Introducción. EL FIN DE TODAS LAS COSAS DE ESTE MUNDO.
Se inicia el estudio
con este título, por ser la revelación que Dios le envió a su siervo Daniel,
por medio del ángel Gabriel; la profecía abarcaría desde el momento que
terminaban los setenta años del cautiverio de Israel en Babilonia, hasta
después de la gran tribulación; es decir aproximadamente 2500 años desde el
momento de salir la orden de la reconstrucción de Jerusalén.
La razón por la cual
se aclara esto se debe, a que esta profecía ha traído mucha confusión en su
interpretación, ya que las setenta semanas son períodos de años, que de
tomarlos literalmente sólo sumarían 490 en total. Los cuales, de ser así, la
profecía hubiera terminado 7 años después de la muerte del Mesías. Mientras
desde la fecha de su muerte, han transcurrido ya casi 2000 años y todavía no se
ha cumplido esa última semana profética; (De siete años) que dice: “Y por otra semana (la número 70) confirmará
el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Refiriéndose esto a la manifestación del hombre de pecado, o anticristo
que ha de venir a este mundo en breve; cosa que se explicará más
adelante.
Seguramente algunos
creyentes, han oído nombrar muchas veces que la gran tribulación tendrá una
duración de siete años, en dos períodos de tres años y medio cada uno. Es
posible que venga a la mente la pregunta: ¿en qué lugar de
la Palabra de Dios enseña sobre ese tiempo de una semana, que
corresponde a siete años? La respuesta a esta pregunta se dará a
continuación de manera resumida; mencionando a quién le fue dada, y dónde se
encuentra la profecía que determina ese período de siete años. De manera que,
se disertará sobre este tema con la ayuda del Espíritu de Dios, que nos
facilita entender su Palabra.
Es también probable que como
creyentes en Jesucristo, en varias oportunidades hemos oído hablar de la
gran tribulación, o se nos enseñó acerca de ese tema en algún momento. Pero
seguramente nunca nos hemos interesados en investigar en qué lugar de la Biblia
se revela acerca de ese periodo, o como se llega a esa conclusión; que
corresponden a siete años en dos períodos de 1260 días cada uno.
La profecía.
Se iniciará diciendo
que esa profecía, le fue dada a Daniel por medio del ángel Gabriel, donde en
cuatro versículos del 9.24 al 27 de su libro, donde se le revela aproximadamente 2500 años de
historia para su pueblo. Iniciando desde el momento que saldría la orden de la
restauración de Jerusalén, (que fue dada por el rey Ciro según Esdras 6:3)
hasta el inicio del reinado milenial de Jesucristo, que el Padre tiene
determinado en su Palabra. Para que tanto Satanás, como el hombre dejen
de acariciar el deseo de tener el dominio absoluto de este mundo, antes del
inicio del reino eterno de nuestro Dios con cielos y tierra nueva.
La profecía dice: “Setenta semanas están
determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los
santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar
y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, (es decir
49 años) y sesenta y dos semanas; (otros 434 años) se volverá a
edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y
dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un
príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; (esto lo
ejecutó el general Tito en el año 70) y su fin será con inundación, y
hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones”. “Y por otra
semana (otros 7 años la número 70) confirmará el pacto con
muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.”
De acuerdo a lo que el ángel le revela, la profecía es dada en tres períodos de tiempo de 49, 434,
y 7 años cada uno, que suman en total 490. Los primeros 49 serían para
reconstruir a Jerusalén el templo y los muros; luego pasarían otros 434 años
hasta la muerte del Mesías, sumando así las 69 semanas. Quedando solamente en
suspenso el cumplimiento de la última semana de siete años, ya que al rechazar y entregar su pueblo de Israel a Jesucristo para ser sacrificado; Dios abrió un período de gracia para la salvación de los gentiles. que ya lleva casi dos mil años y completar así las 70 semanas de la profecía.
La misma Palabra nos
enseña, que la última semana se divide en dos períodos, que claramente el ángel le explica al decir: “a
la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda, Después
con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”. Está claro que ese
período por ser de siete años, estará dividido en dos partes, de tres
años y medio cada uno, o de 1260 días.
Seguro estoy, que Daniel
entendería muy poco de lo que le dijo el ángel, ya que no todo lo que se le dijo era para su
época, ni tenía el complemento de las revelaciones que le fueron dadas al apóstol Juan en la isla de Patmos,
donde se aclaran los detalles de lo que le fue revelado a él. Somos nosotros y
las futuras generaciones los que tenemos el privilegio de ver el cumplimiento
de la profecía de esa última semana, del capítulo nueve de Daniel.
Bien, analizando lo
que le revela el ángel, esas 70 semanas comenzarían a correr “desde la salida de
la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe”. Donde el primer
período sería de 7 semanas y el segundo de 62. En Esdras 6:3
la Palabra nos da a conocer, cuando fue el inicio de esa profecía al
decir: “En
el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca de la Casa de
Dios que está en Jerusalén: Que la Casa sea reedificada en el lugar donde se
ofrecen los holocaustos, y sus cimientos sean echados firmemente. Que su altura
sea de sesenta codos y su anchura de sesenta codos.” Esta orden fue dada según los datos históricos el
14 de marzo del año 445 a.C.
Esa orden fue el
inicio de esa profecía, donde en ese primer período para la reconstrucción de
Jerusalén, la plaza, y el muro se emplearon 49 años, con mucha oposición por
parte de los samaritanos que trataron de obstaculizar la obra con Sambalat
y Tobias. Luego vendría el otro período de 62 semanas, 434 años que
culminan con la muerte del Mesías. Solamente queda pendiente para que se
cumpla esa última semana de siete años. Que tendrá su inicio al cumplirse el período concedido por Dios a los pueblos gentiles.
Ahora bien si esas 7
semanas, correspondieron a los 49 años que se emplearon para la reconstrucción
del templo y todo lo concerniente a Jerusalén; es lógico que cada día
profético de ese tiempo, equivale a un año. De donde se puede afirmar, que
los últimos siete días que faltan, corresponden también a siete años.
En el actual momento,
nos encontramos a casi unos 2500 años, del tiempo que le fue dada a Daniel esa
profecía, y han transcurrido casi dos mil años después de la muerte del
Mesías, y todavía no se ha cumplido esa última semana. Esta demora se debe
al paréntesis que Dios ha abierto entre la semana 69 y la 70,
concediéndoles a los gentiles un tiempo de su gracia; para que crean en
Jesucristo como el salvador de la humanidad, y formar así su iglesia como Él lo prometió.
En lo que
concierne al plan de Dios para Israel, falta únicamente el evento del arrebatamiento de la
iglesia, con el cual termina el período de la gracia, e inicia esa última semana de la gran
tribulación que la última de las 70. (los siete años de
angustia). Para luego comenzar el reino de Dios como dice en Daniel 2:44,
que dice: “Durante los gobiernos de esos reyes,
el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido o conquistado.
Aplastará por completo a esos reinos y permanecerá para siempre.”
Resumiendo, se dirá
que las setenta semanas que se mencionan en esa profecía, son períodos de tiempos;
que corresponden a setenta semanas de años, sumando un total de 490 años.
Ese es el tiempo que Dios determinó para el pueblo de Israel, antes que
empezara el reinado del Mesías en el milenio. Claro que, de haber sido
solamente 490 años, desde que se le dio a Daniel la profecía; alrededor del año
40 de nuestra era, ya tendrían que haber iniciado los arreglos para el inicio
del milenio. Esto es lo que algunos piensan, y aunque han pasado casi dos
milenios no rectifican.
De manera que, Dios
dispuso los eventos de la siguiente manera: Cuando Jesús se presentó a su
pueblo con la misión que le fue encomendada, los suyos no lo recibieron. Así
dice en Juan 1.11-12: “A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron, pero
a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios”. Los líderes religiosos de su pueblo,
lo entregaron a Pilato, pidiéndole su muerte crucificándolo. Para ese momento
ya se estaba cumpliendo la semana 69 y habían transcurrido 483 años desde que
se le dio la profecía a Daniel.
Debido a ese
rechazo, y después de la muerte de Jesús faltando todavía esos siete años, es
que Dios abrió un paréntesis en el tiempo con el fin de darle una oportunidad de la salvación a los gentiles por medio de la fe en el sacrificio de su hijo Jesucristo. Este período de la gracia, lleva casi dos milenios, ha servido para que otros pueblos pudiesen alcanzar por la fe la
salvación de sus almas.
Como ya hemos visto y
es bueno repetir, lo que dice en Romanos 11.25-26 para completar la idea: “Porque no quiero
hermanos que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de
vosotros mismos: que un endurecimiento parcial ha ocurrido a Israel, hasta que
entre la plenitud de los gentiles. Y así todo Israel será salvo, como está
escrito: Vendrá de Sión el Libertador, Que quitará de Jacob la impiedad”.
De manera que desde
la orden de reconstruir a Jerusalén, hasta la muerte de Jesucristo el Mesías,
transcurrirían 483 años, quedando pendiente el cumplimiento de la última semana, siete
años que se dividen en dos partes como lo explica el verso 27 que dice: “Por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el
sacrificio y la ofrenda”. Con esto queda claro que esa última
semana se divide en dos partes; pero todavía no se ha cumplido, ya que ha
quedado en suspenso desde el rechazo de parte de su pueblo de Jesucristo.
El porqué de todo
esto es, que después del rechazo por parte de Israel de aceptar a su Mesías,
plugo a Dios concederles una oportunidad a los gentiles para creer por medio de
la fe que les sería dada, en su hijo Jesús, abriendo así el actual período de
la gracia. Quedando en suspenso y por cumplirse todavía la última semana de 7
años, donde los detalles no le son revelados a Daniel sino al apóstol
Juan en Apocalipsis; acerca de ese período de la gran tribulación
que está por cumplirse.
Los temas de este
estudio, son justamente los eventos que abarcan desde el actual momento,
hasta al tiempo en que inicien esos siete años con sus devastadores
acontecimientos, el milenio y luego la eternidad con un cielo y tierra nueva.
De manera que al
terminar este período de gracia o tiempo de los gentiles, Dios reinicia el
conteo para dar cumplimiento a esa última semana, que quedó de esa profecía; ya
que hasta la muerte de Jesucristo sólo se cumplieron las 69 semanas de las 70
anunciadas.
Más adelante en las
revelaciones dadas al apóstol Juan, veremos, cómo Dios con el envío de los dos
testigos le establece un tiempo de 1260 días para esa misión, reanudando
así el contacto con su pueblo de Israel. El envío de esos profetas
corresponde a los primeros tres años y medio, de ese período de siete años.
Con el envío de los
dos testigos, Israel recibirá valiosas enseñanzas, sea de la situación en la
cual se encuentra el mundo en ese momento, como en la proximidad de la venida
del verdadero Mesías. Advirtiéndoles al mismo tiempo acerca del impostor, el
anticristo, que estará presente en ese tiempo pretendiendo, hacerle creer tanto
a ellos como al mundo entero que él es el Mesías. Todo lo dicho anteriormente
se explicará con detalles más adelante.
Como se explicó, con fin del tiempo concedido por Dios al pueblo gentil y el arrebatamiento de la iglesia, Dios se relaciona nuevamente con su pueblo;
para obrar como en el pasado, por medio de esos dos profetas. Y de esta
manera comienza a contar el tiempo establecido, hasta que se complete esa
última semana.
Lo que es necesario
aclarar antes del arrebatamiento.
Se entiende que el arrebatamiento es un tema, del cual hay
diversos escritos, opiniones y enseñanzas tradicionales, que han confundido y
siguen manteniendo en ese estado de confusión doctrinal a muchos creyentes en
la actualidad. De modo que se tratará de explicar este glorioso evento, de la
manera más ajustada a lo que nos ofrece la Palabra de Dios.
En el momento de efectuarse ese glorioso evento, la humanidad quedará
dividida en varios grupos, razón por la cual todos los detalles tienen que
estar claros en nuestra mente, con el fin de conocer más de cerca el plan que
Dios ha revelado en su Palabra. El conocer lo que la Palabra enseña
contestará muchas de las preguntas que algunos normalmente hacen, tales como:
¿Todos resucitarán al mismo tiempo?, ¿Tendremos el mismo cuerpo y trato? ¿Todos
los escogidos serán arrebatados? ¿Nos reconoceremos en el más allá? Etc.
Sin especificar por el momento, el lugar donde “reposan todas las
almas”, que murieron y se encuentran en esa otra dimensión, de ese espacio
infinito del universo; se dirá que en ese sitio hay tres grupos de los cuales
dos son de Dios. Aunque ambos estén inscritos en el libro de la vida, una parte
de ellos están en el “libro de la casa de Israel”, y la otra en el “libro de la
vida del cordero”. Estos tienen tanto un sitio, como un diferente trato en el
plan de Dios. También hay otro grupo, que no están inscritos en el libro de la
vida, estos son los que no obedecieron ni honraron a Dios como el Creador de
todo lo que existe.
Pero antes de seguir con el tema, se quiere explicar algo acerca de los
libros nombrados, que menciona la Palabra de Dios, (aunque se puede pensar, que
esos libros seguramente son simbólicos, ya que todo está en la mente del
Creador). Con el fin de poder nosotros entender mejor el tema, la palabra lo maneja como libros
o rollos.
El
libro de la vida.
En este libro, están inscritos todos los que fueron escogidos desde
antes de la fundación del mundo. Sin embargo, aunque este es un solo libro,
donde están todos los que Dios escogió para sí; la misma Palabra nos
da a entender que está dividido en secciones. En una como ya se mencionó, están
los nombres de todos los que pertenecen a la casa de Israel; y en la otra están
todos los de la fe en Jesucristo, que es el libro de la vida del cordero.
Hay quienes piensan, que para Dios todos somos iguales, y somos un solo
pueblo, sin embargo, la Palabra revela todo lo contrario. Aunque todos los
escogidos pertenezcan a la gran familia de Dios, ésta a su vez está separada en
dos grupos; de los cuales uno pertenece a la familia celestial, y otro a la
familia terrenal. Según se lee y lo confirma en Efesios 3.14-15 que dice: “Por esta causa doblo
mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma
nombre toda familia en los cielos y en la tierra”.
El respaldo bíblico para ese libro “mayor” lo tenemos en Apocalipsis
20:12 que dice :… “y
los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el
libro de la vida”. Dando a entender que son varios o tienen secciones. Luego en Ezequiel
13:9 dice: “Mi
mano está contra los profetas que tienen visiones vanas y adivinan mentira. No
estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro
de la casa de Israel, ni entrarán a la Tierra de Israel, y sabréis que Yo
soy Jehová el Señor.”
Y por último el libro de la vida del Cordero, que lo
hallamos en Apocalipsis cuando el ángel le muestra a Juan la nueva
Jerusalén, él oye una gran voz procedente del trono, que en él decía: 21:3, “He aquí el tabernáculo
de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y
Dios mismo estará con ellos. Y me llevó en espíritu a un
monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén,
descendiendo del cielo, de Dios”. Luego en el 21:27 dice: “No entrará en ella ninguna cosa inmunda,
o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el
libro de la vida del Cordero”. Esto debería ser suficiente para
entender que Dios tiene un plan específico para cada grupo, pero todos son
parte de la familia de
Dios.
Los
varios grupos.
Algunos comentaristas de la Palabra de Dios, enseñan que en el cielo
todos seremos iguales, ya que Dios no hace acepción de personas, que todos
pertenecemos al cuerpo de Cristo etc. Posiblemente, los que piensan de esa
manera se refieren a la salvación, que es algo común para todos, porque es un
don de Dios. Mientras la Palabra nos enseña, o nos da a entender, que Dios en su
plan para las edades, maneja a varios grupos de manera separada.
Como también, los respectivos sitios para cada uno de ellos; para el
momento actual, la Biblia nos muestra que por lo menos hay siete grupos, que
pueden ser identificados fácilmente. Aunque al final después del milenio y del
juicio del gran trono blanco, en línea general habrá solamente tres grupos con
sus respectivos sitios; donde todos los seres creados por Dios pasarán la
eternidad.
1) El primero de ellos, está conformado por esa dos tercera parte
de ángeles que permanecieron fieles a su Creador, durante la rebelión
angelical que hubo en el cielo en contra de Dios, liderada por Satanás.
2) Le siguen esa gran cantidad de creyentes, que depositaron su fe en
Dios en edades pasadas, desde el primer Adán, hasta el segundo (Jesucristo),
que abarca un período de unos cuatro mil años; de los cuales algunos de ellos
son nombrados en Hebreos 11.
3) La iglesia, creyentes de naciones gentiles como de Israel, que por
medio de la fe creyeron en Jesucristo, la cual está en proceso de formación;
hasta que se complete el número de los gentiles durante el actual período
de la gracia. Esta tiene una herencia en el cielo como lo menciona
el apóstol en 1de Pedro 1:4 que dice: “herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
4) El grupo de creyentes mencionados en Apocalipsis 6:11 que están
debajo del altar, a los cuales se les dijo: “que descansaran aún un poco de tiempo
hasta que se completara el número de sus consiervos, y
hermanos que debían ser asesinados como ellos”. Completándose ese número establecido
por Dios, con los que morirán durante la gran tribulación por negarse de ser
sellados y adorar a la bestia. Todos ellos resucitarán en la primera
resurrección, para que reinen con Jesús en su regreso; después de ese período
de gran angustia.
5) Israel, la nación bendecida por Dios, los
fieles que pertenecen a la familia terrenal, juntamente con los que creerán
durante el milenio que morarán en las tiendas de Sem, como lo profetizó Noé,
tipificándolo como la descendencia de Jafet, los cuales serán los herederos de
cielo y tierra nueva.
6) El grupo de impíos, que nunca pudieron creer en el amor de Dios,
ni en el sacrificio de Jesucristo para salvación de hombres y mujeres, que
murieron en sus delitos y pecados.
7) Los ángeles que se unieron a Satanás en la rebelión en contra de
Dios, que están en el cielo, y serán arrojados a la tierra, como
los están en el abismo en espera del Juicio.
A continuación, un breve comentario de cada uno de ellos y su destino
final a la luz de la Palabra.
DESCRIPCIÓN RESUMIDA DE LOS GRUPOS MENCIONADOS.
Los
ángeles que permanecieron fieles a Dios.
1) A este grupo la Biblia los define como “hijos de Dios”, por haber
ellos sido creado por un acto soberano de su voluntad. Éste conjunto
está formado por ángeles, arcángeles, querubines, serafines y posiblemente
otras categorías que no nos han sido reveladas. Probablemente sus nombres
están inscritos en el libro de la vida. Su actual morada está en el cielo de
Dios. Forman parte de ese universo celestial y tienen acceso al trono de Dios,
donde le sirven y le adoran.
Asisten y hacen que se cumpla a cabalidad el plan del creador. Están
presentes en todo evento, que sea necesario, sea celestial como terrenal. Ellos
estarán en el juicio del Gran Trono Blanco, no para ser Juzgados, sino como
testigos de su fidelidad. Por haber permanecidos fieles; ellos forman
parte de la nueva Jerusalén, la esposa del cordero, cosa que se
explicará en los capítulos finales de este estudio bajo el título: La
esposa del cordero, la nueva Jerusalén.
Los
creyentes de las diferentes edades.
2) Este otro grupo,
que muy poco se menciona es el que está formado por todos aquellos que por
fe acudieron a Dios depositando su confianza y creyendo en el sacrificio
del Cordero de Dios; abarcando desde Adán hasta Jesucristo. Toda esa gran
multitud de creyentes, de edades pasadas, que abarcan un período de unos cuatro
mil años. Estos son todos los que creyeron en ese sacrificio, y por
Su gracia recibieron el socorro Divino; algunos de ellos son mencionados en libro de los Hebreos capítulo 11.
Los
creyentes que pertenecen a la familia celestial.
3) A este conjunto de hombres y mujeres, pertenecen las almas de todos
los creyentes renacidos por medio de la fe en Jesucristo, ellos son los que
están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Los que confiaron y
confiamos en Aquel que dijo yo soy la resurrección y la vida, en Juan 11:25. De
modo que, los que ya partieron, sean del grupo anterior como los
que mueran actualmente, aunque en estos momentos estén en el paraíso
desvestidos de sus cuerpos, ellos están siendo consolados por el Señor, juntos
a la gran familia de Dios.
De manera que no se puede pensar que estén durmiendo, como algunos
enseñan, al contrario ellos pueden ver y posiblemente estén al
tanto de todo lo concerniente a nuestras actitudes. Esto lo podemos apreciar
por la maravillosa enseñanza en Lucas 16 con el relato del rico y Lázaro;
donde Lázaro junto con Abraham era consolado. Mientras el rico, aparte de estar
atormentado en ese lugar. Se puede apreciar que todos sus sentidos
estaban activos; aunque en ese momento su cuerpo, estaba en el sepulcro.
En efecto él podía ver, hablar y oír, y por la conversación que sostuvo
con Abraham, da a entender que tenía la facultad de reconocer, ya que le pide,
al patriarca que envié a Lázaro para refrescarlo. Luego también le manifestó
que tenía 5 hermanos y sabía cómo descuidaban y no guardaban la ley de
Dios. De modo, que para evitar que ellos lo acompañaran en ese lugar de
tormento, le pide que enviara a alguien para que los avisaran.
Los
creyentes que están debajo del altar en el 6:11.
4) Normalmente este pasaje es leído por muchos sin darle tanta
importancia, sin embargo, es un grupo muy estimado por Dios, por haber
resistido el embate del enemigo, hasta el punto de dar sus vidas; por el
testimonio que tenían y su fe en la Palabra de Dios. Estos pertenecen
a un grupo, cuyo número solo lo conoce Él que lo determinó. De manera que estas almas están
esperando el momento cuando se les reivindique su muerte prematura con un
cuerpo de gloria. En Apo 6:10 se dirigen al Señor: “Clamando a gran voz,
diciendo: ¿Hasta cuándo, Soberano Señor, Santo y Verdadero, ¿no juzgas y vengas
nuestra sangre de los que moran en la tierra”?
La respuesta que se les da, tanto para consuelo de ellos, como para
nuestra enseñanza en el verso 11 fue: “Y a cada uno le fue dada una túnica
blanca, y les fue dicho que descansaran aún un poco de tiempo, hasta que se
completara el número de sus consiervos, el de sus hermanos que debían ser
asesinados también como ellos”.
Es indudable que ese grupo está compuesto tanto de israelitas como
de prosélitos, ya que por lo que nos enseña la Palabra, Israel es siervo de
Dios; y están inscritos en el libro de la casa de Israel. Todos ellos tenían
que esperar que se completara un número determinado por Dios; tanto de
consiervos (israelita como ellos), como de hermanos (prosélito y gentiles), que
serían decapitados durante el período de la gran tribulación, como lo hicieron
con ellos. De estos también se nos relata en Hebreos 11:37-40 diciendo
que estos:
“fueron apedreados,
tentados, aserrados, murieron pasados a cuchillo; anduvieron errantes vestidos
con pieles de ovejas, con pieles de cabras, indigentes, afligidos, maltratados;
¡el mundo no era digno de ellos!, deambulando por desiertos y montes, en las
cuevas y cavernas de la tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen
testimonio mediante la fe, no recibieron la promesa; habiendo Dios provisto
para nosotros alguna cosa mejor, para que ellos no fueran perfeccionados aparte
de nosotros”.
La razón por la cual no fueron revestidos de un nuevo cuerpo, en el
momento del arrebatamiento de la iglesia, es porque Dios tiene un plan
específico para ellos. Siendo este el motivo por el cual, tenían
que esperar un poco más de tiempo hasta que se completara ese número
determinado. Ese número se completaría, con los que morirían en la
segunda mitad de esos siete años de la gran tribulación. Ya que el anticristo
en ese tiempo comenzará a matar a Israelitas y gentiles, opositores a sus
pretensiones de adoración; que se nos relata en el 6.11; por negarse a ser
sellados y adorar a la bestia. Estos se añadirían al número de los que fueron
muertos anteriormente.
Es probable que este grupo debajo del altar, como tienen que esperar que
termine la tribulación para ser revestidos, ellos sean los bienaventurados que
son invitados a las bodas del Cordero que menciona en el 19:9 que dice: “Y me dijo: Escribe:
Bienaventurados los que han sido invitados a la cena de la fiesta de las bodas
del Cordero. Y me dijo: Éstas son palabras verdaderas de Dios”. Al completarse
ese número que Él determinó, todos ellos resucitarán al final de la
tribulación para reinar con Cristo en el milenio.
Así lo afirma la Palabra en el 20:4 diciendo: “Y vi tronos, y se
sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar. Vi también las almas de
los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de
la Palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su
imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a
vivir para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección”. BTX3
Los
creyentes que pertenecen a la familia terrenal.
5) Este grupo presenta ciertas dificultades para poderlo definir
adecuadamente, y poder afirmar con certeza cuál sea la totalidad y variedad de
ellos. Razón por la cual se hará un resumen de las ramas que los componen. Sin
embargo está claro que ellos pertenecen a la familia terrenal de Dios; como los
herederos de las promesas de ese cielo nuevo y tierra nueva.
Al ser todos nosotros descendientes de la familia de Noé, podemos
llegar a la conclusión que ese abundante grupo, pertenece a la dos naciones
benditas, de esa profecía de Noé sobre Sem y Jafet. Que en Génesis 9:26-27dice:… “Dijo más: Bendito por
Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet Y
habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo.”
Tenemos que entender que esa palabra tienda, es sinónimo del lugar que
Dios hará para Sem en el futuro; que no puede ser otra cosa que ese cielo y
tierra nueva. De modo que siendo Jafet padre de los gentiles, se puede entender
que muchos que no son de la descendencia de Sem vivirán “juntos en
la misma tienda”. De manera que, tanto los que se unieron a la fe de Israel,
como los que creerán durante el milenio; heredarán ese lugar que Dios tiene
preparado para su pueblo de Israel.
La Palabra en Génesis 13:15 nos dice que Dios le hizo una
promesa a Abraham, que le daría la tierra para siempre diciendo: “Porque toda la tierra
que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.” Luego en el 17:
le ratifica la promesa diciendo: “Y te daré a ti, y a tu descendencia
después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en
heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.”
Ahora bien, si esta tierra mar y cielo, según relata
la Palabra en el 20.11 huirá de la presencia de Dios sin encontrar
un lugar para ellos, es decir en un viaje sin fin diciendo: “Y vi
un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron
la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.” ¿Cómo es que Dios
le dice que sería “para siempre”, y en otro lugar “en heredad
perpetua?” Basándonos en las anteriores promesas, no se puede pensar en
otra cosa, que al hacer Dios esa promesa se refería a esa nueva creación de cielo y tierra nueva.
Siendo esa nueva creación, lo que Noé en la profecía llama “la
tiendas de Sem”, que es lo que se le prometió a Israel; donde también
moraría Jafet como padre de los gentiles. Es decir, que en esa nueva creación
moraría tanto Israel, como el pueblo bendecido a quien se le hizo la
promesa; como también a una gran parte de las naciones
gentiles, que no forman parte de la iglesia.
Sabemos, según la profecía, que de Sem vino la nación de Israel, el cual
sería en el futuro el heredero del cielo y tierra nueva según la promesa. Y
como la descendencia de Jafet moraría en las tiendas de Sem. Podemos decir que
muchos de los gentiles tipificados por la línea de Jafet, vivirán también en
ese lugar”.
Los
impíos muertos en sus delitos y
pecados.
6) A este grupo pertenecen todos aquellos que no están inscritos en el
libro de la vida, en Juan 3:19 lo resume mejor diciendo: “Y esta es la acusación:
que la luz (Jesucristo) vino
al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus obras
eran malas”.
A este tipo de personas se les puede hablar hasta el cansancio de la
cosas de Dios, y nunca llegarán a creer y amar a Dios. Pertenecen a esa
profecía de Génesis 3.15 como la simiente de la serpiente, que estaría
enemistada con la simiente bendita. Desde ese tiempo de Adán, hasta después del
milenio, siempre han demostrado un espíritu de rebelión a las cosas de Dios.
Un ejemplo de lo que se acaba de decir, lo tenemos en lo
siguiente: Al estar Satanás imposibilitado de actuar, por estar atado durante
el milenio, la humanidad vivirá en un reino de paz y Justicia con Jesucristo;
sin ser incitados por el diablo a delinquir. En ese período, tendrán paz,
justicia, seguridad, con una naturaleza y fauna amigable; trabajando y
disfrutando del fruto de su trabajo, donde nadie los defraudará ni se
aprovecharán de ellos.
Sin embargo, al ser librado nuevamente Satanás, una parte de esos seres
incorregibles se les unirán para la última rebelión permitida por Dios.
Actualmente parte de ellos se encuentran en el Hades, y al final de los
siglos se levantarán para comparecer delante del Juez de toda la tierra; en el
Juicio del gran trono blanco únicamente para ser juzgados y castigados.
Los
ángeles que están con Satanás y los que están en el abismo.
7) Estos ángeles son los que se unieron a Satanás para rebelarse en
contra de Dios. Después de que el hombre pecó, tanto este grupo, como la raza humana estábamos destituidos de la gloria de Dios; sin embargo, plugo a Dios rescatar
al hombre.
De manera que hay una diferencia entre los ángeles que pecaron y los
humanos; esta distinción consiste en que Dios tuvo misericordia de los hombres,
al enviar a Jesús para socorrer a todo aquel que acude y deposita su fe en su
hijo Jesucristo.
No así con los ángeles, que llegaron a contemplar su gloria, y aun así
rebelarse en contra de su creador. Para ellos Dios no ha provisto un socorro
para ser reconciliados con Él. Como dice en Hebreos 2:16 "Porque ciertamente no
socorrió a los ángeles, sino a la descendencia de Abraham”. En esa
descendencia, están incluidos todos aquellos que, por fe, creerían en el
sacrificio que Jesucristo hizo por la humanidad para ser reconciliados con Dios.
Hay tres grupos de ángeles, estos son: los
que permanecieron fieles a Dios, los que se rebelaron y están todavía en
los lugares celestiales, y aquellos que dejaron su morada, y no guardaron su
dignidad. Estos últimos son los que se humanaron antes del diluvio, y al
perecer los cuerpos de todo ser viviente en ese juicio (excepto Noé y su familia) los
espíritus de esos ángeles que se posesionaron de cuerpos humanos (como es el caso del endemoniado gadareno) fueron confinados en el abismo. De éstos habla Judas
en 1:6 que dice: “Y
a los ángeles que no guardaron su estado original, sino que abandonaron su
propia morada, los ha mantenido bajo oscuridad, en prisiones eternas hasta el
juicio del gran día”.
Ese lugar de prisión, mencionado en varias oportunidades, la Palabra de
Dios lo denomina como abismo o tártaro, dando a entender que es un lugar donde
están confinados los espíritus de esos ángeles rebeldes; en espera del juicio
del gran día.
A la pregunta, si un demonio puede posesionarse de un ser humano, tenemos un ejemplo en el relato bíblico del endemoniado gadareno, donde se nos enseña que los ángeles o
demonios sí pueden hacerlo. Luego al perecer el cuerpo del poseído, o al
salir de él, no se les permite regresar a su anterior morada, sino que tienen que ir al
abismo en espera del juicio.
Eso se deduce por el relato del endemoniado gadareno de Lucas
8:31, donde un grupo de demonios que estaban en el cuerpo del hombre; al mandar
Jesús, que salieran de ese cuerpo, y sabiendo ellos que su nuevo destino era el
abismo; se dirigen a Jesús pidiéndole que no los enviara a ese sitio: “Le rogaban que no les
mandara ir al abismo. Y
había allí una piara de muchos cerdos paciendo en el monte; y le rogaron que
los dejara entrar en ellos; y los dejó”.
Tanto los que están en el abismo como los que van a ser arrojados del
cielo, serán juzgados por los creyentes. Así lo enseña en 1 Corintios
6.3 al decir: ¿”O
no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida”?
Las
70 semanas una profecía en tres períodos.
Después de haber aclarado con la anteriores explicaciones, algunos
argumentos importantes, para poder entrar en el estudio de las profecías
concernientes al futuro; volvemos a disertar sobre esas setenta semanas, la
manera como se han venido cumpliendo esas profecías y lo que falta todavía por
cumplir. Anteriormente hemos visto, como las setenta semanas o los
490 años de la profecía dada a Daniel se dividirían en tres partes, una de 49
años, otra de 434, y la última de 7 años. Ahora vamos a ver con más detalles
cada una de esas divisiones.
La primera cosa que se debe notar, acerca de la profecía del
ángel Gabriel es, que esta vez no le revela a Daniel un número exacto de años,
como Dios le había revelado al profeta Jeremías, de los 70 años que ya su
pueblo había transcurrido cautivo en Babilonia. Esta vez en lugar de
decirle que sobre su pueblo estaban determinados otros 490 años le da la
profecía de una manera muy diferente al decirle: según la versión de la (NTV) “un período de setenta
conjuntos de siete.”
O según la versión R.V. 60 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo” .
Explicándole Luego con algunos detalles, los acontecimientos que
tendrían lugar en ese tiempo, que veremos a continuación. El motivo de
revelarle la profecía de esa manera, se debió a que entre la semana 69 y la 70,
Dios abriría un paréntesis con el período de la gracia para la salvación
de los gentiles que lleva casi 2.000 años; quedando todavía por cumplirse esa
última semana.
Lo
que acontecería en esos próximos 490 años.
En los versículos 9:24-26, el ángel le da un bosquejo general en
cinco puntos, explicando lo que acontecería en esos 490 años de la profecía que
dice: (1)“Setenta
semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, (2) para
terminar la transgresión y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, (3) para
traer la justicia perdurable, (4) y sellar la
visión y la profecía, (5) y ungir al Santo de los santos. Sabe,
pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y
edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas,
y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos. Y después de las sesenta y dos
semanas (en
total 69) se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un
príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario.”
Todo lo que contienen esos tres versículos, incluyendo la unción del
Santo de los santos, aunque están dentro de los 490 años, para poder entender
adecuadamente la profecía, hay que tomar en cuenta que, durante los últimos
siete años, hay algunos eventos de esa profecía que se efectuarán en el cielo,
y otros de manera simultánea en la tierra. De no tomar en cuenta este detalle,
se pueden crear confusiones en las interpretaciones, o no entender el
significado de la explicación que el ángel le da acerca de la profecía.
Esta es la razón por la cual el ángel iniciando desde el verso 24
al 26, da una explicación de todo lo que acontecería en el futuro en dos
partes. Donde en la primera parte abarca hasta la semana 69 con la muerte del
Mesías. Después de la muerte del Mesías el ángel no le revela a Daniel,
nada referente al período de la gracia que Dios mantuvo
escondido en el pasado a los hombres. “misterio que en otras generaciones no se dio a
conocer a los hijos de los hombres.” Efesios 3:5
Sin embargo es muy importante notar, que el ángel incluye antes de
hablar de la última semana, un evento importantísimos para Israel, que ocurre
dentro del período de la gracia. Un hecho que ocurre unos 35 años después de la
muerte del Mesías; esto es la destrucción de la ciudad y el templo. Al
decirle: “y
el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario.”
Este hecho ocurrió en el año 70 de nuestra era, por el general Tito al mando del ejército del imperio romano. Este importante
acontecimiento supera con creces (como cinco veces) los siete años estipulados
para la última semana. De manera que eso nos da a entender que la última semana no está comprendida dentro de esos 35 años pues de la muerte de Jesucristo.
Luego como algo completamente aparte en el verso 27 con la
frase:” Y por
otra semana confirmará el pacto con muchos”, es donde enfatiza los
acontecimientos que tendrán lugar en la última semana (los últimos 7 años),
como algo aparte, donde se refiere al tiempo en el cual este mundo estará por
concesión de Dios a merced de Satanás, la bestia y el falso profeta. Ya que por
haber rechazado la verdad Dios les envía un espíritu de error para que crean en
él, como dice en 2 Tesalonicences 2:11 “Por esto Dios les envía un poder
engañoso, para que crean la mentira.”
Resumiendo lo expuesto en estas profecía de 70 semanas, el ángel le dice,
que estarían divididas en tres grupos, un primero de 7, luego otro de 62
y por último de 1 semana, que llevándolos a años son 49, 434, y 7
años respetivamente. A continuación, un esquema de todo el plan profético
para el pueblo de Israel, con una sola variante que el ángel no le
menciona, que entre la semana 69 y 70 habría un tiempo para traer
otras ovejas que tenía que oír su voz allegarse a Él por fe; este
es el tiempo de la gracia concedido a los pueblos gentiles.
15 Todo el plan profético de Dios para Israel.
[EnBabilonia] [Regreso y reconstrucción] [ MedosP.Grecia, Roma, muerte del Mesía] (-70 años---) (----7 semanas 49
años ---) (---Las 62 semanas, 434 años hasta la cruz--)
[Destru. Del templo] [Tiempo de la gracia] [Arrebatamiento] [-Tribulación-] [Acortados] (Año 70 d. de Cristo) (---- ¿
2000 ? años---) (-- Un
pestañar--) (Total 7 Años) (220
días)
[Batalla
Armagedón] [Sepultura muertos] [Juicio de Israel] [Juicio de naciones] [-Milenio--] (------10
días -------) (-------210 días-- ) (- --- 30 días----) (------45 días -----) (-1000 años-)
A continuación, una explicación de cada uno de los renglones del
anterior plan de Dios, tanto para para Israel como para el mundo.
El
inicio del Dominio de potencias imperiales.
Al dar el ángel Gabriel la profecía a Daniel, ya habían transcurrido los
70 años del dominio imperial de Babilonia. Al mirar Daniel atentamente en los
libros, el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que por
setenta años se cumpliría una desolación para toda esa tierra y
Jerusalén, como dice Jer 25:11: “Toda esta tierra será puesta en ruinas y
en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años”.
Viendo Daniel que el tiempo ya se había cumplido, le pide en oración a
Dios, confesando sus pecados como los del pueblo. Lo que el ángel le iba a
decir no libraría a su pueblo del dominio de las potencias imperiales; solamente
le confirmaría el plan que Dios tenía para las naciones, como para su pueblo.
Cosa que ya le había mostrado, al darle la interpretación de la estatua del
sueño que le había dado al rey Nabucodonosor; hasta que la piedra que golpearía
los dedos de la estatua los libraría de manera definitiva, y pondría a su
pueblo a reinar sobre todas las naciones de la tierra junto al Mesías.
De manera que el ángel le dice en Dan 9:25: “Sabe, pues, y entiende,
que desde la salida de la orden para restaurar y reedificar a Jerusalén hasta
el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas. Se volverá a
edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.” En esta explicación
el ángel no menciona la última semana, como estableciendo una pausa entre
los primeros dos períodos y el tercero; que como vimos lo complementa en
el verso 27.
El
regreso y reconstrucción de Jerusalén (las 7 semanas).
Este primer período de 49 años de la reconstrucción de Jerusalén, inició
con el decreto del rey Ciro, en el año 445 A.C. donde en Esdras 6:3
dice: “En
el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca de la Casa de
Dios que está en Jerusalén: Que la Casa sea reedificada en el lugar donde se
ofrecen los holocaustos, y sus cimientos sean echados firmemente. Que su altura
sea de sesenta codos y su anchura de sesenta codos.” Según señala el
Astrónomo Real Sir Robert, dice que la fecha del tiempo cuando se
decretó esa orden para la reconstrucción de la ciudad, fue el 14 de marzo
del año 445 antes de Cristo. Y por un período de 49 años se efectuó esa labor,
con una fuerte oposición, por parte de los Samaritanos liderados por Tobías y
Samballat.
El
segundo período o grupo de 62 semanas 434 años.
Al regresar a su tierra para la reconstrucción de Jerusalén aparentemente
todo estaba bien, sin embargo, seguirían bajo el dominio de varios imperios. A
Daniel ya se le había revelado por medio de la estatua del sueño de
Nabucodonosor, que seguirían bajo el dominio de las potencias o imperios de
pueblos gentiles.
En efecto, así como Daniel le dijo, a Nabucodonosor rey de
Babilonia al interpretar el sueño de la estatua: “tú eres aquella cabeza
de oro”, lo mismo podía haberle dicho a Darío, de Media y Persia, tú eres aquellos
hombros de plata, a Alejandro de Grecia, tú eres los muslos de bronce,
a César de Roma, tú eres las piernas de hierro, y al hombre de
pecado que se levantará de ese mismo cuarto reino que ha de venir,
junto con los 10 reyes, representados por los diez dedos de la estatua,
decirles: ustedes
son esos pies de hierro mezclados con barro cocido.
Uno de los hechos a resaltar durante ese período de 434 años es: que, al
dividirse el reino de Grecia en cuatro gobernantes, alrededor del año 200 A.C.
Uno de ellos, Antíoco Epífanes de Siria se ensañó en contra del pueblo de
Israel, queriendo cambiar las leyes de Dios, como sus costumbres. Este rey fue
un tipo muy claro del cuerno pequeño de la profecía; él fue que invadió
Jerusalén y profanó el Templo de varias maneras; haciendo sacrificar cerdos en
el templo para debilitar la fe del pueblo de Dios.
En ese tiempo muchos murieron después de ser torturados por guardar
la Palabra de Dios y su testimonio. Al ver el rey que al obligarlos
no renunciaban a su fe, y notar esa resistencia férrea, se enfureció mandando a
matar a todos los que se le oponían. Este rey fue tomado como el prototipo del
futuro anticristo, la bestia, o el blasfemo, que gobernará en el tiempo de la
gran tribulación; todo esto se prolongó hasta su muerte en el año 163
A.C.
Luego durante ese mismo período de las 72 semanas, llega al poder en el
año 27 a.C. el imperio romano, con su dominio como se le había revelado a
Daniel de ese cuarto reino, representado por las piernas de hierro de la
estatua. Fue bajo ese imperio, siendo Herodes el Grande, rey de Judea que nace
el Emmanuel el anhelado Mesías, Pero nadie del pueblo que estaba en tiniebla se
percató de su nacimiento.
Dios tuvo a bien revelárselo a unos astrónomos del oriente y no a los
depositarios de las escrituras; que, al ser notificados por esos reyes de ese
nacimiento, los escribas se percataron por las escrituras que él nacería en
Belén de Judea, pero no le dieron importancia ni fueron a verle. Años más tarde
entregan a su Mesías a Pilato para ser ejecutado. Aunque ya estaba determinado
que Jesús tenía que morir ese año, en el mes de Nisán, el día 14, a las tres de
la tarde. Lo lamentable de todo eso fue, que fueron los mismos líderes
religiosos de su pueblo; los miembros del Sanedrín los que lo entregaron
para ser crucificado.
El astrónomo Real Sir Robert, en sus investigaciones concluye
diciendo que la fecha de esa muerte coincide con los 483 años de la profecía
con la entrada de Jesús a Jerusalén, donde esa misma semana se le quitó la vida
al Mesías. Quedando de esta manera pendiente por cumplirse, solamente la última
semana de 7 años.
La
destrucción del templo.
En esta misma porción de la profecía concluye diciendo: “y el pueblo
de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario y su fin será
con inundación, y hasta el fin de las guerras durarán las devastaciones”. Cumpliéndose
esto con el general Tito en el año 70. Lo interesante de todo esto es: que al
no reconocer Israel a su Mesías, ellos por varios años continuaron sacrificando
el día 14 del mes de Nisán, según lo establecido en la ley, el cordero pascual;
siendo Jesús el anti tipo cumplidor de ese acto redentor. Esa fue la razón por
la cual, Dios para que no siguieran con esos inútiles sacrificios, ya que el
perfecto había sido consumado, que les quitó el templo, siendo ese el lugar
donde se tenía que efectuar el sacrificio. De allí empezó la diáspora hasta el
año 1948, cuando se restablecieron como nación.
Tiempo
de la gracia o de los gentiles.
Todo lo expuesto anteriormente, nos da a entender que por el endurecimiento
de Israel, en no conocer el día o el tiempo en que se presentó su Mesías
(Emmanuel); con su muerte y resurrección, Dios abrió un paréntesis en el
tiempo, entre la semana 69 y 70 de la profecía; con el fin de darle la
oportunidad a las demás naciones de conocer y aceptar a su Hijo. Dando lugar a que los que estaban primero, (Israel) pasaran a postrero, y los postreros (los gentiles) pasarían ahora a ser los primeros.
Con la expresión “hasta que entre la plenitud de los gentiles”; da a entender que
sería hasta que se completara el número de los que serían salvos por aceptar a
Jesús como su salvador; que formarían la iglesia. Es lógico pensar que estamos todavía dentro de ese
período concedido por Dios, a los que no éramos Su pueblo, denominados en
la Palabra como “gentiles”.
La diferencia entre nosotros como parte de la iglesia e Israel es: que nosotros vamos por fe al
creer que Jesús es Dios, mientras ellos necesitarán ver al que traspasaron para
poder creer en Él. Dios cumplió su parte al enviarle al Mesías que les había prometido, y
ellos lo rechazaron entregándolo para que lo mataran. Solamente cuando Jesucristo,
en su majestad se presente por segunda vez a este mundo y todos podrán verle es que ellos lo reconocerán como Dios y Mesías, lamentando lo que le hicieron.
Así lo relata la Palabra de Dios, cuando ellos se darán cuenta del error que cometieron sus padres al entregarlo para que lo sacrificaran. En Zacarías 12:10 dice: “Entonces derramaré un espíritu de gracia y oración sobre la familia de David y sobre los habitantes de Jerusalén. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón.”
El anterior relato tiene un parecido a la actitud Tomás, cuando le dijeron que habían visto a Jesus resucitado. a lo que el respondió: que no creería mientras no viera sus heridas y poner su dedo en ellas. (tenía que ver para poder creer) Al mostrarse Jesús nuevamente a sus discipulos en Jua 20:27 le dijo a él Tomás: "Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." sólo en ese momento fue que lo reconoció como Dios; al decirle luego en el 20:28 ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dice: ¿Porque me has visto, has creído? Bienaventurados los que no vieron y creyeron.” (la misa actitud del pueblo de Israel)
en su majestad se presente por segunda vez a este mundo y todos podrán verle es que ellos lo reconocerán como Dios y Mesías, lamentando lo que le hicieron.
Así lo relata la Palabra de Dios, cuando ellos se darán cuenta del error que cometieron sus padres al entregarlo para que lo sacrificaran. En Zacarías 12:10 dice: “Entonces derramaré un espíritu de gracia y oración sobre la familia de David y sobre los habitantes de Jerusalén. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón.”
El anterior relato tiene un parecido a la actitud Tomás, cuando le dijeron que habían visto a Jesus resucitado. a lo que el respondió: que no creería mientras no viera sus heridas y poner su dedo en ellas. (tenía que ver para poder creer) Al mostrarse Jesús nuevamente a sus discipulos en Jua 20:27 le dijo a él Tomás: "Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." sólo en ese momento fue que lo reconoció como Dios; al decirle luego en el 20:28 ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dice: ¿Porque me has visto, has creído? Bienaventurados los que no vieron y creyeron.” (la misa actitud del pueblo de Israel)
De manera que teniendo como referencia la muerte del Mesías, podemos
decir que actualmente y proféticamente, nos encontramos dentro del período de
la gracia, que Dios les ha concedido a los gentiles para salvación. Solamente
hay que esperar que se complete el número de los que han de creer para ser salvos; luego tendrá lugar el arrebatamiento; e inicie la última de
las 70 semanas profetizadas en Daniel 9. Como se explicó anteriormente.
(UN PARÉNTESIS.) PARA UN COMENTARIO ACERCA DE LA
IGLESIA.
El período de la gracia, concedido por Dios a los gentiles, para la formación de la iglesia, es
revelado de una manera muy sutil, hasta diría casi imperceptible por primera vez a Noe. Debido que todavía no era el tiempo para darla a
conocer a los hombres; hasta que Dios lo revelara a sus siervos en futuras generaciones.
Eso acontece en la profecía de Noé, donde siendo Cam uno de sus tres hijos, diríamos que de manera extraña, (ya que todo es guiado por Dios) no da ninguna palabra profética, para las futuras generaciones de su hijo Cam como lo hizo para los otros hijos. Ya que este llegaría a ser un tipo de esa familia celestial, que Dios solamente lo revelaría en el futuro; como dice en Efe_3:15 "de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra." De modo que Noé guiado por Dios introduce en lugar de Cam su hijo, al nieto Canaán. Quedando así por el momento sin una aparente bendición, como la que le dio a los otros dos hijos Sem y Jafet.
Eso acontece en la profecía de Noé, donde siendo Cam uno de sus tres hijos, diríamos que de manera extraña, (ya que todo es guiado por Dios) no da ninguna palabra profética, para las futuras generaciones de su hijo Cam como lo hizo para los otros hijos. Ya que este llegaría a ser un tipo de esa familia celestial, que Dios solamente lo revelaría en el futuro; como dice en Efe_3:15 "de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra." De modo que Noé guiado por Dios introduce en lugar de Cam su hijo, al nieto Canaán. Quedando así por el momento sin una aparente bendición, como la que le dio a los otros dos hijos Sem y Jafet.
Es así como Dios en el plan concebido para la
humanidad, se ha reservado algunas cosas para revelarlas en su debido
tiempo. Una de estas, es lo que el apóstol Pablo llama el misterio de los
gentiles, al cual se refiere esta parte del estudio que le fue revelado a él, y manifestado a nosotros en Efesios 3:5-6:
Diciendo “misterio que en otras generaciones no se dio a
conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos
apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y
miembros del mismo cuerpo, y copartícipe de las promesas en Cristo Jesús por
medio del evangelio.”
Esta revelación abre un
período de gracia, que Dios en su amor concedió para las demás naciones que
estaban sin esperanza de salvación; (Como en el caso de Cam) para que todos aquellos que creerían en su
hijo Jesucristo, maravillosamente llegarían a ser una sola cosa con Él. De esta
manera Dios separaba una descendencia natural, tipificada como la arena del
mar, o polvo de la tierra, que le prometió a Abraham (siendo esta la terrenal); de otra que
le mostraría después, que sería como las estrellas del cielo (la
celestial); aunque ambas pertenezcan a la gran familia de Dios.
Es así que por Abraham creer en Dios fue justificado como dice en Gén 15:6 " Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia." Revelándole Dios otra descendencia que sería como las estrellas del cielo; refiriéndose a esa futura familia basada en fe en su hijo Jesucristo que es la iglesia; siendo la misma de Abraham como lo afirma en Rom 4:16 diciendo: "Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros."
Esta otra promesa de las estrellas del cielo de pudiera interpretar como una ratificación de esa simiente natural, que ya le había prometido, que su descendencia sería el polvo de la tierra al decirle en Gén 13:16 "Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada." Luego más adelante le revela que sus generaciones serían dos, una celestial tipificada por las estrellas, y la otra terrenal como la arena del mar al decirle en Gén_22:17 "de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos."
De este nuevo grupo sinónimo
de lo celestial, Jesús manifiesta su propósito como algo que le pertenece, en
Mateo 16:18 diciendo: “y sobre esta roca
edificaré mi iglesia.” Esto no quiere decir que para Dios la iglesia, sea
de más valor, ni de menor, sino que le plugo hacer las cosas de esa manera.
Para esto es propicio mencionar, lo que aconseja el apóstol Pablo, en
Romanos 11:25 para evitar una posible
jactancia, de parte del pueblo gentil, para no tener en poco a Israel un pueblo que
Dios ha amado con amor eterno.
De manera que aconseja
diciendo: “Mis
amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan
orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene el corazón
endurecido, pero eso sólo durará hasta que se complete el número de
gentiles que aceptarán a Cristo. Y entonces todo Israel será salvo. Como
dicen las Escrituras: «El que rescata vendrá de Jerusalén y apartará a Israel
de la maldad.” Luego en el 11:27 agrega: “Y mi pacto con ellos es que quitaré sus
pecados.” Aunque Dios se ha apartado de relacionarse con él por un tiempo, por no haber reconocido al Mesías cuando le fue enviado; lo ama y jamas será olvidado.
De modo que la Iglesia es un
paréntesis en el plan de Dios, que comienza con esa afirmación de Jesús, al
decir ”edificaré mi iglesia,” y termina
cuando el número esté completo, ni uno más ni uno menos, donde el apóstol Pablo
lo enseña diciendo: “hasta que entre la plenitud de los gentiles.” Es decir, hasta que
todos los llamados, de la fe en Jesucristo estén completos.
Cuando se haya completado ese número, es que Jesús verá el fruto de su
trabajo, como dice en Isaías 53:11 Verá el fruto de la aflicción de su alma,
y quedará satisfecho; es en ese tiempo que vendrá
PERSONALMENTE; con todos los murieron en su fe, durante esos 2000 años que los resucitará, y los que estemos
en vida en ese momento que seremos arrebatados completándose así el número de Su iglesia.
Fin del paréntesis.
Fin del paréntesis.
El arrebatamiento de la
iglesia.
Al iniciar este tema, necesariamente tenemos que volver a
mencionar la iglesia que es la que va ser arrebatada,
por Aquel que dijo que la edificaría. Con el fin de no salirnos completamente
del tema profético de las 70 semanas; solo se hará un resumen de su historia.
Diciendo que: aunque Dios tenía la iglesia en su mente, la mantuvo escondida,
hasta que es mencionada por Jesús; luego el Espíritu Santo le revelaría los
detalles al apóstol Pablo. en el antiguo testamento sólo dio un pequeño indicio con la profecía de Noé como ya vimos.
Es oportuno mencionar la existencia de profecías que se pueden aplicar
para diferentes eventos. Por ejemplo, cuando el Señor estaba hablando de ese
momento, de tomar a su iglesia, dice que Él mismo vendría para llevarla al
cielo. En Juan 14:3 lo afirma diciendo: “Y cuando me vaya y os
prepare lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy,
vosotros también estéis.” Aquí el Señor claramente explica que la iglesia
sería tomada de este mundo por Él personalmente. Luego en Lucas 17:34 Él agrega
que en ese acto unos se irían y otros no, al decir: “el uno será tomado y el
otro será dejado”.
Algunos interpretan que ese evento, se refiere a la cizaña que es
arrancada y quemada como lo explica Mateo 13:40-42 que dice: “Por tanto, así como la
cizaña es recogida y consumida con el fuego, así será en la consumación del
siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a
todos los que causan tropiezos y a los que hacen iniquidad, y los echarán al
horno de fuego. Allí será el llanto y el crujido de los dientes”.
Los que lo interpretan de esa manera no toman en cuenta dos detalles muy
importantes que son: primero que en ese pasaje se nos enseña claramente que ese
evento de la cizaña será al final de siglo; Luego en el acto de recoger a
la cizaña, está muy claro que Jesús enviará a sus ángeles para
ese evento. Mientras en el arrebatamiento es el mismo Señor que vendrá para
llevarse a los suyos, cosa que ocurrirá en un abrir y cerrar de ojos, siendo
esa la manera como se efectuará, ese glorioso acontecimiento
con la rapidez del rayo.
con la rapidez del rayo.
Es lógico que nadie podrá presenciar o darse cuenta de esa
transformación, en esa fracción de segundo; solamente lo podrán contemplar los
redimidos, los creyentes en Jesucristo. Mientras que en su segunda venida a
esta tierra, todo ojo lo podrá ver cuando Él venga en las nubes. Con este
evento del arrebatamiento termina el lapso concedido por Dios a los gentiles e
inicia la gran tribulación; que es la última de las setenta semanas.
el
orden en el cual se efectuarán las tres resurrecciones.
El apóstol Pablo en su primera epístola a los corintios, nos revela que
habrá tres resurrecciones en su debido orden, con una disposición establecida por Dios en
su Palabra. Este se nos da a
conocer en 1Corintios 15:23 que dice: “Pero cada uno en su debido
orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo,
en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino a Dios y
Padre”. Por supuesto, que estas resurrecciones se efectuarán en
diferentes tiempos y ocasiones.
El primero de ese orden es: Cristo la
primicias.
Esto es algo, que para algunos creyentes se les puede dificultar comprender plenamente su alcance; porque aunque habla de la resurrección de Jesús, como primicia, Dios
incluye en ella a todos los que por fe aceptan a Jesucristo como su único
Salvador. Esto es por la facultad que Él tiene de ver las cosas que no son como
si fuesen; por esa razón es que Él puede ver al creyente como una sola
cosa con Cristo; desde el mismo momento que cree en Él. Lo expuesto anteriormente es lo que enseña la Palabra en
Efesios 2:6 que dice: “y juntamente con Él (con Cristo) nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús.”
Esta resurrección de nosotros los creyentes para Dios se efectúa en el mismo
momento que reconocemos a su Hijo Jesucristo como Salvador y Dios.
Ya que en ese momento llegamos a formar parte de su cuerpo, al ser bautizados
con el Espíritu Santo, el cual viene a morar en nosotros.
Aunque esto pueda estar claro en nuestra mente, que tanto las almas de los creyentes
que murieron, como las que estamos todavía en vida, aun no hemos sido revestidos de ese cuerpo de gloria; todos lo seremos en el momento del
arrebatamiento. Lo importante es, que para Dios ya hemos resucitado;
debido a esa facultad que él tiene de ver el futuro, como si fuera el presente.
De modo que, así como por fe creemos que somos salvos al aceptar a Jesucristo; así tenemos que aceptar y creer que hemos resucitado juntamente con Cristo, y ya tenemos un lugar en el cielo, porque así lo dice su Palabra. por lo que dice en Efesios 2:6 que Dios nos esta viendo sentados en ese lugar con Jesús.
De modo que, así como por fe creemos que somos salvos al aceptar a Jesucristo; así tenemos que aceptar y creer que hemos resucitado juntamente con Cristo, y ya tenemos un lugar en el cielo, porque así lo dice su Palabra. por lo que dice en Efesios 2:6 que Dios nos esta viendo sentados en ese lugar con Jesús.
En el momento que el Señor viene por la iglesia, traerá a
los que durmieron en Él, ya resucitados con cuerpos de gloria. Luego los
creyentes que estemos en vida para ese momento, seremos revestidos en un abrir y
cerrar de ojos, en una fracción de segundo con la misma rapidez que aparece y
desaparece un rayo en el cielo. Ese será el cumplimiento físico, de esa
resurrección que para Dios ya fue real, desde el momento que el Espíritu Santo
vino a morar en nosotros.
El
segundo orden, los
que son de Cristo en su venida.
Este se efectuará siete años después al terminar la gran tribulación,
cuando aparezca Jesús con sus santos millares donde todo ojo podrá verle. En
esa resurrección se levantarán todos los que la Palabra menciona en
Apo 6:11 que están debajo del altar junto con los que fueron decapitados durante la tribulación por el
anticristo y el falso profeta.
Todos ellos resucitaran para reinar con Cristo y con la esposa en el milenio, teniendo cuerpos de gloria, tanto celestiales, como terrenales; de acuerdo a lo que enseña el aposto Pablo en 1Co 15:40 al decir: "Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales."
En ese tiempo todos los pueblos que sobrevivieron a la gran tribulación, tanto de Israel, como todas las demás naciones serán los bienaventurado que con su cuerpos normales entrarán e ese glorioso período de paz como dice en Dan 12:12 "Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. estarán guiado y regidos con justicia por todos aquellos que reinarán con Jesucristo el Rey de reyes."
Todos ellos resucitaran para reinar con Cristo y con la esposa en el milenio, teniendo cuerpos de gloria, tanto celestiales, como terrenales; de acuerdo a lo que enseña el aposto Pablo en 1Co 15:40 al decir: "Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales."
En ese tiempo todos los pueblos que sobrevivieron a la gran tribulación, tanto de Israel, como todas las demás naciones serán los bienaventurado que con su cuerpos normales entrarán e ese glorioso período de paz como dice en Dan 12:12 "Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. estarán guiado y regidos con justicia por todos aquellos que reinarán con Jesucristo el Rey de reyes."
El
tercer orden, denominado “luego
el fin”.
Este es el último de los tres, y se efectuará después del milenio.
En Daniel 12:2 lo relata diciendo: “Y muchos de los que duermen en el polvo
de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua.” Esta será la resurrección final, tanto del los primeros que murieron sin Dios y sin esperanza, como los que murieron durante el milenio tanto de salvos como de impios. A continuación se comentará, con más detalles, la del primer orden, las otras dos resurrecciones se explicarán más adelante, en el
momento de efectuarse cada una de ellas.
El
primer orden de la resurrección: Cristo las primicias.
En el acontecimiento del arrebatamiento de La iglesia, todos los que
depositaron su fe en Jesús como el Salvador de sus almas, llegan a formar parte
del cuerpo de Cristo, y ser una sola cosa con el Padre y con el Hijo.
Está claro que aun habiendo resucitados juntamente con Cristo, como
vimos en Efesios 2:6. Solamente cuando Cristo venga por su iglesia,
trayendo como dice su Palabra a todos los que murieron, que resucitarán
primero; es cuando los que estén en vida en ese momento serán desvestidos de
ese cuerpo de pecado, y revestidos en una fracción de segundo con un cuerpo de
gloria como el de Jesucristo. En ese momento se materializará, esa resurrección
que por fe tuvieron desde el día que creyeron y confesaron a Jesucristo como su
Salvador.
Se concluye diciendo que: todos los creyentes que pertenecen a ese
primer orden de la resurrección establecido en su santa Palabra, corresponden
al grupo de “Cristo las primicias”. De manera que, al ser la
iglesia arrebatada, todos estarán seguros al abrigo de Aquel que los compró
a precio de sangre; los cuales serán liberados de esos acontecimientos de dolor
y angustia de la tribulación.
El
inicio de la gran tribulación.
Regresando a lo que el ángel le dijo a Daniel, en el 9:27,
le instruye acerca de la tercera parte de la profecía, de esa última semana
diciendo: “Y
por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la
semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de
las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo
que está determinado se derrame sobre el desolador.” Este versículo se refiere claramente a los
siete años de la gran tribulación, que constan de dos períodos de tres años y medio cada
uno, o de 1260 días, como los separa el libro de Apocalipsis; en la revelación que Dios le dio a Juan para ambos períodos como se explicará a continuación.
Aclaratoria. Se quiere informar antes de continuar, que hay muchos creyente, con un amplio conocimientos de las escrituras, que no comparten los temas que se están desarrollando en este escrito. Tanto el de la tribulación como del milenio. Quedando claro, que eso no afecta su base de creyente en Jesucristo, que es lo importante para la salvación del alma. Como también otros, que para ellos estos estudios escatológicos ni van ni le vienen, ya que no les despierta ningún interés sea por no entenderlos o por haber sido enseñados por otras escuelas que no lo creen.
Aclaratoria. Se quiere informar antes de continuar, que hay muchos creyente, con un amplio conocimientos de las escrituras, que no comparten los temas que se están desarrollando en este escrito. Tanto el de la tribulación como del milenio. Quedando claro, que eso no afecta su base de creyente en Jesucristo, que es lo importante para la salvación del alma. Como también otros, que para ellos estos estudios escatológicos ni van ni le vienen, ya que no les despierta ningún interés sea por no entenderlos o por haber sido enseñados por otras escuelas que no lo creen.
Ya hemos visto que, en esa semana es el anticristo o la bestia el que confirmará el pacto con muchos, y no el Señor como algunos piensan. Luego a
la mitad de la semana, a los 3 años y 1/2 o 1260 días, se romperán los
pactos acordados. Posiblemente Israel, sea por las enseñanzas de los dos testigos
enviados por Dios, como los acontecimientos, contrarios a sus creencias se dará
cuenta del engaño y lo rechazarán. Es en ese tiempo, que un ser diabólico subirá
del abismo, que la Palabra lo denomina como “el desolador”; el cual
tomará el lugar del anticristo, hasta que lo que está determinado para él se
cumpla. (Esto es, que será enviado al lago de fuego, cosa que analizaremos con
detalles más adelante en la segunda parte de la tribulación).
Los
dos eventos simultáneos para la humanidad.
En ese tiempo, después que la iglesia, sea arrebatada, seguramente ya
Satanás el dragón y sus ángeles habrán sido arrojados de ese lugar del cielo
que ocupan actualmente, quedando así desocupado; para los nuevos
huéspedes, para los cuales estaba reservado. En Apo 12.7 dice: “después hubo una gran
batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo”.
Es evidente, que en
ese tiempo se incrementará la agonía de este planeta; Como también
es lógico pensar, que en ese período la humanidad estará dividida en tres
grandes grupos. De los cuales uno estará en esta tierra a merced del
anticristo; y los otros dos estarán en esa otra dimensión de los espíritus
vivientes, de los cuales uno estará con el Señor, y el otro en el Hades en
espera del juicio final.
La situación reinante en el mundo después del arrebatamiento, será muy critica, para los que estén en la tierra. Ya que acontecerán cosas muy engañosas y desagradables, debido a que muchos serán engañados por el anticristo o la bestia, como lo define la Palabra; otros al negarse de aceptar las exigencias del nuevo líder mundial, tendrán que morir asesinados. Sin que nadie pueda intervenir, debido al poder y autoridad que Satanás le otorgará. Mientras en el cielo habrá otro tipo de actividades para todos los que creyeron en Dios, en las diferentes edades y se fueron con el Señor en el arrebatamiento.
La situación reinante en el mundo después del arrebatamiento, será muy critica, para los que estén en la tierra. Ya que acontecerán cosas muy engañosas y desagradables, debido a que muchos serán engañados por el anticristo o la bestia, como lo define la Palabra; otros al negarse de aceptar las exigencias del nuevo líder mundial, tendrán que morir asesinados. Sin que nadie pueda intervenir, debido al poder y autoridad que Satanás le otorgará. Mientras en el cielo habrá otro tipo de actividades para todos los que creyeron en Dios, en las diferentes edades y se fueron con el Señor en el arrebatamiento.
Debido a que
estos eventos se realizarán de manera simultánea, tanto en la tierra como en el
cielo, se comenzará explicando los eventos que tendrán lugar en el cielo, según
los relatos de las escrituras. Luego, se explicarán las cosas que acontecerán durante ese mismo período, en este mundo, donde toda la humanidad estará a merced
del anticristo, el cual será guiado por Satanás, como por sus ángeles que para
ese tiempo estarán en la tierra.
Eventos que tendrán
lugar en el cielo después del traslado.
Después del arrebatamiento de
la iglesia, como ya se dijo, habrán diferentes
eventos de manera simultánea tanto para los que se fueron con el Señor;
como para los que quedaron en este mundo. Con el fin de explicar separadamente
estos acontecimientos, tanto los del cielo, como los de este mundo, donde
estará reinando Satanás con la bestia (el anticristo) y el falso profeta por
permisión de Dios; se explicarán estos
eventos separadamente. Dando prioridad a los eventos que tendrán lugar en
el cielo y luego los terribles acontecimientos, que sufrirán los habitantes de
este mundo en el período de la gran tribulación.
E propicio aclarar que los que quedaron en este mundo, todavía tiene oportunidad de salvación y de reinar con Cristo, pero tendrán que enfrentarse a las arbitrariedades del hombre de pecado que es el anticristo; como también a las desagradables plagas, hambre, muerte, y enfermedades, en ese período de gran tribulación; donde muchos morirán por el testimonio de Jesús, y de no sujetarse a las exigencias de la bestia.
Después de aclarar esas situaciones, para los que quedaron en este mundo, se iniciará dando una explicación, de los eventos que tendrán lugar en el cielo.
E propicio aclarar que los que quedaron en este mundo, todavía tiene oportunidad de salvación y de reinar con Cristo, pero tendrán que enfrentarse a las arbitrariedades del hombre de pecado que es el anticristo; como también a las desagradables plagas, hambre, muerte, y enfermedades, en ese período de gran tribulación; donde muchos morirán por el testimonio de Jesús, y de no sujetarse a las exigencias de la bestia.
Después de aclarar esas situaciones, para los que quedaron en este mundo, se iniciará dando una explicación, de los eventos que tendrán lugar en el cielo.
Referente a los que están en el cielo con el Señor, estos son todos
los que en las diferentes edades confiaron en Dios como el único camino para
tener vida eterna. Estos fueron amados de tal manera, que el Padre envió a
Jesús para poderlos salvar, pagando con su vida el precio del rescate de
la muerte eterna. Para ellos tiene preparado cosas grandes y
maravillosas. Como lo afirma en 1 Cor 2:9: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han
subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.”
Jesucristo asume el
reino por la eternidad. La palabra de Dios nos muestra a Jesús, como el arquitecto de todo
lo creado, la corona del universo, y el salvador de la humanidad. Luego en Apocalípsis 19 se nos proporcionan algunos detalles acerca de la
coronación de Jesús como el Rey de reyes. Al pronunciar en
el cielo la frase: “¡Aleluya! ¡Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso
asumió el reino”! Se pudiera entender que eso se debe a dos motivos:
Uno de ellos podría ser, que mientras Satanás con sus ángeles
permanecían en el cielo, allí no había una libertad absoluta, por el antagonismo
reinante. Luego al producirse ese conflicto que se nos revela en Apo
12:7, donde Miguel y sus ángeles; lucharon en contra del dragón y sus ángeles.
Al perder Satanás esa batalla, todos ellos fueron expulsados del cielo; quedando todos los cielos bajo el único mando del Señor y Rey. Como también quedó libre, para ser ahora ocupado para aquellos que Dios lo había reservado: los de la fe en Jesucristo. Como dice en 1Pedro
1:4 “para
una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada
en los cielos para vosotros.”
Es lógico que al ser arrojados a la tierra, esas mansiones del cielo que ocupaba ese grupo de ángeles malvados, y su jefe el dragón quedaban desocupada. Cumpliéndose así la sentencia dada por Dios a Satanás en Ezequiel 28:16-17, donde primero le dijo que lo había echado del monte de Dios, y que luego lo arrojaría a la tierra, al echarlo del cielo esta cumplida esa sentencia.
Es lógico que al ser arrojados a la tierra, esas mansiones del cielo que ocupaba ese grupo de ángeles malvados, y su jefe el dragón quedaban desocupada. Cumpliéndose así la sentencia dada por Dios a Satanás en Ezequiel 28:16-17, donde primero le dijo que lo había echado del monte de Dios, y que luego lo arrojaría a la tierra, al echarlo del cielo esta cumplida esa sentencia.
El otro motivo de alegría en el cielo podría
ser, que en ese momento en el cielo estará presente esa gran multitud, “como
las estrellas del cielo” que son: “el fruto logrado por Jesús, con
gran angustia y sufrimiento, al cargar el pecado de todos nosotros con su
muerte en la cruz.”
Allí está ahora ese pueblo redimido y gozoso de presenciar ese acto, donde Jesús es coronado para asumir el control absoluto del cielo, al ser expulsados de allí el diablo y sus ángeles. En el 19:6 narra acerca de esa coronación al decir: “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya! ¡Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso ASUMIÓ EL REINO”! Allí están los redimidos que asisten jubilosos a su coronación.
Allí está ahora ese pueblo redimido y gozoso de presenciar ese acto, donde Jesús es coronado para asumir el control absoluto del cielo, al ser expulsados de allí el diablo y sus ángeles. En el 19:6 narra acerca de esa coronación al decir: “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya! ¡Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso ASUMIÓ EL REINO”! Allí están los redimidos que asisten jubilosos a su coronación.
De manera que ese gran jubilo, tiene dos importantes connotaciones: la primera, es que
ya Jesús recuperó ese lugar que fue a preparar para los que depositaron su
confianza en Él; al expulsar a esas huestes del mal. Y la segunda es, que
asumió el mando absoluto del cielo, con esa gran multitud que festeja Jubilosa
esa victoria y su coronación oficial.
Esa manifestación de
gozo, es para darnos a entender lo agradecido de ese pueblo redimido que, al
entrar el pecado en el mundo, estuvo vendido en manos de Satanás, sin Dios y
sin esperanza. Donde no había otro medio para reconciliarse con Dios, y ser salvo, porque era necesario que un
ser humano sin pecado muriera por los pecadores. Debido a que no había justo ni aún uno, fue la razón por la cual el Padre en su amor por nosotros, envió a Jesús. El cual tuvo que humanarse y sin haber cometido pecado alguno, fue sacrificado en la cruz para redimirnos de la muerte
eterna.
Luego de esa coronación, hay tres actos más en el cielo que se nos revela el libro de Apocalipsis, el primero es el del tribunal de Cristo, Luego en Apoc. 19:7 se nos enseña acerca de las bodas del Cordero, concluyendo en el 19:9 con los invitados a la cena de las bodas. Lo expuesto anteriormente se puede tomar como una secuencia de algunos eventos revelados, que acontecerán en el cielo durante el mismo periodo de siete años, de la gran tribulación en este mundo. A continuación algunos comentarios de estos actos del futuro.
Luego de esa coronación, hay tres actos más en el cielo que se nos revela el libro de Apocalipsis, el primero es el del tribunal de Cristo, Luego en Apoc. 19:7 se nos enseña acerca de las bodas del Cordero, concluyendo en el 19:9 con los invitados a la cena de las bodas. Lo expuesto anteriormente se puede tomar como una secuencia de algunos eventos revelados, que acontecerán en el cielo durante el mismo periodo de siete años, de la gran tribulación en este mundo. A continuación algunos comentarios de estos actos del futuro.
El tribunal de cristo para los creyentes.
Es obvio que esa gran reunión en el cielo, con Jesucristo y todos los que confiaron en él, al mencionarse un tribunal, éste no será condenatorio; sino para recompensar a cada uno de los creyentes según las obras efectuadas mientras se estaba en el cuerpo. Es decir, por todo lo que se hizo después de haber sido llamados por la gracia y amor de nuestro Dios. Como dice en Apo 22.12 “he aquí yo vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.
Es probable, que
después de su coronación, una de las primeras cosas al estar reunidos en el
cielo, y alegrarse de ver Aquel que por su amor y misericordia los salvó,
como el de conocerse unos con otros, se efectuará esa gran reunión del tribunal
de Cristo, donde el apóstol Pablo nos enseña, que un día todos los
creyentes tendremos que comparecer.
En ese tribunal, por
la decisión soberana del justo Juez, cada creyente recibirá su recompensa por
la labor efectuada en pro de la obra de Dios. De ninguna manera serán juzgados
allí los pecados, ya que Cristo los perdonó al morir en la cruz; Al creer por
fe en su muerte y resurrección, todos nuestros
pecados fueron perdonados y sepultados para siempre.
Ese tribunal, como la
premiación de los fieles escogidos, será como lo explica en 2 Corintios 5.10
que dice: “Porque
es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo sea
bueno o sea malo”. Es de suponer, que ese evento es único, ya que no hay razón para
que se repita nuevamente. Ese acto se efectuará, antes que Él regrese para
reinar en este mundo. Allí subirán al podio de los vencedores para ser
premiados; según el justo juicio de Dios; donde habrá diferentes niveles de
recompensa, según da a entender Su Palabra.
Las bodas del cordero.
En Apocalipsis 19:7-9
se nos enseña, acerca de esa boda simbólica entre Jesús y la esposa al decir: “Alegrémonos y llenémonos
de gozo y démosle honor a él, porque el tiempo ha llegado para la boda del
Cordero, y su novia se ha preparado. A ella se le ha concedido vestirse del
lino blanco y puro de la más alta calidad». Pues el lino de la más alta calidad
representa las buenas acciones del pueblo santo de Dios.”
Por lo que la Palabra revela en este escrito, parece ser que este sea el galardón más preciado, porque solamente a la novia se le ha concedido vestirse de lino blanco y puro de la más alta calidad; se puede decir con propiedad que este podría ser el galardón mayor.
Por lo que la Palabra revela en este escrito, parece ser que este sea el galardón más preciado, porque solamente a la novia se le ha concedido vestirse de lino blanco y puro de la más alta calidad; se puede decir con propiedad que este podría ser el galardón mayor.
A pocos días de su
muerte Jesús orando al Padre, refiriéndose a ese grupo que habían estado
con Él desde el principio, como por los que habían de creer en Él por
la Palabra de ellos, en Juan 17.21 le dijo: “Para que todos sean
uno; como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Pues con ese acto se
cumple esa oración que Jesús le hizo al Padre.
Este evento de las
bodas, es un motivo más de gozo que habrá en el cielo, al efectuarse esa unión,
entre el Cordero y la esposa, después de la coronación del Rey. De esta nueva
alegría es que se nos revela en Apocalipsis 19:7 diciendo: “Gocémonos y alegrémonos
y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero.”
Debido a que algunos
piensan que esta boda se efectuará en la tierra, se dirá que en el 19.1 Juan
aclara muy bien, que el sitio donde vio y oyó todo esto fue en el cielo. Luego otra cosa
que está en contra de esa teoría, es la situación inhóspita y terrible reinante
en ese tiempo en el mundo; debido a los acontecimientos de la tribulación. Cosa
que no ofrece el ambiente propicio para una boda, ni para manifestaciones de
alegría.
Todos lo expuesto
anteriormente, se efectuará antes del regreso de Jesús a este mundo donde todo
ojo le verá, para castigar a los que intentarán eliminar al pueblo de Israel,
inducidos por Satanás por medio de la bestia y el falso profeta.
Los invitados a la cena
de la fiesta de la boda.
Por lo que concierne
a la cena de las bodas del Cordero, la Palabra de Dios pone como ejemplo la
celebración de una cena, que normalmente se efectúa después de una unión
matrimonial que todos conocemos. Esto con el fin de darnos a entender, que se
trata de dos actos completamente distintos. Donde la boda es una cosa, cuyos participantes son el novio y la novia; mientras en la fiesta de la cena de boda, están todos los invitados que son los amigos más allegados a los contrayentes.
En Apo 19:9
la Palabra quiere resaltar, lo bienaventurados que son esos invitados
en asistir a esa cena de la boda, y compartir la alegría de esa unión con la
nueva pareja. Por eso el pasaje dice: “Y el ángel me dijo:
Escribe esto: Benditos son los que están invitados a la cena de la boda del
Cordero; y añadió: Estas son palabras verdaderas que provienen de Dios.” Como ya se explicó
anteriormente e posible que estos sea los de Apocalipsis 6:11 además de todos los ángeles querubines y serafines que permanecieron fieles a Dios.
Se hace esta
aclaratoria, debido a que hay quienes piensan, que los invitados a la cena de
la boda, son el mismo grupo de la esposa. Mientras para este estudio se
aconseja que los nombres del CORDERO, la NOVIA, La BODA, la CENA DE LA BODA y
los INVITADOS, se mantengan en nuestra mente separados, con el fin de poder
entender mejor las enseñanzas del libro de Apocalipsis.
El propósito de este
estudio es, el de ajustarse a lo que la Palabra nos instruye; para
algunos les puede parecer extraño que ahora se les diga que no todos los
creyentes, forman parte de la esposa. Lo que acontece, es que el enfoque o las
enseñanzas que a veces algunos imparten, son las que le dan prioridad a lo que
más nos atrae y convenga a nuestra manera de interpretar las cosas; y no el de
darle la correcta interpretación a lo que la Palabra de Dios nos
enseña en línea general. Por ejemplo, lo más acertado sería, antes de enseñar
acerca de la esposa del Cordero, resaltar lo maravilloso que es, para
el creyente, recibir la potestad de ser hecho hijo de Dios; y pertenecer
a Su gran familia.
Como dice en Juan
1.12 “Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios”. De esta manera llegamos a
pertenecer a esa gran familia. Como dice en Efesios 2:19: “Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la
familia de Dios”. Que de paso viene al caso tener presente que esta familia, está
formada por un grupo que tiene su morada en el cielo, y el otro que la tiene en
la tierra, en esa nueva creación de Dios.
Todo lo expuesto, es
de acuerdo a lo que enseña la misma Palabra en Efesios 3:15 que dice:
“De
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”. (Como se puede ver en
este proceso de transformación espiritual, sólo se menciona que al creer en
Jesús, se les da la potestad de ser hechos hijos de Dios, y nada se menciona de
pertenecer a la esposa cuya escogencia solo le pertenece al esposo).
Una vez que llega a
nosotros esa enseñanza de la Palabra y hemos entendido que somos
hijos y todos pertenecemos a esa gran familia, se nos hace más fácil poder
comprender la existencia de esa familia. Que, de acuerdo a la sociología, se
compone de un esposo, una esposa y los hijos.
Está claro en nuestra
mente, que el Esposo es el mismo Señor; en lo que concierne a la esposa, es lógico
que sea Él que la escoja; los demás permanecen como hijos De manera que, no
todos pueden ser la esposa, porque al no haber hijos, dejaría de ser una
familia y sería solamente una pareja.
De igual manera a
algunos creyentes, se les dificulta poder entender que la salvación que es la
cosa más grande de toda nuestra existencia, no tiene que ser el todo para el
hijo de Dios; como tampoco Dios lo ve de esa manera. Ya que después de creer
tenemos la oportunidad de crecer obrando a favor de la obra en este mundo; cuya
labor será reconocida como una deuda. Así lo dice en Romanos 4.4 “Pero al que obra, no se
le cuenta el salario como gracia, sino como deuda”. Y esa deuda es
pagada con galardones en el tribunal de Cristo según sus obras buenas o malas.
Aclarando que la
salvación es un don gratuito que Dios otorga sin obras, para que nadie pueda
gloriarse de haber hecho algo meritorio para obtenerla. En cambio, las obras
son para una recompensa que el Señor otorgará por ese trabajo efectuado,
después de haber sido salvo, cuya premiación tendrá lugar en el
tribunal de Cristo.
Acerca de los que
piensan que para Dios todos somos iguales, ya que él no hace acepción de
personas; y que todos pertenecemos al cuerpo de Cristo por haberle aceptado y
resucitados juntamente con Él. Es cierto que todos somos parte de su cuerpo,
por la salvación que nos ha sido dada por gracia; y miembros de la gran familia
de Dios. Sin embargo, aunque sea una sola familia, una parte de esta tiene su
residencia en el cielo y la otra en la nueva creación de cielo y tierra nueva.
No sé si esa teoría
que para Dios todos somos iguales, y que todos tendremos el mismo trato, se
podrá sostener después de leer estos dos pasajes bíblicos que se dan a
continuación, que son enseñanzas que el Espíritu Santo le dio al apóstol
Pablo; ya que es imposible compartir esa opinión, según lo que afirma
2Corintios 5.10 que dice: “Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo sea bueno o sea malo”.
Como también por lo
que enseña 1 Corintios 3.15 donde se deduce fácilmente, que no todos recibirán
en ese tribunal la misma recompensa; según este escrito que dice: “Si la obra de alguno se
quemare él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, así como por fuego”. Dando a entender
sencillamente, que para algunos habrá una premiación más meritoria que para
otros, y hasta de una pérdida, sinónimo de ningún galardón; donde para nada
está implicada la salvación. Ya que al estar en ese tribunal por la gracia de
Dios, tiene la corona de la vida eterna, aunque no hayan obtenido galardón
alguno.
Porque es evidente
que, por el simple hecho de estar en esa reunión del tribunal de Cristo, tiene
que ser motivo de supremo gozo, por la maravillosa razón de haber vencido al
maligno por esa fe que nos ha sido dada, y ser salvo por la gracia y
misericordia de Dios. De todas maneras, todo juicio emitido por el justo juez
al escoger la que será su esposa, será aceptado con gozo y resignación, aun por
aquellos que sufrirán la pérdida de no recibir ningún galardón. Y ellos gozosos
participarán al estar invitados a la cena de la fiesta de boda.
Después de este acto,
concluyen los eventos revelados que tuvieron lugar en el cielo, para ese
momento ya han transcurrido los siete años, y el Señor con sus santos millares,
están listo para su regreso a este mundo. Ese será un evento donde todo
ojo podrá verle, cosa que analizaremos más adelante.
Acontecimientos terrenales durante los siete años.
Acontecimientos terrenales durante los siete años.
A continuación,
examinaremos lo que acontecerá en este mundo durante ese mismo período de siete
años, o sea desde el momento que la iglesia es arrebatada; quedando la
humanidad a merced del hombre de pecado. Desde el momento que es quitado lo que
impedía su manifestación; es decir el Espíritu Santo, que fue enviado para que
morara en los que creerían en Jesús, en el
periodo de la gracia.
Ya hemos visto
algunos de los eventos revelados, que tuvieron lugar en el cielo, durante ese
lapso de esos siete años, desde que la iglesia se reunió con el Señor. Guiándonos por lo que la Palabra de Dios ha dado a conocer. La
realización de esos eventos son la esperanza y anhelo del creyente desde el
momento que acepta la verdad, que Jesucristo es la única esperanza de salvación
y vida eterna.
Continuando ahora con
el tema, es
lógico que pueda surgír la pregunta: ¿qué acontecerá en este mundo, durante ese mismo
período desde que la iglesia es arrebatada hasta el regreso de Jesucristo? A
continuación, con la ayuda de Dios se expondrán esos eventos; como el inicio
del “día del Señor”, que es un día de venganza para los habitantes que quedaron
viviendo en este mundo; para todos los que rechazaron la salvación ofrecida por
Dios a la humanidad.
El inicio del día del señor, el día de venganza.
Al iniciar este tema
es propicio recordar, esa promesa que Jesús les hizo a los suyos cuando les
dijo en Juan 14:2: “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros”.
Por supuesto que esa promesa, no se refería a la construcción de lugares donde
vivirían; sino que al vencer con su muerte al pecado, iría a desocupar del
cielo, a esos seres rebeldes a la voluntad de Dios, como vimos anteriormente
que relata la Palabra en Apo 12.7 diciendo: “después hubo una gran
batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo”.
Se repite este gran
acontecimiento, para que se tenga presente en nuestra mente otra advertencia de
Apo 12:12 que dice: “¡Ay
de los moradores de la tierra y del mar ¡porque el diablo ha descendido a
vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” Ya que hay quienes piensan que Satanás no esta en esas moradas celestiales.
Es probable que ese evento acontezca en el tiempo del arrebatamiento, para que luego los creyentes sean los que ocupen esa “herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.” Que menciona el apóstol en 1Pedro 1:4
Es probable que ese evento acontezca en el tiempo del arrebatamiento, para que luego los creyentes sean los que ocupen esa “herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.” Que menciona el apóstol en 1Pedro 1:4
Este hecho de arrojar a Satanás y sus ángeles del cielo, dará como resultado que ellos actúen libremente en este mundo, por el corto tiempo que se les ha concedido. Iniciando de esta manera el “día del Señor”; para así llevar a cabo toda clase de maldad y engaño en este mundo sin restricción alguna, por el poco tiempo que les queda como leímos en Apo. 12:12
Ahora bien, como
ellos son espíritus invisibles, por ser incorpóreos, para que el diablo
pueda llevar a cabo sus planes de engaño, necesitará de un ser humano para
ponerlo como su líder sobre todos los demás hombres de la tierra. Es así
que escoge un hombre común y corriente, para usarlo declarando ser el Hijo de
Dios; para abarcar y así engañar el mayor número de creyentes de los varios grupos tales como: hebreos, cristianos, musulmanes etc. A este individuo que será en anticristo, Satanás le otorgará todo el
poder necesario para llevar a cabo sus planes.
Luego para ese tiempo, se pondrán de acuerdo, diez gobernante o reyes de diez naciones, los cuales le confiarán también el mando del ese grupo de naciones al anticristo; Formando así un sólido conjunto de poder humano dirigido principalmente pos Satanás y su ángeles, sin que nadie se les pueda oponer.
Luego para ese tiempo, se pondrán de acuerdo, diez gobernante o reyes de diez naciones, los cuales le confiarán también el mando del ese grupo de naciones al anticristo; Formando así un sólido conjunto de poder humano dirigido principalmente pos Satanás y su ángeles, sin que nadie se les pueda oponer.
Por lo que se puede
entrever, en los relatos de la Palabra de Dios, en los primeros tres años y
medio, aunque acontecerán cosas asombrosas, habrá una relativa paz ya que esta
situación le servirá para que se afiance el nuevo líder mundial. Donde según lo que se les revela a Daniel en el 11:39: "Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra."
Su principal objetivo será demostrar su poder e integridad, al
destruir a la babilonia eclesiástica, presentándose como el único con
poder para guiar a toda la humanidad. Será el Mesías para los hebreos, el
Cristo para los cristianos, y el Mahdi para los musulmanes; cosa que tanto para
Israel como para los musulmanes y el mundo entero ese príncipe y nuevo líder
mundial será reconocido como el mismo hijo de Dios.
Los cuatro
jinetes.
Sin embargo antes de continuar, es necesario aclarar que de esos cuatro caballos solamente el primero es el que actuará en la primera mitad de la tribulación. Este jinete que es el anticristo, o como lo denomina la Palabra “la bestia”, actuará durante esos primeros 42 meses o 1260 días. Debido a que ese es el tiempo que se le ha concedido para actuar en este mundo donde procederá haciendo milagros y grandes maravillas en ese período de supuesta paz.
Con el fin de mantener una continuidad, más ajustada a la que ofrecen los escritos de la Palabra, en el capítulo 6 de Apocalipsis, tenemos una secuencia de los eventos que tendrán lugar en ese tiempo; representados por cuatro caballos con sus jinetes, que revolucionarán a este mundo con miles de millones de muertos. Con el primer jinete presentándose como el Hijo de Dios, vendrá un período de supuesta paz, donde la bestia demostrará su poder, maravillas y prodigios, que se le ha permitido hacer; por el poder que le dará su padre el diablo. Mientras los otros tres jinetes traerán guerra, hambre, muerte y pestilencias. El orden de aparición de estos cuatro jinetes, pueden ser tomados como un patrón; únicamente para tener una idea de la secuencia, de cómo se irán desarrollando los acontecimientos en ese tiempo desde el inicio de la gran tribulación.
Con el fin de mantener una continuidad, más ajustada a la que ofrecen los escritos de la Palabra, en el capítulo 6 de Apocalipsis, tenemos una secuencia de los eventos que tendrán lugar en ese tiempo; representados por cuatro caballos con sus jinetes, que revolucionarán a este mundo con miles de millones de muertos. Con el primer jinete presentándose como el Hijo de Dios, vendrá un período de supuesta paz, donde la bestia demostrará su poder, maravillas y prodigios, que se le ha permitido hacer; por el poder que le dará su padre el diablo. Mientras los otros tres jinetes traerán guerra, hambre, muerte y pestilencias. El orden de aparición de estos cuatro jinetes, pueden ser tomados como un patrón; únicamente para tener una idea de la secuencia, de cómo se irán desarrollando los acontecimientos en ese tiempo desde el inicio de la gran tribulación.
Mientras los tres
restantes, que sólo representan juicios para este mundo están reservados para
la segunda mitad de ese período. De modo que a continuación, se expondrán
separadamente los hechos del primer Jinete; y luego los otros tres para el
inicio de la segunda mitad, donde sólo traerán destrucción para este mundo. Es
importante tener presente que tanto los caballos como los jinetes (exceptuando
el primero) no son reales, son solamente figuras de lo que acontecerá en el
futuro.
El primero en aparecer
con un caballo blanco es el anticristo.
Este primer jinete se
le muestra al apóstol Juan, simulando a Jesucristo, mostrándose al mundo como
el Hijo de Dios, y vendrá en un caballo blanco como lo relata
la Palabra en Apo 6.2 al decir: “Y miré, y he aquí un caballo blanco; y
el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y
para vencer”. Al decir que él viene en un caballo blanco, venciendo y para
vencer; es para mostrarnos un cuadro muy claro, de la imitación del
verdadero y glorioso Rey de reyes, nuestro Señor Jesucristo. El cual vendrá
realmente en un caballo blanco, al finalizar el periodo de la gran tribulación.
Así lo describe Apocalipsis en el 19:11, diciendo: “Entonces vi el cielo
abierto;
y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y con justicia juzga y pelea.”
En esos primeros 42
meses, a la bestia se le permitirá hacer maravillas y hechos portentosos, con
el fin de ganarse la confianza de la humanidad; como de una parte de Israel,
que caerá en el engaño al presentárse como su Mesías. Así lo predijo
Jesús al decir en Juan 5:43 “Yo he venido en el nombre de mi Padre y
no me recibís; otro vendrá en su propio nombre y a ése recibiréis”. De manera que, por
los relatos bíblicos parece ser que la bestia será reconocida como por Israel como el Mesías y hará un pacto con él por ese período; que posiblemente incluya también la reconstrucción del
templo.
Resumiendo, el
primero de los cuatro jinetes en aparecer es el anticristo, quien vendrá
venciendo y para vencer, por la autoridad y poder recibido por Satanás. Esta
bestia que es una de las figuras más prominentes de las profecías de
Apocalipsis, aunque es un simple humano, dispondrá de poderes sobrenaturales.
Debido a las condiciones de agitación que actualmente vivimos, y cómo está el
mundo de convulsionado; se podría asegurar que este individuo ya esté viviendo
en algún lugar de este planeta.
Los dos
testigos Dios sabe que con la aparición del
anticristo, bajo la figura del primer jinete, y por el poder que Satanás le
otorgará, con engaños, milagros maravillas y prodigios él estará capacitado como dice la palabra de engañar a cualquiera así lo advirtió Jesús en Mateo 24:24 diciendo que haría:..."grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos."
Tanto para Israel como para la humanidad. Estos serán días de gran angustia y tribulación para el mundo, de modo que, con el fin de socorrer tanto a Israel, como a los demás pueblos, Dios vuelve a manifestarse nuevamente, enviando a Jerusalén; después de unos dos mil años de silencio a dos profetas, que son testigos de épocas pasadas. Ya que Juan el bautista, fue el último de los profetas que Dios le envió a su pueblo de Israel. Esto según dice en Mateo 11:13: “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.”
Tanto para Israel como para la humanidad. Estos serán días de gran angustia y tribulación para el mundo, de modo que, con el fin de socorrer tanto a Israel, como a los demás pueblos, Dios vuelve a manifestarse nuevamente, enviando a Jerusalén; después de unos dos mil años de silencio a dos profetas, que son testigos de épocas pasadas. Ya que Juan el bautista, fue el último de los profetas que Dios le envió a su pueblo de Israel. Esto según dice en Mateo 11:13: “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.”
Ahora sabiendo del
engaño que le espera a su pueblo con este hijo de perdición; Dios vuelve a
relacionarse con ellos, al enviar a Enoc y Elías que vivieron
en este mundo pero que no vieron muerte, porque fueron traspuestos por Dios.
Ellos Serán enviados nuevamente a su pueblo como una luz en medio de la
confusión y engaño que reinará en ese tiempo.
Estos dos testigos,
le enseñarán a Israel tanto del error que cometieron sus padres, al no
reconocer al Mesías en el tiempo que le fue enviado, como para advertirle en
ese momento crítico, que esa bestia (el anticristo) que se ha manifestado al mundo
como enviado de Dios, aunque haga milagros, maravillas y prodigios,
no es el Mesías que ellos han estado esperando; notificándole a la vez, que el
verdadero vendrá muy pronto con gran poder y gloria.
El relato donde
explica todo acerca del envío de estos dos profetas, como el tiempo de 1260
días que se les concede para que actúen, y como al terminar ese tiempo, la
bestia que sube del abismo los matará; se encuentra en Apocalipsis 11:3-7 que
dice: “Y
daré mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días vestidos
de cilicio, Estos
testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del
Dios de la tierra. Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y
devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la
misma manera. Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva
en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en
sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. Cuando
hayan acabado su testimonio. (Es decir después de los 1260 días). La
bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará”. Todo esto
estará permitido por Dios en su plan para la humanidad.
Seguramente, alguien
podría pensar: ¿Cómo es que dos testigos enviados por Dios con todos esos
poderes que tienen pueden ser muertos por un demonio que sube del abismo? Todo
esto es parte del plan de Dios para ellos. Y esto tiene su razón de ser, y se
debe a que, tanto Enoc, como Elías en su tiempo que estuvieron viviendo
en este mundo, no murieron debido a que ambos fueron traspuestos por
voluntad de Dios. De modo que ellos tendrán que cumplir con lo que está
determinado para todo ser humano en Hebreos 9:27 que dice: “Y de la manera que está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el
juicio.”
Es así que, sea para
que cumplan con ese requisito establecido para todo ser humano, como por
habérsele terminado el tiempo que tenían establecido para su misión, Dios permite
a la bestia que sube del abismo que los pueda matar, y continuar con su show.
Por supuesto que Satanás por medio de la bestia aprovecha esa coyuntura para
lucirse y matarlos delante de todo el mundo. Donde muchos de los engañados se
alegrarán, aunque por muy poco tiempo. Más adelante se explicará más
sobre este tema, ya que estos dos testigos resucitarán a los tres días y medio.
Estos tres años y
medio del reinado del anticristo o la bestia, y la presencia de estos testigos
será un período de demostraciones de poderes de ambos; ya que ostentarán tener
poderes excepcionales, con evidencias indubitables. Viene a la mente que será
una repetición de lo que aconteció con Moisés y Aarón cuando se presentaron
delante de faraón, que al tirar Aarón al suelo la vara que tenían en su mano,
esta se convirtió en serpiente.
Entonces faraón llamó a sus magos y hechiceros que con sus artes mágicas hicieron lo mismo, pero la vara de Aarón se tragó las varas de ellos. Éxodo 7:9
Entonces faraón llamó a sus magos y hechiceros que con sus artes mágicas hicieron lo mismo, pero la vara de Aarón se tragó las varas de ellos. Éxodo 7:9
Es decir,
debido a que tanto los dos testigos como la bestia tienen poderes para hacer
milagros y maravillas, estas señales no serán suficientes para que el pueblo
pueda discernir, quien de los dos bandos proviene realmente del verdadero Dios.
Todos esos milagros y
maravillas confundirán tanto a Israel como a la entera humanidad, no teniendo
quien les guie. En ese tiempo muchos buscarán quien les predique la verdad
y no la hallarán; solamente en Israel a través de los dos testigos, habrá una
luz para este mundo; que en ese tiempo estará sumido en una densa tiniebla
espiritual. Esa situación y pacto que hará el anticristo con Israel,
posiblemente incluya la reconstrucción del templo, al recibirlo como el Mesías.
Ya que Jesús predijo, que Él vino en el nombre de su Padre, y no lo recibieron,
y otro vendría en su propio nombre, y a ese recibirían.
Todo eso acontecerá,
aun estando en Israel los dos profetas de Dios, donde muchos serán
engañados y creerán en ese falso Mesías, por los sorprendentes hechos que él
hará. Sin embargo, habrá un remanente de Israel, que posiblemente sean los 144
mil, que creerán en el mensaje y las enseñanzas de los dos testigos.
El acontecimiento que
estremecerá al mundo.
Uno de los hechos más
relevantes, de las actuaciones del anticristo durante ese primer período de 1260 días que asombrará
al mundo entero, es la destrucción total de la “mujer ramera”, que es la
Babilonia eclesiástica, llamada así por su confusión doctrinal; la cual se
encuentra entre siete montes dentro del área de la ciudad de Roma. Este hecho
ocurrirá al surgir en el futuro la nueva coalición de 10 naciones, donde tiene
que estar involucrada Roma, como el último imperio mencionado en el libro de
Daniel, que en el 7:24 dice: “Y los diez cuernos significan que de
aquel reino (refiriéndose
a la cuarta bestia, el antiguo imperio romano) se levantarán
diez reyes; y tras ellos se levantará otro, (la bestia) el
cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará.”
En Apo 17:16 es donde
se da a conocer el poder que él tendrá después de haberlo recibido, tanto de
Satanás (el dragón), como de esa coalición de los diez reyes, que le darán el
mando para que sea el líder de ese grupo.
La Palabra de Dios
nos da algunos detalles de la destrucción de la Babilonia eclesiástica, por los
diez reyes y el anticristo. Luego de este importante hecho, el anticristo
elimina a tres de esos reyes, sin que se revele el motivo. Aunque se pudiera
pensar, que no estuvieron de acuerdo con esa total destrucción. Estos dos temas
son los que se desarrollarán a continuación. Para la secuencia de estos hechos
se tienen que unir dos profecías, que fueron dadas en diferentes tiempos, como
de profetas, ya que una le fue dada a Daniel y la otra a Juan en el libro de
Apocalipsis.
Según lo que se
puede entrever de las escrituras, la Babilonia eclesiástica es destruida al
inicio del primer período de los tres años y medio; en efecto, esto acontece
tan pronto se conforme esa confederación de los diez reyes. En ese
tiempo es que entra en la escena mundial el anticristo con un
tiempo determinado de 42 meses. (1260 días) Luego de esa destrucción, la Palabra de Dios
nos dice, que tres de estos reyes serán eliminados por el anticristo.
Tenemos que tener
presente que todo lo que se explica a continuación, acontece con el permiso que
Dios le concede a Satanás, por ese período de siete años. Así está establecido
en la Palabra y así será; en efecto como ya se ha mencionado en el
17.16 es donde se da a conocer una parte, de todo lo que acontecerá al decir: “Y los diez
cuernos (o
reyes) que viste, y la bestia, éstos aborrecerán a la ramera,
y la dejarán desolada y desnuda, (Sin nada) y devorarán sus
carnes, y a ella la quemarán con fuego; porque Dios puso en sus corazones hacer
lo que Él se ha propuesto, y hacer que se pongan de acuerdo y den su reino a la
bestia, (esto es el mando del grupo de los diez) hasta que se haya cumplido las
palabras de Dios”.
Es de suponer
que, únicamente si los diez reyes están convencidos que el anticristo, es
verdaderamente el Cristo el Hijo de Dios, que puede llevarse a cabo esa
asombrosa destrucción por los diez gobernantes y la bestia. Ya que de no ser
así nadie se atrevería a tomar una decisión tan importante, de ir en contra de
esa organización religiosa de fama mundial, como es la gran ramera. La mujer
que tiene en su frente escrito: “Babilonia la grande la madre de las rameras”.
Esa es la razón por la cual se puede afirmar que el juicio es en contra de ese
gobierno eclesiástico.
Esa afirmación
bíblica de devorar sus carnes es un sinónimo de ajusticiar a sus dirigentes;
luego quemarla con fuego, significa destruir el sitio donde reside la mujer
cuyo conjunto es la Babilonia. En efecto esto es lo que da a entender la palabra de Dios en Apo 18.1-3 que dice: “Después
de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue
alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído
la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo
espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas
las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los
reyes de la tierra han fornicado con ella”. Esta última
parte es la que refuerza, que se trata de una organización eclesiástica y no de
la económica.
La eliminación de los
tres reyes.
Esta revelación le
fue dada tanto a Daniel en el 7.24 que dice: “Y los diez cuernos significan que de
aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual
será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará”. Como a Juan que en
Apo 17.11 ratifica la eliminación de los tres al decir: “La bestia que era, y no
es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición”. Como se puede
notar, Apocalipsis complementa lo revelado a Daniel, que de los diez quedan
siete, después de la eliminación de los tres quedando el anticristo como el
octavo.
Después de los
anteriores acontecimientos, el anticristo estará gobernando durante este
período hasta que se completen los 42 meses que se le han concedido para
actuar. Durante ese tiempo tratará de convencer y obligar a la humanidad para
que lo adoren, tratando de conquistar todo el poder eclesiástico, político y
económico para sujetar a todos a su voluntad; que no es otra cosa que la
voluntad del dragón, que le dio su trono y poder.
Por lo que el ángel
revela, posiblemente después de la destrucción del complejo de la Babilonia
religiosa, en esa forma tan terrible; es posible que tres de los gobernantes
del grupo de los diez, no se solidarizarán con él; por la manera tan desastrosa
de esa actuación alegando posiblemente que no se respetaron los derechos humanos,
manifestando así no estar de acuerdo con esa manera de actuar. Como también
puede ser que la causa principal sea: que esos tres reyes se le enfrentarán, al
darse cuenta del engaño del cual fueron objeto, por ese falso Cristo; debido a
las revelaciones de los dos testigos que alertaron sobre la bestia y sus
engaños.
Esto causará que la
bestia se Satanás se moleste, y haga valer su autoridad por medio del anticristo en contra de ellos, que
pertenecen a esa coalición; eliminándolos como lo revela el ángel. Éste ser,
aun no teniendo ejército los eliminará, por el poder otorgado por Satanás para
seguir con sus planes demostrando que con él no se discute, solamente se le
obedece.
Referente a este
poder de eliminar a los tres reyes, es oportuno recordar que, al darle Dios
permiso a Satanás, de disponer de su siervo Job, le tuvo que advertir que
guardara su vida. En efecto en Job 2.6 le dijo: “He aquí, él está en tu
mano; mas guarda su vida”. Dando esto a entender que él
tiene esa facultad, de quitarle la vida a alguien; razón por la cual Dios tuvo
que advertirle, de no hacerlo con Job. Pero ése será el momento que Dios le
concederá que actúe libremente, utilizando esa facultad para que el mundo
entero quede impresionado al sentenciar a muerte a los tres reyes, que
posiblemente se molestaron con él; cumpliéndose así la sentencia que le fue
revelada anticipadamente a Daniel.
En Daniel 11.39 dice:
“Con
la unión pues del dios extraño, actuará contra las fortalezas más inexpugnables”. Con esto se
entiende que posiblemente se trate de los líderes de tres de las naciones más
fuertes de ese grupo. Después de esa eliminación quedarán sólo siete
gobernantes, donde la Palabra ratifica que la bestia quedaría como el octavo.
En el 17.11 dice: “y
la bestia que era y no es, ella es también el octavo, y es de los siete y va a
la perdición”.
Este grupo de ocho
estará vigente hasta que se completen los tres años y medio, donde seguramente
para ese tiempo, Israel se habrá dado cuenta del engaño y se romperá el acuerdo
o pacto; comenzando el segundo período de la gran tribulación, con hechos que
nunca han acontecidos anteriormente.
El propósito de esos
dos asombrosos hechos.
Como se puede notar
de la anterior exposición, todo eso podría parecer algo extraño que Satanás proponga la destrucción de los que trabajan para él creando confusión; (como es el significado de Babilonia) ya que este grupo trabajó con el mismo fin
fomentando falsedades espirituales e idolatría. Sin embargo, esa destrucción,
es un sutil y espectacular plan diabólico que favorecerá el liderazgo de su titer. Ya que
todo está planificado para sacarle provecho a esa destrucción; de manera que él
sea enaltecido a los ojos del mundo; tanto por esa eliminación, como por su
autoridad y extraordinario poder, en la eliminación de esos tres reyes.
Con la
desolación de ese lugar, tan sagrado para muchos, y sin que nada le acontezca,
desmontará todo ese andamiaje de falsa religiosidad que profesaban. Alegando
que de haber sido ese lugar realmente de Dios, como ellos afirmaban, diciendo
ser sus representantes en la tierra, (vicario de Dios) Él no hubiera permitido
esa destrucción; sin que nada le hubiera pasado por haber eliminado ese
sistema religioso.
Entre los probables
motivos de esa destrucción, aparte de todos los problemas de sexo, pederastia y
violaciones que se están descubriendo, puede estar contemplada también una
salida económica para esas naciones, debido a las enormes riquezas en oro
acumuladas en el Vaticano durante los años de su
existencia.
Es importante notar,
que no es la bestia en sí, la que actúa en contra de la ramera, porque él no tiene
ni representa a nación alguna; pero es la cabeza del grupo, es por su espíritu de convencimiento que le ha sido dado por Satanás, que imparte instrucciones al
grupo, y los convencerá que él es el Cristo, para que ellos obedezcan a fin de
destruir a la ramera. Por los anteriores hechos, se puede entender que
éste será el fin de la Babilonia eclesiástica y de la mujer ramera, con la cual
habían fornicado las naciones y los pueblos de la tierra.
Al usar esta palabra
desnuda, viene a la mente el que la utilizó en una terrible situación cuando
fue despojado de todo lo que tenía, y al verse en esa situación nuestro hermano
Job dijo: “desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo
volveré allá”. Será un terrible juicio al estilo de Sodoma y Gomorra.
El motivo o
estrategia satánica de todo esto es: para que ahora todo el mundo vea en él, la
única autoridad eclesiástica. Quedando demostrada por haber eliminado lo que
era el soporte espiritual de muchos. De manera que muchos creerán que realmente
él sea el hijo de Dios, y toda esa feligresía de la iglesia romana unan sus
vidas y pensamientos a este nuevo conductor espiritual y nuevo “vicario de
Dios.”
Seguramente el mundo
entero a sabiendas de lo que ha ocurrido en el pasado con caso de abusos
sexuales y pederastia, con los ministros de la iglesia “universal”, la bestia
traerá a la luz, engaños y cosas que estaban ocultas; las cuales serán motivos
suficientes y convincentes, para justificar esa actuación y su total
eliminación; por lo que la gran mayoría de este mundo les dará su respaldo.
Con los anteriores
acontecimientos Satanás alcanzará su objetivo engañador, haciendo que se le
reconozca a su títere el anticristo, como el invencible hijo de Dios, y a él
como su padre que le da el poder. Desacreditando y demostrando que ese
sistema religioso, de la mujer adúltera, que muchos reconocieron y aceptaron
como la línea directa entre Dios y el hombre, era un antro de engaño. Por
haberse desviado ellos de la verdad, convirtiéndose en toda una farsa (que en
realidad lo es), un engaño y sin valor espiritual alguno. Estableciendo así que
él, es el único objeto de adoración; cosa que siempre fue el anhelo satánico.
Por lo que se ha
expuesto, y la forma de actuar de esta bestia, demostrando todo lo que es capaz
de hacer, por medio del poder satánico que reside en él; toda la humanidad
quedará asombrada. Esta es la razón por la cual la Palabra anticipa,
lo que muchos exclamarán en ese tiempo de él. En el 13.4 dice: “Y adoraron al dragón
que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién
como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?”.
La bestia trata con
halagos de conquistar la confianza mundial.
Todo lo explicado
anteriormente, acontecerá en el inicio de ese período de la gran tribulación, con
el propósito de demostrar la autoridad y poder que reside en él, de manera que
todos le estén sujetos. Debido a la situación reinante en el mundo en
ese tiempo, y al no estar el Espíritu Santo, el cual revela los planes de
Dios y guía a los suyos a toda verdad; todo lo que la bestia haga y diga
será recibido como la misma ley que viene del cielo.
Después de esa
contundente destrucción de la Babilonia eclesiástica y la eliminación de tres
de los reyes; se puede pensar que el anticristo se afirme como el nuevo y
poderoso líder mundial. Tanto por sus actuaciones, al aparentar justicia y
espiritualidad, como por su imponente figura de justiciero; después de haber
demostrado su poder, los demás líderes por prudencia, tendrán que reconocerlo
como un gobernante con poderes fuera de lo común, con el cual sus órdenes no se
discuten.
Así lo revela
la Palabra de Dios en Daniel 11.39 que dice: “Con la unión pues
del dios extraño, (satanás) actuará contra las fortalezas más
inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan. Le dará dominio
sobre muchos, y como recompensa le repartirá la tierra”. Según lo que
enseña este versículo, él llegará a ser como el dueño de este mundo;
repartiendo tierra, o determinando a quien pertenece tal o cual parte de
tierra, mar o isla, como en el caso de las Islas Malvinas por citar un ejemplo,
que seguramente las asignará a quienes mejor les convenga a sus intereses.
Sabiendo que lo que él determine será ley, ya que él es el príncipe de este
mundo, Como dice en Juan 14.30.
Al obtener el dominio
y luego de haber demostrado su poder de destruir a los que se le opongan, se
producirá una abierta dictadura con oposición a la independencia. Dando lugar a
la globalización total, o a la idea de que todos los países del mundo tengan
una dependencia con las leyes y ordenanzas que él emita. Unificando así ideas
religiosas, mercados, y culturas, que determinen el rumbo de la humanidad. Él
será el que pondrá las leyes para los gobiernos tanto en materia legislativa
como religiosa.
Así lo revela Daniel
7.25 diciendo: “Y
hablará palabras contra el altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y
pensará cambiar los tiempos y la ley: y serán entregados en su mano hasta
tiempo, y tiempos, y medio tiempo”. (Tres años y medio) Esto mismo se repite en Apocalipsis en el 13.5 que dice: “Le fue dada una boca
que hablaba grandezas y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar durante
cuarenta y dos meses”. (Tres años y medio)
Como se desarrollarán
los eventos al cumplirse los 42 meses.
Todo lo que se verificará en ese período de transición, los primeros 42 meses, llegará a su fin e iniciará de la segunda mitad de la tribulación. En esta segunda mitad ocurrirán eventos, de gran relevancia, tanto para el anticristo como para los
dos testigos. Estos serán de tal magnitud que desconcertarán al mundo entero. La
Palabra revela que en ese tiempo, el anticristo será herido de muerte y muere.
Por lo que se explica a continuación, es importante tener presente que, aunque Dios le concedió a Satanás todas esas facultades para que en ese tiempo actuara de esa manera engañosa también le puso límites. Uno de ellos es el tiempo que el anticristo pudiera actuar; limitándolo a solo 42 meses tres años y medio. A este punto el anticristo o la bestia tiene que terminar su función porque así lo estableció Dios al decir en Apo_13:5: "También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses." Acumplir su 42 meses tiene que desaparecer del escenario y muere.
Pero después de toda esa demostración de poder, las maravillas, y el nivel de credibilidad alcanzado, en gran parte de la población mundial, Satanás no puede ahora perder ese esfuerzo para los otros tres años y medio que le restan y con la muerte de su títere; se desmoronaría todo ese trabajo de engaño conquistado durante esos 42 meses; a ese supuesto hijo de Dios. La población mundial se preguntaría: ¿qué hijo de Dios es ese, que muere y no tiene poder sobre la muerte?
Es aquí donde Satanás prepara un escenario engañoso con un simulacro de muerte y resurrección del anticristo que le dará más fuerza y poder para que resalte su poder sobre la muerte.
Por lo que se explica a continuación, es importante tener presente que, aunque Dios le concedió a Satanás todas esas facultades para que en ese tiempo actuara de esa manera engañosa también le puso límites. Uno de ellos es el tiempo que el anticristo pudiera actuar; limitándolo a solo 42 meses tres años y medio. A este punto el anticristo o la bestia tiene que terminar su función porque así lo estableció Dios al decir en Apo_13:5: "También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses." Acumplir su 42 meses tiene que desaparecer del escenario y muere.
Es aquí donde Satanás prepara un escenario engañoso con un simulacro de muerte y resurrección del anticristo que le dará más fuerza y poder para que resalte su poder sobre la muerte.
A este punto, es probable que el Satanás prepare la muerte del anticristo, todo con el fin de reforzar su trabajo de engaño, para simular luego una resurrección del mismo; utilizando un demonio que sube del abismo, para que se posesione el cuerpo inerte del plebeyo que murió. Cumpliéndose así esa parte de la escritura que dice: que él era y no es, y será. O como dice otra versión: la bestia que era y no es, y estará presente. Ese suceso futuro, será una copia al carbón de Aquel que fue herido con una lanza en la cruz y realmente resucitó. Hecho este que es confirmada por la misma Palabra.
En efecto, no es que la herida de la bestia fue sanada, ya que en el 13:14 claramente dice: “que le hagan una imagen al que tiene la herida de espada y vivió”. (Al usar la palabra vivió, es lógico deducir que había muerto). Para que aparezca como una resurrección.
Donde tenemos que detenernos a meditar, es en la reacción del mundo cuando exclamará “¿Quién es tan grande como la bestia? ¿Quién puede luchar contra ella?” Nos podríamos preguntar: ¿por qué se maravillaría toda la tierra, y adorarían al dragón, si se trataba tan solo de una herida que sanó? ¿Qué asombro podría producir hoy día, que alguien que sea herido entra en coma, y a los días sale bueno y sano?
Al iniciar la explicación, de algunos de estos complicados eventos, se recuerda una vez más lo que se dijo anteriormente, que tanto la bestia como los dos testigos, ambos tienen establecido un tiempo fijo de 1260 días. De manera que, al terminar ese primer período para el anticristo, la Palabra en Apo 13:3 y 12 explica lo que acontecerá, diciendo que la bestia fue herida de muerte y “su herida mortal fue sanada”. Esa frase no nos da una revelación abierta del plan satánico preparado para ese momento; aunque la bestia para ese tiempo, terminó su período y tiene que salir de la escena mundial de alguna manera, ya que no puede seguir actuando.
Donde tenemos que detenernos a meditar, es en la reacción del mundo cuando exclamará “¿Quién es tan grande como la bestia? ¿Quién puede luchar contra ella?” Nos podríamos preguntar: ¿por qué se maravillaría toda la tierra, y adorarían al dragón, si se trataba tan solo de una herida que sanó? ¿Qué asombro podría producir hoy día, que alguien que sea herido entra en coma, y a los días sale bueno y sano?
Para respaldar bíblicamente la anterior exposición y tener una idea más amplia de este importante acontecimiento, se utilizará un versículo que se refiere a este hecho, en tres diferentes versiones de la Biblia; de manera que se pueda ver con más claridad lo que nos quiere revelar el versículo.
En el 17.8 de la Reina Valera 1960 dice: “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia (al anticristo plebeyo) que era y no es, y será”.
La Nueva Traducción Viviente en el 17.8 dice: “La bestia que viste, antes vivía, pero ya no. Sin embargo, pronto subirá del abismo sin fondo e irá a la destrucción eterna. Los que pertenecen a este mundo cuyos nombres no fueron escritos en el Libro de la Vida antes de la creación del mundo, se asombrarán al ver la reaparición de esta bestia, que había muerto”. (NTV)
Y por último la Biblia Textual lo presenta de la siguiente manera: “La bestia que viste, era, y no es, y está a punto de subir del abismo y va a perdición. Y los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán al ver la bestia que era y no es, y estará presente”.
Es extraño que alguien que es herido y su herida es sanada, pueda producir una reacción mundial de tal magnitud, que adoren al dragón (refiriéndose al diablo como su padre) y al anticristo; en todo esto tiene que haber algo más que provoque esa actitud de adoración.
Sin embargo una
bestia, un demonio que sube del abismo, toma el cuerpo y el lugar del
anticristo que pereció al ser herido para continuar actuando con su misma
fisonomía. Esta bestia que sube del abismo, es el que matará a los dos testigos
de Dios; y gobernará por el segundo período de 1260 días; para que
luego venga el Rey de reyes y Señor de Señores para establecer un reino que no
tendrá fin.
El desarrollo de
los eventos expuestos anteriormente.
Durante ese período
de los primero tres años y medio del reinado del anticristo, Satanás habrá hecho
todo lo posible, con toda clase de engaños, para que la población mundial haya
creído que su títere es realmente el Cristo. Sin embargo en ese momento
es cuando ya se le está terminando el período establecido de 42 meses.
La Palabra para ese tiempo en Apo 13:3 le revela a Juan lo
siguiente: “Vi
una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y
se maravilló toda la tierra en pos de la bestia. Luego sigue en el
verso 4, diciendo cual será la reacción de la población mundial en ese momento
al decir: “y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y
adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar
contra ella?”
La sorpresa se deberá, a que se le permite a un espíritu (un
demonio) que sube del abismo, que tome el lugar de la primera bestia
introduciéndose en el cuerpo inerte del anterior, simulando la
resurrección del mismo. Por supuesto que nadie se dará cuenta de este
cambio ya que sólo el Espíritu de Dios podía revelarlo. Esta bestia que sube
del abismo es el que matará a los dos testigos, que se explicará más
adelante.
De manera que, a los ojos del mundo: en lo físico será la misma figura
del plebeyo, con el mismo aspecto corporal anterior, pero en su interior es un
demonio, que se posesionó de ese cuerpo que fue herido y murió. Todo esto se
explicará a continuación, con los detalles que nos ofrece
la Palabra de Dios.
Referente al abismo, de donde procede esta bestia, éste se conoce como
el lugar provisional en el cual se encuentran una parte de los ángeles caídos,
cuyo jefe de ellos en griego es Apolión. Estos son los que dejaron su morada,
se humanaron, y no guardaron su dignidad, como dice en Judas 6. Esos demonios,
están aprisionados en ese lugar en espera del día del juicio; antes de
ser enviados al lago de fuego, que es el sitio que ha sido preparado para
Satanás y sus ángeles.
La bestia que era y no
es, y estará presente.
Aunque las tres
versiones digan lo mismo, las dos últimas dan una idea más exacta de lo que
acontecerá. Se explicará esto de una manera más simple, y la forma como se
desarrollarán los eventos en ese momento de la historia. Ya hemos visto como el
anticristo actuó durante los 42 meses que se le concedieron. Es lógico que
durante ese tiempo él existía, porque lo veían y estaba vivo; razón
por la cual la Palabra de Dios nos dice que durante ese tiempo él “ERA”. Luego
muere, por tanto ya no existe, de modo también se afirma que él “NO ES”.
Pero después de muerto él vuelve a estar presente, de manera
que él “SERÁ”. la Palabra de Dios, solamente se limita a
presentar la realidad de las cosas, sin revelar todos los detalles ya que no
puede afirmar que esa fue una resurrección porque en realidad no lo es.
Como se puede notar
en estos versículos, solamente se nos quiere dar a entender que hay una especie
de metamorfosis entre la antigua bestia que muere; y una nueva bestia, que es
un demonio que sube del abismo y se posesiona del cuerpo sin vida del
anticristo para que vuelva a estar presente para el mundo. Donde la Palabra se
limita con decir lo que acontecerá al anunciar: “la reaparición de esta
bestia que había muerto”.
Está claro que todo
esto se le mostrará al mundo como una resurrección, Ya que muchos “se asombrarán al ver la
bestia que ERA y NO ES, y ESTARÁ PRESENTE”. Este hecho se le mostrará al mundo
como una resurrección.
Por supuesto que
muchos lo creerán de esa manera, aunque es un engaño, ya que el único que tiene
el poder para resucitar es Jesucristo, y el no resucitaría a alguien que ha
engañado a toda la humanidad haciéndose pasar por él.
Después de la
anterior explicación, ya es más fácil poder entender el significado de ese
juego de palabras del ángel, cuando se unen con lo que Juan vio en el 13.3-4 al
referirse a ese Grupo de siete reyes, que quedaron después de la eliminación de
los tres; y con la bestia como el octavo del grupo dice: “Vi que una de las
cabezas de la bestia parecía estar herida de muerte, ¡pero la herida mortal
sanó! Todo el mundo se maravilló de este milagro y dio lealtad a la bestia.
Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también
adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? —Exclamaban—,
¿quién puede luchar contra ella?».
Por supuesto que
Satanás a este punto y como estarán las cosas, no puede permitir que el mundo
llegue a saber, que su líder ha muerto. De manera que mientras el alma del
anticristo plebeyo, sale de su cuerpo y va a su lugar (el Hades) en espera del
juicio final, Satanás se las arregla para que un demonio que sube del abismo se
introduzca en el cuerpo inerte del plebeyo, para que continúe apareciendo con
vida.
El hecho que adoraron
al dragón (Satanás) y a esta nueva bestia, con el cuerpo del que fue herido y
murió; tiene que tener una razón lógica para que toda la tierra se maraville
por esa supuesta vuelta a la vida o como está escrito: que “su herida fue sanada”.
Al decir luego que
ese ser “va a perdición”, es porque según Apocalipsis 19.20
después de los tres años y medios que restan, del segundo período, este demonio
que toma el lugar del anticristo plebeyo, será enviado vivo al lago de
fuego. Esto se debe como se explicó, que él no es un ser humano, es un
demonio revestido con el cuerpo del anterior anticristo.
Ya que para
todos los humanos, que no han obedecido a Dios y su Palabra, está previsto en
el futuro el juicio del gran trono blanco, que se efectuará para los impíos,
como está establecido en Apocalipsis 20:11 que dice: “Y vi un gran trono
blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los
muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono, y unos rollos fueron
abiertos, y también fue abierto otro rollo, el cual es de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que habían sido escritas en los rollos,
según sus obras.” Mientras para este demonio, como se puede ver el trato es
diferente, al ser enviado directamente al lago de fuego.
La
muerte de los dos testigos.
La muerte de estos dos siervos de Dios, es otro hecho que dejará desconcertado, al mundo entero. Debido a que durante los primeros 1260 días, aun teniendo ambos el
poder para hacerlo, Tanto el anticristo, como los dos testigos, tenían un plazo establecido que tenían que respetar; de manera que no podían luchar entre ellos. Pero al terminar ese periodo
establecido, los dos terminan su misión, y tienen que ser eliminados. Debido
que el anticristo es el primero a ser herido de muerte y es quitado, aunque luego
vuelve a aparecer como ya vimos, Satanás arma todo un escenario, para que su nuevo títere continúe por el segundo período de los siete años.
Debido que el demonio es un espíritu incorpóreo e invisible, para que pueda actuar y tener contacto con lo físico de este mundo, necesita tener un cuerpo; para dar muerte a los dos testigos. De manera que Satanás arregla para que se posesione del cuerpo del Anticristo. Debido a que ahora el tiempo de ellos dos testigos también terminó. Aprovecha esa coyuntura para que el mundo vea que él tiene el poder absoluto, eliminando a los dos, que también tenían poderes sobrenaturales matándolos.
Debido que el demonio es un espíritu incorpóreo e invisible, para que pueda actuar y tener contacto con lo físico de este mundo, necesita tener un cuerpo; para dar muerte a los dos testigos. De manera que Satanás arregla para que se posesione del cuerpo del Anticristo. Debido a que ahora el tiempo de ellos dos testigos también terminó. Aprovecha esa coyuntura para que el mundo vea que él tiene el poder absoluto, eliminando a los dos, que también tenían poderes sobrenaturales matándolos.
De modo que este nuevo demonio, revestido con el cuerpo del anterior
anticristo, inicia su primera actuación con un hecho que dejará perpleja a la humanidad. Aprovechando que a esos dos siervos de Dios, se les terminó también el tiempo de los 1260 días que les fue asignado; para dar su testimonio en esa nación, prepara un escenario de contienda contra ellos los mata. En
Apocalipsis 11.7, refiriéndose a esa hecho dice lo siguiente: “Cuando hayan acabado su
testimonio, la
bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos (los
dos testigos) y los vencerá y los matará”.
Al darles muerte demostrará a todos los seres vivientes, quién es el que
realmente manda en este mundo. Ya que en ese momento han transcurrido los
primeros tres años y medio de los siete, tanto para el anticristo, como para
los dos testigos, los cuales tenían que morir. Es bueno tener presente que
todas estas cosas están permitidas por Dios.
Esa coyuntura es aprovechada por Satanás, con ese demonio que sube del
abismo, tanto para la “reaparición” de la figura del supuesto anticristo que se
presenta nuevamente bueno y sano; como para eliminar a los dos testigos y poder
luego decir que él es el único y el verdadero Dios. Todos estos engaños fueron
previstos por Jesús, cuando en Mateos 24:24 lo advirtió diciendo: “que harían grandes
señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos”.
Seguramente, alguien podría pensar: ¿Cómo es que dos testigos enviados
por Dios puedan ser muertos por un demonio que sube del abismo? Esto tiene su
razón de ser, y se debe a que: tanto Enoc, como Elías en su tiempo de
vida en este mundo, no murieron debido a que ambos fueron traspuestos por
voluntad de Dios. De modo que ellos tendrán que cumplir con lo que está
determinado en Hebreos 9:27 que dice: “Y de la manera que está establecido para
los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”
Es así que, para que cumplan con ese requisito establecido para
todo humano, como por habérsele terminado el tiempo que tenían para
su misión, Dios permite a la bestia que sube del abismo para que los pueda
matar y continuar con su show. Por supuesto que Satanás, por medio de la
bestia aprovecha esa coyuntura para lucirse y matarlos delante de todo el
mundo; donde muchos de los engañados se alegrarán aunque por muy
poco tiempo.
A este punto podría surgir otra pregunta: ¿es posible que un demonio se
posesione y actúe en un cuerpo humano? La respuesta es afirmativa. Basta
con leer la historia del endemoniado gadareno, el cual estaba posesionado no
solamente por un demonio sino por muchos.
Estos al ver a Jesús que se les acercaba, le rogaron en Lucas 8.31,
pidiéndole que no los enviara a ese lugar temporal y lúgubre del ABISMO; que es
la antesala del lago de fuego. La Palabra dice: “Estos demonios le
rogaron que no los enviara al abismo, sino que se les permitiera entrar en un
hato de cerdos que pacían por allí”.
Además, debemos tener presente que estos engaños están permitidos por
Dios, debido a que: la verdad que es Cristo, vino al mundo, y por casi dos mil
años, ha tenido paciencia, para que los hombres reconocieran y recibieran a su
Hijo como el único camino que los reconciliarían con Él. Pero viendo el rechazo
de muchos; les envía un espíritu de mentira para que crean en ella. Así lo dice
en 2Tesalonicences 2.11: "Por esto Dios les envía un poder engañoso. Para
que crean la mentira". Por haber rechazado al que dijo: Yo soy el
camino la verdad y la vida.
Es bueno recordar y tener presente que todo lo expuesto anteriormente,
acontecerá al final de la primera parte de los tres años y medios, que es el
plazo que Dios estableció en su fiel y santa palabra, tanto para la bestia como para la
misión de los dos testigos.
El
impacto por la muerte de los dos testigos.
Los que habían seguido las noticias, y todos los argumentos entre la
bestia y los dos testigos, que por largo tiempo se contradecían el uno al otro;
esas disputas mantuvieron confundidos a una gran mayoría del mundo, ya que no
sabían en quien creer. Ahora al ver los dos testigos en la plaza muertos, los pueblos
de la tierra se alegrarán y celebrarán ese desenlace del conflicto; que
significará para ellos, una gran victoria de parte de la bestia. Debido a ese
relevante hecho, el mundo dará por sentado quién realmente está de parte de
Dios; hecho que producirá una gran alegría a los habitantes de la tierra.
Esos hechos para muchos darán por sentado, en quien residía más poder
entre las dos partes; por la evidencia de ver los dos cadáveres tirados en la
plaza de la ciudad, cosa que los alegró, pensando que al fin se había resuelto
ese conflicto.
Por supuesto, que la bestia que subió del abismo, con apariencia humana, para muchos será como el vencedor y digno de crédito, siendo para ellos el indiscutible dios de
este mundo. Este hecho producirá gran regocijo, y lo celebrarán enviándose
regalos unos a otros.
La resurrección de los dos testigos.
La resurrección de los dos testigos.
La alegría que produjo ese evento, no fue en si por la muerte de los dos
siervos de Dios, sino por haberse resuelto la incógnita que atormentaba a los
pueblos de la tierra, que no podían discernir de qué lado estaba la verdad; ya
que los mensajes de los dos testigos contradecían, los del anticristo;
atribuyéndose ambas partes la procedencia divina. Esa incertidumbre los
desconcertaba a todos, pero ahora ese aparente triunfo, produjo gran alegría a
los habitantes de este mundo. Ya que consideraron imposible de haberlos
podido matar, si hubiesen sido realmente enviados por Dios.
Se podría también pensar, que los dos testigos estando en vida, manifestaron no
temerle a la muerte, ya que Dios los levantaría resucitándolos, con un cuerpo
de gloria. Esa puede ser la razón por la cual los incrédulos desafiando esas
afirmaciones, no permitieron que fuesen sepultados; para que se pudiera
constatar la falsedad de lo que afirmaron.
Sólo de esa manera, se podía desechar de una sola vez, todas las
anteriores enseñanzas y lo que afirmaban sobre el verdadero Mesías, que vendría
muy pronto; como también por lo que afirmaban del actual anticristo, que era un
impostor diabólico.
En efecto, de repente esa “alegría de tísicos” se convirtió en temor, ya
que, a los tres días y medio, entró en ellos el espíritu de vida enviado por
Dios y se levantaron sobre sus pies, a la vista de todo el mundo, cosa que
produjo gran terror y pánico, entre los habitantes de la tierra.
Al resucitar oyeron una gran voz del cielo que los invitó a subir, y
todos los que se alegraron pudieron contemplar mientras ellos subían al cielo
en una nube. Ciertamente que la televisión jugará un papel muy importante en
ese único evento, donde se les mostrará al mundo, un milagro de resurrección
delante de sus ojos según lo relata Apo11:11 que dice: “Pero después de los
tres días y medio, entró en ellos un aliento de vida procedente de Dios, y se
pusieron sobre sus pies, y un gran temor cayó sobre quienes los contemplaban.” Y oyeron una gran
voz del cielo, que les decía: Subid acá y subieron al cielo en una nube; y sus
enemigos los vieron. El 11.13 agrega “hubo un gran terremoto que derrumbó
la décima parte de la ciudad, (Jerusalén) donde murieron siete mil hombres, al
ver todas estas cosas los demás se llenaron de temor, y dieron gloria
al Dios del cielo”. Esa expresión es la que
Es lógico que al decir la palabra que “dieron gloria al Dios del
cielo”, es evidente que muchos pudieron reconocer la veracidad de sus
mensajes; en especial el pueblo de Israel el cual, al ver cómo Dios está
obrando nuevamente en medio de ellos, como por la exigencia de la bestia de ser
adorado, se dan cuenta del engaño y le dan la espalda a ese falso Mesías cosa
que lo enfurecerá. Como también la expresión “dieron gloria al Dios del cielo”, enfureció a Satanás y a la bestia.
Así lo describe en Apo 12.17 que dice: “Entonces el dragón se
enfureció en contra de la mujer, (aquí la mujer no es la ramera, sino por el contexto se refiere a Israel) y se fue a hacer guerra
contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de
Jesucristo”. (Esto se refiere tanto a los de Israel, y de gentiles que creerán
en el Señor. También por todas las cosas que terminaban de acontecer, los mensaje de los dos
testigos, su muerte, la resurrección después de tres días y medio, y como fueron levantados en una nube).
Las más densas
tinieblas espirituales de todos los tiempos.
Al no estar ahora
ellos dos en este mundo, como voceros de la verdad, Dios por amor a sus
escogidos, y con el fin de contrarrestar, los hechos de la enfurecida bestia, y sus actuaciones mentirosas; En Apo 14.6 dice: que “Dios envía un ángel volando en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para proclamarlo a los moradores de la tierra, es decir, sobre toda nación, y tribus y lengua y pueblo”. Aunque la palabra no lo especifica, se le podría agregar, que cada pueblo, oirá el mensaje del evangelio eterno en su propia lengua.
Algo parecido a lo que aconteció en el día de pentecostés; donde los que fueron bautizados, con el Espíritu Santo, hablaban las maravillas de Dios en otros idiomas, y los que estaban presentes podían oír esos mensajes en sus propias lenguas. Así Dios en su amor, envía ese ángel con el fin de no abandonar a sus escogidos; en ese momento de densa tiniebla espiritual. Todo eso lo hace, por amor a los escogidos. Como también para que se divulgue la verdad tiene a ciento cuarenta y cuatro mil israelitas, que creyeron en Jesucristo, (estos son las primicias de Israel, en reconocer a su verdadero Mesías).
Algo parecido a lo que aconteció en el día de pentecostés; donde los que fueron bautizados, con el Espíritu Santo, hablaban las maravillas de Dios en otros idiomas, y los que estaban presentes podían oír esos mensajes en sus propias lenguas. Así Dios en su amor, envía ese ángel con el fin de no abandonar a sus escogidos; en ese momento de densa tiniebla espiritual. Todo eso lo hace, por amor a los escogidos. Como también para que se divulgue la verdad tiene a ciento cuarenta y cuatro mil israelitas, que creyeron en Jesucristo, (estos son las primicias de Israel, en reconocer a su verdadero Mesías).
Con los
acontecimientos que hemos visto hasta ahora, y la muerte de los dos siervos de
Dios, podemos decir que terminó el primer período, de tres años y medio tanto
para la bestia como para los dos testigos. Desde ese momento inicia el segundo
período de otros 1260 días, siendo este el más destructivo para la humanidad;
con los tres restantes caballos y una bestia enfurecida que tratará de obligar
a que le adoren. Todas las explicaciones dadas hasta aquí, son eventos que
acontecieron en la primera parte de los siete años de la tribulación, y en la
transición del inicio de los otros 1260 que faltan. Este otro período será tan terrible que Dios tuvo que acortarlo como dice en Mar 13:20: "Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días."
La cuarta bestia, el
falso profeta en el segundo período.
Al inicio de
ese nuevo período y para reforzar el trabajo de la enfurecida bestia, entra en
la escena de este mundo otro demonio denominado por la Palabra como el falso
profeta. Este conjunto, formado por Satanás simulando al Padre, la bestia al
Hijo, y el falso profeta al Espíritu Santo, los tres forman la tríada
diabólica, engañando a la humanidad imitando al trino Dios. De manera que ese
falso profeta; le sirve de vocero al anticristo.Estas dos bestias actuarán en
la segunda parte de la gran tribulación.
A diferencia del primer anticristo que era un hombre común que la palabla lo denomina plebeyo, tanto este otro anticristo como el falso profeta son demonios, que suben del abismo y ocupan una investidura humana para presentarse al mundo con una apariencia de hombre; manifestándose con prodigios que se les ha permitido hacer, para engañar a la humanidad.
En Apo 13.11-15
relata acerca de este nuevo demonio diciendo: “Vi también otra bestia
que subía de la tierra, y tenía dos cuernos semejantes a un cordero, pero hablaba
como un dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia delante
de ella, y hace que la tierra y los que habitan en ella adoren a la “primera
bestia, cuya herida de muerte fue sanada”. Y obra grandes prodigios,
de manera tal, que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de
los hombres; y engaña a los que moran en la tierra por medio de las
señales que le fue concedido hacer en presencia de la bestia,
ordenando a los que moran en la tierra hacer una imagen de la bestia que tiene
la herida de la ESPADA Y REVIVIÓ. Y le fue dado infundir aliento a
la imagen de la bestia, e hiciera hablar a la imagen de la bestia, e
hiciera que fueran muertos cuantos no adoraran a la imagen de
la bestia”.
Con razón el Señor en
Marcos 13.22 advirtió a su pueblo como ya hemos visto diciendo: “Porque se levantarán
falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar,
si fuera posible, aun a los escogidos”.
Este falso profeta,
se presentará como un cordero, pero hablará como un dragón, un ser despreciable
que tiene la tarea de convencer a los habitantes de la tierra de su deidad,
demostrándolo con prodigios que se le ha permitido hacer, para engañar a
aquellos que siempre quisieron ver para poder creer. Estos son todos aquellos
que no aceptaron por fe la verdad y la vida que da Jesucristo.
De manera que Dios
les envía como castigo, un espíritu de error por medio de estas señales para
que puedan ver estos prodigios, y creer en la mentira, por no haber aceptado la
verdad. Todo lo que se explicará a continuación, pertenece a
la segunda y última parte de la gran tribulación; que consta de otros
1260 días. Aunque ese tiempo será acortado por Dios, como ya vimos en Mateo 24:22 “que si aquellos días no fuesen acortados nadie sería
salvo”.
Es en este período,
al decaer la popularidad de la bestia, causada por el impacto que produjo la
resurrección de los dos testigos, y el rechazo por parte de Israel; es que
inicia la peor arremetida contra este mundo; esto con el fin de reconquistar
prestigio y credulidad. Con ese fin comenzará a obligar a toda la humanidad a
ser sellada, con el número de su nombre, como requisito obligatorio para
comprar y vender; como también de adorarlo, con la ayuda del falso profeta, y
de una imagen del anticristo que la hizo hablar, para que todos la adoraran. Al
estilo de la imagen que mandó a hacer el rey Nabucodonosor, donde todos estaban
obligados a postrarse delante de ella y adorarla, con la diferencia que esta
otra hablaba exigiendo la adoración.
Como dice en Apo
13:15-18” Y
se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen
hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos,
pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca
en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender,
sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su
nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el
número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos
sesenta y seis.”
Anteriormente se dijo
que de los cuatro caballos, solamente el primero pertenecía a la primera mitad
de los siete años de la tribulación. Y que ese primer jinete era tipo del
anticristo que se manifestaría a este mundo por 42 meses. Al iniciar
ahora el segundo período, que es la parte más desastrosa para la humanidad,
donde acontecerán cosas terribles; estas están tipificadas por los restantes
tres caballos.
El segundo caballo de
los cuatro.
Este segundo caballo
con su jinete, se nos presenta en Apo el 6:3-4 diciendo: “Cuando abrió el
segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y
salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder
de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una
gran espada”. Ese color podría simular sangre; al tener éste el poder para
quitar la paz de la tierra, cosa que claramente nos indica que habrá guerra, por ser antónimo de paz.
Luego la gran espada,
puede ser sinónimo del poder que tendrá para mandar a matar a todos los que no se sujeten a sus órdenes. De
manera que eso traerá para este mundo mucha muerte y consecuencias
muy graves, ya que todo conflicto o guerra produce una recesión que trae
escasez de alimentos; sean estos por factores de producción, como de los que
trabajan en los campos, la manufactura, el transporte, como la distribución de
ellos.
Todo lo mencionado,
será la causa de una gran escasez de alimentos, hambre y muerte, con las
consecuentes enfermedades y pestilencias. Que están reflejadas en las copas,
trompetas, plagas, granizo, que están escritas en el libro de Apocalipsis.
El tercer caballo.
En efecto con el
tercer caballo, la palabra revela las consecuencias del anterior jinete con esa
gran espada que se dijo que era sinónimo de guerra y muerte donde en el 6.5 lo explica
diciendo: “Cuando abrió el
tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y
he aquí un caballo negro; y el que lo
montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de
los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y
seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”. El mensaje de
este jinete es muy claro, el apóstol Juan ve que el que montaba el tercer
caballo, tenía una balanza en la mano, y se le dijo:
“dos
libras de trigo por un denario”. Lo que esta figura, nos quiere dar a
entender es lo siguiente: En esa época cuando Juan escribe, el denario, era el
salario de un día de trabajo de un obrero; Con esto la Palabra nos quiere
indicar, que para comprar dos libras de trigo, que corresponden a un kilo de
pan; se necesitará la entera suma de lo que un obrero percibirá con un día de
trabajo. Cosa que claramente indica escasez de alimento e inflación, que se
traduce en hambre. Todo esto es para que se tenga una idea de la situación que
se avecina.
El cuarto caballo
Con este cuarto y
último de color amarillo, que se le muestra a Juan, resume las graves
consecuencias de los anteriores caballos diciendo en el 6:7 “Cuando abrió el cuarto
sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he
aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el
Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la
tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, (pestilencia) y
con las fieras de la tierra”. (Aquí se calcula para
esa fecha una cifra alrededor de los dos mil millones de seres
vivientes).
Se exige la colocación
del sello y de adorar a la bestia.
Contrariamente al
libre llamado de nuestro Dios que dice: Buscad a Dios mientras puede ser
hallado, llamadle en tanto que está cercano. O venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar; esta bestia
exige la adoración y obliga a que crean en él. Luego Debido a que
ellos no pueden controlar los que les obedecen, de aquellos que no lo hacen,
por no ser omnisciente como nuestro Dios; recurre a la obligatoriedad de
colocar una marca visible a todos aquellos que le estén sujetos. Esto será con
el fin, de saber quiénes son los que no quieren someterse; para así eliminarlos
y ponerlos como ejemplo de castigo para todos aquellos que no le
obedezcan.
No se disertará sobre
cuál es el número de la bestia, primero porque esto es algo que compete, a los que
vivan en ese tiempo, y segundo por no saber el nombre que utilizará la bestia o
el anticristo. Sólo para tener una idea se dirá que: cada letra del
alfabeto griego corresponde a un número, por ejemplo: la A=1, B=2, R=3, E=5,
Z=7, H=8, O=70, T=300, Y=400 etc. En el caso que se llamara TARE, como el padre
de Abraham, el número que le correspondería sería 300+1+3+5=309. De llamarse
YAHORE su número sería 400+1+8+70+3+5= 487 de manera que es inútil en este
tiempo tratar de pensar o de adivinar su nombre.
En ese momento
de la historia, casi al final de los siete años de la tribulación, la tríada
diabólica compuesta por Satanás, la bestia y el falso profeta, han hecho que la
tribulación y destrucción llegue a tal punto, que de no efectuarse una
intervención de parte de Dios; de acortar el tiempo, sería la destrucción total
de Israel y de este mundo en poco tiempo. El desastre sería de tal magnitud,
que interferiría con el reinado de paz de Jesucristo.
El tiempo que será
acortado es de 220 días
(210+10)
Dice la palabra que Aquel que
guarda al pueblo de Israel no duerme, de modo que cada vez que el diablo hace
algo que puede interferir con los planes que Dios tiene establecidos, hay una
intervención divina para que todo se restablezca conforme a lo que Él tiene
planificado. En el pasado tenemos ejemplos como: El diluvio, donde a causa de
la corrupción genética de la humanidad, antes que desapareciera la familia de
Noé, que era el único perfecto en sus generaciones, (osea que no se había contaminado genéricamente) para que pudiera venir el
Salvador del hombre; fue allí que Dios intervino con el diluvio. Luego el hambre
que se presentó en los días de Jacob, donde Dios se anticipó llevando José a
Egipto. La matanza de los niños en el tiempo de Herodes, la eliminación del
pueblo hebreo bajo los nazis, como la destrucción de toda la humanidad en el
futuro; son intentos satánicos para tratar de frustrar los planes de Dios.
Si Dios no
interviniera a tiempo, cosas desastrosas podrían acontecer en el futuro, a Satanás se le podría ocurrir, algo
así como lo que dijo Sansón al vengarse de los filisteos por sus ojos: “muera
Sansón con todos los filisteos.” De manera que la oportuna intervención de
Dios, está registrada en la Palabra con el fin de evitar una destrucción total
de la humanidad. Jesús lo predijo al decir: “Y si aquellos días no fuesen acortados,
nadie sería salvo.”
Los días que serán acortados.
Ya hemos visto anteriormente en este estudio, cómo Dios estableció un período de tiempo para obrar tanto para los dos testigos, como para el anticristo. Luego de la eliminación de ambos faltarían otros 1260 días, donde la bestia y el falso profeta con sus engaños pondrán probablemente a este mundo al borde de una conflagración nuclear. Esta destruiría tanto a los escogidos del pueblo de Israel, como a los gentiles que creerán durante ese período, antes del tiempo de la tribulación, y a los que creerían durante el milenio. De no intervenir acortando ese tiempo de 220 días, para evitar esa total destrucción, donde las almas de muchos se perderían.
Por supuesto
que el omnisciente Dios pudo ver esa situación, y para salvar a los escogidos,
anticipa una gloriosa manifestación de poder al conceder a su pueblo una gran
victoria, con la destrucción de todos sus enemigos; para luego presentarse
personalmente con el glorioso regreso de su Hijo amado a este mundo.
Éste es el motivo por
el cual Dios acortará ese tiempo, a los días establecidos, con un juicio en
contra de esas naciones reunidas en Jerusalén para destruir a su pueblo. Cosa
que como ya vimos, el mismo Jesús predijo en una de sus enseñanzas
en Mateo 24.22 diciendo: “Y si aquellos días no fuesen
acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días
serán acortados”. El tiempo que será abreviado, es de 220 días, como está previsto
en los escritos bíblicos, cuya explicación se dará a continuación.
El tiempo que sería
acortado le fue revelado, a Daniel en el 8:13-14 que dice: “Entonces oí a un santo
que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo
durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora
entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta
dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Estas 2300
tardes y mañanas corresponden a 2300 días completos.
Al restarle estos
2300 a los 2520 días, que corresponden a los siete años, de la gran tribulación
se obtiene una diferencia de 220; siendo esto el tiempo que será acortada la
segunda parte de la gran tribulación. Donde se podría suponer que 10 días, es
el tiempo que durará esa batalla, y los restantes 210 corresponden a los siete
meses que serán empleados para limpiar la tierra de esa gran cantidad de
cadáveres producto de la guerra del Armagedón como lo afirma en Ezequiel
39:12 que dice: “Y
la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, (210 días) para
limpiar la tierra.”
De modo que, faltando
220 días para terminar el período previstos de los siete años de la última de
las setenta semanas, y el regreso del Mesías; al estar Israel en peligro de ser
destruido, habrá una intervención de parte de Dios. Ese será el día más
memorable para la historia de la humanidad, donde un resplandor cegará a todos
esos ejércitos allí reunidos, y los ojos y lengua se les deshará estando
todavía sobre sus pies. Esto enlutará a millones de hogares de todas las
naciones allí reunidas. A continuación, una explicación más detallada de los
eventos que tendrán lugar en ese tiempo, antes de finalizar la segunda mitad de
la gran tribulación.
ESTE TEMA CONTINÚA EN LA SEGUNDA PARTE DEL TEMA EL FIN DE TODAS LAS COSAS PARTE 2 INICIANDO CON:
LA BATALLA DE ARMAGEDÓN.
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LA BATALLA DE ARMAGEDÓN.
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