domingo, 10 de mayo de 2015

GÉNESIS 9.24 LA PROFECIA DE NOÉ

COMENTARIOS SOBRE LA PROFECIA DE NOÉ
Todos los que creemos que procedemos de Dios, y no como algunos afirman que somos un producto de la evolución, del mono o del Homo erectus, entendemos que nuestros primeros padres fueron Adán y Eva y eso es cierto.

Sin embargo debido al diluvio, realmente  se puede afirmar que descendemos de la familia de Noé; el cual tuvo tres hijos Sem, Cam y Jafet. Y como la  palabra lo registra también la de su nieto Canaán. Debido a lo que aconteció al embriagarse Noé, el menor de su familia, el hijo de Cam abusó de él. Al despertarse Noé de su embriaguez y enterarse de lo acontecido profetizó acerca del futuro de sus hijos. En ese tiempo los nietos eran considerados como hijos del patriarca.                               

Podemos estar casi seguros, que muy pocos toman en cuenta la profecía, de Génesis  9.24. Posiblemente solo piensan que fueron palabras emitidas a causa de una reacción natural de Noé; pero el contenido de esas palabras son profecías, que abarcan desde los albores de esa civilización,  hasta la consumación total de este mundo y todas sus obras.

Cuando se medita  en  las varias  maneras de interpretar la palabra en los diversos  niveles de cultura y conocimiento que el hombre pueda tener, viene a mi mente la mujer samaritana  y la  conversación que tuvo con el Señor en el pozo de Jacob.

En diferentes oportunidades le preguntaron a Jesús si él era el Mesías, si él era el Ungido que había de venir. Hasta los principales sacerdotes se atrevieron a pedirle que hiciera un milagro para que pudieran creer en él; ya que no le quiso revelar quién era y nunca  satisfizo la curiosidad de ellos.
 Mientras en la conversación que sostuvo con la buscadora de agua, en la simpleza de esa hermosa conversación entre ambos, en Juan 4:25 “Le dice la mujer: Sé que viene el Mesías, que es llamado el Ungido; cuando Él venga, nos declarará todas las cosas. Sin que  se lo pidiera, al solo decirle que ella sabía que  vendría el Mesías, y que este le enseñaría todas las cosas, Jesús se le revela diciéndole: “yo soy, el que habla contigo. ¡Qué manera tan maravillosa de manejar las cosas tiene nuestro Dios! De modo que también hay revelaciones hermosas para los que buscan  en esas aguas  de la palabra de Dios.
Esa fue la razón por la cual en una oportunidad Jesús orando al Padre, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. A menudo nos enteramos de cosas tan complejas que Dios le revela a algunos que a otros no le pasan siquiera por la mente; mientras  a otros les revela cosas más sencillas pero también de gran importancia.
Al enterarme  de algunos  comentarios  sobre la profecía de Noé de  Génesis 9 .27 me asombran esas interpretaciones tan profundas, donde jamás hubiera alcanzado lo  que el Espíritu les pudo revelar a otros. Sin embargo pienso que esa profecía nos quiere enseñar cosas aún más  interesantes de lo que simplemente pueda parecer.
Se presume que esa profecía trata entre otras cosas, también de la trayectoria de la humanidad  desde ese momento pos diluviano hasta la consumación final de la vida del hombre, en ese día de Dios que menciona en 2  Ped 3.12. 
Y el comienzo  de la vida  eterna en esos cielos nuevos y tierra nueva. Que seguramente es  a lo que se refiere la profecía, al nombrar “la tienda final de Sem,” donde hay suficiente espacio para su hermano Jafet, (que es parte de los gentiles) que aumentaron enormemente por la gracia de Dios.
De modo que como buscadores de agua de ese pozo profundo  de la palabra, se expone lo que se  piensa y  se ha  podido entender de esa profecía, donde revela el curso de toda la humanidad a través de los tiempos. Sea por medio de los otros hijos de Noé y sus generaciones,  como por las promesas  de Dios a Abraham. Asociando esta exposición con versículos de la palabra de Dios.
La profecía dice:”Y despertó Noé de su embriaguez, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo. La frase “y supo lo que le había hecho su hijo más joven,” es la clave para entender que si se trataba de su hijo menor este hubiera sido Jafet, sin embargo maldice a Canaán su nieto que supuestamente había  abusado de él. Como se dijo anteriormente los patriarcas  en ese tiempo consideraban a los nietos como hijos.
Aparentemente con esa profecía la humanidad al final de los siglos, quedaría dividida en dos grupos de los cuales la dos terceras parte (Sem Y Jafet) serían para Dios y una tercera parte (Canaán) para Lucifer; Igual como aconteció con los ángeles. Por final de los siglos se alude a ese momento cuando esta tierra que fue ordenada y acondicionada para que llegara a ser el hábitat de todo ser humano, haya cumplido su cometido con el hombre y sea destruida con fuego del cielo.

Debido a que la tierra fue maldita por Dios a causa del hombre en Génesis 3.17 En el futuro ella encendida en fuego, quemándose todos sus elementos huirá de la presencia del que estaba sentado en el trono. 2 Pedro 3.12, Y Apocalipsis 20.11. Para que no haya duda de su destino, y de un supuesto  reacondicionamiento para convertirlo en cielo y tierra nueva, el Apóstol agrega: que no fue hallado lugar para ellos,  refiriéndose al cielo, tierra mar y todas las obras humanas que había en ella. Dando a entender que ni siquiera le fue asignada una órbita sino que huirá por los siglos de los siglos sin una meta.

Regresando a la profecía Sem y Jafet por una parte, y Canaán por la otra, hay algo más que amerita meditar en esa profecía; esto es, de notar que se omite por completo a Cam; ya que siendo un hijo directo de Noé es un tanto extraño que no se  nombre en esa profecía.

Seguramente eso fue con un propósito bien definido por el mismo Dios de omitir a Cam, sustituyéndolo con Canaán; pasando así desapercibido, por muchos de nosotros. El hecho que la profecía no lo menciona nos estimula a pensar cual podría ser el motivo de esa omisión.

Según esa profecía del patriarca Noé, de la simiente de sus tres hijos toda la humanidad quedaría dividida en tres grupos, de los cuales dos estarían bajo las promesas y bendiciones de Dios; es decir Sem y Jafet;  y otro el de Canaán hijo de Cam tipificando a los desobediente los cuales nunca aceptarían obedecer a Dios.

Aunque Cam no es nombrado él es el progenitor de dos grandes naciones proveniente de dos de sus cuatro hijos que tuvo. En efecto de su segundo hijo Mizraim se formó la gran  nación de Egipto, de mucha relevancia en la historia bíblica. Inclusive Dios en Isaías revela tres naciones que él ama en especial, incluyendo Egipto al decir de esas tres en: Isaías 19.25  “porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad”.

Sin embargo Noé no menciona ni Cam ni a sus primeros tres nietos, sino a Canaán al menor de ellos. Es aquí donde podría venir la pregunta ¿a qué se debe la omisión de Cam, en esa importante profecía ya que él es uno de los primeros padres de ese nuevo inicio de civilización? Este nuevo comienzo ocurriría con una familia genéticamente perfecta y no contaminada en sus generaciones con uniones extrañas con los “hijos de Dios” que hubo en ese tiempo.

Aunque pueda parecer extraño que en la profecía no se mencione a Cam, Dios tenían un propósito bien definido para eso. De modo que omite a Cam e introduce una cuarta generación con su nieto Canaán.

Este misterio después de estar escondido por muchos siglos viene  a ser revelado al apóstol Pablo cuando escribe en Efesios 3.5 al decir: Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu. Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.

Lo que se explicará a continuación podrá parecerle extraño para algunos pero en esa profecía se mantuvo escondido el propósito de Dios que el apóstol llama misterio. Misterio este que estuvo escondido hasta la muerte del testador. Solo entonces con la muerte de Jesucristo  el contenido de ese nuevo pacto tendría validez legal revelando quienes serían los coherederos y coparticipes de la promesa en Cristo Jesús. Dándose a conocer no solamente ese cuarto grupo que no había sido revelado, los cuales serían salvos por medio de la fe: sino de un sitio reservado en el cielo que ellos ocuparían. Ya que hasta ese tiempo solo se les había prometido a Israel la tierra como heredad, con un cielo y tierra nueva. 

Aunque al final de todo, la población mundial estará en tres diferentes sitios; ya no serían  tres los pueblos de donde saldrían los hijos y coherederos sino cuatro; agregando a los gentiles (con los hebreos creyentes en Jesucristo) como se explicará a continuación.

Este  grupo que solo estaba en la mente de Dios, de antemano tenía un lugar reservado en el cielo como lo afirma la palabra en 1Pedro 1.3,5 que dice: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

El soporte bíblico de esta exposición. 
Ahora la tarea  es, explicar por medio de la  palabra y el Espíritu Santo que nos ha sido dado, que es la mente de Cristo este hermoso tema.

Al iniciar el desarrollo de este tema hay que establecer algunas cosas para poder continuar; por ejemplo cuales son las promesas de Dios para el pueblo de Israel como descendientes directos de Abraham. Como también a fin de no diluir el tema con la totalidad de la profecía, no se enfatizarán las generaciones de Sem, Cam, Jafet Y Canaán; solo se mencionarán algunas de las más importantes.

En diversas oportunidades  Dios le prometió  a Abraham la tierra en Génesis 13.15 diciéndole que sería  para siempre: “Porque  toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”. Luego Jacob le trasmite a José antes morir lo que Dios le había prometido en Génesis 48.4 diciendo: Y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.

Tomando en cuenta que el único medio de vivienda en el tiempo de Noé eran las tiendas  donde vivían los pueblos en esas épocas, cosa  que duró hasta la conquista de Palestina. Se puede entender que el alcance de la profecía de Noé para sus hijos,  no era solo para ellos en ese momento; sino que abarcaría  hasta el final de la historia de la humanidad.

En ese tiempo en algunos casos era común que en una tienda viviera  más de una familia, cuyas habitaciones  estaban separadas  con cortinas sostenidas con cañas. El profeta Isaías 54.2 hace referencia a este ensanchamiento con  cortinas para separar las habitaciones  al decir: Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.

 Luego el mismo Isaías en el  40.22 nos da la idea del cielo como una gran tienda para ser habitada al decir: Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Con mucha más razón se puede afirmar que la tienda de Sem donde moraría Jafet se refiere a esa nueva creación de cielo y tierra nueva.

De manera que una interpretación sencilla de esa importante profecía de Noé  donde Jafet moraría en las tiendas  de Sem, no se puede limitar al tiempo de la vida natural de Jafet, sino a un lejano futuro donde su generación como la de Cam, que son los  gentiles  morarían Junto a Sem que es Israel su hermano mayor en esa gran tienda que Dios le daría; de un cielo nuevo y tierra nueva. Por supuesto que esta teoría hay que aplicarla con un respaldo  bíblico que  tenga  sentido con la profecía de Noé.

Luego sabiendo Dios que la tierra actual sería destruida  como dice en  2 Pedro 3.12, Y Apocalipsis 20.11 es lógico pensar que  al ser esa promesa “para siempre”, se refería a ese  cielo y tierra nueva que Dios crearía en el futuro.

Los descendientes de Sem, llegarían a ser la línea bendita por donde vendría el Mesías, iniciando nuevamente con Abraham, escogido para esa bendición, en ese largo camino obstaculizado por Satanás.

Luego  los descendientes de Jafet, que serían engrandecidos y morarían en las tiendas de Sem su hermano. Lo mismo acontecería con las otras descendencias de manera que a continuación se explicará cómo terminará la anterior profecía al final de los tiempos. Por el final de los tiempos, se entiende después de milenio, después del juicio del gran trono blanco, y el inicio de una nueva y eterna vida con Dios.

En ese tiempo toda la humanidad y el universo angelical de los hijos de Dios estarán ocupando los tres sitios previsto por Dios para todos los seres vivientes mencionados. Estos son: el lago de fuego, preparado para el diablo y sus ángeles, el cielo y tierra nueva, prometido a la descendencia de Abraham por la línea de Sem y parte de Jafet, y ese lugar reservado  en los cielos para los herederos de la gracia por medio de la fe. A continuación una descripción más detallada de los ocupantes de ese sitio. Teniendo presente que es solo una suposición tomada de los relatos de la Biblia ya que como será realmente pertenece solamente a Dios. 

LOS OCUPANTES DEL LAGO DE FUEGO
Se  podría fácilmente mencionar lo que dice en apocalipsis 20.15: “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. Sin embargo se quiere especificar un poco más diciendo que, aunque este sitio fue preparado para el diablo y sus ángeles, allí estarán todos los humanos, hombres y mujeres que rechazaron obedecer y confiar en Dios, desde el período de la conciencia es decir antes del diluvio; todo Israelita que no hizo caso a la ley que les fue dada, pecando voluntariamente y sin temor de Dios; como todo gentil que no busco en Jesucristo su refugio  de salvación. Ya que Dios les proporcionó el medio para salvar su alma, pero los hombres ellos amaron más este mundo que la luz de Jesucristo.  

LOS OCUPANTES DE LA NUEVA CREACION
Este lugar de un cielo nuevo y tierra nueva, le fue prometido a Israel de la línea de Sem, a Abraham, pero al mismo tiempo por medio de la línea de Jafet, que según la profecía de Noé  moraría en las tiendas de Sem, abarcaría también a todos los gentiles, que de una u otra manera se unirían como extranjeros reconociendo al Dios de Israel. Como la familia de Rahab de Jericó, los gabaonitas en el tiempo de Josué, y todos los que se salvarán en el milenio, bien sea dando sus vidas por el testimonio de Jesucristo, o que junto al pueblo de Israel lleguen a sobrevivir a la gran tribulación; para entrar al período del milenio y crean obedeciendo al Señor de señores y Rey de reyes. Para pertenecer así a esas naciones tribus y lenguas que serán salvas en ese período.

LOS OCUPANTES DEL LUGAR RESERVADO EN EL CIELO.
Ese lugar llamado cielo, se refiere a esa esfera santa que siempre existió, en el cual, desde un principio cuando Dios comenzó su creación; todo ese mundo espiritual de los “hijos de Dios”, lo compartieron con ese Dios tres veces Santo en paz y alegría. Hasta el día en  que Lucifer el líder de ese mundo angelical con un grupo minoritario de ellos, se rebelaron en contra de su Creador. Desde ese momento esa esfera se ha convertido en un lugar de conflicto (como en el caso de Satanás y Job). Debido a esa rebelión Dios ha reservado ese sitio para un pueblo santo, que creería en Él, el cual fue escogido desde antes de la fundación del mundo.

De modo que ese cielo, junto con esa dos tercera parte de los ángeles que permanecieron fieles, está reservado para todos los que por fe depositaron su confianza en el sacrificio del Cordero de Dios; iniciando con el simbólico sacrificio de Adán, luego el de Abel, y los muchos que creyeron antes del diluvio, como también después con la  misma fe de Abraham, todos los que creerían en Jesucristo hasta el arrebatamiento de la iglesia. 

Regresando a la profecía de Noé.
Lo que Noé dice de Jafet que morarían en las tiendas de Sem, significa que una parte de su descendencia de gentiles, se unirían a la línea de Sem, es decir serían hermanos, unidos por esa misma fe en Dios, aunque Sem sea el elegido. De modo que Jafet compartiría las bendiciones de la nueva creación de cielo y tierra nueva por  unirse a las creencias de un Dios Santo. Pero ninguno de esos dos pueblos, serían herederos de ese cielo prometido a los renacidos en 1 Pedro 1:4 que dice: “para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”.

 Ese vosotros, es para todos los que por la misericordia de Dios confiaron en la promesa de un redentor. Esto incluye todos los creyente de antes del diluvio, los héroes de la fe después del diluvio, los israelitas que aceptaron a Jesús como el Mesías y Salvador, y todos los gentiles que depositamos nuestra confianza en Jesucristo.

La doble promesa de Dios dada a Abraham.
De manera que Dios en Génesis 12, llama a Abraham para iniciar nuevamente lo que fue interrumpido con Abel, luego con la descendencia de Set por el diluvio y continuando ahora con Sem hijo de Noé, se conservaría esa línea por donde vendría el Salvador a este mundo por la simiente de la mujer.

Pero Sara era estéril, y eso la tenía preocupaba, aun habiéndole Dios prometido que tendría un hijo. Viendo ella que el hijo prometido no venía, de común acuerdo con su esposo, le dio su sierva Agar la egipcia y de esa unión salió Ismael.

 Está claro que Ismael era el primogénito de Abraham, razón por la cual los árabes como los musulmanes se aferran de que ellos son los verdaderos herederos de las bendiciones de Dios. Ellos pueden tener razón por la línea de la descendencia humana, pero no según la promesa que Dios le había hecho a Abraham. Como dice en Romanos 9.6 “No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.

Cuando ellos vieron que el hijo de la promesa tardaba, posiblemente Satanás para crear confusión en el porvenir puso en su mente de ayudar  a Dios interrumpiendo lo que Dios tenía para Abraham. Eso le enseñaría  y le daría  a entender que el tiempo de Dios  no es el tiempo del hombre y que todo lo prometido se cumplirá en el momento que Él lo tenga determinado. Ismael es el antepasado de los ismaelitas  o árabes, según las tres religiones  (hebreacristiana y musulmana). Sobre él recae la controversia acerca de cuál de los dos hijos de Abraham era el legítimo primogénito.

Más adelante aunque Dios le dice que haría de Ismael una gran nación, le ratificó que en Isaac le sería dada descendencia. En efecto  Isaac nace de manera milagrosa; tanto por la edad de Abraham, como de Sara que ya  su proceso de ovulación había concluido.

Es por eso que Isaac es un tipo de Jesucristo primero por su nacimiento de manera sobrenatural, dando nueva vitalidad a la pareja; como por el simbólico sacrificio, al pedirle que sacrificara a su hijo Isaac, después de tanto esperarlo. Es de suponer que eso le causó mucho dolor  pero obedeció  y no se lo rehusó.

También es tipo de Jesucristo por cómo se le buscó esposa a Isaac. Eliezer que es un tipo del Espíritu Santo  va y se la busca; igual como hoy día  el Espíritu de Dios está preparando la esposa (la iglesia) para Jesucristo. Siendo este (un relato muy conmovedor de la misericordia de Dios).

Al concebir  Rebeca tiene dos hijos en su vientre, Dios sabiendo que Esaú tomaría en poco el privilegio de ser el primogénito le dice a Rebeca que en su seno habían dos naciones y el mayor serviría al menor. De modo que de Esaú salió la nación de Edom, que fue enemigo de su hermano; y de  la descendencia de Jacob se cumple la promesa de la nación de Israel. 

Dios en dos oportunidades le mostró a Abraham con un hablar metafórico como sería su simiente de modo que le dio dos revelaciones referentes a su descendencia, una en Gén 13.16 que dice: “Y haré  tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar • el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada”. Con esta promesa se estaba refiriendo a la línea de su simiente natural, que por la línea de Sem, de donde vendría Israel. Con, la cosecha de almas que habrá durante el milenio, seguramente será humanamente incontable.

Luego más adelante una noche de cielo despegado, estando en su tienda  le habla nuevamente revelándole algo  maravilloso  que en ese momento no estaba revelado. En Gén 15.5 con la metáfora de las estrellas del cielo le anuncia que le daría otro pueblo herederos del cielo al decirle: “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”.  En Gálatas  3.6-7 lo confirma diciendo: “Así como Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, Sabed, por tanto, que los de la fe, éstos son hijos de Abraham”. De manera que, los de su simiente natural serian como el polvo de la tierra, los cuales  heredarían el cielo y tierra nueva. Mientras  nosotros los que hemos creído por medio de la fe que nos ha sido dada, como un don de Dios, estamos incluidos en esa descendencia espiritual, tipificadas con las estrellas y con una morada celestial reservada en los cielos.

Algunos seguramente podrán relacionar que esta otra promesa, sea una repetición de la anterior  que le dio en el 13.16, pero no, en esta otra  se refería a la  generación de los que creerían medio de la fe en Dios y en su Hijo para justificación, salvación, resurrección y vida eterna; y por medio de ella le sería dada entrada a esa herencia celestial.

Gén 22.17  de cierto te bendeciré, y • multiplicaré • tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá • las puertas de sus enemigos.

 Como dice e 1 Pedro 1.4 “para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,  que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,  a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas”.

De la cual ni siquiera la fe es nuestra, porque es un don de Dios ya que en Efesios claramente nos lo relata diciendo en el 2.4: Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),  y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,  para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.  Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

A veces meditando en todo esto  pienso ¿que hemos hecho para merecer esta salvación tan grande? Absolutamente nada. Porque hasta la fe para creer es un don que Dio nos loa dio.         ¡Oh Dios eres bondadoso y maravilloso!


.Aggeo Palumbi  marzo de 2015 

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