Israel se restableció como nación en ese año. Pudiendo así iniciar el conteo, para que  esa profecía de Jesús tenga una relación lógica con lo que Él afirmó. Por cierto el 26 de mayo del 2018 cumple los setenta años desde su nuevo establecimiento como nación.

Contestando ahora la otra pregunta,  ¿aproximadamente de cuantos años está formada una generación? Aunque nos pudiéramos basar en lo que afirma el Salmo 90:10  que dice:  “Los días de nuestra edad son setenta años;  Y en los más robustos son ochenta años, Con todo,  su fortaleza es molestia y trabajo,  Porque pronto pasan, y volamos.”

Aunque esa profecía, fue dada primeramente para ese pueblo,  lo fue también para las demás  generaciones en el futuro. Porque  aunque la  advertencia le fue dada a  los discípulos,  al decir: “Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.” Es decir que ese “a todos lo digo”, incluiría tanto a Israel, como a nosotros en este tiempo a fin de que  veláramos.

Debido a que esa profecía, era puntualmente para  el pueblo de Israel, despertó  esa  curiosidad de averiguar  cuál era el promedio de vida de una generación en Israel. Fue así que  el año pasado  investigando en  Internet  para ver cuál era el promedio de vida de ellos. La sorpresa  fue, que no distaba mucho de lo que dice el Salmo 90:10  ya que allí decía que  el promedio de vida en Israel era de 78-80 años.

Ahora bien, si tomamos  en cuenta que Jesús con su profecía  se estaría  refiriendo a esa nueva  generación de Israel, después de su restauración en el año 1948, y a esa fecha le agregamos 78 años nos lleva al  2026, año aproximado donde se cumpliría esa profecía que dice: Entonces verán al Hijo del Hombre,  que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.  Y entonces enviará sus ángeles,  y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos,  desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.”

Y sabiendo que el regreso de Jesucristo será después de los siete años que la iglesia ha sido arrebatada;  ya que seguramente el señor no permitirá que su esposa pase por esa tribulación, la arrebató siete años antes.

Ahora bien si le quitamos  a 2026 - 7 años,  tendremos  un posible arrebatamiento en el año 2019 de la iglesia. Como no sabemos con exactitud el número de años que Dios ha establecido para esa generación, solo  es necesario velar  estar alerta y no desmayar.

Tomando también en cuenta, que el Señor dijo que de aquel día y de la hora nadie sabe; pero es posible que haya podido dejar un espacio abierto para el mes y el año.  No por casualidad Dios le dejó  al pueblo Hebreo la fiesta de las trompetas que corresponde a nuestro calendario  a los meses de septiembre y octubre, como el mes de su  posible regreso.  
A.Palumbi  revisado  el 04/ 2018.