lunes, 4 de mayo de 2020

EL ÁRBOL DE NABUCODONOSOR 05/20


  
EL ÁRBOL Y NABUCODONOSOR.           Daniel capítulo 4           05/20 
Introducción.                                                                       
El siguiente tema, trata de una profecía de doble cumplimiento, que tuvo su primera  realización en el tiempo del imperio babilónico; y se repetirá de nuevo en un futuro no muy lejano. En el capítulo 4 de Daniel, la palabra de Dios hace referencia, y  nos presenta de una manera un tanto velada lo que acontecerá en los últimos tiempos.          Es  decir, poniendo como ejemplo un enorme árbol, el cual  en un primer plano tipificaba al imperio babilónico y su rey Nabucodonosor; en su segunda  y futura realización hace referencia a un nuevo imperio que surgirá en el futuro, cuyo gobernante será igual en su manera de actuar al anterior Rey de Babilonia. Cuyo líder   estará presente para los últimos tiempos en los cuales estamos viviendo.

Ese  gran  árbol, que  representaba el  imperio babilónico, creció en ese tiempo  de tal manera que dominaba las naciones del mundo. En el tiempo que le fue dada esa profecía a Daniel,  el imperio se encontraba próximo a caer definitivamente. Sin embargo, como ya se mencionó este relato es también  un tipo, de otro semejante que surgirá en el futuro. El cual dominará a las  naciones  al estilo, que lo hacía el imperio  babilónico en el tiempo del reinado de Nabucodonosor.

Tanto la caída del  antiguo imperio babilónico, como el que se formaría en el futuro lo relata el profeta Jeremías en 51:53-55  al decir: “Aunque Babilonia llegue tan alto como los cielos y haga sus fortificaciones increíblemente resistentes, aun así yo enviaré enemigos para que la saqueen. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado! ¡Escuchen! Oigan el llanto de Babilonia, el sonido de la gran destrucción que surge de la tierra de los babilonios. Pues el SEÑOR destruye a Babilonia; silenciará su vozarrón. Oleadas de enemigos golpean contra ella; resuenan en la ciudad los ruidos de batalla.” VTV

Sin embargo, en el relato bíblico aunque ese árbol  se refiere al imperio babilónico, es también un  prototipo, de otro imperio que tendrá las mismas características principales que tenía el anterior imperio de Nabucodonosor. Este otro estará presente en el futuro, al acercarse el fin del tiempo concedido a las naciones gentiles. Donde  su gobernante  también se vanagloriará, de su fama y poder como lo hizo el rey de Babilonia, al no reconocer a Dios como el que gobierna por encima de todas las naciones.

El  relato profético, también se refiere a la persona del rey Nabucodonosor, dando  a entender que por un período de siete años sería separado del reino, hasta que reconociera que el que rige los destinos del mundo es Dios y no el hombre. Luego de siete tiempos  sería restablecido por un corto período.
Ya que la caída de su imperio aconteció unos años  más tarde,  durante el reinado de Baltasar, que fue conquistado por Ciro el grande. De manera que esa profecía hay que interpretarla de dos diferentes maneras;  donde  la primera se refiere al rey que se le cortaría el entendimiento incapacitándolo para seguir reinando.  Luego  de un período de tiempo;  le sería devuelta su capacidad y  entendimiento y ser restablecido de nuevo como rey.

La segunda interpretación sería, acerca de un imperio  que estará presente en los últimos tiempos, con aspiraciones de dominio mundial, y con un líder que  se creerá de ser el más poderoso de este mundo y humillando a las demás naciones.

Este de igual manera,  como aconteció con el imperio babilónico, será imposibilitado de actuar, como el dominante  fiscal, e  interventor de las naciones de este mundo. Dando  a entender que el dominio de ese imperio será debilitado al punto de quedar solamente su tronco y raíces. Con  una nueva  mentalidad, al entender y reconocer que hay un Dios que realmente rige el destino de las naciones, y no el hombre. Como dice en Daniel 4:25:…. hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres,  y que lo da a quien él quiere.

 EL  REY NABUCODONOSOR RELATA EL SUEÑO.
En Daniel  4:10 -12”Mientras estaba acostado en mi cama, soñé esto: vi un enorme árbol en medio de la tierra. El árbol creció muy alto y se hizo fuerte y se elevó hacia los cielos para que todo el mundo lo viera. Sus hojas eran verdes y nuevas, y tenía abundancia de fruta para que todos comieran. Los animales salvajes vivían bajo su sombra y las aves anidaban en sus ramas. Todo el mundo se alimentaba de ese árbol.”

 Aunque el sueño de ese enorme árbol, le fue dado por Dios a Nabucodonosor, es el profeta Daniel que da la interpretación del sueño, revelando que se refería al rey. Al  mismo tiempo proféticamente, tiene un importante significado acerca de otro imperio como de su  gobernante  en los últimos tiempos. Donde muy pronto  no solamente a él  le será quitado e dominio, sino al mundo entero con por nuevo y eterno Rey.

De modo que, de la misma manera como ese árbol fue cortado e inutilizado, el próximo imperio del futuro, también será incapacitado para actuar y dominar sobre las demás naciones de este mundo. Sin embargo, su suerte no será la misma del anterior reino, el cual  desapareció para siempre; ya que tanto el tronco como sus raíces permanecieron  plantadas en la tierra, dando a entender que su destrucción no será total como aconteció con el babilónico.

No sabemos cómo ocurrirá  esa repentina caída, de manera que únicamente se dirá, que tendrá una paulatina  recesión, seguida de  una inactividad total. Esa situación servirá para poder entender que hay un ser supremo que reina  sobre todo. Este compás de tiempo, podría muy bien referirse o coincidir  con los acontecimientos de esa última de las setenta semanas de Daniel, o de los siete años de la gran tribulación.

En  ese tiempo  de la caída  de ese último imperio, por las nuevas condiciones de un reino establecido por Dios, como por haberse efectuado un cambio de mentalidad de los dirigentes mundiales, tal como aconteció con el rey. En ese tiempo ya no podrá existir más, ningún otro imperio, o espíritu de jactancia de dominio y vana gloria que existió antes de la  caída de ese imperio.

 Esto será,  por el  establecimiento de un nuevo y eterno reino, donde todos tendrán que aprender y reconocer, que el único que gobierna este mundo es  nuestro Señor y Dios  Jesucristo, quien  recibió todo  poder  del Padre en el cielo y en la tierra.

Habiendo entendido que el rey Nabucodonosor en ese sueño era  el representante del imperio babilónico, y el  árbol se refiere tanto  a su imperio como a su persona;  se da inicio a un examen más minucioso de los acontecimientos de ese árbol, con  los tiempos que actualmente vivimos. Tomando como base ese orgullo del rey,  pensando que tanto él como su imperio eran lo máximo, y esa babilonia era su obra maestra.

 El rey no entendió, que Dios lo había escogido a él  como un  instrumento a su servicio,  para dominar y  castigar tanto a su pueblo de Israel, como a las demás naciones; esa fue la razón  que le permitió que creciera de esa manera. Esa  misma actitud y falta de entendimiento, será el proceder de un futuro líder de ese imperio que surgirá en los últimos tiempos.

Una explicación detallada del sueño del rey.
Dan 4:20El árbol que viste,  que crecía y se hacía fuerte,  y cuya copa llegaba hasta el cielo,  y que se veía desde todos los confines de la tierra.  El árbol que usted vio crecía alto y se hacía fuerte y se elevaba hacia los cielos para que todo el mundo lo viera  Ese árbol es usted, su Majestad. Pues usted ha crecido y se ha hecho fuerte y poderoso; su esplendor llega hasta el cielo y su gobierno hasta los confines de la tierra.

 Está claro que ese árbol representaba al imperio babilónico, cuyo gobernante  era Nabucodonosor;  ya Dios anteriormente le había revelado a Jeremías “que ese rey era su siervo”; Permitiendo  así que creciera y se hiciera fuerte en gran manera. Él sería usado por Dios, para castigar inclusive a Israel su pueblo, que  se había apartado de Él, así como  para destruir a Jerusalén y  el templo de Salomón  que ya lo tenían como un ídolo.

Es  muy  posible  que  los sacerdotes y pueblo de Israel, llegaran a pensar que al tener el templo, tenían asegurado a Dios en medio de ellos. Lo  principal allí no era el templo o el edificio en sí, sino la presencia de Dios en ese lugar, al estar el pueblo en comunión y obediencia a su palabra.  

(Algo parecido a lo que paso con los hijos del sacerdote Elí, cuando  llevaron con ellos el arca para combatir a los filisteos, pensando que con eso ganarían la batalla. en esa oportunidad, los filisteos no solamente los derrotaron,  sino que se llevaron el arca, porque Dios a causa de sus pecados ya no estaba a favor de  su pueblo,).

De manera que Nabucodonosor,  se dedicó a fortalecerse y a embellecer a Babilonia de tal manera que su fama se esparció por todas partes. Como lo  afirma el anterior pasaje bíblico al decir: “Y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra”.

De modo que  este relato,  es una figura tanto del imperio de esa época, como  la profética,  del tiempo del fin del dominio del hombre sobre este mundo. Donde su  futura  interpretación será: que al acercarse ese lapso  concedido por Dios a los gentiles, habrá un imperio, con las mismas características de ese árbol; es decir, de gran fama mundial, tanto en riqueza,  fortaleza, popularidad y dominio al estilo del imperio babilónico. 

 CARACTERÍSTICAS DE ESE FUTURO ÁRBOL O FUTURO IMPERIO. 
En  el 4:21 dice: cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo,  y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo.”
Las características de ese futuro imperio, según relata la palabra de Dios, resalta tanto el esplendor como su presunción al decir: “cuyo follaje era hermoso”, Luego destaca la abundancia de alimento y frutos, para todos seres  vivientes que se cobijaban  y protegían debajo de su sombra.                                          
Todos  los que acudían debajo de su sombra, tenían la ventaja de contar con los insumos necesarios para vivir. “Ya que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo,  y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo.”
Hay que acotar que las ramas y  las hojas son los pulmones de las plantas, y es  por allí  que “respiran”. Dando a entender que hay un interrelación entre el tronco y el follaje. Este tronco  se podría  tomar como un tipo del imperio, y  las ramas y  el follaje las naciones que sustentan a esa potencia; ya que ambas son necesarias para  que ambas   puedan  sustentarse.
 Dicho en otras palabras,  los pueblos que estarían de acuerdo, tanto con sus leyes como en la manera  de ordenar las cosas, y  sus  políticas estarían bajo su sombra,  para así  obtener protección, beneficios y favores; de no sujetarse, estaría bajo su acoso y amenazas.
De modo que solamente el que estuviera pegado a ese árbol tendría sus beneficios y favores. Como  el dominio que tiene el tronco del árbol  que proporciona la savia a las ramas y a las hojas.
Algo así  o una semejanza, al ejemplo que nos dejó Jesucristo de la necesidad de estar unidos  a Él como la vid. Aunque claro con un fin muy diferente, ya que estar adheridos  a Él no era, ni es, para esclavizarnos  sino para darnos libertad. Al decir en Juan 15:5: “Yo soy la vid,  vosotros los pámpanos;  el que permanece en mí, y yo en él,  éste lleva mucho fruto;  porque separados de mí nada podéis hacer.                                                                                                                                                
LA SENTENCIA DEL MENSAJERO DE DIOS PARA EL ÁRBOL.
Esta parte, corresponde a la sentencia de un enviado de Dios, (un ángel) que le revela al rey lo que acontecería en el futuro, tanto a él como a su imperio, tipificado por ese imponente  árbol.   Debido  a que esta profecía está relacionada con lo que acontecerá  en los últimos tiempos; ya está actualmente  en proceso de formación otra  Babilonia con características similares a la de ese tiempo. Cuya popularidad será  como lo describe la escritura en Daniel 4:20:… El árbol que usted vio crecía alto y se hacía fuerte y se elevaba hacia los cielos para que todo el mundo lo viera.

Al tener la  anterior profecía del árbol, una  doble aplicación, la sentencia del vigilante no se dirige ni al rey,  ni a su imperio, sino directamente al árbol. Es Daniel que luego le revela el significado  del sueño y la sentencia al monarca, que en poco tiempo sería inhabilitado y  separado del reinado. Esa separación solo sería  por un  período de tiempo.  Luego  por lo que relata el capítulo 5, vemos como poco tiempo después cae también el imperio babilónico.

Solo resta que esa sentencia se aplique a ese imperio mundial  que la palabra de Dios  en Apocalipsis 18:11 la presenta como una  Babilonia económica  con los  respectivos lamentos de los que  tenían relaciones comerciales con ese imperio, el cual estará  presente al finalizar el tiempo concedido por Dios a los gentiles.  

Cuya sentencia se encuentra en Dan 4:13 que dice: … he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así:  Derribad el árbol,  y cortad sus ramas,  quitadle el follaje,  y dispersad su fruto;  váyanse las bestias que están debajo de él,  y las aves de sus ramas.
La sentencia de derribar ese árbol o imperio, está dividido en varias etapas, ya que no contemplaba de eliminarlo por completo, sino solamente de inutilizarlo por el tiempo establecido por Dios. Al decir: “DERRIBAD EL ÁRBOL,  CORTAD SUS RAMAS, quitadle el follaje, DISPERSAD SU FRUTO  Y váyanse las bestias que están debajo de él,  y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra,  con atadura de hierro”.

Al agregar el ángel  esa última parte, es para  indicarnos  que el propósito de ese juicio para ese imperio, será por un tiempo determinado  y no su total destrucción. Con el fin de que se cumpla tanto el plan de Dios, como para abatir todo espíritu de orgullo y grandeza humana,  que no toma en cuenta  al que realmente  dirige a las naciones; ya que esa  actitud de vanagloria, está actualmente muy de moda.

Todo lo explicado  es para que se entienda,  que  solamente  Dios es el que permitió en el pasado,  como en el presente a las naciones crecer, hasta el punto de obtener fama mundial.

De  modo que  al decir que ese árbol: “llegara hasta el cielo,  y que se veía desde todos los confines de la tierra”, tiene que entenderse, y estar muy claro que esa fama y prosperidad,  ni en el pasado, como tampoco en el futuro,  fue y será  fruto de la obra y poder del hombre;  sino del  Altísimo que tiene el dominio en el reino de los hombres,  y lo da a quien él quiere.”

LA ADVERTENCIA DE DANIEL A NABUCODONOSOR.
Por lo que concierne al rey, Daniel le advirtió  lo que le acontecería al interpretarle el sueño diciéndole en el  4:25: Te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío de los cielos serás bañado; y pasarán siete tiempos sobre ti, hasta que reconozcas que ’El Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien Él quiere. 27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y borra tus iniquidades mostrando misericordias para con los oprimidos por si tal vez pueda haber una prolongación de tu tranquilidad.

 Posiblemente, debido al consejo recibido en ese momento hizo caso, en redimir sus pecados y hacer misericordia a los oprimidos.  Pero  al transcurrir  el tiempo y  ver que nada pasaba, olvidó el consejo, como  la advertencia que le dieron;  y se atribuyó el mérito de haber llegado a ser tan poderoso.

Fue así que al cabo de doce meses de haber recibido esa revelación,  y el consejo del siervo de Dios, que  él se encontraba  paseando en el palacio real de Babilonia, y al  no haber entendido  su posición de humano en esta vida,  ni quien tiene el dominio real de este mundo; el rey dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para la casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?

 No, rey,  no fue tu fuerza y poder que edificó ese gran imperio, fue Dios que permitió que todo eso y  llegara a ser grande.  Aún  estaba la palabra en la boca del rey,  cuando vino una voz del cielo que dijo: “A ti se te dice,  rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes,  hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres,  y lo da a quien él quiere. ” De esta manera le aconteció, todo lo que Daniel le había revelado anteriormente  que le sucedería.

Lo mismo acontecerá en el futuro, con todos los que piensan que el destino de las naciones está en sus habilidades, fuerzas  y poder.  Sin  tomar en cuenta al Altísimo Dios, que rige y dirige los destinos de las naciones, para el cumplimiento de todos sus planes revelados en los escritos de la Biblia.
  
De manera que el imperio que se levantará en el futuro cercano,  tendrá el mismo  espíritu de grandeza de Nabucodonosor,  al no reconocer que es Dios quien domina todo, y humilla  a los que andan con soberbia. Seguramente el Rey o gobernante de ese futuro imperio,  pensará con orgullo en su grandeza y se  expresará de una manera parecida a la de Nabucodonosor.

 ¿Acaso no hay hoy día, naciones que se ufanan de su grandeza como si eso fuera obra de sus manos?  En lugar de reconocer que hay un ser supremo que rige las naciones del mundo,  y que todo se ajusta al plan que  Dios tiene para este planeta.

Como la sentencia para ese árbol,  se divide en varias etapas, estudiaremos  cada una de ellas por separado, con el fin de poder entender de manera más amplia, el propósito de la profecía,  para el  tiempo final del gobierno humano.

Para los actuales gobernantes  que se ufanan de tener poder, deberían  entender que el mismo consejo  profético enviado para Nabucodonosor es también para ellos al decir:  27 Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y borra tus iniquidades mostrando misericordias para con los oprimidos, por si tal vez pueda haber una prolongación de tu tranquilidad.  

DERRIBAD  EL ÁRBOL  Y CORTAD  SUS RAMAS.
 Viendo proféticamente, el proceso del derribo de ese árbol simbólico de un imperio, primero constaba,  EN CORTAR SUS RAMAS, pudiendo esto interpretarse, como amputar del tronco todo el dominio que tiene este sobre las ramas. Esas ramas podrían representar, pueblos y naciones que  estén ligados u obligados a tener una dependencia de “la savia del tronco” que ofrece ese imperio. Que se irían apartando paulatinamente de esa dependencia y sumisión, que tenían anteriormente.

Segundo, SE LE QUITARÍA EL FOLLAJE , Ya que existe un vínculo entre el tronco, las ramas y el follaje, que es el único  medio para que el árbol pueda subsistir, debido a que las hojas, retribuyen al tronco  con los frutos, (pudiendo esto tipificar los recursos de la nación esclava) ya  que ningún imperio regala o beneficia a otras naciones.

En efecto la tercera sentencia es DISPERSAD SU FRUTO,  es sabido que  el propósito de cada imperio es solamente uno, el de dominar y enriquecerse,  como de auto sustentarse de los que están bajo su dominio. De modo que en el futuro le serán cortadas  esas ramas, que están bajo la dependencia del tronco;  por algún medio que Dios determine, impidiéndole así la posibilidad de ejercer dominio sobre las  otras  naciones.

QUITADLE EL FOLLAJE.
Es propicio aclarar que en la versión  Reina Valera, Podría parecer ilógico, que primero diga de cortar las ramas del árbol,  y luego agregue quitadle el follaje;  ya que al cortar las ramas las hojas  se secan y caen  automáticamente.

Pero la  Nueva Traducción Viviente de la Biblia, nos aclara mejor ese proceso dando a entender que la orden del mensajero es para que se  ejecute todo en un  solo momento, y no como  una secuencia de cosas al decir: en  el 4:14 El mensajero gritó: ‘¡Talen el árbol y córtenle las ramas! ¡Sacúdanle las hojas y desparramen su fruta! Espanten los animales salvajes que están bajo su sombra y las aves que están en sus ramas.

Esto claramente nos da a entender que no se trata solamente de una  sentencia para rey Nabucodonosor, ni  de un simple árbol,  sino de una  doble aplicación de lo que representa proféticamente para el futuro; al terminar  el tiempo que  Dios les ha  concedido a los gentiles. Y  no solamente  a ese imperio comercial, sino también al religioso. Así está previsto para esas dos Babilonias (cuyo significado es confusión) tanto para la religiosa, como para  la  comercial que se menciona Apocalipsis 18.

Es notorio que actualmente existen dos  imperios el religioso, y el político económico con gobernantes al estilo del rey Nabucodonosor, los cuales no escatiman esfuerzo alguno, para difundir que son los seres más poderosos de este mundo.

Es bueno aclarar que estos dos  imperios, el religioso y el económico, no es que surgirán en el futuro  ya  que “existen actualmente”,  ni que su caída será para un futuro muy lejano. De modo que por el momento solamente se disertará sobre el político económico.   

 Ese imperio como se dijo está actualmente activo, ya que son varias las naciones que se atribuyen  ser las más poderosas de este mundo. Sin embargo solamente Dios es el que sabe el destino y desarrollo  de cada una de ellas, como la que se gloriará de su fuerza y poder en el futuro. Ya  que no es el sentir de este estudio condicionar  la mente de los  lectores, en  nombrar alguna de ellas.

Seguramente muy pronto alguien pondrá  en alto la grandeza de esa nación, donde muchas más pequeñas tienen que estar sujetas a ese poderío, para que puedan vivir tranquilas, y recibir  “la savia” necesaria para subsistir. Toda nación tanto  grande  como pequeña, deberían reconocer a Dios como él que levanta y abate los reinos, y obedecer a sus mandatos.

Como se puede ver si se le aplica a ese imperio la función de las hojas, que en el árbol es de producir los frutos,  al quitársele las ramas y el follaje ya no le será posible continuar con lo que podía producir, hasta el momento que el árbol fuera abatido. Es  decir esa producción de bienes y  alimentos, que intercambiaba entre las naciones, antes de  ser cortado, ya no  podrá continuar haciéndolo; el 4:21 lo ratifica claramente al decir:cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo,  y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo.”

Este corte o recesión que sufrirá ese imperio, se podría relacionar con ese tercer jinete, del capítulo 6 de Apocalipsis, que es símbolo del hambre que vendrá en este mundo. Ya que ese productor de alimentos no estará en capacidad de hacerlo. Todo  lo expuesto, nos indica que se avecinan  tiempos difíciles para este mundo.  

DISPERSAD SU FRUTO.  Cuando algo acontece, sea por fenómenos naturales, catástrofes, guerras, o pestilencias, las consecuencias son: imposibilidad de producir alimentos, con sus consecuencias de pobreza y hambre,  donde todos sufren  debido a la escasez. Esta se refleja tanto en el hombre  como en los animales. Esta es la razón  por la cual el mensajero dice: “váyanse las bestias que están debajo de él,  y las aves de sus ramas”.

Ya que al ser derribado, no había razón alguna para los animales estar cobijados en ese árbol,  desde  ese momento  ya no sería útil el estar allí; al dejar de ser productivo, ni  poder ofrecer su sombra. De la misma manera acontecería  con el imperio babilónico,  que al estar en la cúspide del poder en el tiempo de su prosperidad, es abatido completamente por la voluntad de Dios. Como  ya leímos en Jeremías 51 que dice: ¡Yo, el SEÑOR, he hablado! ¡Escuchen! Oigan el llanto de Babilonia, el sonido de la gran destrucción que surge de la tierra de los babilonios. Pues el SEÑOR destruye a Babilonia; silenciará su vozarrón.

Así lo describe en Dan 4:12 que:Su follaje era hermoso y su fruto abundante,  y había en él alimento para todos.  Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo,  y en sus ramas hacían morada las aves del cielo,  y se mantenía de él toda carne.

Aunque esa situación pueda causar trastornos a la humanidad entera, sólo será por poco tiempo. Ya que después  le siguen tiempos más saludables para todas las naciones, porque  Jesucristo con sus escogidos,  establecerán un reino eterno, y  ningún otro imperio podrá en adelante volverse a levantar; debido a que concluyó  el tiempo concedido por Dios a Satanás por medio de los pueblos  gentiles, para que gobiernen  este mundo.

Desde ese momento todo cambiará, así lo dice en Daniel 2:44:  Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo;  desmenuzará y consumirá a todos estos reinos,  pero él permanecerá para siempre.” Siendo este un reino que será  igual para todos es decir para grandes y pequeños sin favoritismos. 

Este nuevo reino,  será de paz y justicia, allí no habrá ninguna nación que se enseñoreará de otra para esclavizarla. Ni quien obligará a otras con amenaza de guerra por ser más poderosa; sino que cada uno disfrutará del fruto de su trabajo como lo relata en Isaías  65:22 al decir: No edificarán para que otro habite,  ni plantarán para que otro coma;  porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo,  y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.

En el pasaje que veremos a continuación, es donde un  vigilante y santo  sentencia proféticamente el corte de ese árbol. Luego  el profeta Daniel es el que le da al rey una explicación del sueño que tuvo. Este versículo se podría dividir en cuatro partes, de las cuales dos de sus sentencias; se refieren directamente al imperio babilónico, y a  un futuro imperio haciendo referencia al árbol;  mientras las otras dos, conciernen directamente a lo que le acontecería al rey.              
Dan 4:23 Y en cuanto a lo que vio el rey,  un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: 1)Cortad el árbol y destruidlo;                                        2) más la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra.
3) Con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo;  y sea mojado con el rocío del cielo,  y con las bestias del campo sea su parte.   4) Hasta que pasen sobre él siete tiempos   
                            
 UNA EXPLICACIÓN MÁS DETALLADA  DE  LA REVELACIÓN.
La primera parte del pasaje, se refiere a ese árbol como ya se dijo, siendo un tipo tanto del imperio babilónico del tiempo de Nabucodonosor, como de ese otro que estará presente en estos últimos tiempos. Donde se le cortaría toda su capacidad de dominio y productividad al decir: Cortad el árbol y destruidlo. En otras palabras rendirlo inútil para ostentar el dominio.

La segunda parte, es donde el vigilante da a entender que la destrucción del árbol no sería total, solamente sería inutilizado al decir: la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra.”  Quedarían  únicamente sus raíces y tronco  para subsistir, como recuerdo de la gloria que tuvo en otro tiempo.

La tercera parte, claramente se refiere a lo que le acontecería al rey como persona, con todos los detalles, inclusive de su restauración.  Después de  él reconocer,  que es Dios quien domina todo; y le acontece todo como  lo decretó el ángel.

La cuarta y última parte, establece el tiempo que pasaría el rey sin tener el dominio  de su imperio al decir: “HASTA QUE PASEN SOBRE ÉL SIETE TIEMPOS.” (siete años) Luego en el 4:26 al hablar de su restauración dice: “Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol,  significa que tu reino te quedará firme,  luego que reconozcas que el cielo gobierna.

La sentencia para el árbol.
Lo primero a considerar, es esa sentencia del vigilante al decir: Cortad el árbol y destruidlo. Aunque ese juicio está dirigido contra  el imperio y el rey, no se puede pasar por alto que la  profecía  tiene doble significado  o alcance. Ya que sería difícil o imposible  poder conciliar lo que expresa el verso 4:21, si se refiriera únicamente al rey, al decir: “cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo,  y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo.” Ya que esas palabras no pueden referirse al rey como tal sino a su imperio; que no cayó en ese momento sino  después de que el rey fuera restaurado; reinando Baltasar posiblemente su nieto.

Está claro, que no todo lo expresado por el vigilante, se relaciona directamente con el rey,  dando lugar a pensar que se refiere también a su gran imperio. Donde  muchos  pueblos, y animales vivían  bajo ese régimen, con abundante alimento para todos. Teniendo también en cuenta, que el imperio a su vez se  beneficiaba de los pueblos que estaban bajo su dominio.  

De modo que la predicción para ese árbol, es aplicable,  tanto al imperio de esa época como  al mismo  rey;  y proféticamente, a un imperio similar que estará presente en el futuro al final del tiempo concedido por Dios a los pueblos gentiles.  Cuyo imperio tendrá también un corte similar al de ese árbol, donde de alguna manera sería podado e inutilizado, hasta dejarlo sin poder alguno.

Sin embargo como ya se dijo, será derribado  de tal manera  que no podrá ejercer más el poder que haya podido acumular; sea este en el campo político-militar, como  en el económico y productivo de su tiempo. Será  una recesión total,  nunca registrada  en el tiempo de su existencia, y  solamente por la  misericordia de Dios, no será destruido totalmente como lo afirma el vigilante al decir: “más la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra.”   

La enseñanza que nos puede dar a conocer esa frase es: que su total destrucción no está contemplada en esa profecía, sino un doloroso  y humillante corte, una lección donde tendrá tiempo suficiente para  recapacitar, reaccionar y entender, que hay uno sólo que rige  los destinos de este mundo.  Y se le quite tanto al gobernante como a sus ministros todas las pretensiones de  grandeza y dominio.

En ese tiempo ya no habrá posibilidad de que se  levante  nación  alguna con la aspiración de dominio. Ya que estará reinando  el Rey de reyes, y  las leyes de paz y justicia serán emanadas desde la sede de ese gobierno que ya  no tendrá fin.

La sentencia perteneciente a rey.
La tercera parte es la que realmente concierne a la suerte del rey Nabucodonosor,  ya que lo que dijo el vigilante se cumplió en el rey al decir: “con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo,  y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos.

Cuando Daniel le  explica al rey el sueño le advirtió que redimiera sus pecados y desde
ese  momento de la advertencia, habían pasado doce meses sin que nada aconteciera, y seguramente todo lo que Daniel le había explicado tal vez no lo tomó muy en cuenta llegando  a pensar que todo  eso era un  simple sueño,  pero al no hacer caso de la revelación, ni del consejo que le dio el profeta.                                                                                                                                                                                                   
Como lo revela la misma palabra,  estando en su palacio él mismo  rey pronunció su sentencia, al no reconocer al que tiene el dominio de todas las cosas, sean de este mundo como del universo al decir:  Al cabo de doce meses,  paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo:  ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder,  y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey,  cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti.”

En  todo ese tiempo no había aprendido la lección,  ni por todas las revelaciones que Dios le dio, ni por las maravillas, (del milagroso rescate de los tres hebreos) pudo hacer caso al consejo que recibió. Como  a muchos hoy día que se les  habla  del amor de  Dios y de Jesús, como el Salvador de sus almas  y no le prestan atención alguna.

Pero todo lo que está escrito en la  Biblia que es la  palabra de Dios, tiene su tiempo y le llega el momento de su cumplimiento. El mismo  Jesús  en  tres  de  los  cuatro evangelios claramente lo afirma al decir: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

En este caso del rey, todo se cumplió conforme a lo que le fue explicado por Daniel, doce meses antes al decirle en el 4:32: “y de entre los hombres te arrojarán,  y con las bestias del campo será tu habitación,  y como a los bueyes te apacentarán;  y siete tiempos pasarán sobre ti,  hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres,  y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor,  y fue echado de entre los hombres;  y comía hierba como los bueyes,  y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo,  hasta que su pelo creció como plumas de águila,  y sus uñas como las de las aves. Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo,  y mi razón me fue devuelta;  y bendije al Altísimo,  y alabé y glorifiqué al que vive para siempre,  cuyo dominio es sempiterno,  y su reino por todas las edades.”

Con esto termina este relato profético el cual abarca, tanto ese tiempo del gran imperio babilónico,  al mando del rey  Nabucodonosor, como  su castigo, y la caída de ese imperio.

Las historias se repiten en el tiempo.
 Como las cosas se repiten, proféticamente en el futuro surgirá un gran imperio, con un gobernante que también desestimará a Dios actuando como Nabucodonosor. El cual  se atribuirá el poder y dominio, no dando  la gloria a Dios, que permitió su crecimiento. Este  pondrá  en alto tanto su imperio como su ego; no reconociendo al único  que tiene el dominio eterno de todas las cosas,  tanto en el cielo como en este mundo.   

Muy pronto, tanto ese futuro imperio como su gobernante serán cortados, para dar paso a un ser despreciable (el anticristo) que estará al mando de una coalición de diez reyes, los cuales tomarán  por un breve período, el control de este mundo, por esos siete años. (Siete tiempos) Luego aparecerá Jesucristo en persona con sus santos,  para establecer ese prometido “reino de Dios”.  Como también se presentara  a su pueblo de Israel, que lo rechazó  en su primera venida a este mundo.

Este reinado iniciará con  un período de mil años,  donde regirá la  paz y la justicia, cuyo gobierno como se dijo tendrá su sede en Jerusalén. Al finalizar este milenio, iniciará otro que no tendrá fin como lo profetizó  Daniel en el 2:44 diciendo:  Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido,  ni será el reino dejado a otro pueblo;  desmenuzará y consumirá a todos estos reinos,  pero él permanecerá para siempre.” Amen
Aggeo Palumbi,  junio de 2017-  revisado abril 2020