lunes, 9 de noviembre de 2009

¿QUE PASA CON EL ALMA EN EL MÁS ALLÁ ? +

Y juntamente con Cristo nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús Ef.2:6-

 Cuando a alguien se le habla de temas como: El alma del hombre, de una vida en el más allá, de la resurrección y otros similares a estos,   otros, que son argumentos de  cosas intangible,  crea en la  mente de algunos  ciertas duda sobre la real  existencia de esas cosas. Rapidamente surgen preguntas tales como: ¿tendremos realmente un alma? ¿hay verdaderamente vida despues de la muerte? ¿resucitarán los muertos como agunos afirman que acontecerá, etc. Cuando se le menciona  por primera ves a alguien uno de estos argumentos e normal que puedan surgír  algunas dudas al respeto. Pero cuando se le indica que eso es lo que Dios indica en su Palabra, y se permanece indiferentes, sin buscar de averiguar aserca de un tema tan importante, ese descuido puede causar un grave problema a su vida en el futuro despues de dejar esta vida.

Cuando Dios formó al hombre, le dio un cuerpo un espíritu y un alma, llegando a ser un alma viviente. Él no podía despues de haberlo creado y colocado en este mundo preparado para él, dejarlo sin información alguna sobre su origen, como debía comportarse en esta vida, y su destino al final de su peregrinar por este mundo. Para tal fin le proporcionó con el pasar del tiempo la Biblia, donde expresa por todas las generaciones su voluntad, e información de los multiples aspectos de la vida en este mundo en el cual vivimos y  del venidero.

 Sabiendo  que cada uno de nosotros tiene un alma, no nos damos cuenta  que esta  busca su reposo en Dios que la formó, aún  desde el vientre de su madre. Los humanos nos diferenciamos de los animales porque Dios nos dotó de un alma viviente, por el soplo de vida que le dio; en Genesis 2.7 que dice así: "Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un alma viviente". Fíjense en la expresión bíblica "alma viviente". Como podemos ver el hombre está dotado de un alma la cual  trata de buscar y unirse a Aquel que le dio la vida, o sea a Dios su creador. Pero ella está sujeta a un cuerpo que por su naturaleza  pecaminosa la gobierna, y más bien trata de alejarla de Dios.

En la mayoría de los casos, no nos preocupamos mucho por nuestra alma, y algunos la ignoran completamente durante toda su vida. Para muchos la existencia se reduce a una vida en busca del bienestar del cuerpo y las cosas materiales que nos rodean. (esto no tiene nada que sea malo) Lo que pasa es, que no llegamos a percibir la necesidad del alma, la cual se manifiesta con  una sensación de insatisfacción interna, y una ansiedad la cual confundimos, creyendo que es una necesidad del cuerpo. Ese efecto esa ansiedad  nos impulsa a afanarnos aún  más en esta vida, buscando la manera de mejorar nuestra situación y acomodo con el fin de proporcionar, mejores comodidades y esparcimientos para el bienestar del cuerpo.

Pero, luego de todo el esfuerzo que le poamos dedicar buscando ese bienestar material, cuando alcanzamo lo que creiamos que era lo que nos proporcionaría esa supuesta satisfacción; nos damos cuenta que todo sigue igual  y sigue habiendo un vacío y una ansiedad 
 en nuestro ser. En el salmo 42:1 escrito por el rey David que ciertamente no le faltaba nada dice: Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios del Dios vivo. Este era el clamor del salmista, él  pudo percibir y comprender el clamor de su alma. Aquel que no comprende, y confunde ese abatimiento  que sale de su interior, con una necesidad del cuerpo; se afanará inútilmente para satisfacer ese clamor del alma. Esa es la razón por la cual algunos de esos ricachones, a los cuales la vida les proporcionó de todo, a veces se quitan la vida; por no saber diferenciar o reconocer entre el clamor del alma, y las necesidades del cuerpo en nuestra vida cotidiana.

Como el alma comúnmente es ignorada, los afanes y obligaciones de esta vida nos tienen completamente ocupados. El alma por supuesto, como es algo  intangible, al contrario de nuestro cuerpo que lo vemos y lo palpamos; nunca se le dedica y un tiempo con el fin buscar “ese algo” que nos falta. Eso es debido a que no hemos aprendido a considerar su existencia, ni el remedio para de "ese clamor" con el fin de  llenar ese vacío. Aunque a veces se hace un propósito con toda la buena voluntad, para alcanzar una meta espiritual, los afanes de esta vida nos impiden llenar ese vacío, que hay en nuestro diario vivir.

 las enseñanzas tradicionales no son las más acertadas

Otra cosa  que dificulta el interés de ocuparnos del alma, para algunos que creen de que es parte de su vida, son  esas enseñanzas espurias que algunos divulgan grabandolas en sus mentes tales como: Que al morir todo se acaba, que uno deja de existir y no sabe más de sí mismo, que perecen nuestros pensamientos. otros que enseñan, que luego de la muerte se reecarnarán en una nueva identidad. o pasarán un tiempo en el purgatorio para luego ir al paraiso etc. Todas estas enseñanzas no se hallan en la Palabra de Dios. y solo sirven para confundir y dar una aparente seguridad para enfrentar el más allá.  


Esos credos que no quieren encarar la realidad bíblica, suavizan las cosas con falsas speranzas afirmando que al morir, el cuerpo es sepultado, y el alma va a un sitio llamado "purgatorio", a expiar  por un tiempo sus culpas, y luego de  haber pagado por sus pecados (o que alguien le ha pagado una misa en este mundo para sacarlo de ese sitio) sale de allí a otro lugar llamado paraíso. Esta doctrina del purgatorio, es una afrenta al sacrificio de Jesucristo. Si fuera así de sencillo nos preguntaríamos ¿para qué vino Cristo a morir por los pecadores si para llegar al paraíso o ser salvo está el purgatorio?

 Como nadie ha regresado del más allá para que nos relate acerca de ese lugar, la única enseñanza que tenemos es la que nos proporciona la la Palabra de Dios y lo que nos dejó  nuestro Señor Jesucristo. Todas las demás teorías extra bíblicas son meras especulaciones, y doctrinas de error. Satanás insinúa a los lideres de algunas organizaciones eclesiásticas esas doctrinas,  que no se encuentran en los escritos y verdades bíblicas, con el fin de tranquilizar la mente de sus adeptos, y ocultarle el peligro, en  que se encuentran sus almas. Luego al separarse el alma de su cuerpo se encuentra a causa de esas falsas enseñanzas  en  esa otra dimensión, en el más allá, engañado y sin haber atendido el verdadero llamado de Dios para la salvación.

Otras de las preguntas que pueden pasar por nuestra mente es: ¿existe realmente en nosotros, ésta alma que clama por Dios y necesita ser salvada por Jesucristo? Pues sí existe, así lo enseña la palabra de Dios.

Sin embargo a parte de la enseñanza bíblica, que analizaremos a continuación, hay una manera muy simple de averiguar la existencia del alma en nuestra vida por uno mismo, y esto se consigue reflexionando en algo muy sencillo, que es lo siguiente: Se ha puesto a pensar que desde que tiene razón de ti mismo, de tu existencia, tu cuerpo a crecido, se ha transformado, ha envejecido, se ha enfermado etc. Pero ¿has notado que tus pensamientos tu YO, es igual y no ha cambiado desde que tenías 15 16 años? Interiormente no has envejecido y sigue siendo siempre tu mismo. Es normal que notes diferencias en tu cuerpo con el pasar de los años, pero analízate, ¿ha habido algún cambio en ese “Yo”, ese ser interno que es tu alma, la cual no envejece ni perece porque es eterna? ¿Verdad que no? Pues esa es la parte intangible de nuestra naturaleza espiritual, que se diferencia de lo tangible que es nuestra naturaleza humana, o cuerpo.

Otro método de averiguarlo, es por supuesto a través de la Biblia, leyendo la palabra de Dios, ella es lo que Dios le dejó a la humanidad a fin de que le conozcamos a Él, como nuestro hacedor  y también nuestra doble naturaleza, la espiritual y la material. La parte material nuestro cuerpo con sus reacciones y necesidades lo conocemos porque es tangible lo vemos, lo tocamos, lo vivimos; pero del alma que es el centro de nuestros pensamientos, el director, y el motor de nuestras acciones, no la vemos porque ella es la parte espiritual del hombre. Es la parte de Dios en nosotros, de su Espíritu, es ese soplo de vida que puso en nuestro ser.

Para saber de ella y lo que acontece después de la muerte, debemos recurrir a la única fuente confiable, y esta es la palabra de Dios. Y aprender del único que vino del más allá con autoridad para enseñarnos, y este no puede ser otro que nuestro Señor Jesucristo. Él es el único que conoce esa dimensión y el lugar donde residen los que han dejado este mundo. Y es el que tiene autoridad suficiente para poderlo revelar, escurriendo la cortina de ese misterio, donde residen los que parten de este mundo y se encuentran en esa nueva morada del más allá. En Lucas 16.19 el Señor relata de un coloquio que se realizó en el Hades, donde se mencionas tres personajes  que vivieron en este mundo y murieron.

Estos al morir, experimentaron la separación de sus almas, que es esa parte intangible del cuerpo humano, los cuales al morir fueron sepultados sus cuerpos, y sus almas se encontraron en ese lugar temporal de reunión llamado Hades. Este es un  lugar donde se reunían todas las almas, desde el día que Abel que  lo inauguró a estado recibiendo a todos aquellos que dejan este mundo a causa de la muerte. En este relato muy interesante y único, ellos entablan una conversación con sus almas, que es lo que quedó con vida al separarse de sus cuerpos.

A fin de poder entender bien este interesante argumento, y pensando que algún lector no tenga un Nuevo Testamento a la mano, se transcribe el relato de Jesucristo tomado de la Biblia en el evangelio según Lucas 16.19,30 que dice así: Versión  Reina Valera 60

Verso 19 Había un hombre rico, que se vestía de purpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20, Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas. 21, Y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aún los perros venían y le lamían las llagas. 22, Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23, Y en el Hades alzó sus ojos, y estando en tormentos, vio a Abraham y a Lázaro en su seno. 24, Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mi, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25, Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, Y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27, Entonces le dijo: Te ruego pues, padre que envíes a la casa de mi padre, 28, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29, Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienes; óiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levantare de los muertos.

Para analizar este relato en detalles sería muy extenso, razón por la cual solo haremos breves comentarios de lo que la palabra de Dios nos quiere enseñar sobre el tema del alma y del más allá.

Comenzaremos por decir que mientras el cuerpo de Abraham, según Génesis 50:13 fue sepultado en Canaán, en la cueva del campo de Macpela; así como también el cuerpo del rico fue sepultado, sus almas seguían con vida, según lo indica el anterior relato; y sostuvieron una conversación al encontrarse en ese sitio de reunión temporal llamado Hades. (Mientras sus cuerpos estaban en sus respetivas tumbas)

Antes de morir Jesucristo, todas las almas estaban reunidas en el Hades en dos lugares diferentes, que estaban separados por un gran abismo, independientemente de ser justas o injustas. Uno de ellos llamado "seno de Abraham", que era un lugar de  consuelo para las almas que allí moraban; mientras que el otro era un lugar de tormento. Al ser visitado este lugar por Jesucristo después de su muerte, Él trasladó las almas perteneciente al seno de Abraham a otro lugar, y el Hades quedó desde entonces solamente para los desobedientes a la voluntad de Dios.

De lo que revela el relato, sobre el encuentro de estas tres almas en ese lugar, una de las cosas más importante que podemos aprender es: que hay vida después de la muerte, y por supuesto ellos seguían  conscientes en el Hades. Estando allí el rico dice que  alzó sus ojos, al decir que alzó sus ojos deducimos  que él se encontraba en una posición inferior a la del seno de Abraham. ¿Pero ahora, a cuales ojos se refiere si sus ojos físicos estaban en la tumba? Es aquí donde se nos quiere revelar las facultades que tiene el alma, que no necesita de los ojos del cuerpo para ver; ella  puede ver sin necesidad de lo físico.  Así que, él veía, y pudo reconocer a Abraham y a Lázaro, aquel pordiosero que por algún tiempo lo vio estando en el cuerpo, tirado junto a su puerta, deseando saciar su hambre de lo que caía de su mesa, por la expresión "ansiaba saciarse" se deduce que no se le permitía hacerlo.

Al ver a Abraham y a Lázaro con él, dando voces dijo: Padre Abraham ten misericordia de mi y envía a Lázaro (posiblemente todavía lo retenía un ser inferior como el que estaba tirado en su puerta) para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua porque estoy atormentado en esta llama. Por las palabras de este clamor aprendemos unas cuantas cosas: Que aunque las cuerdas vocales de su ex cuerpo estaban en la tumba el clamó a Abraham, ¡podía hablar! podía comunicarse. También aprendemos que al reconocer a Lázaro, su memoria y conocimiento del pasado permanecía vivo en él, aunque su cerebro físico estaba en la tumba. Y también se nos revela que se encontraba en un lugar de sufrimiento separado de donde estaba Lázaro. El sufrimiento y molestia que experimentaba nos revela que su sentido y sensación estaba vivo en él, aún no teniendo un cuerpo. Razón por la cual pide una misericordiosa ayuda, para aliviarse de ese sufrimiento.

Al oír Abraham su clamor entendemos que había en ellos percepción, porque él escuchó su mensaje y le respondió, diciéndole que se acordara que en su vida él tuvo de todo, y Lázaro males, dándonos a entender que aún no teniendo un cerebro físico, la memoria permanece no se pierde con la muerte. Luego Abraham le explica la imposibilidad de poder cumplir con su petición debido al impedimento de allegarse hasta ese sitio, por el gran abismo que los separaba a ambos, así que, por ese motivo, ni unos ni otros podían cruzar ese abismo que los separaba.

El último argumento de conversación entre Abraham y el rico, fue la petición de este último de enviar a Lázaro a la casa de su padre, porque tenía cinco hermanos, que necesitaban ser advertidos para que ellos no fueran a ese lugar de tormento donde él estaba. Es algo difícil poder entender que lo motivó para preocuparse por sus hermanos, estando en esa tormentosa situación.

Se podría pensar que era un intento para darle a entender a Abraham, que aún estando merecidamente por sus actos en ese lugar, todavía habían buenos sentimientos en él, al preocuparse por sus hermanos; como demostrando un sincero amor hacia ellos, aplicando el refrán que a veces se oye: “lo que me está pasando no se lo deseo ni a mi peor enemigo”. También aunque él pidió que Abraham enviara a Lázaro, se podría pensar que él tenía la esperanza que Abraham pudiera decidir, que él era el más indicado para esa tarea de advertir a sus hermanos, y así tener la posibilidad de regresar para arrepentirse. También se podría pensar que quería transmitir el mensaje, de que él no fue advertido adecuadamente para buscar a Dios, y así haber podido evitar esa situación en la cual se encontraba ahora. Sea lo que fuere su petición no estaba en entre las posibilidades de realizarse.

Lo cierto es que en ese aspecto, él no tenía las ideas claras, primero porque Abraham aunque gozaba de una posición privilegiada, estaba también retenido en ese lugar, y no tenía potestad alguna de tomar acciones para efectuar cambios allí. Y segundo no entendía que su situación era irreversible, y no había manera de cambiarla, todo cambio de actitud, arrepentimiento, y de sujeción a las enseñanzas de la palabra de Dios, hay que procurarlas mientras se tenga vida en este mundo.

En cambio Abraham estaba claro al decirle, que si sus hermanos no oían las enseñanzas de Moisés, por medio de la predicación de los profetas, tampoco se persuadirían si alguien se levantara de los muertos. Esta explicación nos enseña que el hombre, con sus propias experiencias, teorías humanas sobre la vida o la muerte, no ayudan para nada ni para él, ni en convencer a otro para ser salvo. Solo cuando el hombre habla o predica de la Biblia, la palabra de Dios hará el efecto por la cual es enviada, por eso que ella dice: Que la fe viene por oír la palabra de Dios, bien sea por la predicación, o su lectura.

Es propicio el momento para preguntar: ¿porque Abraham no le dio a él ninguna esperanza de un cambio de situación en el futuro, estando su alma atormentada y angustiada? ¿porqué no le informó, que existía o habia un lugar, que le daba la posibilidad de salir de esa situación, que a lo menos le hubiera servido de consuelo? ¿Por qué no le dijo que existía el tan nombrado y popular purgatorio? ¿Informándolo que después de sufrir por un tiempo en ese sitio, o que algún pariente le pagara algunas misas, él saldría de esa situación para un lugar de consuelo para su alma? No le  mencionó  nada de eso,  simplemente porque no existe tal purgatorio, y solo es un engaño satánico para tranquilizar las personas, fieles a esa doctrina  y mantenerla con esa falsa esperanza de que hay una forma de evitar el castigo eterno.

Es evidente que tampoco existe la tal aniquilación del alma, que algunos sustentan, que al morir perecen sus pensamientos y todo se acaba. Pues muy claramente Jesucristo revela todo lo contrario, en el relato bíblico que sustenta ésta exposición, y afirma que el alma después de la muerte sigue con vida, y con todos los sentidos que tenía estando en el cuerpo, antes de experimentar la separación que causa la muerte.

Es oportuno aclarar que este rico no se encontraba en ese sitio de tormento por ser rico, sino porque se desentendió de las cosas de Dios y de sus estatutos estando en vida, no tomó en cuenta para nada las enseñanzas de la ley mosáica que regía en ese tiempo. Como tampoco Lázaro se encontraba en ese sitio de consuelo por tener llagas o ser pobre. Todo hombre o mujer tiene el deber de buscar a Dios mientras viva; en el período de vida que le es concedido en este mundo, y obedecer su santa palabra, reconociendo a Jesucristo como el único medio de perdón, para ser salvo.


Concluimos diciendo que cada uno de nosotros posee un alma, y la única manera de evitar de ir a ese lugar donde estaba el  rico, es acatar lo que Jesús enseñó cuando dijo: Yo soy el camino la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí. El que cree en Jesús tiene vida eterna, y Cristo le resucitará en el Día postrero.

Aggeo Palumbi, noviembre 2009

revisado el 20/05/12

martes, 21 de abril de 2009

LOS HIJOS REBELDES DE DAVID

Proverbios 27:5 Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto. -
Es interesante analizar la vida, de tres de los varios hijos de David rey de Israel, Amnón su primer hijo, Absalón el tercero, y Adonía el cuarto. Según relata la Biblia eran jóvenes muy atractivos en lo físico. Seguramente eran también el orgullo de su padre, cosa que seguramente ocasionó que tuvieran un trato especial de parte del rey.

En el anterior escrito titulado “Absalón figura del lucero hijo de la mañana”, se quiso resaltar la figura de este príncipe de  imponente belleza y presencia, ya que así lo describe la Biblia en 2 de Samuel. Por tratar de destronar a su padre, y se tomó como un tipo de Satanás, por esa rebelión ocurrida en el cielo, antes que Dios reordenara la actual tierra y creara al hombre.

En este escrito se tratará  de enfocar los motivos que indujeron a estos jóvenes a portarse de esa manera. Las consecuencias de esos comportamientos son una advertencia práctica de nuestros deberes como padres en el diario vivir y la familia como tal. Por tal motivo, se  tratará a continuación de aplicar la historia de estos jóvenes y el trato que tuvieron en la familia de parte de su padre, como también al trato en general de los padres hacia los hijos hoy día.

La historia comienza en la localidad de Hebrón, antigua ciudad de Palestina,  donde David fue ungido como rey de Judá. En los siete años que reinó en ese lugar, le nacieron seis de sus siete hijos, el primero de ellos fue Amnón de su mujer Ahinoam, el segundo fue Quileab de su mujer Abigail, y el tercero fue Absalón, hijo de Maaca una extranjera hija del rey de Gesur de Siria. Y el cuarto, Adonía hijo de Haguit. No se mencionan los otros hijos por no formar parte del presente tema.

Maaca madre de Absalón tuvo también una hija llamada Tamar, y ella era muy hermosa, razón por la cual Amnón primer hijo de David de su mujer Ahinoam, se enamoró de ella perdidamente  al punto de enflaquecer en su apariencia física. Así por el consejo que le dio un amigo, que fingiera de estar enfermo para que le visitara la joven; se acostó en su cama. Al ser notificado David su padre fue a visitarle, y Amnón le pidió que le enviara a su hermana Tamar para que le preparara un bocadillo. Todos inocentemente mordieron el anzuelo, así que el rey le dijo a su hija Tamar que fuera y atendiera a su hermano enfermo preparándole algo de comer.

Tamar, ignorando la trama preparó una comida al gusto de su hermano, y cuando ella se la llevó,  estando solos en el cuarto, la forzó para acostarse con él, la joven le rogó que no lo hiciera de esa manera, que le pidiera al rey legalmente que él no se la negaría, pero Amnón no quiso oírla y la violó. Después de cometer ese agravio, la aborreció de tal manera que mandó a sus sirvientes que la echaran de su presencia y de su casa. Absalón su hermano al enterarse de lo acaecido le dijo a Tamar que no se angustiara ya que Amnón era su hermano, y ella se quedó desconsolada en casa de Absalón. Cuando el rey oyó el relato “se enojó mucho hasta allí su reacción. Absalón aunque aborrecía Amnón por lo que había hecho, calló y no dijo nada ni bueno ni malo, y sin otros comentarios pasaron dos años.

Como Absalón tenía un rebaño de ovejas, al momento de trasquilarlas, como era de costumbre preparó una gran fiesta, e invitó al rey su padre, (el cual no asistió) y  a todos sus hermanos y por supuesto entre ellos a Amnón. Al verlo allí, instruyó a sus siervos de confianza, que al estar su hermano alegre por el efecto del vino, y al dar él la orden lo mataran, y los criados hicieron como se les había ordenado. De esta forma Absalón vengó a Tamar su hermana. Después de este hecho, huyó a Gesur en Siria de donde era su madre, y estuvo allí por tres años.

Como el rey en ese tiempo era a su vez el juez de Israel, él sabía que por la ley Absalón tenía que pagar con la muerte, el homicidio premeditado de su hermano Amnón. Por esa razón él no podía promover o sugerir el regreso de su hijo a Israel.  Desde ese tiempo hasta hoy día, en muchos casos el tiempo "borra las culpas" de los que cometen alguna falta grave; y siendo Absalón el pupilo del rey después de tres años ya nadie se acordaba del hecho.  Fue así que Joab general del ejército de David, instruye a  una mujer y preparan  una treta a fin de  convencer al rey para hacer regresar a su hijo Absalón.

La  mujer, usada por Joab se presentó a David, presentándole un supuesto caso de una riña entre dos hijos que tenía, con la muerte de uno de ellos en ese pleito. Luego  le declara que  los demás familiares, ahora  le reclamaban a ella: que “entregara al que mató a su hermano para darle muerte, para hacer justicia  por la vida del hermano muerto” cosa que le quitaría también el otro hijo ya que eso era lo que exigía la ley.  

Aunque el caso expuesto por la mujer no era real, y se  trataba de una artimaña  entre  Joab y ella; con el fin de que el rey permitiera el regreso de su hijo desde Siria, lo que dijo la mujer acerca de que reclamaban a su hijo para que muriera, estaba ajustado a la ley, y el rey lo sabía, pero se ablandó compadeciéndose de la mujer. Esta postura luego dio lugar a que diera la orden  para que también  regresara su hijo.

El relato en 2 Sam.14:4 dice: “Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey!  El rey le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Yo a la verdad soy una mujer viuda y mi marido ha muerto. Tu sierva tenía dos hijos, y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató. Y he aquí toda la familia se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató a su hermano, para que le hagamos morir por la vida de su hermano a quien él mató, y matemos también al heredero. Así apagarán el ascua que me ha quedado, no dejando a mi marido nombre ni reliquia sobre la tierra.

Entonces el rey dijo a la mujer: Vete a tu casa, y yo daré órdenes con respecto a ti. Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa. Y el rey dijo: Al que hablare contra ti, tráelo a mí, y no te tocará más. Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tú Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño, y no destruya a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.

Después que el rey descubrió el plan de Joab y de la mujer, dio la orden para que regresara Absalón. Seguramente David  para tapar un poco su posición de juez y rey, y no castigar a su hijo, como era  por la ley merecedor de muerte, optó por dar la orden de confinar Absalón en su casa, al  regresar de Siria donde se había refugiado. Escudándose con decir: “y que no vea mi rostro.” Obviando así el castigo que merecía.

Pasaron como dos años, seguramente Absalón aprovechándose de la edad de su padre, y su carácter blandengue hacia la familia al encubrir sus faltas, aprovechó para conspirar contra él para destronarlo, y con la intención de matarlo. Por supuesto que la conspiración hubiera prosperado si Dios no hubiera intervenido y trastorna los planes que Ahitofel le propuso a Absalón.

Por lo que respeta a David él entendió que también esa conspiración venía de Dios, y al humillarse al salir de su palacio, por amor a su siervo  hizo que el acertado consejo de Ahitofel fuera rechazado por Absalón, ya que su consejo no lo incluía a él en la persecución de su padre, mientras el consejo de Husai estimulaba su  ego diciéndole que tenía que ser él mismo que persiguiera a su padre para que el pueblo lo reconociera como Rey.  

Acatando el consejo de  Husai otro de los sabios de Israel y amigo de David, el mismo Absalón dirige su ejército en contra de los experimentados hombres de guerra de David y de su general Joab. Antes de la batalla, Cuando el ejército de David se alistaba para enfrentar al ejército del hijo rebelde, el rey imparte la orden de no matar a su hijo, sino que le preservaran la vida. En el encuentro, el ejército de Absalón tuvo una pérdida de veinte mil hombres, al enfrentarse con el experimentado ejército de David, dando muerte también a Absalón el causante de ese desastre entre hermanos de un mismo pueblo por actuar fuera de la voluntad de Dios.

Al enterarse David que su hijo había muerto, lloró abiertamente y con profundo dolor. Diciendo: ¡hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! quien me diera que muriera yo en lugar de ti. Realmente David ofuscado por el amor hacia su hijo no se dio cuenta del desastre que había provocado "su  amado hijo", enlutando a veinte mil familias. Este relato es un ejemplo, de que no se debe ser complaciente con el pecado, y al no  reprender y castigar a su hijo adecuadamente; fue la causa de todo lo que le causó a  David y el dolor de 20 mil familias. Tolerar el pecado se revierte en contra de  nosotros mismos y de otros.

Cuando Joab su general vio la desmesurada actitud de lloro de David por su hijo, reprendió al Rey diciéndole: “Hoy has avergonzado a todos tus siervos que han librado tu vida, pues hoy me has hecho ver claramente que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento.” Al oír estas palabras, David reaccionó y se levantó para felicitar a su ejército. 
                                                                                                                                      Muchas veces el amor hacia un ser querido nos impide ver la realidad de las cosas, cuantas madres al saber que a su hijo lo pusieron preso por algún delito, salen en su defensa diciendo que él es un dedicado estudiante, y lo que están haciendo con él es una injusticia. Podemos entender el dolor de un padre o una madre, cuando a su hijo le acontece algo, pero no se puede ir en contra de la ley, y menos cuando sabemos de algún mal comportamiento tempranero, y no se toman  medidas a tiempo. Dejando de actuar por amor, y encubriendo posturas fuera de la ley, sin estorbarlos, estaremos cooperando para futuros problemas. Actitudes como las de David  nos darán amargas consecuencias.

Recuerdo que tenía como unos diez años cuando mi madre me pidió que fuera al mercado a comprar frutas para el almuerzo, estando en el mercado veo que a una señora se le cae un billete (como de 50 Euros) pues recogí el billete, como águila a su presa, y compré más fruta de la que me habían encargado. Al regresar y ver mi madre la abundancia de las frutas por supuesto me preguntó, como había hecho para comprar todas esas frutas con el dinero que ella me había dado; pues aclarando que no la había robado, orgullosamente dije: a una señora se le cayó un billete y zas lo recogí y compré mas frutas. Realmente estaba orgulloso de lo acontecido y de haber provisto más frutas para la mesa, no entendía todavía lo que había hecho, y lo retenía como un hecho normal.

Al relatar el hecho, estaba presente mi hermano mayor, el cual llamándome quiso que le relatara minuciosamente lo acontecido, para constatar si me había encontrado el billete sin saber de quién era, o si realmente había visto que a la señora se le había caído, pues como no veía nada malo en lo que había hecho, le dije que yo iba caminando a unos tres metros detrás de la señora, cuando vi que se le cayó el billete y yo lo recogí del suelo, (dando a entender que no lo había robado) y él, una vez más repitió ¿tu viste cuando a la señora se le cayó el billete cierto? Al responder afirmativamente con un sí, y recibir una bofetada que casi me tumba fue una sola cosa.

Con furia me defendí llorando y diciendo que no lo había robado, que eso cualquiera lo hubiera hecho igual que yo. Luego de pasar la tormenta de la bofetada, mi hermano me dijo, lo que consideré en mi opinión lo más absurdo que había oído hasta ese momento: “Al ver que a la señora se le había caído el billete, tu tenía que haberle devuelto el dinero”. Esa actitud de devolverle el dinero que ella no había cuidado no cabía en mi mente en ese momento de mi adolescencia, sin embargo doy gracias a Dios por esa bofetada que me ayudó a entender luego, que al ver a quien se le había caído, no me daba derecho a que me adueñara de él como yo pensaba al principio.

¿Qué hubiera pasado si en familia todos se hubieran quedados  callados,  haciéndose la vista gorda, y mi hermano no me hubiera estorbado? Este es solo un relato de las muchas cosas que acontecen a veces en la familia. En muchos de los casos no se toman correctivos a tiempo, aludiendo que son niños, o jóvenes. Pues las cosas se corrigen en su temprana edad porque llegará el día cuando ya no harán caso, y todo el trabajo de corregir se perdió. Aunque la palabra de Dios nos enseña que insistamos en corregir, en 2 Tim. 4:2 dice: “Que enseñe la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; exhorta con toda paciencia.”  Se entiende “a tiempo” en el hogar, cuando los hijos están en sujeción; y “fuera de tiempo” cuando ya no se sujetan, sin embargo no debemos de abandonar nuestra tarea de exigir respecto y rectitud.

Luego de la amarga experiencia que David tuvo con Absalón, le esperaba otro problema de parte de su cuarto hijo Adonía. Pero ¿Por qué a este rey tan respetado, sagaz e inteligente le pasaron todas estas cosas? Y por añadidura de males estos provenían de su propia familia. El primer problema lo tuvo con su hijo primogénito, Amnón que violó a su hermana Tamar, el segundo con la rebelión de Absalón, y ahora el tercero con su hijo Adonía. La respuesta a esta pregunta la tenemos en I Reyes 1:5,6 que nos aclara cuál era la actitud de David hacia sus hijos, que dice: Entonces Adonía hijo de Haguit se rebeló diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballos, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre (David) nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además que este era de hermoso parecer; y había nacido después de Absalón.” 

Este último versículo, nos revela que los problemas que le sobrevinieron a David fueron el fruto que cosechó de ellos, por el trato que le dispensó a sus hijos en todos sus días, además que posiblemente los idolatraba, por  estar orgulloso de ellos al ser de muy hermoso parecer. Seguro que en su opinión no merecían ser reprendidos, y mucho menos ser castigados, David era débil en este aspecto con sus hijos, como muchos padres hoy día. También hay que agregar que eran las consecuencias de su actitud hacia Betsabe y  Uría su esposo. Ya que el profeta Natán claramente le había profetizado que ahora  la espada no se apartaría de su casa.

Según la palabra de Dios, David nunca les reclamó nada, posiblemente tenía el mismo pensamiento de muchos padres hoy día que dan rienda suelta a sus hijos e hijas no sabiendo donde están la mayor parte del tiempo, lo que hacen, ni con quienes se están reuniendo. Es normal luego oírle decir “déjalos son jóvenes” ó “yo sé lo que tengo por hijos y quienes son ellos," con esas palabras silencian a los demás.

Luego  que la joven  trae algún "nuevo miembro" a la familia, o algún arresto de uno de ellos, quedan sorprendido, o diría mejor: “despiertan a la realidad.” Aman a sus hijos, y esto no es malo, pero el verdadero amor hacia los hijos se complementa con una buena educación cristiana, con disciplina y corrección, cuando se les nota algo que no marcha adecuadamente, y no dejando esto para cuando sean más grandes, sino desde su temprana edad. Dice en Pro.27:5 “Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.”

Cuantos hijos, al igual que Absalón o Adonías al llegar a cierta edad, (18,19) quieren tomar el control del hogar y si los padres se atreven a reclamarle algo, le levantan las manos, quieren ser “independientes” pero eso sí, utilizar el hogar paterno para comer, dormir, tener ropa limpia y disponer de algo de plata. Estos llegan a ser una pesada carga para sus padres, que los trajeron al mundo; mientras otros utilizan la expresión, “hay papá yo sé lo que hago déjame en paz”, no les interesa en absoluto, los consejos ni los sentimientos de sus padres. Cuando esto acontece nos damos cuenta que se ha perdido el dominio, y la autoridad en el hogar.

Adonía dijo “yo reinare” no le interesaba la opinión de su padre o de todos los demás, su opinión y decisión era ley, (aunque no tomó en cuenta que había un ser superior al de su padre que todo lo vigila) así que, convenció a Joab general del ejército de David, se puso de acuerdo con el sacerdote Abiatar, y armó la conspiración en contra de su mismo padre.

Claro, su padre nunca lo había entristecido o amonestado cuando hacía algo malo: Esto dio lugar a que tuviera suficiente valor para intentar destronar a su padre; considerando también su edad avanzada. Pensó que sentarse en su trono era un hecho; no sabemos si él sabía que su padre había prometido el trono a Salomón, ni pensó, o tomó en cuenta que para reinar sobre el pueblo de Israel tenía que tener la aprobación de Dios.  Este detalle seguramente no pasó por su mente para nada; ni por la mente de Absalón que ya había perecido en el intento  de destronarlo.

Por esta razón su deseo no llegó a realizarse, y por orden de David fue ungido Salomón como sucesor del reino. Pero lo que se trata de resaltar en este escrito, es la falta de corrección a tiempo, hacia los hijos por parte de David, su amor hacia ellos ofuscó su mente para no corregir a tiempo, los errores comunes de cada hijo en ese período tan importante de formación. Porque de aprovechar bien ese lapso de tiempo en corregir a los hijos, dependerá el respeto de ellos para la familia y la sociedad en el futuro. 

Aggeo Palumbi noviembre 2009 revisado 2015

lunes, 16 de febrero de 2009

JESÚS EL CAMINO FÁCIL DE LA SALVACION

Pro.14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. -

Seguramente alguna vez en la vida hemos tenido la experiencia de buscar la dirección de alguien o un negocio, y para llegar hemos preguntado por tal barrio, por tal calle, o por tal comercio, y por supuesto tuvimos alguna dificultad para conseguir tal destino. Hubiera sido mucho más fácil, si hubiéramos tenido a la mano un planito o un mapa de tal dirección, que hubiese indicado el camino exacto para llegar al destino buscado. Algo similar acontece hoy día, con algunos que buscan una dirección espiritual para estar bien con Dios; simple y llanamente porque su espíritu les hace sentir que no están en la correcta vía, y sienten un vacio, una necesidad de algo que les hace falta, y les proporcione paz y seguridad a su alma. También en este caso necesitamos algo escrito que nos guie para alcanzar ese objetivo.

Algunos al no encontrar el camino para llenar ese vacío ahogan sus penas en el alcohol, en algún juego, drogas, reuniones con amigos, bailes, mujeres o las mujeres con hombres, etc. otros recurren a alguna religión buscando esa paz interior, y con el pasar del tiempo se dan cuenta que tampoco en la religión está lo que buscan. Al encontrarse solos en sus meditaciones se dan cuenta que persiste ese “no sé qué” que le hace falta a su vida.

LA NECESIDAD DEL ALMA NUESTRA OTRA NATURALEZA

El problema está, que en las mayorías de los casos se confunde una necesidad innata que hay en nosotros en nuestra alma, la cual trata de buscar a su creador y Dios, para establecer una comunión con él. Pero en la mayoría de los casos no encontramos el camino por nosotros mismos; ya que comenzamos a confundir esa necesidad espiritual con alguna necesidad material. Por ejemplo: solemos pensar “que feliz sería si pudiera casarme y formar una familia”, luego que la tiene, “que feliz sería si tuviera un apartamentico proprio” luego el deseo de un carrito etc. Y aun obteniendo todas esas cosas, ese vacío interno, esa insatisfacción permanece latente en su vida. (Si este no es tu caso y estas conforme con la vida que llevas y tienes paz en tu alma, no siga leyendo este escrito ya que estaría perdiendo tu tiempo.)

De lo anterior se desprende que hay en nuestra vida dos naturalezas, una es la espiritual y otra la material. La espiritual casi no la conocemos, la material nuestro cuerpo la conocemos aunque no muy bien; cada una de ellas ha de ser tratadas de manera adecuada, y separadamente. Para la parte material concerniente a nuestro cuerpo conocemos muy bien los cuidados, y necesidades que se requieren para su bienestar; estos son: una sana alimentación, no sometiéndolo a demasiado esfuerzos o trabajo, no exponiéndolo a excesos de alcohol, cigarrillos, ni por supuesto las drogas, que ofuscan nuestra mente para pensar adecuadamente, e inducen al cuerpo a cometer actos, que luego al pasar su efecto nos arrepentiríamos, y en muchos casos sin remedio alguno.

Como nuestro cuerpo es un elemento tangible, lo vemos, lo palpamos, conocemos sus reacciones naturales, sus necesidades tales como: hambre, sed, sueño, necesidades fisiológicas, limpieza etc. Hemos aprendido a conocerlo y a suplir convenientemente las urgencias requeridas para sustentarlo. Podría extenderme mucho más sobre su cuidado, pero el propósito de este escrito no es hablar sobre el tema del cuerpo, que tenemos, y conocemos, ya que tenemos a nuestro alcance una infinidad de escritos y consejos para su cuidado; sino, de hablar de esa otra naturaleza que poseemos, y por cierto muy poco conocida. Ella es ignorada por una gran mayoría, mientras otros niegan por completo de poseerla; sin saber que es la parte más importante de nuestra existencia, la que algún día tendrá que enfrentar a su creador, esta es el alma.

Los humanos nos diferenciamos de los animales porque Dios dotó al hombre de un alma viviente, por el soplo de vida que le dio así dice en Ge.2:7 Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y soplo en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un alma viviente; fíjese la expresión bíblica "alma viviente." Como podemos ver el hombre está dotado de un alma que trata de buscar y regresar al que la dio, o sea Dios. Pero está sujeta a un cuerpo que por su naturaleza pecaminosa la gobierna y más bien la aleja de Dios.

¿PORQUE NO ENTENDEMOS EL LENGUAJE DEL ALMA?

En la mayoría de los casos, nuestra existencia se reduce a una vida en busca del bienestar del cuerpo, y aunque se hace notoria, una sensación de insatisfacción interna del alma, ésta se confunde con una ansiedad del cuerpo, que nos impulsa a afanarnos más en esta vida, en la búsqueda de mejorar nuestra situación económica a fin de proporcionar, mejores comodidades y esparcimientos para el bienestar del cuerpo. Pero ese bienestar no satisface el alma, razón por la cual algunos de esos ricachones, que la vida le proporcionó de todo a veces se quitan la vida; por no saber interpretar la necesidad o la voz del alma. Para el alma normalmente nunca hay un tiempo para dedicárselo a fin buscar “ese algo” (porque no hemos aprendido a considerar su existencia) aunque a veces se hace el propósito con toda la buena voluntad, para alcanzar una meta espiritual. Sin embargo los afanes de esta vida nos impide llenar ese vacío, que hay en nuestro diario vivir, acompañado a veces por un temor a la muerte; dando la sensación como si faltara algún elemento para estar satisfecho y tener una tranquilidad mental.

Alguien pudiera pensar y decir: ¿Porqué Dios no nos instruyó a cuidar el alma, de la misma manera como nos dotó de estímulos para cuidar el cuerpo? tales como: el hambre, la sed, etc. Pues Dios sí nos dotó de ese sentido, solo que él se refleja en nuestra vida por una insatisfacción, un “algo”, como una voz que clama internamente en nuestra mente, pero sencillamente la confundimos con una necesidad material, y tratamos de satisfacerla con actividades, bebidas, comidas, bienestar, y goces, o desconocerla borrándola de nuestra mente para no pensar en ella.

Pues bien, Dios le dejo al hombre un escrito y un plan muy bien documentado para satisfacer el alma y tener un encuentro con él; de no haberlo hecho se podría considerar como un desamparo de su parte, y tampoco pudiera reclamarle al hombre cosa alguna. Ese escrito, documento, o testamento, como se le quiera llamar que le dejo al hombre se llama: la Biblia. Una gran mayoría la tiene como un libro más de su biblioteca, pero no se molestan en leerla, unos porque no tienen tiempo, otros porque dicen no entenderla, otros porque no creen que sea la palabra de Dios, etc. Y ella es la viva voz de Dios para el hombre y el bálsamo del alma creámoslo o no.

DIOS LE HA PROPORCIONADO AL HOMBRE UNA GUIA, LA BIBLIA

Hay algunos que dicen que la Biblia es muy difícil para entenderla, ¿Será posible pensar que Dios hace al hombre, lo dota de inteligencia, le deja un libro que contiene las instrucciones para acercarlo a él, y resulta que esa Biblia es tan complicada que el hombre no la pueda entender? ¿No le parece esa una infeliz escusa para justificarse, y evadir su lectura, como la responsabilidad que tenemos hacia aquel que nos dio la vida?

Otros alegan que hay muchas religiones que se basan en la Biblia, yo le preguntaría a los que tienen esa evasiva opinión ¿la has leído para saber cuál es el camino, la verdad, y la vida que ella contiene? No puedo creer que alguien que de verdad quiera buscar a Dios y lee la Biblia, ella no le revele cual es la verdad de entre las varias tendencias religiosa o facilitarle la interpretación del libro sagrado, que aquieta y alimenta el alma.

Hay otra tendencia popular que dice todos los caminos llevan a Roma, o sea que al final todas esas religiones conducen a Dios, Pues los que tienen y se apoyan en esa teoría le digo que las cosas de Dios no funcionan de esa manera, y en el libro de proverbios 14:12 dice: Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. como se puede ver que no todos los caminos llevan a Dios. Hay un solo camino, una sola verdad, y una sola vida y esta es la que ofrece Jesucristo, el mismo lo dijo en el evangelio según San Juan 14:6 cuando Jesús le dijo a los oyentes: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Este escrito nos enseña que Dios ha establecido un solo camino para el hombre y este es a través de Jesucristo. No hay otro que el hombre pueda escoger.

También hay otro grupo que al manifestarle que la salvación del alma consiste en creer firmemente en Jesucristo, confesándolo como su Salvador, y que éste es el único camino para ser salvo; esto les parece tan sencillo que se resisten en creerlo, porque están acostumbrado a que hay dar algo, para obtener algún favor divino, hacer promesas, penitencias, o rezos repetitivos de padre nuestro, ave maría, gloria patris etc. Luego por otro lado dicen que la Biblia es difícil de entenderla, sin que ni siquiera la han abierta para leer su contenido.

Preguntaría: ¿Por qué hay miles y millones que la hemos leída, la hemos podido entender y no la retenemos tan complicada como algunos pretenden presentarla? ¿Acaso somos más inteligentes de los demás? No, absolutamente no, sino que oímos o leímos su palabra y Dios nos concedió la fe para creer en él. No se necesita un alto nivel de estudios o de sabiduría, más bien a los humildes les ha revelado el evangelio. Bien lo dijo Jesús en una de sus oraciones en Juan10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. (Los humildes) Sí Padre porque así te agradó.

Podría parecer que Dios le hizo al hombre las cosas muy complicadas, para alcanzar la paz y la salvación del alma. Hay una inquietud en nosotros los humanos que nos impulsa a buscar a Dios, pero nos detenemos frente a tantas complicaciones de religiones, doctrinas y ritos; que confunden. Así quedó de confundido Pilato, cuando Jesús le dijo que él había venido a este mundo para dar testimonio de la verdad; y Pilato le preguntó: ¿que es la verdad? Pues cada religión se atribuye la verdad tergiversándola y a veces la respaldan con la misma Biblia; que es la guía que Dios le dejo al hombre para darse a conocer. Nosotros le hacemos más caso a lo que nos enseñan desde pequeños, que lo que podemos investigar por nosotros mismos ya de adultos en la palabra de Dios.

Dios por medio de Jesucristo, abrió un camino hacia él muy sencillo, es el diablo que usando la mente de hombres engañadores, lo han complicado todo, y lo seguirán complicando. Jesús en cierta ocasión dijo; Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Dios le ha abierto al hombre un camino hacia él, tan sencillo que para algunos les puede parecer increíble por lo simple que es; el mismo Jesús lo afirmó en cierta oportunidad expresándolo de esta manera: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mí yugo es fácil y ligera mi carga.

EL ENEMIGO ENTORPECE QUE EL HOMBRE SE ACERQUE A DIOS

Conozco un joven que al aceptar a Jesucristo como su salvador el enemigo le puso en su mente que ahora tenía que dejar de andar en la moto que había comprado, y el joven dejó de seguir al Señor por su moto. ¿Qué tenía que ver la moto con su creencia? Nada, pero esa es la forma como Satanás trabaja con los humanos, para hacerles ver las cosas difíciles y para que no crean en el Salvador de sus almas. Le presenta dificultades de rechazo por parte de sus familiares, le presenta prohibiciones, tales como: ahora tienes que dejar de fumar, de tomar cerveza, de ir a fiestas, comer tal o cual cosa. Todas artimañas del enemigo para distraer el sencillo mensaje bíblico.

Dios aconseja por medio del escrito por el apóstol Pablo: "todo me es lícito, más no todo me conviene;" Dios requiere confianza en él, luego el Espíritu de Dios se encargará de guiarlo a lo que más le conviene. El que pone barrera es el Diablo poniéndole en la mente, ¿Qué dirán ahora tus amistades, tu papá, mamá, tu esposa o esposo? Como si ellos al final respondieran por uno delante de Dios. Cada alma responde por su vida, y cuando estemos delante de Dios, de nada sirven los demás.

Alguien podrá pensar que en palabras las cosas parecen fáciles, pero en la realidad es todo lo contrario; pues no, no es así, sería injusto de parte de Dios, si fuera lo contrario de lo que él dice, lo que pasa es que a nosotros no cuesta a veces creerlo y aceptarlo por lo simple que Dios ha hecho las cosas para acercarse al hombre. Leyendo la historia de Naamán en 2 de Reyes 5 podremos ver como a veces somos nosotros los que complicamos las cosas sencillas de Dios. (Es bueno leer primero este interesante relato antes de continuar)En este relato se puede ver como el hombre trata de modificar la sencillas cosas de Dios ordena para nosotros.

EL HOBRE ES EL QUE COMPLICA LAS COSAS

Según el relato este Naamán, general del ejército Sirio era un hombre leproso; una muchacha israelita que había sido tomada cautiva, servía en casa de Naamán, ella le dijo a su esposa, que si el general le rogaba al profeta que estaba en Israel, el profeta le podría sanar de esa lepra. Tan sencillo como eso, Naamán creyó en esa posibilidad de sanar, y se preparó para ir a Israel. Dio el primer paso en creer, pero comenzó a actuar y pensar a su manera, y preparó muchos dones para llevar, a lo mejor por la difundida costumbre que hay de pagar, dar alguna cosa para dejar de sufrir, o para recibir algo de Dios, así fue que preparó para llevar consigo (10 talentos de plata, 6000 piezas De oro, 10 mudas de vestidos) No, no Naamán estas actuando a tu manera, no debes complicar las cosas, la sanidad de Dios no se compra. La muchacha te dijo muy claramente, que les pidieras al profeta, y él te sanaría.

Él se consideraba un hombre muy importante, además era rico y podía comprar todo lo que deseaba, como también la sanidad, y hasta al mismo profeta. Es así como el hombre tuerce las cosas y las complica, porque eso de ir al profeta y pedirle le parecía demasiado simple, había que darles algo al profeta y a Dios, para pagarle su favor.

Preparado que hubo todo lo que pensaba llevar, se dirige al rey de Siria, y este le da una carta dirigida al rey de Israel para que le sanara la lepra. Fue así que en lugar de buscar al profeta, se presentó al rey de Israel con esa carta para que él lo sanara de su lepra; NO Naamán, no es al rey que te dijo la muchacha, no hagas las cosas a tu manera, ella te dijo que era al profeta que tenías que buscar. Es típico del hombre no acatar, ni obedece la voz de Dios, que normalmente proviene de un ser humano. Y luego pretende recibir de Dios por otros medios y caminos que no son de Dios.

Al leer el rey de Israel la Carta que le trajo Naamán rasgó sus vestidos en señal de enfado, creyendo que esa era una treta del rey de Siria para buscar la ocasión para una guerra. Cuando el profeta Eliseo supo que el Rey había rasgado sus vestidos envió su siervo a decirle que se lo enviara a él para que supiera que había profeta en Israel.

Luego Naamán se dirige al humilde hogar donde estaba el profeta, se presentó con sus soldados, caballos, y carros, derrochando autoridad, privilegios de riqueza y generalato. No Naamán, tú para Dios eres un simple mortal, como todos los demás y no tienes trato especial ni por traer una carta de rey, ni por tu nobleza, y rango de general del ejército Sirio.

Cuando llegó, se paró a la puerta de la casa del profeta Eliseo, y para su sorpresa y enojo, Eliseo ni siquiera salió a verlo por curiosidad, y envió su siervo que le dijo al hombre fuerte de Siria: el profeta le manda a decir, que vaya y se lave 7 veces en el rio Jordán, y tu carne se restaurará, y serás limpio.

Cuando oyó eso, de un siervo del profeta, le pareció como una bofetada moral a su alta dignidad, se quedo aturdido, confundido, se enojó y dijo: Abana Y Farfar ríos de Damasco ¿no son mejores que todas la aguas de Israel? si me lavare en ellos ¿no seré también limpio? NO Naamán, esos ríos de Siria podrán ser más limpios, pero Dios te manda a lavarte en el Jordán, es tan simple como lo oíste.

Pues, quedó confundido, las cosas no le salieron como él pensaba, porqué él decía para sí: saldrá el profeta, invocará a Dios levantará su mano, tocará mi cuerpo y sanará la lepra. NO Naamán, no es a tu manera, ni como tú piensas. Es como Dios quiere y manda; tu criada te lo dijo, pídele al profeta y él te sanará, tu lo que tienes que hacer es obedecer y dejar de pensar y actuar a tu manera.

Se fue enojado, desilusionado, y parloteando, le hirieron su orgullo. Y dijo que en Siria había mejores ríos que el Jordán. Despreciando a Israel, al profeta y por supuesto a Dios. Entonces se le acercaron sus siervos y le dijeron “Padre mío si el profeta te hubiera mandato una gran cosa ¿no la harías? Cuanto más diciéndote lávate y serás limpio. Las cosas de Dios son simples y llenas de amor para todos, aunque él hombre como general sirio, siempre había sido enemigo del pueblo de Israel.

De su decisión ahora dependía todo, podía por su orgullo seguir enfadado, y regresar a Siria leproso como había venido, u obedecer y depositar su fe en Dios y ser limpio. Acertadamente aceptó el consejo, se humilló delante de Dios y de sus siervos, se zambulló 7 veces en el Jordán, y se cumplió la palabra del profeta, y su carne se volvió como la de un niño.

Las cosas de Dios son simples, Dios ha hecho para nosotros las cosas para que las podamos entender; lo que acontece es que nosotros tenemos la tendencia de interpretarlas a nuestra manera, de verlas según nuestra forma de pensar. No hermano o Amigo, no debemos complicar las cosas como Naamán; es sencillo buscar la voluntad de Dios en su palabra, ella es la verdad, y es vida para nuestra naturaleza espiritual. No debemos complicar nuestra vida con pensamientos y doctrinas de segunda mano; busquemos la verdad en la fuente, en la palabra de Dios, y que sea su autor intelectual (Dios) el que le revele su voluntad, y para tener un concepto proprio.

OTRO EJEMPLO DE FE PARA OBTENER EL FAVOR DE DIOS

Otro ejemplo de lo sencillo que Dios hace las cosas, (bueno sencillo entre comilla porque él todo lo puede) sería mejor decir lo fácil que nos pone las cosas de manera que podamos acatarlas, basada en la fe que podamos depositar en él que todo lo puede; porque sería absurdo pensar que las aguas del rio Jordán en Israel sanen la lepra bañándose siete veces en él. Ese era un acto de obediencia que Dios usó para Naamán exclusivamente para enseñarle como él trabaja por caminos que son diferentes a nuestros pensamientos. He aquí otro ejemplo:

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto llegaron a un sitio donde había muchas serpientes, este relato se encuentra en Números 21:9, y varios fueron mordidos por ellas y murieron, Moisés oyendo el clamor del pueblo, le oró a Dios por la salud del pueblo, y la respuesta fue: Hazte una serpiente de metal (de bronce) y ponla en un hasta, en lo alto del campamento; y será que todo aquel que fuere mordido y mirare la serpiente vivirá. Dios no quitó las serpientes, pero dio un remedio basado principalmente en un acto de fe en él. Que esto nos parezca, absurdo es cierto, al igual como el lavarse 7 veces en el Jordán para que sanara la lepra; estas cosas parecen increíbles, estamos de acuerdo, pero funcionan cuando Dios lo dice y Él cumple siempre lo que promete.

¿El resultado? Cuando una serpiente mordía a alguno del pueblo y este miraba la serpiente de bronce en el alto del campamento vivía. Ellos tenían la misma alternativa que tuvo Naamán, regresar a Siria leproso, u obedecer y ser sano de su lepra. El que era mordido, podía no creer que eso funcionara, y morir envenenado, o confiar mirando la serpiente de bronce, y seguir viviendo, el resultado dependía de él de su fe en la palabra de Dios.

UN PLAN SENCILLO PARA EL HOMBRE HOY

¿Que diríamos del sencillo plan que Dios ha provisto para la salvación del hombre y la mujer hoy día? sin muchas complicaciones doctrinales, ni ritos religiosos, sin sacrificio ni recitar tantos, padre nuestro, y ave maría, o promesas de buen comportamiento, para recibir el perdón, ni pagar para dejar de sufrir etc. Lo único que Dios requiere es: que confiemos en él, y creamos que es galardonador de los que le buscan.

Lo que dice la palabra de Dios, es lo que él requiere hoy para cada ser humano de este mundo, y todo depende de nosotros de aceptar o no, lo que él nos ofrece. También nosotros tenemos la misma disyuntivas delante de la propuesta de Dios, permanecer como estamos, alejados de Dios y su palabra, u obedecer y entrar en el maravilloso mundo de la salvación y descanso del alma. Dios manda lo siguiente en el evangelio según San Juan 3:14 que dice: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que Jesucristo sea levantado, para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.

Nos puede parecer muy sencillo pero funciona, así como funcionó en el anterior ejemplo, no depende de nuestro intelecto o razonamiento, solo se necesita que dejemos que Dios actúe en nuestra vida, creyendo por fe en Jesucristo, lo demás le pertenece a él como hacerlo. Siempre se trata de la misma decisión para cada uno, e individualmente en este mundo, creer o rechazar la oferta que Dios nos propone.

UN TESTIMONIO DE CREER EN SU PALABRA

Es obvio que Dios tiene una forma diferente de llamar para cada uno de nosotros recuerdo como Dios me llamó siendo joven, tenía 21 años; vivía solo en Caracas en un cuarto alquilado en casa de unos amigos. Como no tenía muchas amistades, mis horas libres las dedicaba en leer novelas de policía, y de tanto leer mi mente estaba tan entrenada en las tramas que al solo leer dos o tres capítulos ya me imaginaba quien era el malo, el traidor, o el asesino; esto le restaba interés a la lectura.

Fue así que un día dejé de leer una novela, y estaba buscando otro tipo de lectura que fuera diferente, en eso recordé de un nuevo testamento que me regaló mi hermano, lo tomé y me dispuse a leerlo y en la cubierta me llamó mucho la atención el verso de Romanos. 10:9 que dice: que si confesare con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios levanto a Jesús de los muertos eres salvo. Me extrañó mucho ese escrito, y me hice esta pregunta: ¿Eso quiere decir que yo soy salvo? Porque desde pequeño siempre había creído eso de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Me interesé en el argumento y seguí leyendo, en el verso que le sigue el 10 del mismo capítulo que dice: Porque con el corazón se cree para justicia pero con la boca se confiesa para salvación; entonces me dije: ¿Será que tengo que decirlo con mis palabras que yo creo en la resurrección de Jesús? Fue así que quise probar, y mentalmente preparé una confesión de lo que más o menos iba decirle a Dios, que consistía en lo siguiente: “Dios mío yo sí creo que tu levantaste a Jesús de los muertos.” ¿Sencillo verdad?

Recuerdo que esa tarde de enero de 1956 me puse de pie al lado de mi cama y me preparé para decir en voz audible mi pequeña confesión de fe, de creer en la resurrección de Jesucristo, y comencé diciendo: Dios mío…. Y al pronunciar esas dos palabras no pude seguir se me formó como un nudo en mi garganta, comencé a llorar y llorar me arrodille y apoyado en mi cama seguí llorando por largo rato; ¿porqué lloraba? No lo sé, sería de gozo por haber encontrado el camino para esa inquietud interna, de la paz y salvación del alma, posiblemente era el mismo gozo que experimentó Naamán al verse sano de esa lepra. Todavía no comprendía nada de la salvación, de creer que Jesús murió por mis pecados, etc. Estaba como un niño recién nacido doctrinalmente. Dios se encargaría de lo demás, como en efecto lo hizo.

Dios no me dejo hablar, el conocía las intenciones de mi corazón, y ese era el momento, la hora de la llamada de Dios a la puerta de mi corazón. El había preparado todo y no conociendo casi nada de la Biblia con solamente dos versículos de su palabra y la fe en su palabra fueron más que suficientes para tener una experiencia personal con él. Para Naamán fue la palabra de Dios a través del profeta Eliseo, para el pueblo de Israel fue la palabra de Dios a través de Moisés, para mí fue la palabra de Dios a través de ese nuevo testamento. Dios le habla al hombre en diferentes maneras, y siempre es lo mismo, bien sea escrito o por algún mensajero no importa de dónde provenga, siempre que esté en concordancia con la Biblia. Romanos 10:17 dice: Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios.

Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1 Dios ilumine tu vida a través de su palabra. Dios ti bendiga.

Aggeo Palumbi revisado noviembre 2009

martes, 20 de enero de 2009

ABSALON FIGURA DEL LUCERO HIJO DE LA MAÑANA

Material de estudio II Samuel 15-18, Ez.28:12
Hijo del hombre levanta endecha sobre el rey de Tiro.                                                               
La palabra “endecha”, tiene el significado de  una angustia muy intensa que alguien experimenta, cuando le ha ocurrido algo muy doloroso. Ésta endecha se expresa con un lamento en alta voz, y es usado normalmente en Israel, cuándo se pierde un ser querido.
 En Ezequiel Dios le habla al profeta, enviando un mensaje para el rey de Tiro, y  en el  28:12 le dice: Hijo de hombre, entona endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Adonay YHVH: ¡Tú eras el sello de la perfección, Lleno de sabiduría y acabado de hermosura! En Edén, en el huerto de Dios estuviste. De toda piedra preciosa era tu vestidura: De cornerina, topacio, jaspe y crisólito, De berilo y ónice; zafiro y carbunclo, De esmeralda y de oro. Los primores de tus panderos y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín ungido, protector, Yo te constituí para esto. En el santo monte de Dios estuviste; En medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, Hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones Fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te degrado del monte de Dios, Y te destruyo, oh querubín protector, De en medio de las piedras del fuego.

Es  evidente que esos atributos no podían ser proferidos de la mente de Dios, para un hombre pagano como el rey de Tiro; de una manera indirecta, se estaba refiriendo al principal y más alto de los ángeles, a ese querubín llamado  Satanás.  Por supuesto que esas expresiones estaban dirigidas al ángel que se rebeló en su contra. Dando a su vez a entender el dolor que le provocó a Dios esa rebelión.

Al decir: En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; se evidencia que no se estaba refiriendo al citado rey, sino al que se constituyó enemigo de Dios. Si ese Edén, se trataba del mismo donde Dios puso a Adán o se trataba de otro no lo sabemos. Lo que sí se evidencia es: que tanto al ángel de más alto grado, como su obra maestra "el hombre" a ambos los puso en un Edén. Y en ambos Edén hubo un fracaso.

El haber sido Dios traicionado por este ángel sello de la perfección produjo, en Él una intensa angustia. (Endecha) Para darnos una idea de este dolor, más adelante podremos ver y tener una idea de esa endecha, en la reacción de David rey de Israel  cuando supo que su hijo Absalón había muerto.

Las contrataciones.
 Al mencionar la palabra en Ez. 28:18: “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones, nos  revela cómo Satanás trataba de conquistar con vanas e infundadas promesas  el favor de los ángeles que tenía a su mando, logrando así convencer a una parte de ellos. Quería llegar a ser  como Dios y sentarse junto a las estrellas (ángeles) de Dios, subir a las alturas de las nubes y ser semejante al Altísimo.
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Esto era exactamente lo que hacía el príncipe Absalón, y de su actitud se puede llegar a tener una pequeña idea de lo que aconteció en un pasado remoto en el cielo, entre Satanás y los ángeles que tenía a su mando, y como se llevó a cabo esa rebelión en contra de Dios.

El hermoso y elegante príncipe se levantaba temprano, y colocándose en el camino de la puerta principal de la ciudad de Jerusalén, trataba de conquistar el favor de los que acudían al rey su padre, para exponer sus problemas. Absalón era un hombre de una presencia extraordinaria, no había hombre como él por su excelente atractivo físico, no tenía defecto alguno, desde la planta de los pies hasta su cabeza. Su porte físico era lo que resaltaba de él, a los que llegaban para obtener justicia de parte del rey. A parte de su imponente presencia, era la solicitud y premura que demostraba al recibir a los que acudían a la capital para exponer su problema al rey.   

Así lo relata En 2 Samuel 15:1… “Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba. De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.

El muy sonriente príncipe, era el primero en saludar a los forasteros que llegaban a la ciudad, preguntándole luego de dónde venían, y cuál era la razón de su visita. Todo este recibimiento por el hijo del rey, con esa brillante diplomacia que ejercía, los recién llegados se sentían honrados y privilegiados de ser atendidos con tanta solicitud e individualmente por este ser tan especial. El ingenuo viajero quedaba confundido frente a la excelencia del recibimiento y la elegancia del príncipe que lo estaba entrevistando, y así comenzaba a relatar sus problemas; mientras su interlocutor lo miraba demostrando interés y atención.  

Por supuesto, él forastero ingenuamente veía en el príncipe interés y conmiseración. Luego Absalón le decía: "tus palabras son buenas y justa, más no tienes quien te oiga de parte del rey". A continuación daba rienda suelta a su plan oculto, manifestando el propósito principal de todo ese teatro, diciendo: “¡Quien me pusiera por juez de la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocios, que Yo les haría justicia!” Cuando alguno deslumbrado por todo este trato se acercaba para inclinarse, él le extendía la mano, lo tomaba y lo besaba. De esta manera Absalón robaba el corazón del pueblo de Israel.

Éste es un tipo de la contrataciones inicuas de la cual habla en Ezequiel 28 que posiblemente utilizó Satanás para soliviantar a esa tercera parte de los ángeles para que se unieran a su causa de levantarse en contra del Creador de todos ellos, con algún tipo de promesas. Acaso ¿no es este el mismo método usado por Satanás para encandilar y seducir? Así se nos revela en Ezequiel.  Es  el mismo método que utilizó en el huerto de Edén con nuestros primeros padres, el que puede transformarse en un ángel de luz, o haciéndose pasar por Dios, como dice en 2Tes.2:4 “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto;b tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”

Esta manera de teatro, la vanidad, son redes que atrapan a mucho, y si fuera posible engañarían también a los escogidos con sus milagros mentirosos. Pero el Espíritu de Dios que mora en sus hijos, descubre y rechaza todo lo que no proviene de Él.

Absalón continuaba en su plan de conquistar el corazón del pueblo, y a todos los que llegaban a Jerusalén le decía lo mismo: “tus palabras son buenas y justas” no importando el argumento, ya que el propósito no era el de juzgar con equidad, sino conquistar el corazón del pueblo. Después de cuatro años, y teniendo ya un grupo de cincuenta hombre con carros y caballos que corrían delante de él, decidió que había llegado el momento de sublevarse. Para tal fin se presenta delante de su padre el rey y le pide permiso para ir a Hebrón (lugar donde su padre fue ungido rey, y reinó allí sobre Judá durante seis años y medio) el pretexto que le mencionó fue: el de  pagar unos votos que le había hecho a Dios cuando estaba exilado en Siria; engañando así a su padre que creyó en sus palabras.

Para ese fin y con anticipación había convencido al primer consejero de  su padre, así que mandó a llamar a Ahitofel Ghilonita, el cual no hesitó en acudir a su llamado traicionando al rey. Ahitofel era muy amado por David y lo retenía como amigo, también como el primero y más sabio de sus consejeros. Con esta unión la conspiración se hizo poderosa y mucho pueblo se unía a Absalón, también envió mensajeros por todas las tribus de Israel diciendo: “Cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón. Mientras todo esto acontecía dieron aviso a David diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.” 

Lo extraño de todo esto fue, que David como experimentado guerrero al tener conocimiento de los hechos no hesitó un solo momento para tomar la decisión de lo que era más conveniente; bien sea para no provocar la muerte de muchos, y para evitar una confrontación con su hijo. De manera que, él valiente guerrero intuyó que Absalón no le perdonaría la vida, ni a él ni a los que con él estaban. Así como buen estratega intuyó que el momento no era propicio para iniciar una lucha en defensa de su reinado, sino de huir para luego organizarse adecuadamente con una defensa y estrategia más apropiada para ese caso específico; el problema era que en esa conspiración, estaba involucrado su hijo al cual él amaba. Sin embargo sabía que Absalón no hesitaría un solo instante en eliminarlo para sentarse en su lugar.  

Meditando en todos estos acontecimientos, ¿no son acaso estos hechos un tipo de lo que Satanás aspiraba? en Isaías 14:13-14 lo confirma al decir: “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; (ese cielo de Dios que se menciona  únicamente  en Apocalipsis relacionándolo con la nueva Jerusalén) en lo alto, junto a las estrellas de Dios, (que posiblemente se refiera  a los ángeles) levantaré mi trono, y en el monte del  testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”. (Los paréntesis se agregaron para su respectiva explicación).

Este era el propósito de este ser que estando en una posición tan privilegiada, como la que tenía, y habiéndole Dios dotado de sabiduría, hermosura, siendo perfecto en todo, con un inmenso poder, y siendo el superior de muchos ángeles. Con todo esto no supo apreciar lo que se le había concedido, tuvo en poco la posición tan elevada que tenía. Habiéndole Dios dotado de todo eso, no estaba satisfecho, y comenzó a conquistar el favor de los ángeles con algunos ofrecimientos, y luego probablemente pronunciaba la frase que revelaba su propósito: “quien me pusiera por juez del universo”. Se enalteció por su hermosura y quiso ser como Dios. Se apresuró, no llegó a conocer bien a su creador, ni sus atributos, no sabía que Él conocía  lo más íntimo de sus creaturas, y conoce las intenciones de cada uno, y por supuesto todo lo que él estaba tramando.

A través de la actitud de Absalón, parece ser, como si la palabra de Dios nos quisiera mostrar, algo que aconteció en un pasado remoto. Se trata de esa crisis que hubo en el cielo, liderado por Satanás. El relato que leímos en Ezequiel 28, no puede en absoluto corresponder al rey de Tiro, sino que nos quiere revelar algunos detalles de esa rebelión como viéndolo a través de un velo, en la actitud de este Joven Absalón.

A este príncipe tampoco le faltaba nada, era amado por su padre y por ser hijo del rey tenía una posición privilegiada, su aspecto era el de un hermoso príncipe como ningún otro de sus hijos, era inteligente y planificador a largo plazo; como en el caso de Ammón su hermano, (por parte de otra esposa de David) que lo mató después de dos años de haber deshonrado a su hermana Tamar.

Aunque tenía todos estos privilegios no estaba satisfecho, quería más y quiso tomar el lugar de David su padre, quería sentarse en su trono, lo único que no calculó bien fue: Pensar que se estaba enfrentando únicamente a su ya viejo padre, y no tomó en cuenta para nada a Dios, el que disponía del trono. No pensó para nada, que por encima de su padre estaba Aquel que envió a Samuel para ungirle como rey de Israel. Absalón estaba como el apóstol Pablo “dando coces contra el aguijón”,  y evadiendo a Dios, que quita y pone reyes. Por otra parte David, por la unción que tenía y conocedor del carácter y las intenciones de su hijo tomó la decisión más apropiada para ese momento, no enfrentar a su hijo en esa oportunidad.  

Luego al conocer David que su principal consejero Ahitofel también lo había traicionado, entendió que la rebelión era firme, él sabía lo sabio que él era en dar sus consejos, y ésta vez esos acertados consejos serían en su contra. Así se dirige al único que podía ayudarle y con una corta oración dijo: “Entorpece oh Jehová, el consejo de Ahitofel.”  Y aconsejó a Husai, otro de sus consejero que permaneció fiel y le seguía, para que regresara y se presentara a Absalón diciéndole: “Rey yo seré tu siervo como hasta aquí lo he sido de tu padre, así seré siervo tuyo; luego añadió: Entonces tú harás nulo el consejo de Ahitofel.” Guiado  por Dios, David había comenzado la ofensiva introduciendo una persona de confianza, en el nivel más alto de las filas del enemigo, en el sitio donde se tomaban importantes y estratégicas decisiones. 

No se sabe mucho sobre Ahitofel, este inicuo consejero que corrió hacia el Príncipe, pero él dio dos consejos: El primero, de allegarse a las concubinas que su padre había dejado, el cual fue aceptado. El segundo consejo era un arma de doble filo para el mismo Absalón, porque Ahitofel se ofreció para llevar a cabo una misión que lo beneficiaría más a él, que al futuro rey.

Si esa era la intención para ese segundo fin se desconoce, pero esto fue lo que aconsejó: “Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos, lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo.” Este plan en un principio pareció bien a Absalón y a los ancianos de Israel, pero, ¿qué hubiera pasado si Ahitofel llegara a matar a David? ¿Quién resultaría beneficiado de ese acto él o Absalón? Si él fue capaz de matar a David, que era un experto guerrero, cuan fácil hubiera sido eliminar al inexperto hijo, y quedarse él con el reino.

Si ése era el plan, nunca lo sabremos, pero al pedir Absalón una segunda opinión del igual sabio Husai este desbarató el acertado consejo de Ahitofel, Diciendo: que el consejo que había dado "esta vez Ahitofel" no era bueno; y después de dar algunos motivos, y resaltar las experiencias de David y sus estrategias para huir, le aconseja a Absalón que reuniera a todo Israel, tanto como la arena del mar y que él mismo fuera a la batalla; tocando así las fibras del orgullo del nuevo rey. Este plan les pareció mejor a Absalón y a sus ancianos, porque Dios había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara.

Por supuesto que el vanidoso ídolo de las multitudes mordió el anzuelo de la gloria. En sus pensamientos Absalón se diría: “Claro, tú tienes que ser el héroe del pueblo, un gran pueblo, un gran héroe, y un gran rey”, y aceptó el consejo de Husai. El sabio Ahitofel al saber que su plan fue rechazado, rápidamente vio el fracaso del nuevo plan y lo que le esperaría por haber traicionado al rey David; así que ensilló su asno, se fue por donde vino, ordenó su casa y se ahorcó.

Fue así que  Absalón reunió a todo Israel y pasó el Jordán, poniendo como jefe del ejército a Amasa; y acamparon en la tierra de Galaad. Al mismo tiempo David pasó revista al pueblo que tenía con él, y comenzó a organizarse para la batalla que vendría, avisado por Husai de lo que aconteció en el consejo de ancianos, y el plan que él sugirió y fuera aceptado. David dividió su ejército en tres grupos bajo el mando de Joab, Abisai e Itai y dio los lineamientos a sus tres generales, y luego acotó de tratar benignamente por amor a él mismo, al joven Absalón. Ya presentía que la batalla estaba a su favor, y que el rebelde no prevalecería por su falta de experiencia en la guerra, y por supuesto sería vencido.

Absalón tenía una hermosa cabellera, dice la palabra que al cortársela una vez al año, porque esta llegaba a fastidiarle, el peso del cabello era de unos dos Kilos. Se supone que para ese momento de la batalla tenía su pelo largo. La batalla no duró mucho tiempo, la experiencia del ejército de David y sus generales, no se podía comparar con un número improvisado de guerreros y con un líder inexperto. Lo cierto es que: “Absalón se encontró ante los siervos de David. Y Absalón iba montado en un mulo, y al pasar el mulo por debajo del ramaje de un gran roble, se le enredó fuertemente la cabeza en el roble, y “quedó suspendido entre los cielos y la tierra, “y el mulo que tenía debajo de sí, siguió adelante.” Según 2Sa.18:9 

 Esta expresión es muy significativa y digna de reflexión, su significado real está algo velado; tiene una doble enseñanza, que está reservada para aquel que quiere escudriñar y profundizar un poco más. Si nosotros tuviéramos que relatar ese hecho diríamos: Que a Absalón se le enredó su abundante pelo, en una maraña de ramas quedando colgado por el pelo entre las ramas de ese roble  y el suelo. Ya que en todo caso entre el cielo y tierra se encontraban esos chaparros, o ramas de ese roble y no Absalón.

Razón por la cual se supone que la palabra quiere enseñarnos  algo más, con esa expresión que dice: “él quedó suspendido entre cielo y tierra", vinculándolo posiblemente con el otro rebelde celestial, Satanás, que fue echado de ese lugar del trono y morada  de Dios y la tierra; de esa morada de luz inaccesible  del “cielo de Dios”.  Su actual sitio de acción, es un lugar intermedio entre esas piedras de fuego del trono de Dios y la tierra. De donde en el futuro será también  echado a la tierra al producirse una gran batalla entre él sus ángeles, y los del Arcángel Miguel como lo  relata en Apo 12:7. 

En Ezequiel 28:16  lo explica claramente dando a entender que Satanás fue arrojado de un lugar superior, a otro inferior, luego en el futuro será echado de ese lugar del  cielo en el cual ocupa a la tierra. Y  por  último será enviado al lugar que fue preparado para él y sus ángeles, el lago de fuego.

 El simple hecho que en el futuro será echado fuera del cielo a la tierra nos da a entender que en este momento todavía está en un estado intermedio entre ese cielo de Dios (que se encuentra más allá del tercer cielo) y la tierra. En el 28:16 lo aclara diciendo: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.”

Cuando la palabra refiriéndose a Satanás nos dice: “yo te eché del monte de Dios y te arrojé de entre las piedras del fuego”. Posiblemente quiere enseñarnos que se trata de ese monte  dónde están esas piedras de fuego, que es el lugar donde mora Dios en el más alto cielo. Ese lugar que el apóstol describe en 1Timoteo 6:16 diciendo: “el único que tiene inmortalidad,  que habita en luz inaccesible;  a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.”

 Ese lugar tiene que estar más allá de ese tercer cielo, es el lugar que solamente se nombra tres veces en Apocalipsis  3:12, 21:2 y 21:10 y en los tres sitios relacionados con la nueva Jerusalén que es la esposa del Cordero. Con esto se quiere decir que es un lugar aún más sublime que el tercer cielo que visitó el apóstol Pablo.

En ese monte de Dios y entre esas piedras de fuego estaba también Satanás como querubín protector del trono. Al pecar, Dios lo echó de ese sitio a uno menor, no especifica a cuál de los cielos, si es el en el tercero, segundo o primero lo cierto es que todavía está en algún lugar de esa inmensidad del cielo de los cielos; de donde será arrojado a la tierra en el futuro; ya que al ser arrojado del monte de Dios fue la primera sentencia, ahora falta la segunda.

Pero veamos lo que nos enseña la palabra de Dios al respecto ya que luego a su debido tiempo vendrá la segunda sentencia dada por Dios, en el verso Ez 28 verso 17 que dice: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; y te arrojaré por tierra.” Es de notar que la primera sentencia fue “por lo que te eché del monte de Dios y te arrojé de entre las piedras de fuego”, que está en tiempo pasado. En cambio en la segunda sentenciaY te arrojaré por tierra” el verbo esta en futuro. Este evento de ser arrojado del cielo a la tierra en efecto acontecerá al inicio del  período de la gran tribulación como dice en Ap.12:7: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.  Y  fue lanzado fuera el gran dragón la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”  

De estas afirmaciones se puede deducir que Satanás, no está en ese lugar alto del monte de Dios, donde están esas columnas o piedras de fuego (ese cielo de Dios) lugar donde él en el principio había sido puesto. Tampoco se puede pensar que su morada está aquí en la tierra, porque todavía no ha llegado ese momento en el cual será echado del cielo; entonces ¿Dónde está?

La respuesta está en esa frase del relato del otro rebelde Absalón como un símil de Satanás: el cual “quedo suspendido entre cielo y tierra”. Está por ahora en suspenso en ese lugar secundario,  posiblemente en el segundo cielo; Ya que el apóstol Pablo al visitar el tercero no menciona haber visto a Dios ni a Satanás. Se supone que él estará luchando para conservar ese sitio, ya que mientras permanezca allí,  todos ellos están seguros y lejos de juicio. Eso será hasta que llegue el tiempo establecido por Dios, donde Jesucristo tomará el control de los cielos  y lo expulse definitivamente de ese lugar del cielo arrojándolo a la tierra, como dice en Ap.12:7.  

Ese cielo, donde se mueven Satanás y sus ángeles, tampoco es el cielo que nos cubre sino uno superior. Sin embargo se entiende que Satanás tiene acceso cuando Dios lo retiene necesario, a ese cielo donde mora Dios. El relato de Job lo aclara, cuando en esa ocasión que se reunieron los hijos de Dios, entre ellos se encontraba Satanás; ese pasaje de la palabra lo confirma.

Por lo que concierne a la tierra no solamente anda por ella, sino que de acuerdo con el ofrecimiento que le hizo a Jesucristo, la tierra y todo lo que en ella hay le pertenece. En Lucas 4:6 el diablo le dijo a Jesús: “A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada y a quien quiero la doy, si tú postrado me adorares todos serán tuyos.” Gracias a Dios que por medio de Jesucristo que ha pagado el precio del rescate con su vida, ya una gran parte de la humanidad que le pertenecía a Satanás ya no le pertenece más a él, sino al que pagó con su vida el precio del rescate.

Retomando el relato de Absalón, estando en esa posición colgado por el cabello fue reconocido por los soldados de David y contradiciendo la orden del rey lo mataron. Cuando David supo de la muerte de su hijo, lamentó profundamente esa pérdida. Así lo relata 2 Sam 18:33 lo lamentó: “Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quien me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón hijo mío, hijo mío!”.

Esta  endecha o actitud de David es muy significativa, y humanamente extraña. Cómo es posible que un hombre a sabiendas que alguien, aunque fuera su hijo, lo persigue para  matarle, pueda lamentar tan intensamente la muerte de su enemigo, que lo quería destronar y matar; prefiriendo que el muerto fuera él y no el que lo quería destronar.

Para poder entender esa actitud debemos regresar a aquel momento de la historia cuando el rey Saúl desobedeció lo que Dios le había ordenado, y Samuel le dijo al rey que por esa desobediencia ya su reino no sería permanente. 1Sa.13:14 y le dice: “Más ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo.”  

Por medio del lamento de David, y su reacción por la muerte del hijo rebelde, la palabra  quiere darnos a entender que Dios no se alegra por la muerte del pecador, ni por los que se rebelaron en su contra, liderados por Satanás; ese hecho le ocasionó un dolor muy intenso que  se expresa con esa palabra “endecha”. Donde el relato bíblico  de la actitud de David, por tener un corazón conforme al de Dios, con el dolor que le causó la noticia de la muerte de su hijo Absalón, “el contendor del trono”, es una alegoría que nos quiere revelar, el dolor que le causó a Dios, la rebeldía de Satanás.

 Esta no es una conclusión que se da por una deducción lógica, sino que la misma palabra lo declara en Ez. 28:12 cuando Dios le dice a Ezequiel: “Hijo del hombre levanta endechas sobre el rey de Tiro.” Esta palabra “endecha”, tiene el significado de una angustia muy intensa que  los Israelitas manifestaban por la pérdida de algún ser querido. Por eso que a través de la reacción de David, la palabra nos quiere transmitir el dolor que le produjo a Dios, el pecado cometido por Satanás y los ángeles que lo acompañaron. Como también lamenta la muerte de todo pecador. En Ezequiel 28:23 lo confirma al decir: ¿Quiero yo la muerte del impío? Y en el 32 dice: Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor. 

Todos los detalles expuestos, nos dan una idea de cómo Dios por medio de relatos de hechos acontecidos  en esta vida, da a entender lo que aconteció en un pasado remoto. Podríamos preguntarnos ¿Por qué este método, y no una clara explicación de lo que aconteció? se podrían dar  algunos  motivos, sin embargo solo serían suposiciones. Uno de ellos podría ser, la manera limpia de obrar por parte de Dios, para no tener ventajas sobre su enemigo Satanás, al revelar todos los detalles de lo acontecido.  

Lo que sí la biblia nos revela es: que hay una lucha continua en el cielo entre las fuerzas del bien y del amor, y las fuerzas del mal. 
Al parecer Satanás abriga la esperanza de obtener al final, una victoria sobre algunas promesas hechas por Dios a su pueblo Israel, para desacreditarlo delante de toda la corte celestial.

De allí los varios intentos de destruir a ese pueblo y evitar su redención, tales como, la contaminación de la raza humana en los días de Noé que causó el diluvio. El intento de  destruir al pueblo Judío organizado por Amán, que había sido honrado por el rey Asuero, como se relata en el libro de Ester; al  ser este honrado  por Asuero todos los siervos del rey lo reverenciaban y se inclinaban al pasar Amán, menos Mardoqueo que era Judío.  Al notar esa actitud, cuando supo que era judío y notando que no se arrodillaba en su presencia; llenándose de ira y por vengarse de él, procuró con un mandato del rey destruir a todos los judíos del reino. Pero no le dio resultado alguno, por el contrario pereció en la misma horca que había preparado para Mardoqueo.

Como con  el hambre en los siete años de abundancia  y carestía en Egipto, en el tiempo de Jacob, donde sus hijos  tuvieron que acudir  a Egipto por alimento; pero  Dios de antemano había preparado a José para alimentarlos. Al nacer  Jesús trató de eliminarlo con la matanza de los niños por orden de Herodes. Luego siendo él adulto lo tentó al ofrecerle todos los reinos de este mundo por pertenecerle, también sin resultado alguno.  En la dispersión, y bajo el régimen nazi, intentó nuevamente eliminar a Israel donde murieron unos seis millones de ellos. Aunque los mencionados  son solo algunos, los intentos no han tenido el resultado que él esperaba, y ningún otro tendrá éxito en el futuro. 

todas estas prueba tampoco tuvieron éxito pero él no se da por vencido y seguirá luchando tratando de desacreditar a Dios delante de la corte celestial.

Por supuesto que hay otros motivos y argumentaciones que no se nos han revelado, tal es el caso de Daniel que por veintiún días no fue posible que se le diera la respuesta Divina. En este caso no sabemos cuáles eran los argumentos que esgrimía Satanás para impedir que el ángel de Jehová (Jesucristo) le diera el mensaje  que Daniel esperaba recibir de parte  de Dios; pero fueron tres semanas de lucha, posiblemente esa firme persistencia de Daniel en  la oración fue lo que prevaleció para derrotarlo. Lo que pasó  no lo sabemos pero lo que sí es cierto es que: aun estando él vencido, todavía se aprovecha de ese poder e inteligencia que Dios le concedió en el principio para luchar en contra de su creador.

Luego el ángel le dice a Daniel que tenía que volver para pelear con el rey de Persia y luego vendría también el rey de Grecia. En otras palabras la pelea en el cielo es continua y seguirá hasta que Satanás y sus ángeles sean echados del cielo a la tierra donde se desarrollará la última batalla  del “conflicto de los siglos”; ya que no sabemos el tiempo o la edad de su creación ni la de su rebelión. Pero sabemos  que  los creyentes los hijos de Dios un día estaremos en ese lugar del “cielo de Dios “, juntos con todos los que alaban y glorifican a ese Dios tres veces santo. Amen así sea. 

Aggeo Palumbi octubre 2009, revisado abril 2015