lunes, 19 de marzo de 2018

EL QUINTO SELLO DE APOCALIPSIS 6:9

                                          El quinto sello de Apocalipsis. 6:9-11                                                          
Interpretar adecuadamente el quinto sello de este capítulo 6, nos facilitará tener un amplio conocimiento, acerca de algunos otros pasajes de este libro, que han sido y son difíciles de poderlos entender plenamente. Algunos de esos temas siempre han sido una incógnita para los estudiantes de este libro, tales como:
·        ¿Quiénes son los de este grupo de almas, que están debajo del altar?
·        ¿Quiénes son los consiervos y hermanos que se mencionan en ese sello?
·        ¿Quiénes son los “invitados a la cena de la fiesta de las bodas del Cordero”?
·        ¿Quiénes son los que resucitarán en la primera resurrección?
Todas estas, como otras preguntas se responden con la correcta interpretación de este quinto sello.

Cuando el Señor se le apareció a Daniel,  en la visión, del capítulo 10 de su libro, relata que en el cielo hubo una oposición de 21 días para poderle revelar las cosas que acontecerían en el porvenir, referente al pueblo de Israel. Luego en el capítulo 12:4 concluye diciéndole: “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el rollo hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada.

Se pudiera pensar que esa última frase, podría referirse al aumento científico que ha habido, y el progreso  obtenido por la ciencia hasta este  siglo XXI. Pero ¿por qué no pensar que hacía referencia al conocimiento de los planes de Dios? Ya  que por no ser la profecía para el tiempo de Daniel, el Señor le dijo que los sellara. Y debido a que ahora estamos en ese “tiempo del fin”ha  llegado el momento de abrir los sellos, y es el mismo Cordero que los abre, y así está dando a entender su palabra.

Para concluir esta breve introducción, se dirá que el tema central de este estudio es resaltar, que nuestro grande y Eterno Dios, tiene tres pueblos que ha amado de tal manera que dio Su vida para pagar la deuda de nuestros pecados. Estos son: Israel, los hermanos ismaelitas hijos de Abraham  y la Iglesia.

¿Qué es lo que nos enseña el quinto sello?
En Apocalipsis 6:9 nos dice: Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido asesinados por causa de la palabra de Dios y por causa del testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Soberano Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? Y a cada uno le fue dada una túnica blanca, y les fue dicho que descansaran aún un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos, el de sus hermanos que debían ser asesinados también como ellos”. El contenido de este quinto sello resulta algo difícil de poderlo entender cabalmente, razón por la cual, para interpretarlo adecuadamente hay que formularse varias preguntas tales como:

1.        ¿En qué tiempo acontece ese clamor?
2.                ¿Quiénes son los que claman venganza al Señor?
3.                ¿Cuál era la petición de ellos?
4.                ¿Por qué no se les había hecho justicia hasta ese momento?
5.                ¿Cuál es el significado de esa túnica blanca?
6.                ¿Por qué tenían que descansar todavía un poco de tiempo.
7.                ¿Quiénes son los consiervos y hermanos que serían ser asesinados
8.                ¿Quiénes son los siervos de Dios?

Con la ayuda de Dios, se tratará de contestar cada una de  estas preguntas, algunas con la misma palabra de Dios, y otras con una lógica razonada, ya que para ciertas cosas no tenemos una revelación abierta de parte de la Biblia. Es posible que luego de leer este escrito, para algunos la enseñanza haya sido satisfactoria; mientras para otros no lo será, aunque estos últimos, muchas veces no presentan argumentos que aporten algo para dar más claridad al tema. Teniendo siempre presente, que el Espíritu revela las cosas del futuro como a Él le place, y siempre que se tenga una disposición y deseo de aprender.
1.- En qué tiempo acontece ese clamor.
El clamor a que se refiere esta parte es la del verso 6:10 que dice: “Y clamaban a gran voz,  diciendo: ¿Hasta cuándo,  Señor,  santo y verdadero,  no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” 
El relato en cuestión se desarrolla, durante los acontecimientos del día de venganza del Señor, es decir en el período de la gran tribulación; después que la iglesia haya sido arrebatada.

Esto se puede deducir del  verso 4:1 de Apocalipsis, donde al encontrarse el Apóstol Juan en la isla de Patmos, después de haber recibido una visión en esa isla, como la orden de escribir a las siete iglesias, recibe el llamado de subir al cielo; oyendo una voz como de trompeta que le dijo "sube acá."

Este llamado no es otra cosa, que un sinónimo del arrebatamiento de la iglesia. Teniendo en cuenta que de no ser así, Dios hubiera muy bien podido darle a Juan toda la revelación del libro estando tanto  en el cuerpo, como en espíritu en esa isla. De la misma manera como estando allí, ya le había dado una visión, que se encuentra desde el 1:12 hasta el 16.

 Con esto Dios quiso establecer que la revelación de Apocalipsis a Juan se dividiría  en tres partes, como lo explica en el verso 1:19 donde le ordena esas tres fases al decirle: “Escribe las cosas que has visto,  y las que son,  y las que han de ser después de estas”.

Las que has visto: corresponden a esa visión que Dios le dio A Juan que abarca  desde el 1:12 al 16, que  al ver al Señor en su gloria cae como muerto a sus pies.   
Las que son: Corresponden tanto a la situación de las siete iglesias de ese tiempo de Juan, (que abarca desde el  2:1 al 3:21) que al mismo tiempo, servirían como una enseñanza para las iglesias actuales,  para no caer en los mismos errores, hasta el regreso del Señor para  ser arrebatada.

Las que han de ser después de estas: Aquí surge la pregunta: ¿después de que?, de las cosas que se le mostrarían al subir en espíritu al cielo, ya que su cuerpo permanecería en la isla de Patmos, hasta terminar la misión que se le había encomendado, de escribir todo lo que se le iba a mostrar. Abarcando  desde esa subida al cielo tipo del arrebatamiento, hasta todos los hechos después del período intermediario del milenio.

Es importante como ya se dijo, tener presente que Dios hubiera podido seguir revelándole a Juan todo el libro de Apocalipsis en esa isla. Pero en el 4:1 le ordena  "sube acá”, como para establecer una diferencia con ese traslado, sinónimo del arrebatamiento. Con el fin de separar las cosas que acontecerían después de ese glorioso evento de la iglesia; donde ya la esposa  estaría resguardada.

De manera que desde ese momento en que Juan sube al cielo, todo el escrito que sigue no es para  la iglesia, debido a que  ella se encuentra en el cielo. De modo que todo corresponde a las cosas que vendrán después del arrebatamiento, o sea lo que corresponde a la gran tribulación hasta el capítulo 19,  donde aparece de nuevo la iglesia, como la  esposa en las bodas del cordero. Toda la anterior aclaratoria es para poder entender, en qué tiempo acontece ese clamor de Apo 6:10.

Regresando al primer punto.                                                                                          Resumiendo, ese clamor acontecerá durante el período de los días de angustia para este mundo. El motivo de ese clamor, es probable que sea para diferenciar el grupo de la iglesia que ya había sido  glorificado y resucitado; de otro grupo igualmente de redimidos, que no estaba todavía completo. Estos tenían que esperar para que se completara ese número determinado por Dios. Destacando  a su vez, que pertenecen a otro, que no es de la iglesia.

Por  la respuesta que se les da, se puede apreciar que  ellos  tenían que esperar un tiempo más, hasta que se completara con otros mártires, que morirían por la misma causa y fe de ellos; para luego resucitar todos juntos en la primera resurrección. 

Como se puede observar en la secuencia de ese capítulo 6, ya se habían abierto anteriormente cuatro sellos. Esto nos pudiera dar a entender que no acontece al inicio de la tribulación, sino entre el final de los 1260 días y el inicio de la segunda parte.  Al abrir ahora este quinto sello, es  donde Juan ve que había un grupo de ALMAS, “que habían sido asesinados por causa de la palabra de Dios y por causa del testimonio que tenían.

Es posible como ya se dijo, que para ese momento, todavía no hubiera iniciado el segundo período, donde la bestia o anticristo, comenzaría a obligar  bajo amenaza de muerte a los que no lo adoren, ni acepten ser sellados. Puesto que los primeros tres años y medio serán de una aparente paz, para que el anticristo pueda  confundir  tanto a Israel, como  al mundo entero. 

 Para ese específico momento, es de suponer que así como Dios en anteriores oportunidades libró a Noé del juicio del diluvio, y a Lot de la destrucción  de Sodoma, habrá librado con el arrebatamiento, a los creyentes para que no pasen por ese período de venganza, de la tribulación. Como lo asegura  en 1Ts 1:10 que dice: “y esperar de los cielos a su Hijo,  al cual resucitó de los muertos,  a Jesús,  quien nos libra de la ira venidera.” De manera que en ese  tiempo, de la apertura del  quinto sello,  ya  los creyentes  estarán en el cielo revestidos de ese cuerpo de gloria. 

Amen, así sea.  Y que eso  nos de amor hacia nuestros familiares a amigos para que tampoco ellos pasen por ese tiempo de angustia.
2.- Quiénes son los que claman venganza al Señor.  
Sea por el clamor, como por la respuesta que reciben en ese momento, se  puede deducir que ese grupo continuaba desvestido del cuerpo de resurrección; por las razones que se exponen a continuación.
Pero ante todo, se quiere aclarar con el fin de no crear confusión lo siguiente: quienes son los de este grupo que según dice en Apo 6:9  Cuando abrió el quinto sello,  vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.”
Cuando la palabra de Dios nos habla de mártires, hay que diferenciar entre los que pertenecen al cristianismo, que dieron sus vidas por su fe en Jesucristo, sea cual fuera el momento. Comenzando con Esteban como el primer mártir del cristianismo, y muchos otros israelitas que pudieron morir por la causa de Cristo, como los mártires, los de las catacumbas de Roma, el coliseo romano, las inquisiciones del clero, la inquisición  española. Como los que son perseguidos y muertos en la actualidad en algunas naciones. De modo que: todos los que murieron por esa causa como los que morirán en el futuro por amor a Jesús, hasta el momento del arrebatamiento, llegarán a pertenecer a la esposa del Cordero, sean  gentiles como israelitas.

Diferenciándose de los que no conocieron a Jesús, sea por pertenecer a épocas anteriores a Jesucristo, que fueron muertos por su fe en la palabra y en  el sacrificio del cordero de Dios; que vendría como sustituto por sus pecados,  y por el testimonio que tenían en las diferentes épocas.

Como por ejemplo antes que viniera Jesucristo, en el tiempo de Antíoco Epifanes, por los años 170 a. de Cristo. Donde muchos judíos murieron por su fe bajo su mando; estos  nunca conocieron a Cristo el Emanuel. (Dios con nosotros) Como  también durante el nazismo donde fueron casi exterminados etc. Entre ellos se encontraban también gentiles prosélitos judaizantes que se unieron a la fe de  Israel.

Regresando a los creyentes en Jesucristo, que murieron en diferentes épocas, como  los que son perseguidos y muertos en la actualidad en algunas naciones, todos ellos resucitarán físicamente con la venida de Cristo en el arrebatamiento. (Aunque sabemos que para Dios ya hemos resucitado según lo afirma en Efe 2:6) esos mártires del cristianismo no pertenecen a ese grupo de almas que están debajo del altar; sino a la iglesia. 
 El hecho que se menciones que están debajo del altar, eso podría ser sinónimo del sitio donde se sacrificaba el cordero. Como señalando que murieron estando amparado por la fe en ese futuro sacrificio que se efectuaba sobre el altar; donde  el sumo sacerdote sacrificaba cada año por el pueblo. Siendo esa fe en el cordero el único medio de salvación, y  para que fueran revestidos de esa túnica blanca como dice en Apo 6:11 “Y se les dieron vestiduras blancas,  y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo,  hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos,  que también habían de ser muertos como ellos!

De manera que la palabra lo menciona, con el fin de trasmitirnos, que esa túnica blanca no se les concedió por su fidelidad y testimonio, o por dar sus vidas. Sino por estar cubierto por ese altar símbolo del sacrificio del cordero, iniciando con ese sacrificio que hizo Abel, mirando hacia el futuro que lo justificó. Descartando así toda  otra  ideas, o pensar que la  salvación de ellos era  por pertenecer a la nación de Israel.

Igualmente  como hoy día, pueda ser para los cristianos, la madera de la cruz un símbolo de fe en Aquel que murió en ella; y se pudiera decir que los creyentes estamos debajo de  esa madera de la cruz donde se efectuó el sacrificio de Jesús. 
  
Resumiendo, la palabra  nos  da a entender que son israelitas.
 Primero, porque ellos forman parte de un grupo mucho más grande de mártires, que dieron sus vidas por guardar la palabra de Dios y el testimonio. En cuyo plan macro Dios dispuso un determinado número; que para ese momento aún no se había completado;  siendo ellos solamente una parte de ese conjunto.

Segundo, para que se completara ese número, ellos tenían que esperar los que tenían que morir como ellos, en el último intento satánico de engañar a la humanidad durante ese período de la gran tribulación al exigir  exigiendo adoración.

Por último, como lo explica en Apocalipsis 20:4 tanto los que están debajo del altar como este otro grupo (de consiervos y hermanos) que morirían por la misma causa durante la tribulación, conformarán ese conjunto de almas, que resucitarán en la primera resurrección y reinarán con Cristo durante el milenio. Esos mártires  posiblemente son los que nos revela la palabra en  Hebreos 11:36 al 40 que dice:

Y otros sufrieron la prueba de escarnios públicos y azotes, además de cadenas y cárcel; fueron apedreados, tentados, aserrados, murieron pasados a cuchillo; anduvieron errantes vestidos con pieles de ovejas, con pieles de cabras, indigentes, afligidos, maltratados; ¡el mundo no era digno de ellos!, deambulando por desiertos y montes, en las cuevas y cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron la promesa; habiendo Dios provisto para nosotros alguna cosa mejor, para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros. (Aquí esa palabra  “nosotros” se refiere al pueblo hebreo a los cuales está dirigida la carta). 
3.-¿Cuál era la petición de ellos.
La petición que le hacen al Señor, podría parecer como un reclamo,  pero no es así, hay que entenderlo como un ruego, donde resalta la paciencia y la longanimidad del Señor. En el 6:10 de la versión  NTV dice: Ellos clamaban al Señor y decían: «Oh, Soberano Señor, santo y verdadero, ¿cuánto tiempo hasta que juzgues a la gente de este mundo y tomes venganza de nuestra sangre por lo que nos han hecho. Pedían un justo juicio hacia los que sin temor truncaron su  derecho a la vida que Dios les había concedido en la tierra.
4.- ¿Por qué no se les había hecho justicia hasta ese momento?
Es lógico que la Palabra no nos dé todos los detalles que Dios tiene en su mente, como su voluntad y sus planes. Sin embargo se puede entender claramente que ese grupo tenía que alcanzar ese determinado número que Dios dispuso en su sola potestad.  Como leímos en Hebreos 11:40: para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.” Esa era la causa por la cual todavía no se les había hecho justicia.

De manera que Dios dispuso que todos ellos fueran glorificados y resucitados al mismo tiempo. Esto debería servir, para los que no creen en la gran tribulación, donde Dios tiene previsto todo hasta sus mínimos detalles; con  la muerte de muchos otros  en el futuro próximo por el anticristo, para que todos ellos reinen con Cristo por su amor, fe y constancia.  

 Luego de lo cual, todos ellos en conjunto volverían a la vida al mismo tiempo con cuerpos de gloria terrenal, como la Palabra enseña. Donde  en (1Cor.15:40)  revela la existencia de dos tipos de cuerpos diferenciando  los celestiales de lo terrenales.  Aunque ambos reinarán con el Mesías,  administrando con justicia durante el milenio y para siempre. El Señor y Rey de reyes en ese tiempo repartirá a cada uno  de ellos tanto los  ministerios, como el  reinado y el sacerdocio, que ocuparán, según Él disponga para ese período de paz.  

Un paréntesis y aclaratoria sobre el tema de reyes y sacerdotes.
Es propicio aclarar en este momento, lo que algunos creyentes piensan referente a  los cargos de “Reyes y sacerdotes”, diciendo que esos ministerios  son para nosotros los creyentes. Eso no es lo que la palabra de Dios enseña, ni es no es la correcta interpretación de ese pasaje. Primeramente porque el sacerdocio le fue asignado a la tribu de Leví. Desde el inicio de su ministerio, Dios instruyó a Moisés diciéndole en Éxo 40:13 “Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas,  y lo ungirás,  y lo consagrarás,  para que sea mi sacerdote. Después harás que se acerquen sus hijos,  y les vestirás las túnicas; y los ungirás,  como ungiste a su padre,  y serán mis sacerdotes,  y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo,  por sus generaciones.”  luego en Éxodo 19:6 Dios le dice: "Y vosotros me seréis  un reino de  Sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás los hijos de Israel."

Debido a lo que enseña ese escrito; no hay razón alguna para que Dios lo haya cambiado para el futuro reino, ya que Él no se equivoca en lo que dice y hace.

Referente al reinado terrenal, este le fue prometido a David y a su descendencia para siempre; según se lee en 2 Sam 7:16 diciéndole: “Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro,  y tu trono será estable eternamente. Conforme a todas estas palabras,  y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová,  ¿quién soy yo,  y qué es mi casa,  para que tú me hayas traído hasta aquí? Y aun te ha parecido poco esto,  Señor Jehová,  pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir.  ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová?”.

 Realmente no creo que Dios cambie de parecer, con lo que le prometió a David, ni encuentro apoyo bíblico para pensar que eso pueda variar, y que le  quite el cetro a la tribu de Judá, como también  lo profetizó Jacob antes de morir diciendo  en  Gén 49:10: No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, hasta que llegue Siloh, Y sea suya la obediencia de los pueblos.
Referente a nosotros, que somos de la fe en Jesucristo, al leer detenidamente en el capítulo 17 de Juan, nos daremos cuenta que los que creemos en Jesucristo, pasamos a ser una sola cosa con el Padre y con el Hijo. En Juan 17:21 lo afirma diciendo:para que todos sean uno;  como tú,  oh Padre,  en mí,  y yo en ti,  que también ellos sean uno en nosotros;  para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste,  yo les he dado,  para que sean uno,  así como nosotros somos uno. De modo que la Palabra nos enseña que la esposa es una  sola cosa con Dios.

Al ser una sola cosa con Cristo, se entiende que lo somos también  del  Rey de reyes, y del Sacerdote eterno. Esto nos coloca jerárquicamente, sobre  los reyes y sacerdotes. Como también lo afirma su palabra  para la Iglesia con  una promesa de  un sacerdocio real.

 En  efecto en 1 Pedro 2: 9 dice: “Mas vosotros sois linaje escogido,  real sacerdocio,  nación santa,  pueblo adquirido por Dios,  para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Este pasaje si es para la iglesia, y es en  este período que tenemos el oficio del sacerdocio real, para enseñar y proclamar la salvación por medio del sacrificio perfecto de Jesucristo. Esto es, mientras perdure el tiempo que Dios tiene establecido para los gentiles; de  anunciar y enseñar las virtudes de la gracia de Dios  que nos ha sido revelada, comenzando por nuestra casa, hasta todos los que nos rodean. 

Muy a menudo se oye de algunos creyentes decir: “Nosotros seremos reyes y sacerdotes de Dios”. Aferrándose  al versículo de Apo 5:10, que dice: “y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,  y reinaremos sobre la tierra.” Como ya vimos nada de eso es para los creyentes.

Esa promesa como esos oficios, son tanto para Israel, como para los que están debajo del altar, y para los que morirán durante la gran tribulación, los cuales resucitarán al regreso de Jesús a este mundo con su esposa, donde todo ojo le verá. Es  en ese tiempo que el Rey de reyes repartirá esos oficios, para reyes y sacerdotes, según está establecido con las promesas e instrucciones que fueron dadas desde tiempos antiguos.

En ese tiempo cuando Jesús regrese a este mundo con sus santos millares, al poner sus pies en el monte de los olivos de donde también se fue al cielo,  Él se presentará su pueblo, y derramará de su gracia y perdón sobre esa nación. Al reconocerle ellos como su Mesías, y entender el error que cometieron sus antepasados al entregarlo para que lo crucificaran  llorarán profusamente.

 Así lo presenta Zacarías en el 12:10 diciendo: “Y derramaré sobre la casa de David,  y sobre los moradores de Jerusalén,  espíritu de gracia y de oración;  y mirarán a mí,  a quien traspasaron,  y llorarán como se llora por hijo unigénito,  afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén,  como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.”

Cuando eso acontezca, que Dios derrame sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén espíritu de gracia y de oración, y el pueblo de Israel reconozca a Jesús, como su Mesías; se restablecerá el sacerdocio levítico, para enseñar a los pueblos durante el milenio, la sublime Historia de cómo Jesús dio su vida en la cruz para salvar a la humanidad.

Será en ese tiempo  cuando Israel le dirá a la humanidad: que al venir el Mesías al mundo la primera vez, al nacer el Emanuel, (Dios con nosotros) de una virgen llamada María, ellos actuaron en su contra al entregarlo para ser crucificado. Cumpliéndose así el escrito de Isaías  53:3, Que aunque lo leerían en el templo  muchas veces no llegaron a entender su significado, este dice: “Despreciado y desechado entre los hombres,  varón de dolores,  experimentado en quebranto;  y como que escondimos de él el rostro,  fue menospreciado, y no lo estimamos”.

Para ese tiempo nosotros como la esposa, ya estaremos unidos a nuestro Salvador, siendo parte de ese reinado, por ser una sola cosa con Él, el eterno y real sacerdote.

Seguramente algunos creyentes al leer esto se entristezcan y digan: ¿Y qué de  nosotros los creyentes, no reinaremos con Cristo? Pues hay que entender que nosotros somos una sola cosa con ÉL, todos los demás grupos reinarán con Cristo y con la esposa, que seremos la cabeza de todo,  ya que jerárquicamente ella es una sola cosa con el Rey.  De modo que  tampoco seremos reyes y sacerdotes, porque formamos parte de la esencia divina de ese amoroso Dios.

5.- Cuál es el significado de esa túnica blanca?
Hay quienes piensan, que esa vestidura o túnica blanca que se les dio a los que estaban debajo del altar es como un cuerpo provisional, hasta que llegue el momento del cuerpo definitivo de la resurrección; no sé de  dónde  pueda surgir esa teoría y como respaldarla con la Palabra de Dios.
Una enseñanza del significado simbólico de esa túnica, o vestidura  la tenemos cuando Dios le da instrucciones a Moisés, acerca de cómo tenía que  estar vestido Aarón o el que  entrara al lugar santísimo en Lev 16:2 dice: …Tiene que vestirse con la túnica de lino y la ropa interior de lino que se usa directamente sobre la piel. Amarrará la faja de lino a su cintura y se pondrá sobre la cabeza el turbante de lino. Estas son vestiduras sagradas.

(Así como esa vestimenta sacerdotal  era requisito indispensable para presentarse en ese lugar santo, la túnica blanca es la vestidura necesaria para estar delante en la presencia de Dios en el cielo). De manera que el correcto significado de esa metáfora de la túnica blanca, nos la da la misma palabra, dando a entender que solamente por el sacrificio de Jesús podemos ser revestidos con un manto de justicia para poder ocupar ese lugar santo; Esta solo se recibe por la fe en Dios  sin las obras. Es así que a todos los que se les adjudica esa vestidura, es sinónimo de que ha sido cubierto del manto de la gracia y del perdón  otorgado por los méritos del Cordero de Dios,  por su obra redentora.  

En Apocalipsis 19:8 de NTV  lo aclara, aunque aquí se refiere a la esposa, el concepto metafórico es el mismo: “A ella se le ha concedido vestirse del lino blanco y puro de la más alta calidad. Pues el lino de la más alta calidad representa las buenas acciones del pueblo santo de Dios.”
 Es interesante este calificativo, donde  claramente da a entender que hay otra vestidura de menor calidad. Aunque algunos estudiosos de la Palabra no estén de acuerdo con esta teoría, alegando que para Dios todos somos iguales, al afirmar que  Él no hace acepción de personas. Seguramente no han profundizado en 1 Co 15:40 donde enseña la existencia de esa diferencia al decir: “Y hay cuerpos celestiales,  y cuerpos terrenales;  pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.

Esto claramente lo enseña el apóstol Pablo acerca de la resurrección, donde aclara que hay cuerpos celestiales (herederos de cielo) y cuerpos terrenales; que heredarán cielo y tierra nueva; y luego enfatiza la diferencia en gloria entre ellos.

Y nosotros los de la fe tendremos uno semejante a la gloria de Jesucristo. Como dice en  Filip 3:21: “El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”

De modo que esa vestidura es solo una metáfora, de cómo Dios apreció  la muerte de la cual ellos fueron objeto, dando sus vidas por el testimonio que tenían, de ser judíos, de ser circuncisos, de tener fe; esperar un Mesías, y por guardar  la palabra de Dios, que les ordenaba todo eso; fue el motivo para que les quitaran el derecho a la vida en este mundo.
6.- ¿Por qué tenían que descansar todavía un poco de tiempo.
La razón por la cual ese grupo tenía que esperar un poco de tiempo, es como se dijo, porque ellos eran solamente una parte de un grupo mucho más grande. Cuyo número solo Dios lo conoce, ya que ellos van a llevar las riendas de este mundo durante el milenio. De modo que tanto ellos como los que serán decapitados durante la gran tribulación, Dios los resucitará en la primera resurrección y estarán encargados junto con Jesucristo de la administración de su reinado terrenal, como ya se dijo  anteriormente y ratificado en  Apo 20:4.

Esto nos da entender que los de dejo del altar son israelitas y prosélitos, que murieron en un tiempo anterior al de Jesucristo; muchos de ellos en mano de Antíoco  Epífanes unos 170 años antes de Cristo. Estos no llegaron a conocer al Emanuel. Aun cuando creían por fe, en el sacrificio del cordero y en la venida del Mesías, que fue la causa por la cual le quitaron la vida. Mientras en el 20:4 claramente  se le agrega que estos  otros murieron por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo.
Es en  ese momento de la historia, que este otro grupo serán  “decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, completaron el número que Dios escogió y  volvieron a vivir para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección.

De modo que estos otros son mártires que, habrán creído en  ese tiempo de la tribulación bien por el mensaje de los dos testigos enviados por Dios al pueblo de Israel, en los primeros tres años y medio, o por la palabra de los 144.000 judíos, que serán las primicias del Israel en reconocer a Jesucristo y divulgar el mensaje salvador en su propio idioma. En  ese tiempo  muchos del pueblo escogido, reconocerán  el error de sus antepasados y haber dado las espaldas y rechazado al Mesías. Razón  por la cual no se sujetarán a las exigencias de la bestia y del falso profeta luchando hasta la muerte por su fe.

7.- ¿Quiénes son los consiervos y hermanos que debían ser asesinados?                    Queda claro que este grupo debajo del altar son israelitas, y los consiervos son otros connacionales como ellos. Y los hermanos son tanto ismaelitas como gentiles  prosélitos, que se unieron a la fe de Israel, que fueron decapitados como ellos.          Al completarse ese número previamente establecido por Dios, con los  consiervos y hermanos; todos  resucitarán  para reinar con Cristo en el milenio.     
                             
Es importante notar, como sabemos  que la palabras consiervo da a entender de otros siervos iguales a ellos, Mientras los hermanos, se refiere tanto a gentiles, que se unirían a la fe de Israel y al Cordero de Dios. Más adelante se explicará con detalles por qué se les llama siervos.   

Nótese que para el grupo que está debajo del altar, en Apo 6:9 da a conocer el motivo por el cual fueron ejecutados diciendo: “que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían”. Dando a entender que para ese tiempo su fe estaba basada  en el sacrificio del cordero y la palabra de Dios; sin nombrar a Jesucristo.

Mientras para los que morirían como ellos durante la futura  tribulación, en Apo 20:4 tiene una variante  muy importante, que determina que sería en una época posterior a la de Jesús, ya que Juan vio:las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios.” donde claramente se le agrega la palabra  Jesús.”

A este punto, debería de estar muy claro, aplicando un poco de lógica, que tanto los que están debajo del altar los cuales tenían que esperar, “aún un poco de tiempo,” como los que morirían durante la gran tribulación, no pueden pertenecer al grupo de la esposa; ya que esas ejecuciones se prolongarían hasta el final de la tribulación.

 Mientras el  número de la esposa ya estaba conformado desde el momento que la esposa fue arrebatada, concluyendo así el tiempo concedido por Dios a los gentiles como  la edificación de la Iglesia. Como lo prometió Jesús en Mateo 16:18 que lo haría, diciéndole a Pedro, que edificaría su iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.  

8.-  ¿Quiénes son los siervos de Dios?
En varias oportunidades Dios ha manifestado que Israel era su siervo, de manera que los consiervos son siervos iguales a ellos. En  lo que se refiere  a los  hermanos, como se explicó, estos son tantos ismaelitas descendientes  del otro hijo de Abraham como gentiles.

En Isaías 44:21 dice: “Oh Jacob, acuérdate de esto, Porque eres mi siervo, Israel; Te he formado, mi siervo eres tú, Oh Israel, no serás olvidado por mí”. Y en el 45:4 agrega: “Por amor de mi siervo Jacob, de Israel mi escogido, Te he llamado por tu nombre, aunque no me conocías, Te he dado honroso apellido. Hay que entender bien que Dios en ningún momento se ha olvidado de su pueblo.

Ahora bien, se podría resumir esto diciendo, que los que están debajo del altar tienen que esperar que termine la gran  tribulación para ser revestidos. Esta espera no es para los creyentes, ya que ellos ya fueron revestidos y ya están con el Señor, como la esposa. En Apocalipsis 19:7 dice: “¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria!, porque las bodas del Cordero han llegado, y su Esposa se ha preparado. Así que la iglesia ya está lista para las bodas.

Seguramente ellos son los bienaventurados, e  invitados a las bodas del Cordero, que se efectuará en el cielo. Como dice en Apocalipsis 19:9: Y me dijo: Escribe: Bienaventurados los que han sido invitados a la cena de la fiesta de las bodas del Cordero. Y me dijo: Éstas son palabras verdaderas de Dios.  
   
ÚLTIMA PARTE DEL ESTUDIO DE  “EL QUINTO SELLO”
Referente a estos dos grupos, al completarse el número determinado por Dios en su plan,  en Apocalipsis 20:4 la Palabra dice: “Y vi tronos, y se sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar. Vi también las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección”.                       

Conclusión.                                                                                                                        Haciendo un resumen de este argumento tenemos, según lo que se acaba de explicar, que todos los creyentes, comenzando desde Adán, Abel etc. Que creyeron y confiaron en el sacrificio del cordero en el pasado, como el último creyente en Jesucristo en este período de la gracia, TODOS PODRÍAN ser revestidos con un cuerpo celestial y formar parte de la esposa del Cordero.

La razón de utilizar la condicional “podrían”, se debe a dos pasajes bíblicos que se encuentran uno en Daniel 12, y el otro en Hebreos 11 que pueden ser interpretados de diferentes maneras; los cuales son difíciles de explicar, cosa que veremos más adelante.  Como también hay argumentos que dan a entender, que no apoyan que formen parte de la esposa del Cordero.

Uno de ellos es: que la edificación de la iglesia, inicia con los apóstoles y termina con el arrebatamiento. Y ellos no están dentro de ese lapso. Todo  esto como se dijo son opiniones, aparte de lo que Dios tenga en su plan general o macro, para cada uno de los grupos en el futuro.

Ya que por ejemplo: ¿quién podría dudar que Daniel el “muy amado de Dios,” no forme parte de la esposa del Cordero y resucite junto con los muertos en Cristo, que vienen con el Señor en el arrebatamiento?  Sin embargo, cuando se lee  lo que dice en el libro que lleva su nombre, lo que se le informa al “amadoen el 12:11 parece  dar a entender todo lo contrario  de  lo que uno pueda pensar,  al decir:

Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora,  habrá mil doscientos noventa días. (30 días más de los 1260 establecidos.)  Luego en el 12 agrega: Bienaventurado el que espere,  y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. (75 días más de los 1260 establecidos) Y el 13 agrega: tú irás hasta el fin, y reposarás,  y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.” No hay dudas que este escrito se refiere  a los días finales de la tribulación.

 Otra versión de Dan 12:13 de la NTV dice: “En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti.”

(A todo esto se puede entender que ese final de los días, para Daniel, se refiere a esa profecía de las 70 semanas proféticas que el Ángel le dijo que estaban determinadas para el pueblo de Israel; las cuales terminan con el final de la tribulación, y el regreso de Jesucristo seguido por la primera resurrección.) De modo que todo apunta que él se levantará en la primera resurrección.

Esta profecía del 12:8 al 13 de Daniel, aparte que podría determinar el momento de la resurrección de Daniel, es una  bienaventuranza para toda la humanidad; para los que sobrevivan los 1260 días de la segunda parte dela gran tribulación, al decir en Dan 12:11:Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora,  habrá mi doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere,  y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin,  y reposarás,  y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.

Tanto los 30 días adicionales como los otros 45 que añadidos a los 1260 sumarían 1335; dan a entender que es el final de los días de todo  ese período de la tribulación para este mundo; como de esas setenta semanas de años.

Pudiendo ser que, los primeros 30 días sean para el juicio de la nación de Israel. Y  los  otros 45 para el juicio de las naciones, ante del inicio del período del milenio. De  modo que  esa bienaventuranza para los que esperen y lleguen a los 1335 días, no tiene otra  interpretación que no sea el del inicio del anhelado período del reinado de paz y justicia prometido en Isaías 11 y el 65:18.

Donde el 18 dice: “Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado;  porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría,  y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén,  y me gozaré con mi pueblo;  y nunca más se oirán en ella voz de lloro,  ni voz de clamor. No habrá más allí niño que muera de pocos días,  ni viejo que sus días no cumpla;  porque el niño morirá de cien años,  y el pecador de cien años será maldito.

Es así que tanto por lo que se explica en el  verso 11 y 12, como por lo que dice en el verso 13, del libro de Daniel, nos hace dudar que resucite en el evento del arrebatamiento; sino que para él será al final de los días de la profecía que le fue dada.
Pudiéndose  interpretar, que se refiere al término de los días, que Dios les concedió a los gentiles como a Satanás, para el gobierno humano de este mundo, ya que en ese tiempo será ligado,  para que  no  actúe  durante el período del reino milenario.

Por lo explicado anteriormente, todo apunta  a que posiblemente Daniel se levantará al final del tiempo de los gentiles, que es lo que se le había revelado. Dicho en otras palabras todo está asociado que resucitaría en la primera resurrección junto con los demás y no en el arrebatamiento.

Esto podría concordar con lo que dice en hebreos 11:39-40 donde se entiende que: “Debido a su fe, todas esas personas que se mencionan allí gozaron de una buena reputación, (ante Dios) aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros.

 (Ese nosotros, como ya se explicó anteriormente se refiere a los hebreos como destinatarios de la carta). De  modo que la frase “ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.”  (Se refiere al pueblo hebreo)

 Dando a entender que serían perfeccionados (resucitados) todos juntos.  Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. Es bueno acotar que esta es solamente una manera  particular de interpretar el pasaje, el que sabe cómo acontecerán todas las cosas es únicamente Dios.

LA PRIMERA RESURRECCIÓN
La  última parte del 20:4 de la BTX3 dice: …”y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección.” 
Esta última parte podría confundir a muchos creyentes, ya que por decir que es la primera resurrección, algunos  puedan pensar que es para los creyentes o para la iglesia.

Hay también otros que dicen, que esa primera  resurrección se efectuará después del milenio.  Cosa que no se comparte en este estudio;  ya que tanto los que creyeron en Jesucristo y murieron, como los que estén en vida en el momento del arrebatamiento serán revestidos siete años antes con un cuerpo de  resurrección.

La palabra de Dios por medio del  apóstol Pablo, aclara muy bien dando un orden de cómo se efectuarán las  resurrecciones al decir en  1 Cor 15:23  Pero cada uno en su debido orden: Cristo,  las primicias;  luego los que son de Cristo,  en su venida.  Luego el fin,  cuando entregue el reino al Dios y Padre,  cuando haya suprimido todo dominio,  toda autoridad y potencia.

 Este primer ordenCristo las primicias,” le corresponde a  la iglesia, que  resucitará en el arrebatamiento, según lo explica en  1Cor 15:23, y lo confirma  en Efesios 2:6 explicando este proceso para los creyentes al decir: “y juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”

Para los del segundo orden, o la resurrección que le sigue, le corresponde a otro grupo de escogidos que son de Cristo. Esta se efectuará como lo explica la palabra, que se encuentra en Apocalipsis 20: 4 y 5 tanto de la versión BTX3, como la VTV al decir “Y vi tronos, y se sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar. Vi también las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección.” (El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años).

 A este resto de los muertos,  es que le corresponde el tercer orden de “luego el fin” los cuales volverían a la vida después del milenio.
En ese tiempo del fin de todas las cosas, en el libro de Daniel relata lo que acontecerá al decir en el 12:2 que dice: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,  unos para vida eterna,  y otros para vergüenza y confusión perpetua.”

Es decir que en ese tiempo, es cuando se levantarán  de sus lugares  tanto los que creyeron en Jesucristo y murieron durante el milenio, los cuales serán para la  vida eterna; como todos los impíos que de una u otra manera rechazaron y no creyeron en aquel que les podía dar  la vida, para  ser juzgados  en el  juicio del gran trono blanco como lo afirma el Salmo 2.

 Es muy importante notar que la palabra de Dios para este tercer orden,  no utiliza el vocablo resurrección, sino sinónimos, tales como “despertar, volver a la vida y se levantarán”. Esto es, porque  solamente los que son de Cristo;  tendrán el beneficio de tener un cuerpo de gloria nuevo como el de Jesús que es la resurrección y la vida. Los demás se levantarán  de sus lugares únicamente  para ser juzgados.
Todos los  serán revestidos con un cuerpo celestial sea en el (arrebatamiento), como terrenal en la primera resurrección, serán permanentes”.  (No como el caso de Lázaro y otros  que luego volvieron a morir).

Ente los que resucitarán al venir Jesús de nuevo a este mundo en la primera resurrección, estarán los que murieron recientemente, por no adorar la bestia y el falso profeta.

Esa resurrección será un fiel e impactante testimonio para los demás hombres y mujeres que Daniel llama bienaventurados, porque  sobrevivieron a esos terribles hechos del segundo período de la gran  tribulación, y entraron  en el milenio. Ellos seguramente  podrán volver a ver algún conocido de los que murieron, sea por negarse a ser sellados, o  por no adorar a la bestia; y los ven nuevamente con vida,  resucitados y gloriosos reinando con Cristo. Será un caso  similar a lo que aconteció con la resurrección de Jesús,  donde algunos  primero  lo vieron vivo, luego cuando  lo mataron,  y sorprendidos  lo volvieron a ver nuevamente resucitado.  

 Con la frase: “luego el fin“, el apóstol Pablo concluye en 1Cor. 15:23  lo que  acontecerá después del milenio, donde se levantarán todos los demás muertos  como lo explica  en Apo 20:5, que Dice: pero los demás muertos no volvieron a vivir hasta que fueron cumplidos los mil años.”También en Daniel 12:2 ratifica esto diciendo: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,  unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” No mencionando resurrección por lo que se explicó anteriormente.

 POR QUÉ LA PRIMERA RESURRECCIÓN NO ES PARA LOS CREYENTES.
Se podría resumir diciendo que la razón es: porque los creyentes somos parte de ese tipo que en la ley nos habla de los primeros frutos. Donde su perfecto  cumplimiento fue realizado por Jesucristo; extensivo a todos los que creyeron en él  que forman la iglesia. Sin embargo es necesario explicarlo con algunos detalle para poderlo entender mejor. 

Según la ley de los primeros frutos o primicias, todo israelita que cultivaba la tierra, tenía que llevar las primicias, a la casa de Dios, antes de la gran cosecha final de los frutos. Esa ley o tipo, ha tenido su cumplimiento con Jesucristo al presentarse después de su resurrección al Padre con los primeros frutos. (Argumento que se explicará más adelante). Cumpliéndose de esa manera el primer orden de la resurrección que  ya vimos en 1Cor. 15:23 donde Cristo es las primicias.

La ley de las primicias.
La ley de los primeros frutos o primicias,  son los que maduran antes de la abundante cosecha final. En Deuteronomio  26:10 dice:  Y ahora,  he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste,  oh Señor.  Y LO DEJARÁS DELANTE DE JEHOVÁ TÚ DIOS,  y adorarás delante de Jehová tu Dios.”

Aplicando algo de lógica y uniendo las palabras del apóstol Pablo referente a Jesús como las primicias, con lo que mandaba la ley de los primeros frutos, se podría unir ese ritual de la ley, con lo que aconteció cuando Jesús se manifestó a María de Magdala después de resucitar, diciéndole que no lo tocara, porque todavía no había subido para presentarse al padre.

Seguro estoy que dando cumplimiento a esa parte de la ley, Jesús  como antitipo de ese ritual de las primicias, se presentaría al Padre con la ofrenda de los primeros  frutos de su trabajo redentor. En cumplimiento de la misión que se le había encomendado  llevándole como dice en Isaías 53:11, el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho”.   Pero ¿Siendo que Él era el que llevaría al Padre los  primeros  frutos o primicias de su trabajo; surge la pregunta: ¿cuáles eran los primeros frutos que llevaría al presentarse al Padre,  como lo establecía la ley?

Es aquí donde uniendo los acontecimientos y relatos bíblicos, es que se pudiera entender el cumplimiento de ese hermoso tipo de los primeros frutos de la  ley del antiguo testamento. Como ya se dijo eso se  cumplió con Jesucristo al presentarse al Padre llevando consigo esos primeros frutos.     

 En el medio cristiano, muy poco se comenta acerca del cumplimiento de ese ritual, debido a que la Palabra tampoco da muchos detalles, pero podríamos preguntarnos: ¿cuál fue el primer fruto, o lo que aconteció después de la resurrección de Jesús? La palabra nos da ese pequeño pero muy importante detalle, que sólo se menciona en Mateo 27:52, sin ningún otro comentario adicional a ese revelador evento, al decir únicamente:  ”y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron y saliendo de los sepulcros,  después de la resurrección de Él,  vinieron a la santa ciudad,  y aparecieron a muchos.” 

Al comentar sobre ese ritual de la ley, estoy seguro que esas primicias fueron esos cuerpos de los santos que habían muerto y se levantaron de sus tumbas. Que luego  no se sabe más nada de ellos. Esos santos vueltos a la vida bien pudieran ser esos primeros frutos antes de la cosecha final  del arrebatamiento.

 Es más, aunque es solamente un pensamiento, no me extrañaría que esa primicias pudieran ser,  esos 24 ancianos que están alrededor del trono. De esa visión que tuvo Juan, ya que la palabra nos indica en Apo 4:4 que al estar ellos vestidos de ropas blancas,  con coronas de oro en sus cabezas,  nos da a entender que eran humanos. 
Como también lo da a entender por lo que dice en el 5;9 "y cantaban un nuevo cántico,  diciendo:  Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos;  porque tú fuiste inmolado,  y con tu sangre nos has redimido para Dios,  de todo linaje y lengua y pueblo y nación. sigue el 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,  y reinaremos sobre la tierra."

Los versículos leídos, claramente da a entender que son almas redimidas por el sacrificio de Jesucristo, posiblemente pertenecientes a diferentes épocas, como los antes diluvianos, y los del período de la ley; por lo de reyes y sacerdotes.  Y  la única manera de estar allí antes del arrebatamiento es haber resucitados y tener un cuerpo de gloria semejante al de Jesucristo, y pertenecer a los primeros frutos dejados allí por Jesús al presentarse al  Padre, al concluir su obra redentora. 


Es importante el detalle que da la ley, que Jesús esos primeros frutos, los tenía que dejar allí, como dice  en Deut. 26:10: Y lo dejarás delante de Jehová tú Dios. Esos 24 ancianos siempre fueron  un misterio para mí, por esas vestiduras blancas que dan a entender que son seres humanos, como por  lo de redimidos que afirma el 5:10.

 Esa vestidura blanca, es un símbolo de la cobertura de la gracia concedida por Dios a los humanos, que por su fe en el sacrificio de Jesús fueron revestidos de ese manto blanco de justicia. Es así como el ángel le explica a Juan el significado de los que estaban  vestidos de ropas blancas, al decirle  en  Apo 7:14. “Que eran los que habían lavado sus ropas, y las habían emblanquecido en la sangre del Cordero.” De modo que es posible que Jesús llevara consigo como producto de las primicias, “esos muchos cuerpos de santos que habían dormido, y se levantaron.” Los cuales resucitaron con Él para presentarlos al Padre como los primeros frutos de su trabajo redentor.

Resumen de  las primicias.
A raíz de todo lo expuesto, ese grupo se quedó en el cielo mientras Jesús bajó de nuevo para terminar su trabajo. De modo que bien podrían ser esos veinticuatro ancianos, que como ya vimos ellos están alrededor del trono vestidos de ropa blanca. (Seres humanos que nacieron en pecado, pero emblanquecieron sus ropas en la sangre del Cordero). Ellos simbólicamente fueron sembrados, experimentando todo ese proceso de muerte, sepultura, corrupción de sus cuerpos, como el de ser los primeros de este mundo que resucitaron con cuerpos glorificados semejante al de Jesús.

 Estos fueron llevados por Él al Padre, y así cumplir con esa ley de los primeros frutos. Tampoco es de extrañar que sean ellos, los primeros de ese grupo que se nos habla en Hebreos 12:23 “de la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos,  a los espíritus de los justos hechos perfectos

Toda esta explicación, es con el fin de separar  la resurrección de este grupo, y  no confundirlos con el caso de Lázaro como de otros que resucitaron después de tres o cuatro días de muertos, mientras sus cuerpos no habían llegado todavía a corromperse. Es decir estaban todavía enteros y  no vieron corrupción; luego en su debido tiempo volvieron a morir, como está establecido para todos los humanos.  En el futuro Jesús  presentará al Padre el producto final de la cosecha; al completarse el número escogido de la esposa que compró con su propia sangre. Ya que  como dice en  Efesios 2:6 que: “juntamente con él nos resucitó,  y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

 Creámoslo o no, en el plan de Dios y por su facultad de ver las cosas que no son, como si fuesen, ya hemos resucitado juntamente con Cristo. Nosotros somos  parte de ese grupo por la fe, aunque  por el momento, solamente estamos sentados con Él en lugares celestiales; pero llegará el día cuando seremos arrebatados para ser  una sola cosa con Cristo y con el Padre, al ser la esposa del Cordero. Sólo es cuestión de tiempo para que todo  llegue a ser una realidad. 

Luego al final del milenio, Jesús tendrá otra  próspera cosecha de todos aquellos que  forman parte de los escogidos que el Padre le dio.  Allí es donde  se  verá completado  el fruto de su trabajo redentor de todos aquellos que fueron escogidos desde antes de la fundación del mundo.  De modo que definitivamente, la primera resurrección de Apocalipsis 20:4 no es para el creyente; porque formamos parte de: “Cristo las primicias” por ser una sola cosa con Él.                                                     

Aggeo Palumbi.  Septiembre  2015   Revisado 04/ 2018..
Pronto se hará un actualización de los tema